Los artículos de Kabala en Masuah son obra del Rab Jaim D.Zukerwar z”l
Estos escritos están basados en la Tradición Kabalistica del Rabino y Sabio Kabalista Itzjak Luria Ashkenazi que recibimos a través de nuestro Maestro el Rabino y Sabio Kabalista Mordejai Shainberguer quien la recibió a su vez de su Maestro el Rabino y Sabio Kabalista Iehuda Tzvi Brandwain discípulo directo del Sabio y Rabino Kabalista Rabeinu Iehuda Leib haLevi Ashlag
El lenguaje en su forma escrita y oral es la herramienta básica para
transmitir una sabiduría. Por dicha razón nos es imposible entender el
judaísmo sin el conocimiento del real significado de los conceptos y
códigos que transmiten esta Sabiduría.
La Sabiduría de Israel esta compuesta por la tradición escrita/Tora
shevijtav y la tradición oral / Tora shevealpe las cuales, en su conjunto,
conforman el conocimiento judío.
La Tora de Israel, nuestra Sabiduría y tradición, se puede comparar a un
gran prado con frondosos arboles, fuertes ramas y profundas raíces a través
de las cuales extraen su vitalidad. Para que dichos arboles den su fruto,
es preciso una elaboración en la que participen todos los elementos de
nuestro prado.
La semilla puesta en la tierra debe recibir luz y agua para, finalmente,
dar su fruto.
Nos relata nuestra tradición que el hombre se compara a un árbol del campo.
Para que el hombre pueda recibir, es necesario que transforme la materia
prima del mundo mediante su trabajo.
En el mundo no hay edificios ya hechos, sino que debemos construirlos; para
comer pan debemos plantar, cosechar y luego hornear, etc.
El Kadosh Baruj Hu nos dio los elementos básicos para poder completar la
Creación.
El Kadosh Baruj Hu nos dio la Tora, el plano, pero para extraer la
Sabiduría contenida en la Tora debemos esforzarnos y extraer de nuestro
interior, ayudados por la Tora, los frutos.
Cuando la Tora no es trabajada y estudiada, es como quien tiene la semilla,
la tierra y el agua, ya que todo esta en potencia, pero para comer pan hace
falta el trabajo del hombre. Y, a su vez, para que todos coman hace falta
enseñar a arar, plantar, cosechar, hornear y saber dar.
El vocablo prado, en hebreo PARD?S, alude al prado de la Sabiduría, dado
que las iniciales de dicha palabra conforman las cuatro perspectivas a
través de las cuales entendemos la Tora.
La primera inicial ( P ) se refiere al pshat.
Pshat caracteriza lo simple, es el relato literal de la Tora.
Es exactamente lo que leemos o escuchamos sin segundas intenciones. Es la
raíz de todas las formas de percepción.
La segunda inicial (R) alude al remez.
Remez nos indica una insinuación. No tiene una diferencia substancial con
el Pshat, mas revela lo interior de el.
El Remez le da una dimensión mas profunda al relato ya que los personajes,
las situaciones y todos los detalles presentados por la Tora, inclusive las
letras, nos transmiten una enseñanza siempre actual.
En el Pshat las ideas son expresadas en forma directa, detallada y
explícita mientras que en el remez son mencionadas por la senda invisible
de la insinuación, y, el entendedor … entiende.
Estos dos caminos de entendimiento “cuidan” el interior de la Tora, ya que
ocultan mas de lo que revelan.
Al entrar al laboratorio de un gran científico, sin el conocimiento de los
códigos de su ciencia, poco y nada entenderemos a pesar de tener todo
frente a nuestros ojos.
La tercer inicial ( D ) nos indica el Drash.
Drash proviene del verbo exigir (Lidrosh). Esta lectura encierra una
búsqueda en la cual el hombre exige un significado mas profundo del texto
que en las anteriores perspectivas.
La ultima inicial del pardes (S) nos indica el Sod.
Sod significa secreto.
El Zohar*, uno de los libros mas importantes de la Sabiduría de la Kabala,
define al Sod como causa, ya que quien conoce la causa conoce la
consecuencia, es decir el “secreto”.
Mientras el Pshat y el Remez son para el principiante en cierto modo
pasivos, el Drash y el Sod son decididamente activos; provienen de un
imperativo totalmente conciente de la voluntad.
Cada una de estas perspectivas, a través de las cuales la Tora se expresa y
manifiesta, no indica un cambio en la esencia interior de la Tora, sino en
la forma en la que se presenta ante nuestra percepción y entendimiento.
El Rab Ashlag (sabio kabalista que vivió en la primera mitad del siglo XX
en Jerusalem) nos explica que, del mismo modo en que una persona se viste
para presentarse ante el publico, la Tora se “reviste” con diferentes
“ropajes” para que los hombres puedan acercarse a ella gradualmente,
haciéndola parte de sus vidas (Torat Jaim).
* El libro del Zohar recoge la Sabiduría Interior de Israel, la Kabala,
transmitida por los Sabios
de la Mishna (compilación de la tradición oral de Israel) hasta el
tanaita Rabi Shimon Bar
Yojai, siglo II de la e.c. El termino zohar implica dos aspectos:
brillo y esplendor,(de la
plenitud de la Luz); y también cuidado y advertencia (lehizaher), ya que
para recibir y transmitir Luz es necesario un sumo cuidado en nuestros
actos e intenciones.
El entendimiento integral de la Tora requiere una visión que sintetice la
Sabiduría en una sola y única visión, como si observáramos un mismo
acontecimiento desde todos los ángulos posibles al mismo tiempo.
Cada una de las perspectivas del pardes es imprescindible para que nuestra
comprensión de la Sabiduría sea plena.
Al ser el sod la causa las incluye a todas, ya que cuando comprendo el
significado interior tomo conciencia de los objetivos y comienzo a percibir
el orden en el cual cada aspecto cumple su función.
La Sabiduría de la Tora se expresa mediante cuatro
lenguajes generales
El lenguaje de la Tora
Expresado en los 5 libros de Moshe (Pentateuco).
El lenguaje de la Halaja
Compendio de leyes y códigos, que incluye la Mishna, el Talmud, el Shuljan
Aruj, etc., transmitido en un lenguaje técnico y sintético.
El lenguaje de la Hagada
Midrash, relatos que amplían y continúan la tradición escrita, Tora
shevijtav (Pentateuco) y la tradición oral, Tora shevealpe (Mishna, Talmud,
Shuljan Aruj, etc.)
El lenguaje de la Kabala
El lenguaje de la Kabala utiliza todos los lenguajes antes mencionados. La
Kabala por ser la parte interior de la Tora, no es una materia separada de
la Tora sino que sintetiza, une y le da forma a toda la Tora como un todo
indivisible.
El vocablo Kabala significa literalmente recepción, es decir, que dicho
estudio prepara al hombre para recibir todos los grados y planos de la vida
como una realidad única.
El capitulo Pirkei Avot de la Mishna nos relata que: “Moshe Kibel Tora
MiSinai Umsara leIehoshua … ” : “Moshe recibió la Tora desde Sinai
transmitiéndosela luego a Iehoshua . . . “.
El vocablo kibel / recibió se refiere a la Kabala / recepción.
Todos los Patriarcas, Profetas y verdaderos Sabios del pueblo de Israel
fueron y son Mekubalim/Kabalistas, es decir receptores y transmisores de la
Sabiduría Interior de la Tora, la Kabala.
La Kabala, nos permite a través de su estudio, forjar los instrumentos para
lograr una lectura profunda, lucida y objetiva de la Tora escrita/Tora
shevijtav y oral/Tora shevealpe.
El conocimiento de esta Sabiduría nos introduce al trabajo espiritual
conciente a partir del estudio de las leyes que rigen los diversos planos
de la realidad. Dichas leyes están codificadas en los diversos textos de
la espiritualidad de Israel: la Tora, el Sefer Ietzira, el Talmud, el
libro del Zohar, el Etz Jaim, el Shuljan Aruj, el Sidur, etc.
El lenguaje de la Kabala se denomina: lenguaje de las ramificaciones /
sfat haAnafim. Este lenguaje le da al vocabulario de la Tora, de la Halaja
y de la Hagada una perspectiva multidimensional.
Cada concepto del lenguaje de las ramificaciones/sfat haAnafim se desprende
de un concepto previo, encadenando así causa y consecuencia, tal como
sucede en un árbol en donde cada rama surge de otra rama. Quien siga
cuidadosamente el camino de las ramas llegara al tronco y luego a las
raíces que sustentan al árbol.
El lenguaje de las ramificaciones / sfat haAnafim no se revela al estudioso
en su aproximación exterior, ya que se dirige a las causas interiores de la
Tora para lo cual es imprescindible el estudio de los códigos propios de la
Kabala. Estos códigos actúan en todas las perspectivas simultáneamente, y
cuando logramos incorporarlos, adquirimos la sabiduría para ver las causas
y consecuencias interiores de la realidad y la vida.
Los primeros libros que menciona nuestra tradición (de acuerdo al Midrash y
al Talmud como también a todos los escritos kabalisticos de todas las
épocas), aun antes de la entrega de la Tora, son libros netamente de Kabala
como el libro “Raziel haMalaj”* cuya existencia supera los 5000 anos, y
también el “Sefer Ietzira “**/”Libro de la Formación” escrito por Abraham
Avinu.
La Tora escrita/Tora shevijtav y la oral/Tora shevealpe conforman las leyes
objetivas que rigen la Creación, por lo tanto existen aun antes del mundo.
Esto es similar a las leyes físicas que el hombre no inventa, sino que
descubre.
Nos enseña el Rab Ashlag que en lo espiritual, a diferencia de lo
material, el acto de dar y de recibir no son simultáneos.
Cuando alguien me da un objeto yo lo recibo inmediatamente.
* Véase ” Midrash Shojer Tov Bereshit “, ” Meam Loez Bereshit “, ” Sefer
haIashar Noaj “.
** De acuerdo a los Kabalistas de todas las épocas y a los primeros interpretes
(“Sefer Yetzirah”, Aryeh Kaplan, Introducción XII).
En lo espiritual no es necesariamente igual. El dar y el recibir no son
simultáneos. Quien enseña una sabiduría no tiene garantía
alguna de que esta sea recibida, sino que el “alumno” tendrá que esforzarse
con el fin de aprehenderla.
La Tora nos es entregada, Matan Tora, pero la recepción depende
de nuestro esfuerzo. Cada generación, a través de sus Sabios, debe revelar
nuevos aspectos de la Tora, ya que la Tora es un proyecto para todas la
generaciones.
Abraham, Itzjak, Iaacov, nuestros Patriarcas, como individuos, previo a la
consolidación del pueblo de Israel, llegaron a entender los principios
generales contenidos en la Tora aun antes de Matan Tora. En cambio, cuando
se piensa en todo un pueblo a lo largo de todas las generaciones,
necesitamos un sistema educativo integral basado en principios y leyes que
abarquen a todos los individuos, la recepción de la Tora / kabalat ha Tora.
La Kabala nos introduce al conocimiento de como recibir todos
los grados de la Sabiduría a través de la aplicacion de las leyes y códigos
contenidos en la Tora, las mitzvot.
Cuando entendemos y llevamos a cabo las mitzvot en forma conciente, es
decir, no solamente en su manifestación exterior sino que también cambiamos
nuestra actitud interior, comienza a surgir la verdadera armonía entre las
personas. Entonces si podemos pensar en la verdadera espiritualidad y en
la fusión del hombre con el Kadosh Baruj Hu. En cambio, hasta no llegar a
ese momento aun estamos centrados en nosotros mismos, es decir que no
estamos prontos para dar. Solo cuando podemos dar, es decir extraer de
nuestro interior hacia el prójimo y la sociedad, comenzamos a conocer al
Kadosh Baruj Hu.
El libro del Zohar nos enseña que el hombre fue creado para realizarse
plenamente. Solo cuando nos relacionamos con la vida en forma completa
podemos llegar a percibir el orden en el que cada aspecto de la realidad
cumple su función.
De acuerdo a la Tora, el hombre y la mujer deben encauzar todas sus
energías positivamente dando así continuidad a la vida*. Por dicha razón
el ideal judío es la familia, ya que nos brinda el marco propicio para que
el hombre y la mujer manifiesten sus instintos, emociones y pensamientos en
forma armónica. En familia aprendemos a compartir y a asumir la
responsabilidad por nuestros hijos y a entender a nuestros semejantes y a
la comunidad.
Nuestra tradición nos enseña que no juzguemos a nadie hasta no estar en su
lugar. Cuando damos, comenzamos a comprender a la fuente que solo da, el
Kadosh Baruj Hu. De ello deducimos que el dar y crear armonía entre los
hombres requiere una voluntad constante, ya que no es suficiente dar sino
que se debe hacer con sabiduría.
Cuando pensamos solo en recibir en forma egoísta, vemos a todos los hombres
como nuestros competidores, en cambio cuando queremos ayudar encontramos en
los hombres aliados para nuestro proyecto.
La verdadera construcción en la cual debemos invertir todos nuestros
esfuerzos es la de construirnos interiormente.
Hasta que el hombre no sea integro en su interior nada de lo que haga perdurara.
La torre de Babel** es un claro ejemplo.
La Tora nos relata que había una sola lengua en toda la tierra … y los
hombres quisieron edificar una torre cuya cúpula llegue al cielo …
entonces el Kadosh Baruj Hu confundió su lengua y ya
* Génesis 1:28
** Génesis 11
no pudieron entenderse, y cesaron de construir la torre.
Los hombres quisieron expandirse exteriormente sin tomar
en cuenta su crecimiento interior. Cuando no maduramos interiormente
comprendiendo que el deseo de recibir egoísta lleva a la destrucción,
perdemos el lenguaje verdadero, los códigos que nos dan la posibilidad de
entender que tanto el bien como el mal nos van a afectar a todos por igual.
Nuestro estudio y el desarrollo de nuestra vida de acuerdo a la Tora y la
Kabala no son algo externo a nosotros. Conforman nuestro SABER y
fundamentalmente nuestro SER. A partir de ello nos convertimos en
participes del “programa de la Creación” que consiste en beneficiar a todas
las creaturas infinitamente.
La mitzva central de toda la Tora es “Amaras al prójimo, a quien esta
próximo a ti, como a ti mismo”, y hasta que el hombre no comprenda este
principio, todas las mitzvot serán incompletas. Amaras al prójimo como a ti
mismo es la actitud interior que nos ayuda a no repetir el error de la
torre de Babel.
Babel proviene del vocablo hebreo confusión, lo que nos indica que cuando
el hombre piensa solo en si, es porque esta confundido, y no comprende la
razón por la cual esta en este mundo ni el objetivo de su vida y de la
Creación.