Capítulo 4



PIRKEI AVOT



“TRATADO DE LOS PRINCIPIOS”


Capítulo  4

Mishna 1


Mishna 2

Mishna 3

Mishna 4

Mishna 5

Mishna 6

Mishna 7

Mishna 8

Mishna 9

Mishna 10

Mishna 11

Mishna 12

Mishna 13

Mishna 14

Mishna 15

Mishna 16

Mishna 17

Mishna 18
Mishna 19 Mishna 20

Michna 21

Mishna 22


MISHNA 1

 

(א) בֶּן זוֹמָא אוֹמֵר, אֵיזֶהוּ חָכָם, הַלּוֹמֵד מִכָּל אָדָם, שֶׁנֶּאֱמַר (תהלים קיט), מִכָּל מְלַמְּדַי הִשְׂכַּלְתִּי כִּי עֵדְוֹתֶיךָ שִׂיחָה לִּי. אֵיזֶהוּ גִבּוֹר, הַכּוֹבֵשׁ אֶת יִצְרוֹ, שֶׁנֶּאֱמַר (משלי טז), טוֹב אֶרֶךְ אַפַּיִם מִגִּבּוֹר וּמשֵׁל בְּרוּחוֹ מִלֹּכֵד עִיר. אֵיזֶהוּ עָשִׁיר הַשָּׂמֵחַ בְּחֶלְקוֹ, שֶׁנֶּאֱמַר (תהלים קכח), יְגִיעַ כַּפֶּיךָ כִּי תֹאכֵל אַשְׁרֶיךָ וְטוֹב לָךְ. אַשְׁרֶיךָ, בָּעוֹלָם הַזֶּה. וטוֹב לָךְ, לָעוֹלָם הַבָּא. אֵיזֶהוּ מְכֻבָּד, הַמְכַבֵּד אֶת הַבְּרִיּוֹת, שֶׁנֶּאֱמַר (שמואל א ב), כִּי מְכַבְּדַי אֲכַבֵּד וּבֹזַי יֵקָלוּ:


 

1.Ben Zoma dice: ¿Quién es sabio? El que aprende de todas las personas, según está escrito: Me hice más inteligente que todos mis maestros (Tehilim 119:99).


 ¿Quién es fuerte?  El que domina su inclinación, según está escrito: mejor es el paciente que el fuerte, y quien domina su espíritu (es mejor que: quien conquista una ciudad (36) ( Mishlé 16:32)


¿Quién es rico? Aquel que se regocija con su parte, según está escrito: (lo obtenido con) el trabajo de tus manos, comerás; serás feliz y bienaventurado, (37) serás feliz en este mundo y bienaventurado en el mundo venidero (Tehilim 128:2).


¿Quién es respetado? Quien respeta a las criaturas, según está escrito: porque a quienes me honran, honro; y quienes me desprecian serán despreciados (Shmuel 1-2:30).

Shimón ben Zoma, era uno de los grandes eruditos de su tiempo, pero no llego a ser ordenado como Rabí y es conocido como alumno de los Sabios de Yavne puede que por esa razón es llamado Ben Zomá con el nombre de
su padre.

En nuestra “Mishná” define claramente distintos conceptos: sabio, fuerte, rico y honorable, no en el sentido conocido por la mayoría  de los mortales.


Ben Zomá dice: ¿quién es sabio?

¿Quién será llamado sabio? ¿El que posee muchos conocimientos? Ben Zomá sostiene que sabio es aquel que está presto a aprender de boca de todo ser humano, aunque sea menor que él, o menos erudito, si escuchase algo lógico nuevo e interesante no lo echará a un lado o lo despreciará.

Una vez hubo una discusión halájica entre Hilel, Shamay y otros Sabios y no llegaron a una conclusión hasta que dos tejedores del “Portón de las Ashpatot  de Ierushalaim” hombres simples y de pueblo, atestiguaron lo que escucharon de boca de Shmaiá y Abtalion y fallaron según su testimonio (Eduiot 1:3).

De acá aprendemos que no podemos dejar de lado y despreciar la opinión de hombres simples, también ellos pueden enseñarnos Torá ybuenas maneras, porque está escrito: me hice más inteligente, por todos mis maestros (Tehilim 119:99).

Estudié Torá de boca de todos los que me enseñaron, aunque eran menores que yo si así lo hará será considerado como un estudioso en nombre de HaShem, sin orgullo y vanidad, al hacerlo será llamado “sabio”.


¿Quién es fuerte?

Que puede vanagloriarse de su fortaleza. El que posee fuerza física; no es ese el verdadero héroe según el Judaísmo, fuerte es aquel que posee riqueza espiritual y que puede vencer sus malas inclinaciones porque está escrito: mejor es el paciente que el fuerte.

Aquel que no se apura en su venganza es mejor que un héroe de guerra


Y quien domina su espíritu (es mejor) que quien conquista una ciudad.


Aquel que sabe contener su ira es mucho más importante que el conquistador de ciudades.

Los Sabios del movimiento “Musar”,  Moralista decían que existen tres clases de reyes. El que gobierna sobre un reino, el que es Rey de su familia, y el que es rey sobre sí mismo.

El rey del reinado, debe gobernar con justicia, castigará a los malvados y apoyará a aquellos que hacen el bien, lo mismo hará el jefe de familia con respecto a sus familiares, y el ser humano ¿qué hará?
Deberá oprimir sus instintos que lo seducen a cada momento, a efectuar malas acciones, a enojarse o saciar sus deseos.  Deberemos reforzar el instinto que nos conduce a hacer el bien (Hameiri).

Así contó el Tzadik (justo) de Lublin.

En una terrible noche invernal, estaba el emperador Napoleón Bonaparte en su tienda de campaña cubierto de varias frazadas, para así cobijarse del frío y la ventisca.

En medio de la noche, se despertó y sintió necesidad de tomar agua, pero le costaba muchísimo despedirse, aunque sea un momento del calor que sentía, gracias a sus cobijas.

Que haragán eres Bonaparte, dijo para sí mismo, haragán y miedoso que diferencia hay, entonces entre tú y los otros mortales, tomó fuerzas, se levantó, vistió y fue hasta el otro lado del campamento hasta donde se encontraba el tonel de agua. Cuando llegó se arrepintió. ¿Por un poco de agua pasé tantas molestias? ¡Y no pude contener mi sed!

Si es así, ¿qué diferencia hay entre yo y los otros mortales?  ¡No bebió el agua y volvió a la tienda!

A esta voluntad, dijo el Rabí finalizando su relato, la llamo y la busco.


¿Quién  es rico? Aquel  que  se  regocija  con  su  parte.

¿A quién llamaremos rico? Al que posee dinero y bienes en cantidad.

Ben Zoma nos enseña que: ¡rica es la persona que está contenta con lo que tiene, y no corre tras el dinero, porque el que tiene dinero no se considera rico, porque quiere más! Y así dice el rey Shlomo en Kohelet (Eclesiastés). El que ama el dinero, no se saciará del dinero (9:5) el verdadero rico es el que se contenta con lo que HaShem le proporciona, mucho o poco, y no corre tras el dinero para reunirlo en sus manos (Rabenu Simja).

Podríamos agregar que hay un nivel superior al del que se regocija con su parte, el que lo  también al ver la parte de su compañero.

Aquel que se regocija al ver lo que tiene su amigo, es el más rico de los ricos.


¿Quién es respetado?

¿Qué hará el hombre para que las personas lo honren?  honrará y respetará a sus semejantes.

El ser honorable no se comporta con altanería con sus congéneres sino que los honra y respeta, de esa manera hará que le honren y respeten.


Según está escrito: porque a quienes me honran, honro, y quienes me desprecian serán despreciados

(Shmuel 1-2:30)

El versículo habla sobre HaShem, y sobreentendido está con respecto a las personas, HaShem que todo fue creado por Él y en su honor, honra a los que le honran, la misma conducta deberá tener los humanos para con sus semejantes.

Y aquellos quienes le desprecian por sí mismo serán despreciados, lo mismo ocurrirá con las personas.

La Mishná habla de las “criaturas”  sin ningún adjetivo, sin niveles y otros pares.  Aquel que honra a su semejante sin hacer averiguaciones y sin fijar su nivel intelectual lo hace porque sabe y cree con fe plena que fue creado a la imagen de HaShem y si así lo hace honra a la Neshama (alma) que proviene de un ente divino superior a él si así lo hace entrará a formar parte del grupo de los que honran a HaShem y su recompensa será ser honrado por HaShem.

Ben Zomá nos aclaró conceptos que no conocíamos su exacta definición.


Pensamos
que “sabio” es el que sabe mucho y aprendimos que sabio es aquel que está siempre presto a aprender.


Pensamos
que fuerte y héroe es aquel que vence a otros en las batallas y aprendimos que fuerte es aquel que vence a sí mismo.


Pensamos
que rico es aquel que tiene mucho dinero y aprendimos que rico es aquel que está contento con lo que tiene, poco o mucho.


Pensamos
que honorable es aquel a quien honran y aprendimos que honorable es aquel que honra  a otros.

 



 MISHNA
2

 

(ב) בֶּן עַזַּאי אוֹמֵר, הֱוֵי רָץ לְמִצְוָה קַלָּה (כְּבַחֲמוּרָה), וּבוֹרֵחַ מִן הָעֲבֵרָה. שֶׁמִּצְוָה גּוֹרֶרֶת מִצְוָה, וַעֲבֵרָה גוֹרֶרֶת עֲבֵרָה. שֶׁשְּׂכַר מִצְוָה, מִצְוָה. וּשְׂכַר עֲבֵרָה, עֲבֵרָה:


 

2.Ben Azay dice: Apresúrate en (cumplir) el precepto poco importante y huye del pecado, ya que un precepto atrae otro precepto, mientras que un pecado arrastra a otro pecado. La recompensa de un precepto es (la oportunidad de observar) otro precepto, y la recompensa de una trasgresión (la facilidad para cometer) otra trasgresión.

Shimón ben Azay como su compañero Shimón ben Zomá, no llegó a ser ordenado como Rabí, a pesar que poseía enormes conocimientos de Torá.

Era alumno de Rabí Ieoshua ben Jananiá, y compañero, discípulo de Rabí Akiva.

La completa dedicación al estudio hizo que no se casase (ver Iebamot 63:2).

Ben Azay, como su amigo Ben Osma, se ocupó del estudio de la Cábala, vivió en la ciudad de Tiberiades, y allí enseñó Torá.  En nuestra Mishná nos previene alejarnos del pecado y observar los preceptos ordenados por HaShem.


Shimon Ben Azay dice: apresúrate (en cumplir) el precepto poco importante.

Trata con todas tus fuerzas de cumplir un precepto que a tus ojos, parece no ser importante, de la misma manera que haces al cumplir una que te parece importante.


Y huye del pecado:

Aunque sea algo que no le das mucha importancia, de todas formas es un pecado, y por lo tanto has de huir de él, porque…


Un precepto atrae a otro precepto:
Al cumplir un precepto por menos importante que sea (a tus ojos), se despertará en ti, el deseo, interés de   cumplir otras mitzvot como dice el refrán popular “el apetito viene…   comiendo”.


Mientras que un pecado arrastra a otro pecado.

Pero aquel que comete un pecado, es atraído a él como un imán, y corre después a hacer otros pecados, porque ésta es la política del “ietzer hará” (incitador) Hoy te dice, haz así, mañana te agregará otro detalle, y te inducirá hasta que sirvas a la idolatría, abandones tu familia, tu pueblo y tu fe.


La recompensa de un precepto
es la posibilidad de cumplir otro precepto, y así recibirá una doble recompensa.


Y la recompensa de una trasgresión
es que ya le es más fácil, dejarse de llevar por las malas inclinaciones, para así caerse al abismo que conduce el pecado.

Según Ben Azay, primero hemos de apresurarnos a cumplir un precepto poco importante y después huiremos del
pecado. Pero según la lógica, primero deberíamos de huir del pecado y después correríamos a cumplir la mitzva (el precepto) como dice el versículo “aparte del mal antes de hacer el bien”.

Pero la intención del autor de ésta Mishná es de enseñarnos que si la persona ve que su instinto lo seduce a hacer una mitzva (precepto) aunque no sea muy importante, esta le servirá de refugio y escudo ante el pecado que el incitador le empuja a hacerlo.

Al releer la “Mishná”  entendemos que el pecado persigue a las personas por esa razón hemos de escaparnos de él.

Y la mitzva (el precepto) se nos escapa por ende debemos correr tras ella.

¿Cuál es la razón?

Rabí Jaim de Volozin en su obra “Ruaj – Jaim”

Comentario al Tratado de Avot nos explica:

El ser humano tiene como base y conducta el libre albedrío que significa que el genio del bien y el genio del mal (Ietzer hatov, y Ietzer hará)  tienen fuerzas iguales.

Si la “mitzva” (precepto) perseguirá – al humano.

De la misma manera que la “avera” (pecado) todos preferirán cumplir “mitzvot” (preceptos) porque la “Neshama”  el alma, está más cerca de los preceptos, de esa manera dejaría de existir el libre albedrío.

Si los dos, el genio del bien, y el genio del mal, no perseguirán a la persona nuevamente el Ietzer hará (genio del mal) perderá, porque todos preferirán cumplir “mitzvot”.

Por esa razón hizo el Todopoderoso que el pecado – persiga y el precepto escape.

De esa manera el libre albedrío, la decisión, queda en  mano de los hombres, el Gaon de Vilna (Hagra) lo define así: La Santidad es difícil y trabajosa de alcanzar pero, el mal, lo contrario (Eben Shlema 11).


 



MISHNA 3

 

(ג) הוּא הָיָה אוֹמֵר, אַל תְּהִי בָז לְכָל אָדָם, וְאַל תְּהִי מַפְלִיג לְכָל דָּבָר, שֶׁאֵין לְךָ אָדָם שֶׁאֵין לוֹ שָׁעָה וְאֵין לְךָ דָבָר שֶׁאֵין לוֹ מָקוֹם:


 

3.(También) solía decir: no desdeñes a ninguna persona ni rechaces nada (por imposible), pues no hay persona a quien no le llegue su hora, ni cosa que no tenga su lugar (señalado).

Ben Azai, autor de esta Mishná, nos enseña que hemos de respetar a todos los seres humanos sin excepción, porque cada uno posee algo valioso.           


Solía decir
Ben Azay:
No desdeñes a ninguna persona, aunque sea, según tu opinión, el de menos importancia de todos, porque toda
persona tiene algo de valor que no lo posee su semejante.

Muchas personas que fueron despreciadas o puestas a un lado en el comienzo de sus vidas, ocuparon después posiciones muy importantes y aquellos que no lo supieron apreciar al principio se lamentaron después.

Leamos lo que sucedió con Rabí Akiva:

Rabí Akiva era pastor del rico Ben Kalva Sabua, cuya hija, viendo cuan noble y modesto era Akiva, se enamoró de él. Un día le dirigió la palabra: si me caso contigo, ¿irás y té, dedicarás al estudio para llegar a ser sabio?, claro esta replico Akiva. Y ella lo desposa en secreto, y le hizo marchar a la academia. Cuando el padre se enteró, la expulso de su casa y la desheredó.

Rabí Akiva permaneció durante doce años en la academia, al cabo de los cuales regresó acompañado por doce mil discípulos.
Mientras estaba en su casa, oyó que un anciano le decía a su esposa: ¿hasta cuándo vivirás como si fueras viuda? y ella respondió: Si supiera que había de hacerme caso, le habría aconsejado que estudiara doce años más y Rabí Akiva se dijo: entonces, con su consentimiento, puedo marchar e inmediatamente marchó por otros doce años más, al cabo de los cuales regresó con veinticuatro mil discípulos. Cuando llegó a la ciudad, su mujer le salió al encuentro.

Un vecino le ofreció prestarle algunos vestidos y adornos para que se engalanara con ellos; pero ella le dijo: el justo provee a las necesidades de su bestia. Entonces se acercó a él y le besó los pies. Sus discípulos quisieron apartarla, más Rabí Akiva les dijo: dejadla, todo lo que es vuestro y mío (nuestros conocimientos), le pertenecen.


Cuando Kalva Sabua se entero de que un gran hombre había llegado a la ciudad, se dijo: iré a verle, quizá me libre de mi voto (la desheredación de su hija).
Cuando llegó ante Rabí Akiva, este le preguntó: ¿habrías hecho el voto de sabido que el esposo de tu hija era un célebre maestro? Sabua replicó: si hubiera sabido un solo capítulo de la Torá o una sola halajá, nunca habría hecho mi promesa. Entonces Rabí Akiva le dijo: pues soy yo. Sabua se inclinó y le besó los pies, y le regalo la mitad de sus riquezas.
(Ketuvot 62b – 63a.)


No rechaces nada (por imposible)

No piensen que puede haber algo que no es necesario o está de más, como cita el Midrash Kohelet Raba: “Cosas que tú ves y te parece que no sirven para nada en este mundo, como moscas y parecidos, son también criaturas de HaShem y tienen una misión en el mundo; y si no hubiesen sido creadas, faltaría algo en el mundo.


Pues no hay quien no le llegue su hora

Cada individuo tiene su tiempo en el que podría hacer el bien o dañar, aunque sea en pequeña escala (Seter Hamaor).

El hombre no es una criatura solitaria.

Su lugar y su tiempo pertenecen a su misma esencia.
Cada uno de nosotros tiene su lugar, según la misión para la que fue creado.

Al nacer HaShem nos pone el sello sobre nuestra vida en lo general y en lo particular se convierten en historia. Eso nos diferencia de los animales y las fieras. Ellos no poseen ese mismo tiempo.

Hay quienes piensan mejor hubiese sido nacer en otra época, o en la lengua del Midrash: “No digas si Rabí Akiva existiese estudiaría con él”. Has de saber que en tu generación, los sabios de tu generación, han de dirigirte con la misma devoción y el mismo respeto que tiene para con los sabios de las otras generaciones. Debemos llegar a la perfección en nuestra generación, luchar contra los errores y faltas de nuestra generación, porque HaShem nos da a
cada generación los medios y la fuerza para llegar a su perfección.

Ni cosa que no tenga su lugar

Que ningún objeto que encuentres en tu camino sea despreciado por ti, porque no hay nada en el mundo
que no tenga su lugar y no sea útil para alguien.

El ser humano es un ente social, por esa razón debe encontrar su lugar dentro de la sociedad. Pero no todos los lugares son adecuados para todas las personas. Cada uno debe buscar su lugar.


 



MISHNA 4

 

(ד) רַבִּי לְוִיטָס אִישׁ יַבְנֶה אוֹמֵר, מְאֹד מְאֹד הֱוֵי שְׁפַל רוּחַ, שֶׁתִּקְוַת אֱנוֹשׁ רִמָּה. רַבִּי יוֹחָנָן בֶּן בְּרוֹקָא אוֹמֵר, כָּל הַמְחַלֵּל שֵׁם שָׁמַיִם בַּסֵּתֶר, נִפְרָעִין מִמֶּנּוּ בַגָּלוּי. אֶחָד שׁוֹגֵג וְאֶחָד מֵזִיד בְּחִלּוּל הַשֵּׁם:


 

4. Rabí Levitas de Yavne, dice: sé muy humilde, ya que la esperanza del hombre es el gusano, Rabí Iojanan hijo de Beroka dice: quien profana el nombre del Señor en secreto, se vengará de él públicamente tanto si por ignorancia como si voluntariamente profanó el Nombre de (HaShem).

 

El orgullo, dice Rabí Levitas, es una mala cualidad, por lo tanto debemos alejarnos de ella hasta llegar a ser humilde en todo el sentido de la palabra.

Rabí Iojanan, hijo de Beroka, alumno de Rabí Ieoshua ben Jananiá, y compañero de Rabí Eleazar ben Jisma nos  previene sobre la profanación del nombre.


Rabí Levitas de Yavne dice: sé muy humilde

La humildad es el otro extremo del orgullo y es el grado más extremo de la modestia.

Nuestros Sabios nos previnieron tomar muy en cuenta a la humildad, prueba de esto que el texto hebreo recita  “Meod Meod Heve Shfal Ruaj”, sé muy, muy humilde.

Es peligroso comportarse bajo el rubro “orgullo” y perseguir honores, solo la humildad y la modestia son las cualidades de más nivel para ser seguida por los humanos.  (Jafetz-Jaim-Behaalotja).

Los grandes de Israel se distinguieron por su humildad, Abraham, nuestro patriarca dijo: por  que soy polvo y ceniza (Bereshit 18:27)

¿Por que ameritó Iehuda el reinado?, por su humildad, así está escrito “Ahora pues, ruegote que tu siervo quede en lugar del mozo, por siervo de mi Señor (Idem 44:33) – (Tosefta Berajot 83).

Humilde; es Iehuda que se rebajó ante Iosef por Biniamin (Middrash Raba – Bamidbar 13:5).

Moshé; sobre el cual dice la Torá: Y aquel varón Moshé era muy modesto, más que todos los hombres que había sobre la faz de la tierra (Bamidbar 12:3).

Shaul cuando quisieron coronarlo, se escondió (Shmuel 1-10:21-23).

David; dijo: más yo soy gusano, y no-hombre (Tehilim 22:7).

Ya que la esperanza del hombre es el gusano

¡Al final, el fin del hombre es ser gusano en la tumba y de que la valdrá llenarse de orgullo!  ¡Mejor hará si se educase a ser humilde!


Rabí Iojanan hijo de Beroka dice: quien profana el nombre del Señor en secreto
:

El hombre que peca en secreto – profana el nombre de HaShem pensando que HaShem no ve sus actos.

Se vengarán de él públicamente

HaShem descubrirá su vergüenza, para que no diga la gente, fulano un estudioso de la Torá, observante de las Mitzvot (preceptos) y sufre tanto!

Para que sea claro, HaShem hará público su pecado.


Tanto si por ignorancia, como si voluntariamente profanó el Nombre de HaShem.

¡Cuándo el tema es “profanación del nombre de HaShem” no hay diferencia, en la intención ya que como, puede ignorar, lo que es profanar Su nombre!.

Toda persona tiene que tener claro, en su mente y en su corazón que HaShem existe y dirige el mundo, por lo tanto, debemos amarlo, respetarle y temerle. Acaso puede una persona decirle al Rey: Me olvidé y te pegué (Rabino Iosef Iaabetz).

Por esa razón fallan los Sabios del Talmud: Es obligación hacer público al hipócrita, por la profanación del nombre, las personas creen que es un “Tzadik”(justo) y cuando vienen sobre él calamidades la gente exclama, ¡de que le valió sus observancias! (Tratado de Ioma 86 y Rashi).



MISHNA 5

 

(ה) רַבִּי יִשְׁמָעֵאל (בְּנוֹ) אוֹמֵר, הַלּוֹמֵד תּוֹרָה עַל מְנָת לְלַמֵּד, מַסְפִּיקִין בְּיָדוֹ לִלְמוֹד וּלְלַמֵּד. וְהַלּוֹמֵד עַל מְנָת לַעֲשׂוֹת, מַסְפִּיקִין בְּיָדוֹ לִלְמוֹד וּלְלַמֵּד לִשְׁמוֹר וְלַעֲשׂוֹת. רַבִּי צָדוֹק אוֹמֵר, אַל תַּעֲשֵׂם עֲטָרָה לְהִתְגַּדֵּל בָּהֶם, וְלֹא קַרְדֹּם לַחְפּוֹר בָּהֶם. וְכָךְ הָיָה הִלֵּל אוֹמֵר, וּדְאִשְׁתַּמֵּשׁ בְּתַגָּא, חֳלָף. הָא לָמַדְתָּ, כָּל הַנֶּהֱנֶה מִדִּבְרֵי תוֹרָה, נוֹטֵל חַיָּיו מִן הָעוֹלָם:


 

5. Rabí Ishmael, su hijo (de Rabí Iojanan ben Beroka) dice: quien aprende con intención de enseñar, le será dada la posibilidad de aprender y de enseñar, pero quien aprende con el fin de obrar, le será dada la posibilidad de aprender y de enseñar, de observar y de practicar (los preceptos).


Rabí Tzadok dice: No conviertas la Torá en corona para enorgullecerte mediante ella, ni azada para cavar con ella.


Así decía Hilel: quien utilza la corona (de la Torá en cosas mundanas) perecerá. He aquí lo que aprendiste; todo el que saca provecho de las palabras  de la Torá, le será arrebatada su vida del mundo.


Rabí Ishmael
, hijo de Rabí Iojanan ben Beroka, estudió Torá con su padre, y con los otros Rabinos de la Yeshivá, fundada por Rabí Iojanan ben Zakai.

Entre sus compañeros se encontraban el Nasí (Presidente) Raban Shimon ben Gamliel y Rabí Ieoshua ben Korja.

En ésta  “Mishná” evalúa las dos metas que hay en el “estudio de la Torá”.
1)
Conocer la Torá, en todos sus aspectos para convertirse en un “Maestro para el pueblo de Israel”.

2) Tener como meta “saber” para poder traducirla en hechos de la vida cotidiana.

Rabí Tzadok, amplía el pensamiento, diciendo que está prohibido usar la Torá, para adquirir honores o sustento.

La Guemara nos relata en el (Tratado de Gitin 56:1) que Rabí Tzadok ayunó cuarenta años para que Ierushalaim no fuera destruida, cuando comía algo se le veía (la comida).  Para fortificarlo le llevaban un higo, al que le chupaba el jugo y lo tiraba.  Rabí Iojanan al abandonar la ciudad santa pidió a Espácianos, un doctor para curar a Rabí Tzadok.

Después de la destrucción del Templo fijó su residencia en una aldea cercana a Haifa.


Rabí Ishmael su hijo
(de Rabí Iojanan ben Beroka) dice:


Quien aprende con intención de enseñar
:

Todo judío debe ponerse como “norte” ser un propulsor del judaísmo, para eso deberá enseñar a todos aquellos que están preparados y dispuestos a recibir sus enseñanzas.

Dijo Rabí Iojanan: Aquel que estudia Torá y no la enseña, se parece a un mirto (planta con un perfume agradable) en el desierto – allí no hay quien pueda tener provecho de él (Rosh-Hashaná, 23).

Muchos son los ejemplos de grandes Rabinos que expusieron su vida para enseñar Torá.

Rabí Akiva, siguió enseñando a sus alumnos a pesar de las persecuciones  y malos edictos decretados  por los romanos. Cuando estuvo preso, sus alumnos siguieron en contacto con él, para escuchar sus enseñanzas.

Uno de sus alumnos, Rabí Iojanan Hasandlar, se disfrazó de buhonero, y acercándose al lugar donde estaba preso el Rabí, alzó su mano y ofreció su mercancía. Los guardianes, pensando que era un simple buhonero, no le prestaron atención, al llegar Rabí Iojanan a la ventana de la celda del Rabí, hizo una pregunta entre sus ofrecimientos de venta.

Rabí Akiva escuchó la pregunta y contesté brevemente, dando solución al problema presentado.  De esa manera siguió enseñando Rabí Akiva (Talmud Ierushalmi, Iebamot 12:5).

En todas las épocas y condiciones los judíos se preocuparon por la educación de sus hijos  también en los campos de concentración durante la última guerra, donde los criminales nazis asesinaron sistemáticamente a nuestros hermanos no faltaron en las barracas padres enseñando a sus hijos, y Rabinos congregando a la grey, para enseñar Torá.

Rabí Moshé ben Maimón falla en su obra Mishné Torá, (Leyes de Talmud Torá 1:2). Es una Mitzva (precepto) que todo sabio de Israel deberá enseñar a todos los alumnos, a pesar que no son sus hijos le será dada la
posibilidad de aprender y de enseñar

Del cielo le ayudarán a lograr su cometido, estudiará y también formará sus alumnos.


Pero quien aprende con el fin de obrar, le será dada la posibilidad de aprender y de enseñar, de observar y de practicar.

El que estudia no solamente para ampliar sus conocimientos, sino para traducirlos en acciones puede llegar a la situación perfecta, estudiar para enseñar, observar y practicar, este es el nivel al cual cada judío debe llegar traducir los conocimientos adquiridos en la vida diaria.

¿Ejemplos?  Aquel que estudia pero no hace favores ni ayuda a los necesitados de cualquier índole, no tendrá la misma recompensa que el que estudia y ayuda al prójimo.

Rabá estudió y no ayudó al prójimo.

Ameritó estudiar y enseñar – no más –

Abaié estudió y brindó ayuda al necesitado; estudió, enseñó, observó y puso en práctica.

Demás está decir que aquel que estudia Torá y no practica, no podrá influir sobre sus alumnos. El maestro que estudia y practica se convierte en un “modelo de conducta” ya que es sabido que una sola acción influye más que muchas horas de discurso y conferencias.

Algo más sobre aquel que estudia para enseñar.
Una vez preguntaron a un Gran Rabino sobre un joven, recién casado, que no tiene mucho éxito en sus estudios en el “Kolel”(institución que agrupa estudiantes de la Torá que formaron ya familia) que hará, proseguirá sus estudios o tomará una cátedra para enseñar.

Y contestó: ¡Hace tiempo el ideal de cada Talmid-Jajam (estudioso de la Torá) era enseñar!¡Y aquel que no encontraba vacante, seguía estudiando en el Kolel!

Porque, concluyó el Rabí ¡todos los grandes eruditos de la última generación se elevaron enseñando Torá!!


Rabí  Tzadok dice: No conviertas a la Torá en corona para enorgullecerte mediante ella.

No digas, estudiaré para que me llamen Rabí, y me den honores (Rabí Ovadia de Bartenura).

Estudia, enseña, y tu recompensa llegará.


Ni azada para cavar con ella

No utilices tus conocimientos para ganar tu sustento, lo ideal sería que ganes tu pan por medio de un oficio o profesión. Pero si el sabio no puede encontrar su sustento, sino por medio de ser Rabí, enseñar o ser Rabino de una Comunidad recibiendo un salario, podrá hacerlo (Rabí Iosef Ebn Vaaknin).

Así decía Hilel:  quien utiliza la corona para su propio interés morirá (Rabenu Iona).

Dijeron nuestros Sabios: Desollad una res en la plaza del mercado con tal de ganar tu sustento, y no digas:  Soy sacerdote, soy un gran hombre  y éste trabajo está por debajo de mi dignidad (Pesajim 113:B).

Maimonides explica que un sabio de la Torá deberá ser servido solamente por sus alumnos.


He aquí lo que aprendiste: Todo el que saca provecho de las palabras de la Torá, le será arrebatada su vida del mundo.

No se refiere a éste mundo, sino al mundo venidero, como tomó recompensa en este mundo, no le quedará  para el mundo por venir (Rabenu Simja).

Leamos lo que nos relata el Talmud:

La esposa de Rabí Janina le dijo a su marido: ruega que te sean otorgados ahora algunos de los bienes que les están reservados a los justos en el otro mundo.  Y así lo hizo, y una pata de mesa, de oro, fue arrojada a su casa. Por la noche soñó que (en el otro mundo) todos comían en una mesa de tres pies, mientras que la suya sólo tenía una. Al saberlo, su esposa le dijo: ruega que te sea retirada. Así lo hizo, su ruego fue atendido.

(Taanit 25 a)

 



MISHNA 6

(ו) רַבִּי יוֹסֵי אוֹמֵר, כָּל הַמְכַבֵּד אֶת הַתּוֹרָה, גּוּפוֹ מְכֻבָּד עַל הַבְּרִיּוֹת. וְכָל הַמְחַלֵּל אֶת הַתּוֹרָה, גוּפוֹ מְחֻלָּל עַל הַבְּרִיוֹת:

 

6. Rabí Iose dice: Todo aquel que honra a la Torá, su persona será respetada por las criaturas; mientras que todo el que desprecia la Torá, será despreciado por ellas. 

Rabí Iosi ben Jalafta, oriundo de Tzipori, estudió Torá de boca de su padre, y de los otros Sabios de Yavne, Su maestro principal fue Rabí Akiva. Tuvo cinco hijos, entre los cuales se destacaron Rabí Ishmael y Rabí Eleazar, Rabí Iehuda Hanasí, era su alumno. Sus enseñanzas eran claras y metódicas, trataba a las personas con mucha delicadeza. Solía decir: no el lugar honra a la persona, sino la persona es quien honra al lugar donde está situado (Taanit 21)

Rabí Iose dice: Todo aquel que honra a la Torá:

Que es ágil y presto para cumplir las “mitzvot” (preceptos), sabe honrar a los Sabios, y a sus obras  escritas (Rambam).

Sabrá cuidar su honor, el honor de los Sabios, el honor de sus libros.


Cuidar su honor.

Que se ocupe de su estudio con buena voluntad.


Honor a sus Sabios:

Que los trate con sumo respeto, equivaliendo el honor a los estudiosos con el honor y temor al Cielo.


Honrar a sus libros:

Deberá cuidar su limpieza, encuadernarlos, forrarlos y guardarlos en un lugar especial (biblioteca) y resguardarlos del polvo (Rabí Iosef Iaabetz).


Honrar a la Torá:
Honrar al rollo de la Torá (Rabí Ovadia de Bartenura), muchas personas tienden a deshonrarla en la Sinagoga. Durante la lectura de la Torá hay quienes hablan con sus compañeros, sobre necesidades, o asuntos de trabajo y hay quienes al serlla mados a la Torá, se niegan pretendiendo una  “alyá” (Subida) especial, subir tercero, sexto, séptimo, último, o “maftir”  (Tzror hamor, Rabí Abraham Saba, Siglo XV, Marruecos).


Honrar a los libros:

¿Cuál es el honor de la Torá? que nos los coloque en el suelo (Rabenu Iona de Gerondi).

No lo dejará (el libro) abierto y saldrá de la habitación (Rashi).

Si encontrara un libro puesto al revés, lo volteará y besará.

No dará un libro a un bebé que llora para así silenciar su llanto.

Hay niveles en la santidad de los libros. No colocará un Jumash (Pentateuco)  sobre un rollo de la Torá, y no un libro de Naj (Profetas y Escrituras) sobre un Jumash y no un Tratado de Talmud sobre el libro de Naj (Rabenu Simja).

Podrá colocar un Jumash sobre Naj, pero no al contrario (Síntesis del Shulján Aruj).


Cuentan que el Rabí Steipler zatzal, tomó un libro de su biblioteca, pero no el que él necesitaba, antes de devolverlo a su lugar, lo abrió y leyó en una de sus hojas.

Muchas veces, estudiando, se dormía sobre su libro, y se apenaba muchísimo por el honor del libro.

Demás está decir que cuando estaba estudiando una “Mishná” y entraban a visitarlo, terminaba el tema porque opinaba que es no  “honor de la Torá”, dejar un tema por la mitad.

Muchos son los dichos de nuestros Sabios sobre los libros y su cuidado, por ese comportamiento nos han llamado “el pueblo del libro” y ¿por  qué razón nos previnieron nuestros Sabios por los libros?

Porque …  “no hay Sabio, sin libros”, a más libros más sabiduría (Omer hashejijá – Rabí Biniamin Hacohen)

Los libros son nuestros ojos, y sin ellos, nadie podría enseñar y juzgar a otros (Pele Ioetz Rabi Eleazar Papo).

Los enemigos del pueblo de Israel, sabían nuestra relación con los libros, voceros de nuestra fe y tradición y los días de Antiocus, en la época de los Hasmoneos, hasta Hitler y los nazis quemaron y destruyeron nuestros libros sagrados.

Sabemos la importancia de nuestros libros, por esos besamos un Sidur, un Jumash, Mishná, Talmud y todo los libros que explican nuestra tradición ancestral, este debe ser nuestro norte, guiar a las futuras generaciones, al amor a la Torá y a los libros sagrados.

Su persona será respetada por las criaturas:

Cuando una persona honra a la Torá, a los Sabios, y a sus libros, será respetada por todos.


Mientras que todo el que desprecia a la Torá será despreciado por ellas.

Aquel que no la respeta, la gente le dará su desprecio.


 

MISHNA 7

 

(ז) רַבִּי יִשְׁמָעֵאל בְּנוֹ אוֹמֵר, הַחוֹשֵׂךְ עַצְמוֹ מִן הַדִּין, פּוֹרֵק מִמֶּנּוּ אֵיבָה וְגָזֵל וּשְׁבוּעַת שָׁוְא. וְהַגַּס לִבּוֹ בְהוֹרָאָה, שׁוֹטֶה רָשָׁע וְגַס רוּחַ:


 

7. Rabí Ishmael, su hijo, dice: quien se abstiene de juzgar, evita el odio, el robo, y el juramento falso, quien se apresta a juzgar, es tonto, malvado y además insolente.


 

Rabí Ishmael era el mayor de los cinco hijos de Rabí Iosi ben Jalafta, estudió Torá de boca de su padre, y recuerda todas sus enseñanzas. Vivió en Tzipori y fue allí donde sirvió como juez. Su conducta como tal fue intachable.

Leamos lo que relata el Talmud: El  arrendatario del jardín de Rabí Ishmael ben Rabí Iosé, solía traerle un cesto lleno de uvas cada viernes. Una vez se lo ofreció en  jueves. El  Rabino  le  preguntó.  ¿Por qué lo traes un día antes de lo acostumbrado?, y el hombre respondió: tengo un proceso iniciado que ha de verse hoy, y pensé que así me ahorraría hacer el viaje de nuevo mañana. El Rabino rechazó el cesto y se negó a juzgar la causa.
Nombró en su lugar dos Rabinos, y mientras estudiaba la causa él andaba de arriba abajo, diciéndose: si el jardinero fuera listo podría alegar esto y esto en su favor.

A un cierto momento estaba ya a punto de hablar en defensa del jardinero, cuando se reprimió y se dijo:  ¡ay de las almas de los que aceptan cohecho!  Si me siento parcial sin haber como cohecho lo que me correspondía, ¡cuánto más se sentirá el que acepta como cohecho algo que no le corresponde!.


(Ketuvot 105 b.)


Rabí Ishmael su hijo
de Rabí Iose ben Jalafta dice: quien se abstiene de juzgar. El que se abstiene de ser juez, en un lugar donde hay otros jueces, o el que aconseja a los litigantes a llegar a un acuerdo entre ellos, porque todo juicio deja gusto amargo y hasta odio y rencor pero después de haber escuchado sus posiciones, tendrá que juzgarlos (Sanhedrín 6).

El juez debe cumplir con su misión a conciencia para que no se equivoque en su fallo.

Raba uno de los Sabios del Talmud, cuando salía al Tribunal decía: El juez por su propia voluntad, sale hacia su muerte (puede que se equivoque y sea castigado)  no hace la voluntad de su casa (no tiene ningún provecho personal) y vacío vuelve a su casa y ojalá que sea su llegada igual a su salida (quiera HaShem, que regrese a su casa limpio de pecado, como cuando salió)  (Sanhedrín 72).


Evita el odio, el robo, y el juramento falso

Al no juzgar, evitará que lo odien, porque el que sale culpable odia al juez (Rabí Ovadia de Bartenura)


El robo
, porque puede que culpe al inocente, y le habrá robado y será castigado, como falla el Talmud: Todo juez que toma dinero de uno y se lo da a otro, no es correcto y el Santo bendito Sea, tomará su alma (Sanhedrín 7:1)


Y el juramento falso:

no solamente un juramento en falso que alguien puede pronunciar, con intención de convencer al juez, sino un juramento por  la  verdad, al cual no hay necesidad de llegar (Rabí Shimon Durán)


Quien se apresta a juzgar
:
El juez que está seguro de sí mismo que no  se equivocará, y juzga con rapidez, sin profundizarse en el caso, y sin aconsejarse, con otros eruditos, se precipita a juzgar, es tonto, porque se considera inteligente, y no estará dispuesto a reconsiderar su decisión, y malvado: porque si fuese “Temeroso de HaShem” no se apresuraría a juzgar, sabiendo que cualquiera puede equivocarse (Rabenu Iona de Gerondi), y además insolente  y orgulloso,
quiere demostrar a todo el mundo su fuerza y sus conocimientos (Rabenu Iona)

La Mishná trae dos conceptos que son actuales en todos los tiempos, “La persona que está calificada para ser juez, Rabino, y líder espiritual no podrá desatender su obligación, solo cuando conozca la existencia de otras personalidades que pueden ocupar ese puesto, podrá colocarse a un lado; sobre esa figura dice la “Mishná”, evita el odio, el robo y el juramento falso, nos advierte también sobre aquellas personas que no están preparadas para ocupar el cargo, ya que no poseen las cualidades indicadas para juzgar a su semejante, y a pesar de eso se nombran jueces y responsables de la generación.

Veamos la actitud de una de las grandes figuras espiritual de la última generación.

Contó el Gran Rabino Meltzer, paz en su memoria, que cuando le ofrecieron el puesto de Rabino de la comunidad de Slotzk, joven y sin experiencia, se dirigió al Jafetz-Jaim, para recibir su consejo.

El anciano Rabí escuchó sus dudas, y su argumento, ¡Temo por la responsabilidad de juzgar!

¿Y que quiere usted?, le respondió, que tengamos Rabinos que no se emocionen y teman al proferir un fallo.

El Rabino tiene que recordar a cada momento que la Torá proviene de HaShem, y todo su esmero y dedicación al estudio tiene que tener como meta principal alcanzar a entender la voluntad de HaShem, reflejadas en Su Torá.

Pero si por una u otra razón, se entremezcla en su estudio, cualquier clase de interés y explica una halaja (ley) según su propio entendimiento, a pesar que en su corazón “sabe” que no es verdad, la realidad será, que está inventando una nueva Torá, y de esa forma destruirá el Judaísmo.

Porque hemos de saber que sin “Temor a HaShem” y buenas maneras, puede que se avergonzará a aconsejarse con
otros más expertos, o no tendrá la paciencia necesaria para profundizar en el caso que se le presenta.

En resumen un verdadero juez, es aquel que el “Temor a HaShem” es su brújula, y sin éste seguramente andará y
conducirá a su grey por caminos equivocados.



MISHNA 8

(ח) הוּא הָיָה אוֹמֵר, אַל תְּהִי דָן יְחִידִי, שֶׁאֵין דָּן יְחִידִי אֶלָּא אֶחָד. וְאַל תֹּאמַר קַבְּלוּ דַעְתִּי, שֶׁהֵן רַשָּׁאִין וְלֹא אָתָּה:


 

8. También solía decir: No seas tú, un único Juez, pues no emite juicio por si mismo, sino Uno (solo, se refiere a HaShem). ¡No digas aceptad mi opinión, pues ellos tienen derecho a decirlo y no tú!

Rabí Ishmael, hijo de Rabí Iosi, amplia lo dicho en la “Mishná” anterior y analiza los deberes del juez para con el juicio.


No seas tu un único Juez

El Sabio tiene que alejarse de la magistratura, y si debe ser Juez, porque no hay otra persona competente para ocupar el puesto – debe ser muy cuidadoso, no se apresurará a dictar el fallo, sino que analizará cuidadosamente todos los detalles.

Dos consejos da Rabí Ishmael al Juez:

1)¡No seas juez único, reúne otros Sabios para formar el Tribunal! Un tribunal estará formado mínimo por tres jueces (Rambam, Avot 3:6).

Al ser tres, discutirán el tema, y el juicio será verdadero (Rabenu Simja).

Es de señalar que hay casos que pueden ser juzgados por un solo juez, pero mejor hará el juez si agregara otros dos (Rabí Ovadia de Bartenura) no porque está prohibido, sino por que es más moral y ético (Sefer Hamaor-Rambam).

Cuando vino un caso ante Rabí Huna, trajo diez sabios de la “casa de estudio” para que formen el Tribunal, para que llegue a cada una “una astilla del listón”.

Si se equivocaran en el juicio, el castigo se dividirá entre todos, y el peso no caerá todo sobre él (Sanhedrín 7:b – Rashi).

Hay otros Rabinos que se condujeron diferente:
Ocurrió que Rabi Menashe de Ilya entró a su Tribunal, y encontró a un Juez que estaba juzgando un caso, el cual debía conformarse con un tribunal compuesto por tres jueces.

Rabí Menashe le preguntó: ¿Acaso no sabes lo que dijeron nuestros sabios?

“No seas tú un único Juez, pues no emite juicio por sí mismo, sino Uno?

Contestó el Rabino, con un tono de arrogancia:

¡Yo, la Guemara y el Shulján Aruj, junto somos tres!

Otra vez olvidaste, le replicó Rabí Menashe, un dicho de nuestros Rabinos, paz en su memoria, “Las personas de alto nivel espiritual, habitantes de Ierushalaim, no formaban parte de un Tribunal, sino sabían quienes iban a participar en él” (Sanhedrín 23:1).

¡De acá aprendemos que de antemano debemos tener un completo conocimiento de la Guemara y el Shulján-Aruj, que participan contigo!


Pues no emite juicio por sí mismo, sino Uno:

El Santo bendito Sea, que es único en el mundo.

No digas a tus colegas, aceptad mi opinión:

Un segundo consejo nos proporciona Rabi Ishmael:

Siendo Juez entre jueces, no exijas que estén de acuerdo con tu opinión, ya que esa es su decisión.

Pues ellos tienen  derecho  a decirlo, y no tú:
Ellos tienen que aceptar tu opinión, por su propia voluntad, tu no puedes obligarlos, al aceptarlos como parte del Tribunal, deberás hacer que todos y tú también estén de acuerdo en el fallo o dar como dice la Torá:  tras los muchos te inclinarás (Shemot 23:2)

Ejemplos; hay muchos, he aquí uno de ellos:

El Gaon Rabí Israel Zeev Gustman, Director de la Yeshivá de Remails – Ierushalaim fue ordenado Juez a la edad de veintidós años por el Gaon (Sabio) Rabí Jaim Ozer Gorodzinsky, paz en su memoria, destacándose por su gran erudición.

Y a pesar de eso cuando recibió un fallo contra él, por un Tribunal formado por los mejores alumnos de su Yeshivá no vaciló en acatarlo, como si hubiese sido dado por las grandes de su generación y así sucedió.

Uno de sus alumnos más antiguos le invitó a su boda.

Rabí Israel le explicó que en esa fecha estará de vacaciones en la ciudad de Tzfat (Safed) en la Galilea y eso queda muy lejos.

Si usted no vendrá Rabí, me causará daño, porque la familia restará de mi valor.

Pensó el Rabí y llegó a una decisión:

¡Usted tiene sus argumentos, y yo los míos formemos un Tribunal!

Los jueces fueron elegidos, los mejores alumnos de la Yeshivá, todo según lo ordenado en los libros sagrados.

Rabí Israel, durante tres cuarto de hora expuso sus argumentos, y el joven trajo también lo suyo. El Tribunal debatió el asunto y falló.

¡El Rabí queda libre de las leyes de los hombres, pero por la ley del cielo deberá participar en la boda!

¡Cuándo llegó el día de la boda, le propusieron alquilar un helicóptero para facilitarle el viaje a Bnei-Brak pero el no estuvo de acuerdo… es su obligación de recibir el fallo del Tribunal!

Durante el largo y dificultoso viaje de Tzfat  a Bnei-Brak, su rostro resplandecía y sus labios murmuraban.

¡Este fue mi fallo!

¡Ejemplo de Juez!

 



MISHNA 9

 

(ט) רַבִּי יוֹנָתָן אוֹמֵר, כָּל הַמְקַיֵּם אֶת הַתּוֹרָה מֵעֹנִי, סוֹפוֹ לְקַיְּמָהּ מֵעשֶׁר. וְכָל הַמְבַטֵּל אֶת הַתּוֹרָה מֵעשֶׁר, סוֹפוֹ לְבַטְּלָהּ מֵעֹנִי:


 

9. Rabí Ionatán dice: Todo aquel que observa la Torá siendo pobre, acabará observándole siendo rico; más todo aquel que incumple la Torá siendo rico, acabará por incumplirla en la pobreza.


 

Rabí Ionatán era alumno de Rabí Ishmael en esta “Mishná” nos enseña que aunque sea pobre o rico, no se separará de la Torá.

La pobreza y también la riqueza molestan al hombre y le impiden estudiar Torá.

Si es pobre, no tiene tiempo para el estudio, porque tiene que correr tras el sustento.

Si es rico, no tiene tiempo, porque está ocupado en sus negocios, Rabí Ionatán nos enseña que ningún nivel económico, deberá perturbar nuestro contacto cotidiano con la Torá.

Ejemplos hay muchos:

Rabí Akiva y su esposa Rajel dormían en un granero, y él juntaba el heno de sus cabellos (Ketubot 62).

Cada día traía Rabi Akiva un atado de leños la mitad lo vendía y costeaba sus gastos, y la otra parte le compraba vestidos (Avot de Rabi Natán 10).

En todo ese tiempo, no cesaba de estudiar hasta que se convirtió en Rabino de Israel y tuvo doce mil alumnos dijeron: no falleció Rabí Akiva hasta tener mesas de plata y oro (Avot Rabi Natan idem).

Por el mérito de la Torá, se enriqueció, Sobre ricos estudiando Torá, leemos:

Un pobre, un rico y un fatuo, se presentan ante el Tribunal celestial..

Le preguntan al rico: ¿por qué no te has dedicado a estudiar la Ley? Si se disculpa diciendo que era rico y alega que el cuidado de sus bienes le daba mucho trabajo, se le dirá: ¿acaso eras más rico que Rabí Eleazar ben Jarsom?

Rabí Eleazar ben Jarsom heredó de su padre mil ciudades en la tierra y mil barcos en el mar, y a pesar de ello, con una talega de cuero llena de harina a la espalda, iba errando de ciudad en ciudad y de provincia en provincia para estudiar la Torá.  En cierta ocasión le encontraron sus servidores, y le obligaron a trabajar  él les dijo:  “por favor, dejadme e iré a aprender la Torá”.  Y le contestaron:  “por la vida de Rabí Eleazar ben Jarsom, no te dejaremos ir”.


(Ioma 35b.)

Esta narración nos explica por qué este Rabino nunca se preocupó de su inmenso patrimonio, hasta el extremo de que sus mismos criados y servidores no le conocían.

Rabí Ionatán dice: Todo aquel que observa la Torá siendo pobre acabará observándola siendo rico: en un futuro se ocupará de la Torá, viviendo sin ninguna preocupación. Más todo aquel que incumple la Torá siendo rico acabará por incumplirla en la pobreza.
Como está ocupado en sus múltiples ocupaciones no encuentra tiempo libre para ocuparse del estudio de la Torá.


Acabará por incumplirla en la pobreza

Acabará en la pobreza, y no podrá ocuparse de la Torá.

Podríamos preguntar: Hay muchas personas que observan la Torá siendo pobres, que terminan sus días en medio de la pobreza, cosa que no concuerda con las palabras de Rabí Ionatán.

El Rabino Alshij (Torat Moshé Behar) explica:
Ante dos clases de pruebas se topan los seres humanos, la pobreza y la riqueza.

La prueba de la pobreza, es mejor que la de la riqueza porque  por intermedio de la pobreza los hombres adquieren la humildad y con ésta el camino para servir a HaShem.

La riqueza, por el contrario, le da al hombre un aire de orgullo y altanería por eso nos dice Rabi Ionatan:

Todo aquel que observa la Torá siendo pobre y por medio de ésta, la pobreza, adquiere humildad y modestia, ameritará que si se enriquecerá, no le arrebatarán la riqueza de la Torá.

Porque según la naturaleza de los humanos los sufrimientos que causan la pobreza son más eficientes que los otros.

Otras clases de sufrimiento no dejan al hombre la mente y el corazón libres para estudiar Torá, y cuando desaparecen, podrá olvidarse de ellos, y volver al orgullo y la altanería. Pero la pobreza enseña al hombre a ser humilde y ésta virtud no desaparecerá aunque la rueda de la fortuna, se acuerde de él y enriquezca.

¡También en tiempos de riqueza, se acordará de los malos tiempos, por eso dice el Tana, todo aquel que le observa, siendo pobre, acabará, observándolo siendo rico!


  



MISHNA 10

 

(י) רַבִּי מֵאִיר אוֹמֵר, הֱוֵי מְמַעֵט בָּעֵסֶק, וַעֲסוֹק בַּתּוֹרָה. וֶהֱוֵי שְׁפַל רוּחַ בִּפְנֵי כָל אָדָם. וְאִם בִּטַּלְתָּ מִן הַתּוֹרָה, יֶשׁ לְךָ בְּטֵלִים הַרְבֵּה כְּנֶגְדָּךְ. וְאִם עָמַלְתָּ בַתּוֹרָה, יֶשׁ (לוֹ) שָׂכָר הַרְבֵּה לִתֶּן לָךְ:


 

10. Rabí Meir dice: sé parco en ocupaciones mundanas y dedícate a la Torá, sé humilde ante todas las personas. Si desatiendes la Torá, tendrás muchos obstáculos opuestos a ti; pero si te ocupas de la Torá, hay una gran recompensa para serte otorgada.

 

Dijo Rabí Ajá bar Janina, El Creador del mundo tiene claro, que no existe en la generación de Rabí Meir, un sabio de su nivel, conocedor de la Torá y agudo en el estudio,  y si preguntas porque no reciben su fallo te lo diré. Sus compañeros de estudio no pueden precisar sus ideas ya que sobre lo impuro, prueba su pureza con toda clase de fuentes y argumentos y lo que es puro, probará que es impuro de la misma manera.

Su maestro por excelencia fue Rabí Akiva, también estudió con Rabí Ishmael, y no dejó de escuchar las enseñanzas de Elish ben Abuia también después de que Elish abandonó el camino de la Torá y se convirtió en “Ajer” (otro).


Después de haber abjurado el judaísmo Elishá ben Abuyá le preguntó a Rabí Meir: ¿qué significa lo que está escrito: ¿tanto esto como aquello lo hizo HaShem? El Rabino le contestó: el Santo bendito sea, de todas las cosas que creó, creó su contrario; por ejemplo Rabí Akivá, daba una explicación distinta.  Decía  HaShem creó los justos y los malvados, el Edén y el Infierno. A cada individuo le están reservadas dos partes: una en el Edén y otra en el Infierno. Cuando alguien es digno y justo, toma en el Edén su propia parte y la de uno de sus semejantes (no recto); si es culpable y malvado, recoge su parte y la de otro, pero en Infierno (Jagiga 15a.)

Los Sabios dijeron: Rabí Meir encontró un fruto de granada, su interior comió y su cáscara tiró (Idem, 2).


Rabí Meir dice: sé parco en ocupaciones mundanas:

Trata de ocuparte lo menos posible en lo referente a tu sustento, para así ganar tiempo para estudiar Torá y dedícate a la Torá: claro que las personas deben trabajar, para subsistir y mantener a la familia (también sin eso no podrá estudiar porque…).


¡Si no tendrá para comer, como podrá dedicarse a la Torá, pero Rabí Meir nos previene que no nos olvidemos de lo importante que es el estudio de la Torá! a veces al dedicarnos sin límites a nuestros quehaceres, no encontramos el tiempo para dedicarnos a la Torá.

¡Hagamos el tiempo para el estudio … porque lo hay, y solo depende de nosotros!


Sé humilde ante todas las personas.

Aunque tengas amplios conocimientos de Torá, no te llenes de orgullo… sé humilde, has de estar preparado para aprender de otros, aunque pienses que son menos que tú.

La persona que se vanagloria de sus conocimientos, y que está a un nivel superior a los demás, prueba a voces, que no estudió bastante.

El Sabio no proclama a cada momento, su sabiduría. Su sabiduría se verá reflejada en  sus actos y su comportamiento.


Si desatiendes la Torá tendrás muchos obstáculos opuestos a ti.

Si no te ocupas de la Torá, al terminar tu trabajo, alegando cansancio u otros obstáculos te impedirán hacer cosas que tus haces diariamente.

Hay personas que más de su trabajo diario no hacen, cuando podrían dedicar parte de su tiempo libre para ampliar sus conocimientos judaicos y así reforzar su identidad. Dice la “Mishná” no creas que si desatiendes la Torá, descansarás al contrario,  otras cosas saldrán de imprevisto que te molestarán y te impedirán realizar toda clase de programas que tú organizaste.


Pero si te ocupas de la Torá, hay una gran recompensa para serte otorgada.

El Santo bendito sea, personalmente recompensa a los que se ocupan de la Torá (Rabenu Iona).

Sabido es que la finalidad del hombre en su paso por la vida terrenal es entregarse al estudio de la Torá, pero el hombre tiene también obligaciones materiales, debe comer, beber y dormir, y en especial debe ocuparse de su sustento. Esto no se puede negar, pero no debe desperdiciar su tiempo más de lo necesario en el logro de esos asuntos, sino que debe ahorrar tiempo libre para ocuparse del estudio de la Torá. De ésta manera el tiempo que
invierte en los asuntos materiales es de suma importancia, porque si no hubiese preferido utilizarlo en Torá.  Y si es así, tiene que recibir recompensa también por el tiempo que usó para sus necesidades corporales.

¡Al desperdiciar su tiempo libre en cosas sin importancia no podrá exigir recompensa, porque como podrá argüir que hubiese estudiado, si tuviese tiempo libre, cuando sus actos prueban claramente que cuando lo tiene no estudia!!

Tendrá que recibir un castigo, al no ocuparse en asuntos espirituales.

La Guemara cuenta (Makot 10:1) que Rabí Jasda llegó a una edad avanzada (93 años), porque siempre estaba ocupado en cosas de Torá – por esa razón el ángel de la muerte no podía con él.

¿Acaso Rabí Jasda no comía, ni dormía, no se ocupaba de otras necesidades primordiales de la vida humana?


La respuesta es simple: Toda acción estaba dedicada  a la Torá. También cuando comía, su intención era estar sano y fuerte para concentrarse en el estudio, todos sus actos eran Torá.



MISHNA 11

 

(יא) רַבִּי אֱלִיעֶזֶר בֶּן יַעֲקֹב אוֹמֵר, הָעוֹשֶׂה מִצִוָה אַחַת, קוֹנֶה לוֹ פְרַקְלִיט אֶחָד. וְהָעוֹבֵר עֲבֵרָה אַחַת, קוֹנֶה לוֹ קַטֵּיגוֹר אֶחָד. תְּשׁוּבָה וּמַעֲשִׂים טוֹבִים, כִּתְרִיס בִּפְנֵי הַפֻּרְעָנוּת. רַבִּי יוֹחָנָן הַסַּנְדְּלָר אוֹמֵר, כָּל כְּנֵסִיָּה שֶׁהִיא לְשֵׁם שָׁמַיִם, סוֹפָהּ לְהִתְקַיֵּם. וְשֶׁאֵינָהּ לְשֵׁם שָׁמַיִם, אֵין סוֹפָה לְהִתְקַיֵּם:


 

11. Rabí Eliezer ben Iaakov dice: quien cumple un precepto, adquiere un defensor, (más) quien comete un pecado, obtiene un acusador, arrepentimiento y buenas acciones son buenos como coraza contra el castigo.


Rabí Iojanan  Hasandlar, el zapatero dice: Toda reunión dedicada al nombre del Señor, su fin será permanecer, pero si no está dedicada al Señor, no perdurará.

 

Rabí Eliezer hijo de Iaakov, era alumno de Rabí Akiva, en el Tratado Ierushalmi leemos:

Un no vidente llegó a la ciudad donde habitaba Rabí Iaakov, éste se sentó a su lado, y los habitantes del  lugar dijeron: Si no fuese una persona importante el Rabino no se hubiese sentado a su lado, le brindaron toda la ayuda que necesitaba.

El hombre en cuestión les preguntó: ¡que mérito tengo, gracias a él ustedes me apoyan!

Vimos que Rabí Iaakov ben Eliezer se sentó a tu lado.

El ciego, elevó sus ojos al cielo y dijo: Tu, Rabí, hiciste un favor a quien es visto y – no ve.


El que ve y no es visto
, ¡reciba tu oración y beneficio!

En nuestra “Mishná” nos enseña que cada “Mitzvá” que hacemos crea un  abogado defensor y cada  pecado, un fiscal acusador (final del Tratado de Pea).


Rabí Iojanan Hasandlar, llamándose así, por la profesión que ejercía, hay quienes opinan que “Sandlar” era el nombre de su ciudad natal, (Alejandría de Egipto). También él era alumno de Rabí Akiva.


Rabí Eliezer hijo de Iaakov dice: quien cumple un precepto adquiere un defensor

Aquel que cumple una “mitzva” (precepto) adquiere un defensor en el “Día del juicio”  ante HaShem  después de su muerte. Todos los preceptos que una persona hace en este mundo, vienen y atestiguan en el mundo venidero (Avoda Zará 2:1)


(Más), quien comete un pecado, obtiene un acusador


Al hacer malas acciones (averot), estos vendrán y lo acusarán.

Puede que digas, que hoy si tengo un solo acusador. ¡Si tengo tantos defensores!

Así contesta, El Jafetz Jaim, en su comentario al “Tratado de Avot”.

Un comerciante pidió prestado dinero de mucha agente y al final, fue a la quiebra. Los acreedores trataron de salvar su dinero y tomaron mercaderías y otros bienes que le vinieron a mano,  había quienes debían cobrar 1.000 ó 500 y he aquí que entre ellos se encontraba un acreedor que debía cobrar solamente 10 pesos.

Se dirigieron a él diciéndoles. Nosotros tratamos de salvar nuestro dinero, hablamos de cuantiosas sumas, ¡pero tu deuda es insignificante!

¡Mi deuda es deuda!, y como el cliente quebró.

Todos los acreedores, sin excepción ¡son iguales!

¡Y la moraleja es clara!

¡Todo el tiempo que el ser humano vive el “ángel destructor” no puede tocarle, al morir todos vienen a cobrar lo que debe, aunque sea el más pequeño acreedor!

Por esa razón la persona inteligente adquirirá muchos defensores, hará buenas acciones en cantidad, y se cuidará de cometer pecados para que en el “Olam Haba” (mundo venidero) no se avergüence.


Arrepentimiento y buenas acciones son buenos como coraza ante el castigo.            

Cuando un hombre peca, deberá arrepentirse, pero aunque el arrepentimiento es importante, si no hará buenas acciones, no hará ningún efecto.

El arrepentimiento es una defensa, un escudo, por eso está recordada en primer plano, es quien nos defiende del castigo, pero si tras el no hay buenos actos  no tendrá ningún valor.

La fuerza de la Teshuvá (arrepentimiento) es tan grande hasta que los “pecados” se convierten en méritos.

Cuentan que Rabí Levy Itzjak de Berditchov se dirigió a un malvado y le dijo:

– ¡Puede que te envidie!

– En que puede el Rabí envidiarme, dijo el hombre sorprendido.

Nuestros Sabios dijeron, expresó el Rabí, El que se arrepiente por amor, los pecados se transforman en méritos.  Imagínate, si un gran pecador como tú, se arrepintiera de todo corazón, sus pecados se convertirán en méritos Cuantos preceptos (mitzvot) tendrá en su poder!

¡Sin duda alguna, el número de tus mitzvot y méritos, serán mucho más que los míos!

¡El justo Rabí, no lo dejó hasta que el pecador hizo Teshuvá!


Rabí Iojanan
, el zapatero dijo: toda reunión dedicada al nombre del Señor, ha de permanecer

Toda reunión que tiene como fin buscar la verdad y el bien, sin intereses personales, seguro que finalizará con conclusiones positivas y útiles para el tema y la comunidad.


Si no está dedicada al Señor no perdurará.

Pero la reunión en la cual, cada uno de los participantes quiere lograr su propio interés sin tomar en cuenta, los intereses comunitarios, en ésta reunión no habrá bendición y nada se logrará.

La reunión de los sabios de Gran Asamblea, fue en nombre del Señor (Leshem Shamaim) y la reunión de la Generación de la Dispersión (Torre de Babel) no fue en nombre del Señor.

¿Cómo sabremos si la reunión efectuada es en nombre del Señor?

– Si tiene continuación y seguimiento.

Cuando termina ahí, sabremos que fue estéril y sin buenas intenciones.




MISHNA 12

 

 (יב) רַבִּי אֶלְעָזָר בֶּן שַׁמּוּעַ אוֹמֵר, יְהִי כְבוֹד תַּלְמִידְךָ חָבִיב עָלֶיךָ כְּשֶׁלָּךְ, וּכְבוֹד חֲבֵרְךָ כְּמוֹרָא רַבָּךְ, וּמוֹרָא רַבָּךְ כְּמוֹרָא שָׁמָיִם:



12. Rabí Eleazar ben Shamuá dice: Respeta tanto a tu discípulo como a ti mismo, y respeta a tu compañero como a tu Maestro, y a tu Maestro como al Señor

 

Rabí Eleazar ben Shamuá, era alumno de Rabí Akiva.

Trae la Guemara: Dijo Rabí Iehuda Hanasí (el príncipe)

Cuando estudiábamos Torá con Rabí Eleazar ben Shamuá, estábamos sentados 6 personas en la superficie de una “ama” (50 centímetros), ya que tenía numerosos alumnos y estudiaban apretujados unos a otros.

En ésta “Mishná” Rabí Eleazar nos enseña  como hemos de tratar a nuestro alumno, compañero, o su Rabino.


Rabí Eleazar hijo de Shamuá dice: Respeta tanto a tu discípulo como a ti mismo.

Que todos aprendan de Moshé, nuestro Maestro que le dijo a Ieoshua.

Escoge varones para nosotros (Shmot 17:9) no dice  “para mí”  sino “para nosotros”.


Lo puso en el mismo plano, a pesar de que Moshé era el Maestro y Ieoshua su alumno.

¿Y de donde aprendemos que el honor de su compañero sea como el honor de su maestro?,  porque está escrito: “Dijo Aharon a Moshé: Por favor Mi Señor” (Bamidbar 12:11) ¿acaso Aharon no era menor que él?   (y no tenía que llamarlo Mi Señor)  pero lo hizo su Rabino y de donde derivaron que la reverencia que se le debe a un maestro es como la que se debe al cielo, Porque está escrito Moshé, Mi Señor, encárelos (Bamidbar 11:28).

(Ieoshua dijo a Moshé esas palabras, porque sentía que Aharon y Miriam le habían faltado el respeto a su maestro. Extermínalos del mundo, porque al revelarse contra ti, como si se hubiesen revelado contra HaShem y merecen ser muertos (Avot De Rabí Natán 27,4).


Respeta  tanto  a tu  discípulo  como  a ti  mismo
.

Rabí Eleazar era muy meticuloso en su relación con sus alumnos, llegaba puntualmente a la Yeshivá, (Casa de estudios), para que sus alumnos no se molestasen en esperar. Era muy querido por sus alumnos, y eran tan numerosos que no había lugar para sentarse (Eruvin 53a).


Respeta  a  tu  compañero  como  a  ti  mismo

Como hizo Aharon con Moshé, y así dicen nuestros Sabios “Los Sabios de Babilonia se paraban uno en honor de otro, y rasgaban sus vestiduras, uno en honor a otro (Baba Metziá 33:1) – como lo hace un alumno para con su Rabí, porque siempre estudiaban en una misma casa de estudios, y uno aprendía de otro  (Rashi).


Y  a  tu  Maestro como  al  Señor:

Con alumnos y compañeros hay que tener un trato honorable, mucho más con un Rabino, con este se necesita mas temor y reverencia que honor, sobre el versículo: “Al Eterno Tu HaShem temerás” (Devarim 6:13) explica Rabí  Akiva: “incluye a los sabios de la Torá” (Psajim 2:2).

El Santo bendito sea equiparó el honor a los Sabios a “Su honor”, porque al enseñar Torá y buenas acciones, llevan al hombre a ameritar el mundo venidero (Rabí Iosef Aknin).


Rabí Eleazar nos enseña que debemos respetar a nuestro discípulo de la misma manera que nos respetamos a nosotros mismos.

Vale la pregunta: ¿Por qué debemos hacerlo?

Porque gracias al alumno, el Rabí, aprende más, entonces, su honor tiene que ser importante y querido como el suyo propio – como el alumno debe honrar a su Rabino porque recibe sus influencias, de la misma manera se comportará el alumno con su maestro.

¿Hasta dónde debe honrar el Rabí a sus alumnos?
Leamos lo relatado sobre uno de los Grandes Rabinos de nuestra generación, Rabí Moshé Feinstein, Zal.

Rabí Natan Lumner, quien ejerció el cargo de la Dirección de Estudios Judaicos de la Yeshivá “Tiferet Ierushalaim” discípulo de Rabí Moshé, contaba que cuando entró a estudiar en el instituto, hacía todos los esfuerzos para llegar a tiempo. Una mañana, se retrasó, cuando Rabí Moshé, pasó a su lado, se detuvo un momento y le dijo:  “Te has atrasado un poco hoy – parece ser que no pudiste llegar más temprano”  y se retiró.

Rabí Moshé quería que sus alumnos supiesen que sabía todo lo relacionado con ellos, pero no les hacía sentir incómodos

Rabí Eleazar ben Shamua nos enseña que debemos respetar a nuestro Rabí, como lo hacemos con HaShem.

¿Cuál es el límite? Todo lo escrito en la Torá, dice el Saba de kalem, tiene un límite, así mismo enseñan nuestros Sabios. Una  “mikva” debe medir 40 sea – si mide menos no es válida, ¿y porque no tiene la medida exacta no será considerada inmersión? – pero así fijaron los sabios  y no puedes contrariarlos. Así es el marco de  “mora Rabja”  el respeto a tu Rabí – no desconfíes de él.

Por eso dijeron nuestros Sabios “Todo aquel que desconfía de su Rabí, es  como si desconfiara de la Divina Providencia (Sanhedrín 110).

 


MISHNA 13

 

(יג) רַבִּי יְהוּדָה אוֹמֵר, הֱוֵי זָהִיר בְּתַלְמוּד, שֶׁשִּׁגְגַת תַּלְמוּד עוֹלָה זָדוֹן. רַבִּי שִׁמְעוֹן אוֹמֵר, שְׁלשָׁה כְתָרִים הֵם, כֶּתֶר תּוֹרָה וְכֶתֶר כְּהֻנָּה וְכֶתֶר מַלְכוּת, וְכֶתֶר שֵׁם טוֹב עוֹלֶה עַל גַּבֵּיהֶן:



13. Rabí Iehuda dice: Se prudente en el estudio, ya que un error en el estudio engendra presunción.


Rabí Shimón dice:  hay tres coronas:  la corona de la Torá, la corona del sacerdocio y la corona de la realeza, más la corona de una buena reputación está por encima de ellas.

 


Rabí Iehuda bar Ilai, alumno de Rabí Akiva estudió con su padre, alumno de Rabino Eliezer ben Horkenus.

En su niñez estudió con Rabí Tarfón en Lod.


Entre otros fue el redactor del Sifra (Midrash Halájico) sobre el libro “Vaikra”, según  Rabí Akiva, su maestro.

En ésta “Mishná”  nos enseña ser exactos en el estudio de la Torá para que no lleguemos a cometer equivocaciones.


Rabí Iehuda dice: sé prudente en el estudio
.

Deberá ser preciso en su estudio, entender el tema, para así sacar conclusiones halájicas, y si escucha una explicación de boca de su Rabino, hará todo lo posible para entenderlo – porque al no hacerlo, puede y se equivoque en sus actos y en sus enseñanzas mismas y se le  considerará pecado de presunción.

Sabido es que la naturaleza humana es lenta en el entendimiento de la sabiduría y tiende a olvidarse pronto (Rabenu Iona de Gerondi).

Por esa razón el “sabio”  al estudiar no se moverá de su lugar hasta que entienda perfectamente el tema del cual se ocupa y ojalá que su flaqueza en el estudio no lo haga equivocar en sus enseñanzas (Rabí Menajem Hameiri).

La pregunta de fondo es quien puede ser “more horaá” (autoridad que dicta las leyes).


Solo una persona que ha estudiado mucho, y sabe y conoce la Torá a fondo puede serlo. Si no, puede equivocarse y hacer que lo hagan sus alumnos.

¿Puedo yo dictar y fallar leyes?  se preguntó el Gran Rabino Moshé Feinsteinzal, aprestándose a analizar los dos aspectos de la tan importante pregunta.

Nuestros Sabios, paz en su memoria, explicaron el versículo: “Numerosos son todos los que han sido muertos por ella”.

Se refiere aquel alumno que no ha llegado al nivel de enseñanza y lo hace.  Por esta razón muchos grandes eruditos de la Torá evitaron dictar leyes.

Pero, prosiguió el Rabino, también dijeron nuestros Sabios que “Cada generación tiene sus guías”  y no tienes ante ti sino al juez que vive en tus días. El dicho citado termina: fija un castigo a aquellos que han llegado al nivel de la legislatura y no lo hacen.

El Rabino se cuestiona y dice: Acaso según esos parámetros ¿puedo yo hacerlo? ¿Quién es el que puede considerarse como un entendedor y conocedor de la verdad pura?.

Después de un profundo análisis, Rabí Moshé Fainstein concluyó diciendo que al no aclarar el tema hasta la raíz peca en la esencia de la ley, por esa razón “Rashi”  (Rabí Shlomo Itzjaki) previene a los estudiosos de la Torá en cuanto a la seria investigación de los diferentes temas – porque al no hacerlo, tergiversará la ley.


Testigos oculares certifican que el Rabino Fainstein estudió ciento y una veces el Talmud, y más de setecientas veces repasó el Shulján Aruj.

¡Para vuestro conocimiento! el Talmud Babilónico contiene 63 Tratados, 524 capítulos, 4.124 Mishnáiot, 2.046 páginas de Guemara.

Y el Shulján Aruj en sus cuatro compendios contiene 1.050 capítulos.


Rabí Shimon Bar Iojai dice:


Hay  tres  Coronas
, a las cuales debemos rendirles honores, los sabios que estudian Torá, los Cohanim (sacerdotes) hijos de Aharón y los Reyes.


Leamos lo que escribe Rambam (Maimonides) en Leyes del estudio de la Torá  3:1

1. El pueblo de Israel ha sido coronado con tres coronas: La de la Torá, la del sacerdocio y la de la realeza. Aharón mereció la corona del sacerdocio, como está escrito: “Será para él y para su simiente después de él, un pacto de
sacerdocio eterno” (Números XXV, 13).  David  mereció la corona de la realeza, como está escrito: “Su simiente será para la eternidad, y su trono, como el sol ante Mí” (Salmos LXXXIX, 37). La corona de la Torá, en cambio, permanece a disposición de todo judío, como está escrito: “Moisés nos ordenó la Torá, heredad de la congregación de Yaacov” (Deuteronomio XXXIII, 4); es decir: el que quiere, viene y la toma.

La corona de la Torá es más grande que las otras dos, porque estas son importantes, según la importancia que le otorguen las personas pero – la corona de la Torá no le faltará nada aunque no la honren.

La posición de un rey o un Cohen (sacerdote) aunque sea el Cohen Gadol, (Gran Sacerdote en tiempos del Sagrado Templo), depende de la importancia que se le dé.

Un Rey al cual no se le rinden, entonces no es Rey. Pero un sabio no depende de la relación de la gente.  Él puede ser sabio, aunque la gente lo ignore.  Sucedió más de una vez, que después de la muerte de una persona, leyendo sus escritos fue reconocido como un gran genio.


Más la corona de una buena reputación, está por encima de ellas.

Todas las coronas necesitan de un buen nombre (Rabenu Iona de Gerondi). Un Rey, un sacerdote, o un erudito de la Torá que no cuidan su buen nombre serán despreciados por las personas a pesar de poseer sus propias coronas, si no adquirirán la corona del buen nombre, la buena reputación  de nada valdrán las otras coronas.

 


MISHNA 14

 

(יד) רַבִּי נְהוֹרַאי אוֹמֵר, הֱוֵי גוֹלֶה לִמְקוֹם תּוֹרָה וְאַל תֹּאמַר שֶׁהִיא תָבוֹא אַחֲרֶיךָ, שֶׁחֲבֵרֶיךָ יְקַיְּמוּהָ בְיָדֶךָ. וְאֶל בִּינָתְךָ אַל תִּשָּׁעֵן:



14. Rabí Nehorai dice: Sal del lugar donde tu habitas y dirígete a un lugar de estudio, y no digas que la Torá te seguirá, porque son tus compañeros quienes la ponen en tu mano; de tu (propio) discernimiento  no confíes.

 

Rabí Nehorai, era  Rabí Meir, y su nombre se debía a que alumbraba los ojos de los sabios en el estudio de la Torá.

En ésta “Mishná” enseña a los alumnos, que si no encuentran Torá en el lugar donde viven, deberán cambiar su residencia al lugar donde se estudia Torá.

Rabí Nehorai dice: Sal del lugar donde tu habitas y dirigete a un lugar de estudio.


Si no hay sabios y estudiosos en tu lugar- dirígete a otro y estudia allá, y no esperes que los eruditos de la Torá vengan a ti porque hasta que lo hagan, habrás olvidado lo que ya aprendiste.

Para estudiar necesitas otras personas que estudien contigo, tus preguntas, tu amigo te explica y así adquirirás conocimientos, y así se expresaron nuestros Sabios: La Torá será adquirida, solo cuando sea estudiada en grupo (Berajot 63).

Mucho aprendí de mis Rabinos, de mis compañeros, más de boca de mis alumnos aprendí mucho más.

No digas, tengo mis libros, para que necesitare ir donde el Rabino, soy inteligente y puedo profundizar en los libros, y entender la “halaja” (ley)  – por lo escrito necesito la explicación del Rabino (Rabí Shimón Durán).

De tu discernimiento no confíes: (Mishle 3:5)


No pienses que no necesitas un amigo, o un Rabino, porque puedes entender todo sin ayuda; no confíes en tu propio intelecto.

 


MISHNA 15

 

(טו) רַבִּי יַנַּאי אוֹמֵר, אֵין בְּיָדֵינוּ לֹא מִשַּׁלְוַת הָרְשָׁעִים וְאַף לֹא מִיִּסּוּרֵי הַצַּדִּיקִים. רַבִּי מַתְיָא בֶן חָרָשׁ אוֹמֵר, הֱוֵי מַקְדִּים בִּשְׁלוֹם כָּל אָדָם. וֶהֱוֵי זָנָב לָאֲרָיוֹת, וְאַל תְּהִי רֹאשׁ לַשּׁוּעָלִים:



15. Rabí Yanai dice: No está en nuestras manos (el explicar) la felicidad de los malvados ni los sufrimientos de los justos.


Rabí Matya ben Jarash dice: Recibe en paz a toda persona y es mejor que seas cola de león que cabeza de zorro.


 


Rabí Matya ben Jarash, alumno de Rabí Eliezer ben Horkenos y Rabí Eleazar ben Azaria, junto a sus compañeros Rabí Iehuda ben Beterá y Rabí Janania, hermano de Rabí Ieoshua salieron fuera de Israel y fundaron Yeshivot en diferentes países, entre ellos en Roma (Sanhedrín 32:2).


Rabí Yanai dice: No está en nuestras manos el explicar la felicidad de los malvados, ni los sufrimientos de los justos.

No podemos llegar a profundizar en este tema, por que razón al justo (Tzadik) le va mal, y al malvado (Rashá) le va bien, a pesar de que el juicio de HaShem es  verdad nosotros no alcanzamos a entenderlo, no tenemos una respuesta por que razón los malvados viven felices y contentos y los justos sufren.

Esta pregunta no es nueva, y fue formulada por los creyentes de todas las generaciones.

Moshé, nuestro Maestro preguntó a HaShem: “Hazme saber pues tus designios” (Shmot 33:13) y así dijo Moshé: “Señor del mundo, ¿por qué a un  justo le va bien, y a otro justo mal? ¿ Y hay malvados que todo le va de maravillas, y los hay que van de mal en peor? (Berajot 7:1)”

Y en el libro de Kohelet pregunta el rey Shlomo: Hay justos a quienes les sucede conforme a la obra de los malvados, y hay malvados a quienes les sucede conforme a la obra de los justos (8:14) y también el profeta Irmiahu exclama: ¡Por que es prosperado el camino de los malvados! (7:1).

Para aclarar diremos que la felicidad de los malvados y los sufrimientos de los justos en este mundo, el mundo terrenal, son lo contrario a lo que nosotros pensamos, porque la feliz situación del malvado, no es causa de una recompensa por sus actos, sino para  “molestar” su paz y quietud en el “Olam-haba” (mundo venidero), y los justos no sufren porque merecen castigo, sino para que ameriten en el mundo venidero.


Rabí Matia ben Jarash dice: saluda en paz a toda persona.

Has de saludar a toda persona, aunque sea menor que tú, porque eso es signo de buena educación (Rabenu Iona de Gerondi).


Leemos  en  la Guemara.

Abayé decía: Debemos esforzarnos siempre en demostrar temor hacia HaShem; debemos responder con dulzura, ser sufridos, aumentar la paz con nuestros hermanos, parientes y con todas las personas en general, incluso con el extranjero que podamos encontrar en la plaza pública, a fin de que seamos tan amados en el cielo como agradables en este mundo y bien acogidos por los hombres. De Raban Iojanan ben Zakai, se contaba que jamás se le había adelantado nadie en saludarle, ni siquiera el extranjero en la plaza pública.

(Berajot17a.)

Con un pequeño acto,  “saludar a nuestro semejante”, nuestros sabios, paz en su memoria, pusieron a un lado un
pequeño y gran factor de molestia en la comunicación de las personas, cosa que se puede lograr, con ese toque de atención que es el saludo.


“Saluda a toda persona”

Sobre el “Jafetz – Jaim”  relata Rabí Moshé Fraguer en su libro  “Tzadik-Tamim” (Pág. 258)  que no quisieron trasladar sus restos de Radin, su lugar de residencia para lo cual llegó un Rabino de los Estados Unidos.  Los aldeanos polacos se opusieron arguyendo que por el mérito de justo Rabí, HaShem los agració con muchos milagros.

Uno de los lugareños, entrado en años, se acercó al Rabino y le dijo: 

Muchas cosas vi con mis propios ojos, conocí a éste justo Rabí hace sesenta años, era de pequeña estatura y muy delgado, no se vestía como un Rabino, sino como los judíos usaban hacerlo, siempre estaba contento, poseía un corazón de oro, y…  siempre nos saludaba a los pobres colonos, cuando nos veía trabajando en los campos.


Es mejor que seas cola de león que cabeza de zorro:


Mejor conectarse con personas más sabias que uno mismo que encabezar un grupo de menos nivel…  La razón es simple de los primeros aprenderá más, y de los últimos restará de sus buenas maneras y conocimientos.

Y en las palabras del Rey Shlomo: “El que anda con los Sabios será sabio, más el compañero de los insensatos será destruido” (Mishle 13:20).



 



MISHNA 16

 

(טז) רַבִּי יַעֲקֹב אוֹמֵר, הָעוֹלָם הַזֶּה דּוֹמֶה לַפְּרוֹזְדוֹר בִּפְנֵי הָעוֹלָם הַבָּא. הַתְקֵן עַצְמְךָ בַפְּרוֹזְדוֹר, כְּדֵי שֶׁתִּכָּנֵס לַטְּרַקְלִין:



16. Rabí Iaakov dice: Este mundo se parece a una antecámara si se le compara con el otro mundo; prepárate en la antecámara para entrar en el salón.

 


Rabí Iaakov Korshaí, maestro de Rabí Iehuda Hanasí, el príncipe, nos enseña en ésta “Mishná” el rol que ocupa el mundo terrenal, este es solamente una antecámara en el cual nos preparamos, por intermedio del cumplimiento de las mitzvot (preceptos) y buenas acciones para la vida eterna, en el mundo por venir (Olam Habá).


Rabí Iaakov dice: Este mundo se parece a una antecámara si se la compara con el otro mundo.

Este mundo es una antesala, por la cual pasan gente hacia el mundo venidero, y es el lugar donde se adquieren méritos para entrar al mundo por venir.

Cuéntese que un hombre muy pudiente, llegó de Inglaterra para visitar al Jafetz-Jaim, cuando vio al Gran Rabino que vivía en una situación muy pobre, una casa amueblada con muebles muy viejos y deteriorados se llevó una gran decepción.

– Rabí, yo pensé que una autoridad como usted, quien es recibido por importantes funcionarios del gobierno, vive en un departamento bien instalado pero ¡fíjese Rabí en que lugar vive!

– ¿Que quiere usted decir sobre mis muebles? ¿dónde están  los suyos?

–  Yo tengo muebles de muy buena calidad, esté usted seguro, Rabi pero ahora estoy de paso.

– Yo también estoy de paso, mi querido amigo, por esa razón no tengo buenos muebles, contestó el Jafetz Jaim, con una sonrisa.


Prepárate  en  la antecámara  para  entrar  al  salón

Toda persona debe ordenar sus cosas en la antecámara, para estar preparado para entrar al salón – porque si no lo hará simplemente no entrará por ningún lado (Rabí Iosef Iaabetz).

¿Cómo tiene que prepararse una persona para entrar al salón?

Todos sabemos que HaShem  creó el mundo, el cual está compuesto por el “mundo terrenal” (Olam hazé)  y el “mundo venidero” (Olam Habá).

La mayoría de las personas prefieren los asuntos terrenales, la razón es obvia, el mundo terrenal es corpóreo, se lo puede palpar con las manos, y por esa razón está cercano a los hombres de carne y hueso.


Preguntemos
: ¿Acaso podemos deleitarnos de las cosas mundanas sin límite alguno?

En las generaciones anteriores había una fe completa en HaShem.

El modismo “Baruj HaShem” (bendito HaShem) estaba en boca de toda persona, y en nuestros días…


El ser humano debe  “sentir”  que el Santo bendito sea creó el Mundo, y todo deleite o satisfacción que nos embarga es como un préstamo que se nos otorgó. Y al ser así, nos convertimos en deudores y hemos de dar algo en su cambio. Así citan nuestros Sabios del Talmud  “Todo el que se deleita de este mundo sin previa bendición, como si robara al Santo bendito sea (Berajot 35:2).

¿Cuál es el pago? La bendición que  recitará, el estudio de la Torá, y la observancia de los preceptos. Hay quienes piensan que HaShem se olvida de sus acciones, o Le es indiferente – ¡sufren una gran equivocación!

Hemos de saber que HaShem nos observa y todo acto hasta el más pequeño está siempre en Su memoria y tiene en cuenta todas nuestras deudas y tarde o temprano tendremos que retribuirlas. Prepárate en la antecámara; en éste mundo estudiando Torá y llevando una plena vida judía.

¿Por qué? para entrar en el Salón no como un deudor, sino como aquel que pagó todas sus deudas.

 


MISHNA 17

 

(יז) הוּא הָיָה אוֹמֵר, יָפָה שָׁעָה אַחַת בִּתְשׁוּבָה וּמַעֲשִׂים טוֹבִים בָּעוֹלָם הַזֶּה, מִכָּל חַיֵּי הַעוֹלָם הַבָּא. וְיָפָה שָׁעָה אַחַת שֶׁל קוֹרַת רוּחַ בָּעוֹלָם הַבָּא, מִכָּל חַיֵּי הָעוֹלָם הַזֶּה:




17.
(también) solía decir: más hermosa es una hora de arrepentimiento y buenas obras en éste mundo que toda la vida en el otro mundo.


Más hermosa es una hora de placer en el mundo por venir que toda la vida en éste.


Rabí  Iaakov ben Korshai, continúa el tema de la “Mishná” anterior, delineando las diferencias entre el “Olam Hazé” (mundo terrenal) y el “Olam Habá” (mundo por venir).

Este mundo es el mundo de los actos, solo acá podemos “arreglar” nuestra situación, por intermedio del cumplimiento de las mitzvot, solo en el mundo terrenal podemos “hacer”  Teshuvá (contrición).

El “Olam Habá” (mundo por venir) es donde recibiremos la recompensa por las buenas acciones realizadas y a este mundo venimos ya preparados, y según como  estemos así seremos retribuidos.

(También) solía decir: “más hermosa es una hora de arrepentimiento y buenas acciones en éste mundo que toda la vida  en el otro  mundo”.

Un solo momento en éste mundo tiene un gran valor ya que podemos hacer Teshuvá (contrición) y mejorar nuestra situación espiritual.

En el mundo por venir no podemos arreglar nada ya que según lo que somos al llegar nos darán bien o  para mal.

Leamos lo que escribe Rabí Eliahu Dessler en su obra monumental  “Mijtav  Me Eliahu”  (1-pág. 4-5)


Nuestros Rabinos han dicho: “Una hora de satisfacción en el mundo por venir es mejor que toda la vida de este mundo”. Este también es un dicho que requiere análisis si hemos de comprender todo su significado. ¿Que es lo que se quiere dar a entender con “una hora de satisfacción”? ¿y qué es  “toda la vida de este mundo”?.

Me propongo revelar aquí algo que aprendí de mí venerado maestro e instructor, el  Rabí Tzvi Hirsch Braude, de bendita memoria.
Él explicaba  “toda la vida de este mundo” como sigue:

Todos sabemos que la vida es una bendición mixta:  en el curso de una vida todos tenemos cierto grado de alegría y felicidad. Reunamos estas horas y minutos  diseminados de placer y gozo de toda una vida y concentrémoslos en un minuto; tendremos una experiencia extremadamente intensa de gozo.

Reunamos ahora todas las horas de placer experimentadas por todos los amigos y conocidos de una persona a través de su vida e imaginemos que podemos concentrarlas en ese mismo minuto de la vida de esa persona; la intensidad de tal experiencia estaría seguramente más allá de toda descripción.

Vayamos más adelante y concentremos en ese mismo minuto toda la felicidad y gozo experimentados por toda la gente en esta ciudad a través de todas sus vidas.  Más aún: añadamos toda la felicidad de toda la gente en todas las ciudades de ese país y de cada país; es decir todo lo que sea placentero y agradable en todo mundo durante toda una generación; sumémoslo todo, concentrémoslo todo en un minuto y désemoslo a una persona. Sin embargo
esto aún no sería   “toda la vida de este mundo”.  Toda la felicidad de este mundo se alcanza solamente si sumamos toda la felicidad experimentada por todas las generaciones de hombres desde el principio de la creación hasta el final del tiempo.  Si hubiésemos de tomar todo esto todas las buenas cosas de este mundo sin ninguna excepción y se lo diésemos todo a una persona de una vez, hubiéramos entonces alcanzado un grado de felicidad mundana que con seguridad sería imposible de superar.

No obstante “la satisfacción en el mundo por venir” la supera.  ¿Y qué es lo que se quiere dar a entender con este  breve lapso de satisfacción en el mundo por venir?  Mi venerado suegro, el Rabí Najum Velvel Sieff solía explicar que esto se refiere al grado más bajo posible e imaginable de satisfacción, algo así como la satisfacción que siente un hombre pobre que pasa por la cocina de una mansión en donde se prepara un banquete y puede al menos gozar del aroma de la comida. Así, en el mundo por venir, una persona que no merece participación en los deleites espirituales de ese mundo, pero a quien se permite pasar por afuera y gozar del “aroma”  del mundo por venir, esto es lo que la Mishná designa como “satisfacción en el mundo por venir” (es decir, cierta satisfacción en ese mundo, aunque no el deleite de ese mundo mismo). Esto representa la recompensa más pequeña posible, asignada a la más pequeña Mitzvá imaginable (pues cada Mitzvá tiene alguna en el mundo por venir), ¡y es ésta mínima satisfacción en el mundo espiritual la que los Rabinos dicen que no puede igualarse con todos los gozos y placeres acumulados de este mundo desde su principio a su fin.

Ahora debe ser perfectamente aparente por qué no puede haber  “ninguna recompensa para una Mitzvá en este mundo”.

La razón es que no hay Mitzvá, por pequeña que sea, cuya recompensa no sea mucho más grande que todo lo que este mundo pueda contener  Las palabras son literalmente ciertas:

No hay en (todo) este mundo (suficiente felicidad, gozo o recompensa capaz de ser)  la recompensa de una Mitzvá  (aún de la Mitzvá más pequeña que uno pueda posiblemente imaginar).


Más hermosa es una hora de placer
espiritual en mundo venidero, donde los justos se deleitan del resplandor de la Shejina (Divina Providencia).


Que toda la vida en el otro mundo
, el ser humano no está falto de problemas, presiones, enfermedades en éste mundo y son estos que le impiden ser totalmente felices, pero en el “Olam Haba” todo será distinto; no habrá nada que impida la total felicidad  espiritual. 

 


MISHNA 18

 

(יח) רַבִּי שִׁמְעוֹן בֶּן אֶלְעָזָר אוֹמֵר, אַל תְּרַצֶּה אֶת חֲבֵרְךָ בִּשְׁעַת כַּעֲסוֹ, וְאַל תְנַחֲמֶנּוּ בְּשָׁעָה שֶׁמֵּתוֹ מֻטָּל לְפָנָיו, וְאַל תִּשְׁאַל לוֹ בִּשְׁעַת נִדְרוֹ, וְאַל תִּשְׁתַּדֵּל לִרְאוֹתוֹ בִּשְׁעַת קַלְקָלָתוֹ:



18. Rabí Shimon ben Eleazar dice: no intentes tranquilizar a tu prójimo cuando está enojado, ni consolarle cuando (su pariente) difunto yace ante él.  No le preguntes cuando está  haciendo una promesa, ni te esfuerces en verlo cuando  va por malos caminos.

 

Rabí Shimon hijo de Rabí Eleazar, alumno de Rabí Meir decía: “El bastón de Rabí Meir estaba en mi mano y él me enseñaba la sabiduría (Ierushalmi, Moed Katan 3:A), fue congeneracional y compañero de Rabí Iehuda Hanasí (el
Príncipe).

En ésta “Mishná” nos enseña como comportarnos con un compañero que está bajo presión, o en una situación especial, enojado, apenado u otra situación parecida.


No intentes tranquilizar a tu prójimo cuando esté enojado

Si está enojado, no te apures en tranquilizarlo porque así aumentará su enojo, lo mismo que una poca cantidad de agua no apagará el fuego encendido (Rabí Shimon Durán).

¿Por qué no hacerlo?

Porque al hacerlo, en vez de tranquilizarlo lo afligirás, le parecerá que le deshonras, como si no te importase la ofensa que recibió, como si al hacerlo justificas a la persona que lo ofendió, como si estuvieses de su lado, o como si lo culpas totalmente.

Y si tu amigo está furioso por todas las calamidades que lo cubren al tratar de tranquilizarlo estás agregando más  “aceite” a la hoguera – mejor no lo hagas.


Ni consolarle cuando su difunto está ante él.


El no recibirá tus palabras de aliento y consuelo, ¡cómo ha de consolarse, si su ser querido está ante él!

Cuando finalice el entierro, lo consolarás (Rabenu Simjat).


No le preguntes cuando está haciendo una promesa.

Sucede que una persona hace una promesa y después se arrepiente de haberla hecho, en ese caso deberá dirigirse a un Rabino para que le encuentre una “salida” a su promesa para anularla.

Rabi Moshé ben Maimón (Rambam) escribió un tomo especial en su libro  “Mishné Torá”  sobre el tema denominado “Juramentos” (Nedarim).


Un ejemplo:

Una persona está por contraer matrimonio pero en la víspera de su boda tuvo un fuerte cambio de palabras con su futuro suegro.

En medio de la pelea dijo:

Prometo no casarme con la mujer que tiene como padre a un mentiroso.

Su amigo, testigo de ésta desagradable situación, quiso tranquilizarle y encontrar una  “salida”  a su promesa y dijo:

¿Dime si descubres que te equivocaste, y el padre de tu novia no es un mentiroso, cumplirás tu promesa?

Furiosos dijo: ¡Ya juré!, ¡y no me casaré con ella aunque su padre no sea un mentiroso!

Después de un tiempo, el hombre en cuestión, se arrepintió de todo lo sucedido, y finalmente se descubrió que el padre de su prometida no mintió.

Si su amigo no se hubiese involucrado, la condición (de que su suegro era un mentiroso) se hubiese anulado.

Ahora, le es muy difícil al Rabino solucionar este problema y puede, que nunca se podrá encontrar una salida legal al juramento realizado… Bueno la hay pero muy triste; si el padre de la novia falleciera, podrá casarse con su hija.

De éste caso hemos de aprender que no hay que tomar ninguna actitud cuando una persona escucha a alguien hacer una promesa hasta analizar el caso y estudiar las posibilidades de anular esa promesa o juramento.


Ni te esfuerces en verlo cuando va por malos caminos  

No lo veas cuando efectúa una mala acción, cuando comete algún pecado, porque… se avergonzará.

En ésta situación mejor será no visitarlo por que está prohibido avergonzar al prójimo.

Puede también que la persona recapacite y se arrepienta de las cosas malas que hizo, y sigue a propósito, por el mal camino.

Cuentan que el Jazon-Ish,  acompañado por uno de sus alumnos fue a visitar una familia, al llegar a la entrada escuchó voces y gritos de uno de los departamentos vecinos, parecía ser que un hombre y su esposa discutían a viva voz.

Sin detenerse el Rabí, salió rápidamente del lugar, después de caminar sin parar, con la intención de alejarse de la casa en cuestión, detuvo sus pasos para descansar, su acompañante le preguntó la razón de su actitud, a lo cual así contestó el Rabino:  Escuché, que la discusión venía de la casa donde vive una persona que conozco personalmente, temí que me viera, y se siente ofendido y dolorido, al saber que yo escuché lo sucedido con su esposa. Por esa razón preferí escapar del lugar.

 


MISHNA 19

 

(יט) שְׁמוּאֵל הַקָּטָן אוֹמֵר,(משלי כד) בִּנְפֹל אוֹיִבְיךָ אַל תִּשְׂמָח וּבִכָּשְׁלוֹ אַל יָגֵל לִבֶּךָ, פֶּן יִרְאֶה יְיָ וְרַע בְּעֵינָיו וְהֵשִׁיב מֵעָלָיו אַפּוֹ:



19. Samuel el pequeño dice: con la caída de tu enemigo no-té alegres, y cuando tropiece no se regocije tu corazón, no sea que lo vea el  Señor  y  le  parezca  mal  y aparte de él su ira (Mishle 24:17/18).


 

Leemos en el Tratado de Sanhedrín (11:1).

Los Rabinos han enseñado: “El calendario sólo puede ser establecido por un tribunal, nombrado especialmente para llevar a cabo tal cometido”.

Se cuenta que Rabán Gamliel ordenó: haced subir a mi habitación a siete sabios para tal fin. Cuando el Rabino subió a su habitación, se encontró con que había ocho personas, y entonces preguntó: ¿quién de vosotros subió sin permiso? Samuel el Pequeño, se levantó y dijo: yo soy el que se presentó sin autorización; pero he venido no para participar en la intercalación del año, sino para aprender cómo se aplica esta ley en la práctica.  Raban Gamliel le dijo:  puedes sentarte, hijo mio; sois dignos de que cada año sea intercalado por vosotros.

Sin embargo, los sabios decidieron que el año sólo podría ser ampliado por un tribunal especialmente nombrado para ello. Pero, a decir verdad, no fue Samuel el Pequeño el que acudió a la reunión sin la debida autorización, sino otra persona: pero como no quería avergonzar al compañero culpable, se levantó él (y se acusó).

¿Por que se llamaba Shmuel Acatan? (Shmuel el pequeño), porque era un poco menor (en importancia) que Shmuel, el profeta, y otros opinan que su nombre se debía a que era muy humilde.


Shmuel el pequeño dice: con la caída de tu enemigo, no-té alegres, y cuando tropiece no se regocije tu corazón.

Shmuel acostumbraba citar estos versículos ante aquellas personas que se contentaban al ver a personas en problemas.

La persona que fracasa, un héroe vencido en la guerra, o un hombre pudiente que perdió su riqueza al saber que, sus enemigos se alegran en su desgracia, su corazón y tristeza aumentarán muchas veces más, y esto es más difícil para él, que la pérdida misma.

Le preguntaron a  Iov, ¿Cuál es el momento más difícil que usted ha pasado? La alegría de mis enemigos al saber de mi desgracia, contestó (Magen Avot – Rabí Shimon Durán)

No sea que lo vea el Señor, y le parezca mal, y aparte de él su ira.

El castigo y la alegría por el fracaso del enemigo son demasiado fuertes, y le parezca mal, y aparte de él su ira,
entonces no le castigará más.

Cuando una persona está en desgracia no puede soportar la idea de que otros se alegran al saber de su mal momento.

Se cuenta que un comerciante acostumbraba al perder en un negocio, alumbrar su casa en forma especial y preparar un gran banquete, cuando sus cercanos preguntaron la razón, les dijo: Si los comerciantes han de saber de mi fracaso comercial, se alegrarán, y yo me pondré furioso, ahora que organizó una gran fiesta, pensarán que gané millones y se apenarán por saberme exitoso.

Cuando la persona se contenta con la desgracia ajena adquiere para sí una mala cualidad, el odio a su semejante, y con el tiempo se convertirá en un odio enfermizo, al cual no nadie podrá ponerle freno.

Shmuel el pequeño nos enseña a no odiar a nuestros semejantes y eso es vital para la existencia de una buena sociedad.


 MISHNA 20

 

(כ) אֱלִישָׁע בֶּן אֲבוּיָה אוֹמֵר, הַלּוֹמֵד יֶלֶד לְמָה הוּא דוֹמֶה, לִדְיוֹ כְתוּבָה עַל נְיָר חָדָשׁ. וְהַלּוֹמֵד זָקֵן לְמָה הוּא דוֹמֶה, לִדְיוֹ כְתוּבָה עַל נְיָר מָחוּק. רַבִּי יוֹסֵי בַר יְהוּדָה אִישׁ כְּפַר הַבַּבְלִי אוֹמֵר, הַלּוֹמֵד מִן הַקְּטַנִּים לְמָה הוּא דוֹמֶה, לְאוֹכֵל עֲנָבִים קֵהוֹת וְשׁוֹתֶה יַיִן מִגִּתּוֹ. וְהַלּוֹמֵד מִן הַזְּקֵנִים לְמָה הוּא דוֹמֶה, לְאוֹכֵל עֲנָבִים בְּשׁוּלוֹת וְשׁוֹתֶה יַיִן יָשָׁן. רַבִּי אוֹמֵר, אַל תִּסְתַּכֵּל בַּקַּנְקַן, אֶלָּא בַמֶּה שֶׁיֶּשׁ בּוֹ. יִֵשׁ קַנְקַן חָדָשׁ מָלֵא יָשָׁן, וְיָשָׁן שֶׁאֲפִלּוּ חָדָשׁ אֵין בּוֹ:



20. Elisha ben Abuya dice: quién aprende de niño,  ¿a qué se parece?. A tinta (que sirvió para escribir) sobre papel nuevo.  Y quien aprende (siendo viejo)  ¿a qué puede comparársele?.  A la tinta (con la cual se escribió) sobre papel borrado.


Rabí Iosi ben Yehuda de Kfar Hababli dice: el que aprende de los niños, ¿a qué se semeja?


A quien come uvas agrias y bebe vino de su lagar, y a quien aprende de los viejos, ¿a qué se refiere? A quien come uvas maduras y bebe vino añejo.


Rabí dice: no te fijes en el recipiente, sino en su contenido. Hay recipientes viejos en los que ni siquiera hay (vino nuevo).

Sobre la biografía de Elisha ben Abuya ver (Cáp. 4, Mishná 10).

Rabí Meir tenía una estrecha relación con su maestro Elisha ben Abuya, y tenía esperanzas de hacer que retorne al buen camino.

Leemos en el Talmud Ierushalmi (Jagigá 2:1):  Cuando su muerte estaba ya cercana vino Rabí Meir a visitarlo y le pidió que “haga Teshuvá” (que se arrepiente de sus malas acciones).

Le dijo: (Elisha a Rabí Meir) Y si “vuelvo” ¿me recibirán? contestó Rabí Meir está escrito: “Haces tornar el hombre hasta “el último momento”  y dices  “Tórnese, hijos del hombre” (Tehilim 90:3), hasta estando destrozado y en las últimas reciben su arrepentimiento.

Entonces Elisha comenzó a llorar y así falleció.

Rabí Meir se alegró, parece ser que mi Rabí entregó su alma en medio de la Teshuvá (arrepentimiento).


Elisha ben Abuya dice: quien aprende de niño  el que aprende Torá siendo niño. ¿a qué se parece? A
tinta sobre papel nuevo. 

El papel siendo nuevo, absorbe la tinta y nunca se borrará, lo que se estudia de niño nunca se borrará de la mente.


Y el que estudia de viejo, siendo ya de edad avanzada, ¿a qué se parece? a  tinta  sobre  papel borrado.

  Al escribir sobre un papel borrado, lo escrito se verá confuso y no legible, y fácilmente se borrará, lo mismo sucede con la persona que estudia siendo ya viejo, no lo podrá asimilar y si lo logra, lo olvidará rápidamente.

El estudio en los años jóvenes se asemeja al que trabaja sobre piedra, mientras que el que estudia siendo ya viejo se asemeja a aquel que trabaja sobre arena (su existencia es limitada) (Rabí Menajem Hameiri).


¿El que aprende de los niños a que se asemeja? A quien come uvas agrias y bebe vino de su lagar

La sabiduría de los niños, está mezclada con un sinfín de dudas (Rabí Ovadia de Bartenura), y por eso su estudio no está todavía formado.


¿Y a quién aprende de los viejos a que se parece? A quien come uvas maduras y bebe vino añejo.

Su gusto es bueno y su vino es agradable al paladar,de la misma manera los conocimientos adquiridos por los ancianos tienen forma y contenido.El mejor alumno es el joven.

Y el mejor maestro es el mayor de edad.

(Rabí Shimshon Refael Hirsh)

Cabe destacar que hubo grandes Rabinos que empezaron a estudiar siendo ya de mediana edad. Rabí Akiva tenía cuarenta años, cuando comenzó a estudiar.

La historia judía nos enseña que hombres de edad muy avanzada continúan creando grandes obras, Moshé nuestro Maestro, tenía 80 años cuando los hijos de Israel, salieron de Egipto.

Rabí Akiva tenía 80 años cuando lideró a su pueblo como el dirigente espiritual de la Rebelión de Bar-Kojva y como éstos muchos otros.

Pero, es indiscutible, que mejor será que se comienza a estudiar siendo jóvenes, cuando envejecen, su sabiduría aumenta (Shabat 112:2) no por los conocimientos acumulados, sino por la experiencia adquirida que da profundidad a los conocimientos.

He aquí ejemplos de estudiosos de la Torá que a temprana edad llegaron a escribir obras fundamentales sobre temas judíos.


Rabí Shabetay Cohen

Autor del comentario  “Shaj sobre  Iore-dea (una de las partes del Shulján-Aruj), finalizó su obra a la edad de 23 años.

El  Razá: autor del “Maor” escribió su obra a la edad de 19 años.

El Sabio Rabí  “Maaram Shir” falleció a la edad de 36 años, y hasta entonces alcanzó a escribir comentarios sobre todo el Talmud, y como estos hay miles de ejemplos más.


Una vez dijo Rabí Eliahu Lapián:

Hace treinta y cinco años  estudié  todo el “Shas” (63 Tratados del Talmud), menos dos Tratados  Zbajim y Menajot, y ahora a los setenta años, trato de completarlo, ¿y cuáles son los logros?


Lo que estudié entonces, recuerdo y lo que estudio, ahora no logro recordar.


Rabí dice: no te fijes en el recipiente sino en su contenido

Rabí Iehuda, el príncipe, no mires la parte externa del recipiente.


Si no en su contenido
:
Rabí Iehuda, discrepa con Rabí Iosi bar Iehuda diciendo que como hay un recipiente nuevo, lleno de vino añejo, asi hay jóvenes que su gusto y contenido es semejante al del sabio de edad mayor y hay de estos ancianos de muchos menos conocimientos que los jóvenes (Rabí Ovadia de Bartenura).


Según Rabí, no hay que dejarse llevar por la apariencia exterior, hay un joven que es sabio y hay viejos que son tontos y si es así, ¡mejor es el joven!

Ejemplos: Rabí Eleazar ben Azaria fue nombrado Presidente el Sanhedrín a la edad de 18 años (Se hizo un milagro y le crecieron 18 filas blancas en su barba para que la gente lo respetase (Berajot 28:1).

Rabí Moshé ben Maimón (Rambam) escribió un libro sobre filosofía a la edad de 16 años y comenzó su comentario sobre Pirke Avot (Hamaor) a la edad de 23 años.

El Rama (Rabí Moshé Iserlish) fue nombrado Rabino de Cracov a la edad de 18 años y como éstos muchos ejemplos más.




MISHNA 21

 


(כא) רַבִּי אֶלְעָזָר הַקַּפָּר אוֹמֵר, הַקִּנְאָה וְהַתַּאֲוָה וְהַכָּבוֹד מוֹצִיאִין אֶת הָאָדָם מִן הָעוֹלָם:

21. Rabí Eleazar Hakapar dice: La envidia, la codicia, y la búsqueda de honores sacan al hombre del mundo.

21. Rabí Eleazar Hakapar, contemporáneo de Rabí Iehuda, el príncipe, un hombre muy importante, solía decir: “No seas como el marco superior de la puerta, a donde la mano del hombre no puede llegar, sino se como el umbral, al cual todos pisan si el edificio será destruido, el único que quedará será… el umbral…

( Avot de Rabi Natan 26) 


Rabí Eleazar Hakapar  dice:  La envidia  


Envidia
.
¡Es lo que uno tiene cuando ve a su compañero enriquecerse, o cosechar éxitos tras éxitos y… se avergüenza por no haberlo logrado!
y la codiciadeseo, es porque se ve atraído por toda clase de veleidades hasta perder su alma y su cuerpo. (Rabenu Bejaie)


Y la ambición
y búsqueda de honores dijeron nuestros sabios: Todo aquel que se escapa de la grandeza, ésta lo persigue (Eruvin 13).

Rabí Moshé Raíz, alumno del “Saba de Nobardok” contaba: “En la ciudad de  Kobna  falleció uno de los más ricos y honorables ciudadanos que se vino a menos, y no tenía ni para comer.

Los que lo acompañaron hasta su última morada acongojados por la muerte del señor decían: ¡El hombre murió de hambre!

Al oírlos Rabí Israel Salanter exclamó:

El hombre no murió de hambre sino por causa de “Kavod” (búsqueda de honor) y de orgullo.

Si hubiese entendido su situación, pediría ayuda, y no se hubiese muerto de hambre.

¡El honor lo sacó del mundo!


Sacan  al  hombre  del  mundo

La envidia, la codicia y el honor son tan peligrosas, que se pegan al hombre, y lo acompañan hasta la muerte, al tener esas cualidades perderá su mundo y saldrá de él.


Pero hay una clase de envidia que es positiva.

Aquel que envidia a su amigo porque es más inteligente que él, que estudia como él, pero sus logros son superiores a los suyos.  Sobre  esto dijeron nuestros Sabios: La envidia de los escribas (Sabios), aumenta la sabiduría también ésto se llama envidia, a pesar de que es positiva, el que envidia a su compañero por ésta razón hará todo lo posible para ser como él.

Un grupo de ricos comerciantes de cereales se apersonaron ante el justo Rabí David de Talna pidiendo su consejo y bendición.
El año pasado era un año de sequía, y los cereales subieron de precio, pensaron que también éste año se cotizarían a alto precio por eso no quisieron vender al comienzo de año, pero los precios siguieron bajando,  y pueden perder un dineral.

Les contestó el Rabí: quién dio sustento y comida a los pobres en la sequía, ¡dará también a los ricos en un año de abundancia!

Hay gente que se olvida que el mundo no fue creado solamente para “su provecho”. Hay entre ellos que no piensen ayudar a otros, sino que están dispuestos a hacer daño a otros aunque sea por una pequeña ganancia.

La envidia, la codicia y los honores sacan al hombre del mundo ¿a dónde?

Hay quienes explican que pierden el Olam Haba (mundo venidero). Rashi.

Hay quienes  opinan que acortan los días de los seres humanos.

 


MISHNA 22

 

(כב) הוּא הָיָה אוֹמֵר, הַיִּלּוֹדִים לָמוּת, וְהַמֵּתִים לְהֵחָיוֹת, וְהַחַיִּים לִדּוֹן. לֵידַע לְהוֹדִיעַ וּלְהִוָּדַע שֶׁהוּא אֵל, הוּא הַיּוֹצֵר, הוּא הַבּוֹרֵא, הוּא הַמֵּבִין, הוּא הַדַּיָּן, הוּא עֵד, הוּא בַּעַל דִּין, וְהוּא עָתִיד לָדוּן. בָּרוּךְ הוּא, שֶׁאֵין לְפָנָיו לֹא עַוְלָה וְלֹא שִׁכְחָה וְלֹא מַשּׂוֹא פָנִים וְלֹא מִקַּח שׁוֹחַד, שֶׁהַכֹּל שֶׁלּוֹ. וְדַע שֶׁהַכֹּל לְפִי הַחֶשְׁבּוֹן.
וְאַל יַבְטִיחֲךָ יִצְרֶךָ שֶׁהַשְּׁאוֹל בֵּית מָנוֹס לָךְ, שֶׁעַל כָּרְחֲךָ אַתָּה נוֹצָר, (וְעַל כָּרְחֲךָ אַתָּה נוֹלָד), וְעַל כָּרְחֲךָ אַתָּה חַי,
וְעַל כָרְחֲךָ אַתָּה מֵת, וְעַל כָּרְחֲךָ אַתָּה עָתִיד לִתֵּן דִּין וְחֶשְׁבּוֹן לִפְנֵי מֶלֶךְ מַלְכֵי הַמְּלָכִים הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא:


 


22.
(También) solía decir: Los nacidos habrán de morir y los muertos (volverán) a vivir, los vivos habrán de ser
juzgados conocerán, proclamarán y darán a conocer que Él es HaShem, el Hacedor, el Creador.


El es quien comprende . El es el juez, el testigo ,el demandante.  Él en el futuro juzgará.  Bendito Él es quien comprende. Él es el juez, el testigo, el sea.



Ante El no hay injusticia, ni olvido, ni preferencias, y no acepta cohecho. Has de saber que todo se hace según la cuenta (depende de nuestras acciones).  No te asegura tu instinto que el sepulcro sea un refugio para ti, ya que sin tu voluntad fuiste hecho, sin quererlo, tu naciste, a pesar tuyo vives, y a pesar tuyo morirás, y pese a ti, en el futuro, habrás de dar cuenta (de
tus actos) ante un rey, Rey de Reyes el Santo – bendito sea.
El autor de esta  “Mishná”  Rabí Eleazar Hakapar previene al ser humano diciéndoles que deberá rendir cuentas por sus actos y por eso mejor hará en ordenar su acto y hacer Teshuvá (introspección). Solía decir: Rabí Eleazar bar Kapará.


Los nacidos habrán de morir

Los seres vivientes, morirán, pero vendrá un día, en el cual los muertos volverán a vivir.


Los vivos habrán de ser juzgados

Cada uno tendrá su juicio ante HaShem


Conocerán
: por sí mismos.

Proclamarán: a otros


Y darán a conocer
: para que sea claro y comprensible para todos los seres humanos.


Estos conceptos deberán aprender y enseñarlos a otros y reforzarlos en nuestra mente.

1. Que Él es HaShem.
Fuerte, celoso y vengador, es Uno, todo fue creado por Él, el mundo entero debe cumplir sus mandamientos y Él en su tiempo, juzgará a todos.

2. Él  es  quien comprende.
Todas las acciones de los hombres, antes de ser realizadas.

3. Él es el juez.
De todo lo existente, el testigo, porque sabe todo lo que hace el hombre.

4.Él es el demandante.
Que lleva el hombre a juicio. HaShem tiene un triple rol, lo que no sucede con el aparato judicial de los seres humanos que al ocupar esas funciones un ser de carne y hueso el juicio seguramente no será justo, pero HaShem ocupa esos cargos y Su juicio es verdadero y justo porque…

5. Ante  Él no hay injusticia, ni olvido, ni preferencias, ni cohecho.

No hay sospecha alguna en el Juez celestial, ya que todo le pertenece.

El no hará diferencias entre pobres y ricos, no tomará ninguna clase de soborno.

Recompensará por el cumplimiento de un precepto y castigará por cada pecado realizado.


¿Sobre qué bases juzgará a los humanos?


Has de saber que todo se hace según la cuenta.

Se tendrá en cuenta el comportamiento de cada ser humano, las buenas acciones y también las malas serán tomadas en cuenta.

También los sufrimientos serán tomados en cuenta cuando presentemos cuentas ante el Tribunal Celestial.

Y así se cuenta sobre el Jafetz-Jaim:

El Sabio Rabí acostumbraba dar una clase los sábados por la tarde.Una vez entre otras se expresó diciendo que lo que la gente piensa sobre la viva descripción del  Infierno  que está minuciosamente delineada en el libro “Rehist-Jojma” es una exageración – es una gran equivocación.


Todo eso es una real verdad.

Entre los oyentes se encontraba uno de sus mejores alumnos que al escuchar las palabras del Rabino comenzó a temblar y sufrió un pequeño ataque al corazón que puso en peligro su vida.

Pasó un tiempo, y con la ayuda de HaShem, mejoró.

Después de levantarse de su lecho de enfermo visitó al Rabino y éste volvió a decir que todo lo escrito en aquel libro era verdad y agregó:

Lamento no haber agregado algo más, si lo hubiese hecho no te hubieses enfermado, y es lo siguiente: “Si el hombre supiese que los sufrimientos en éste mundo restan los sufrimientos en el “Gheenam” (infierno) allá en el  “Olam Habá”  (mundo por venir) no dudaría en recibir sobre sí los sufrimientos de Yob (Iov).

Aprendiendo a recibir castigos y sufrimientos en éste mundo, deberá estar feliz, porque nos redimirán de todo castigo en el mundo por venir.


No te asegure tu instinto, que el sepulcro sea un refugio para ti

No pienses que después de muerto, no hay juicio ni castigo  ¡lo hay! serás juzgado y castigado, por los pecados que  cometiste, ¿Por qué? …

Ya que sin tu voluntad fuiste hecho.

El hombre nace, vive y muere sin que se le pregunte, todo está en las manos de HaShem; como nació  sin que se le pregunte su opinión así deberá presentarse a juicio, aunque no quiera hacerlo. ¡No hay escape! Todo está en manos de HaShem.

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Capítulo 5



PIRKEI AVOT



“TRATADO DE LOS PRINCIPIOS”


Capítulo  5

Mishna 1


Mishna 2

Mishna 3

Mishna 4

Mishna 5

Mishna 6

Mishna 7

Mishna 8

Mishna 9

Mishna 10

Mishna 11

Mishna 12

Mishna 13

Mishna 14

Mishna 15

Mishna 16

Mishna 17

Mishna 18
Mishna 19 Mishna 20

Michna 21

Mishna 22

 



MISHNA  1

 

(א) בַּעֲשָׂרָה מַאֲמָרוֹת נִבְרָא הָעוֹלָם. וּמַה תַּלְמוּד לוֹמַר, וַהֲלֹא בְמַאֲמָר אֶחָד יָכוֹל לְהִבָּרְאוֹת, אֶלָּא לְהִפָּרַע מִן הָרְשָׁעִים שֶׁמְּאַבְּדִין אֶת הָעוֹלָםשֶׁ נִּבְרָא בַּעֲשָׂרָה מַאֲמָרוֹת, וְלִתֵּן שָׂכָר טוֹב לַצַּדִּיקִים שֶׁמְּקַיְּמִין אֶת הָעוֹלָם שֶׁנִּבְרָא בַּעֲשָׂרָה מַאֲמָרוֹת:

 

1.Con Diez palabras fue creado el mundo ¿Por qué no dice con una palabra, podría haber sido creado?, pero para castigar a los malvados que hacen perecer el mundo, fue creado con diez palabras, y para dar buena recompensa a los justos que mantienen al mundo que fue creado con diez palabras.

 

Este capítulo trae “Mishnaiot”, ordenadas según el orden de los números que aparecen en ellas.

Las Mishnáiot (1,2,3,4,5-6) comienzan con la palabra  Diez.

El número (7 y la 8) con la palabra  Siete.

Las  “Mishnáiot”  (11,12,13,14,15) con: Cuatro.

La  (16,17,18,19) con la palabra Todo.

La razón es simple: El orden detallado en este capítulo ayuda a recordar mejor las “Mishnáiot”.


Con  diez  palabras fue creado el  mundo.

Nueve veces está escrito en el capítulo que detalla la Creación “Vaiomer Elokim” (dijo  HaShem).

El primer versículo que comienza con  “Breshit bará” (Al principio creó), es considerado palabra de HaShem (Rabí Ovadia de Bartenura).


¿Qué nos enseña?
,
¿Porqué no creó HaShem el mundo con una sola palabra?

Para enseñarnos que el mundo no fue creado de una sola vez, sino por medio de diez palabras.

Aunque HaShem podía haber creado Su mundo de una sola vez diciendo: ¡Dijo HaShem, que sea el cielo y la
tierra, que haya luz y cielo!


Pero
, viene la Torá a relatarnos que el mundo fue creado por medio de diez palabras, para enseñarnos la importancia del mundo en el cual vivimos


Para castigar a los malvados que hacen perecer al mundo, que fue creado en diez palabras.

Los malvados con sus malas acciones peligran la existencia del mundo y sus habitantes.


Y para dar buena recompensa a los justos que mantienen al mundo que fue creado con diez palabras.

los justos al hacer buenas acciones, justifican la existencia del mundo.

Así leemos en Avot de Rabí Natan: “Para enseñarte que todo aquel que observa una mitzva (precepto)  es como
si reforzara con sus manos todo este mundo que fue creado con diez palabras”.

Y todo aquel que infringe la ley, cometiendo un pecado, profanando el sábado, y todo aquel que hace perder un
alma de Israel; es considerado como si echó a perder el mundo que fue creado con diez palabras (31).

Al leer nuevamente la “Mishná” nos preguntamos: Es lógico y justo que para recompensar a los justos creó HaShem el mundo con diez palabras pero ¿por qué HaShem que es justo y compasivo no juzgará y castigará a los malvados que hacen perecer en el mundo que fue creado en una sola palabra?

Rabí Eliahu Lapian nos explica con este ejemplo:

El reloj, como es sabido, está compuesto por muchas piezas, cuando una de ellas sufre un desperfecto, el reloj deja de funcionar.

Pero, así también resulta fácil de componerlo, y al hacerlo vuelve el reloj a funcionar.

Ahora bien, ¿qué sucedería si el reloj estuviera compuesto de una sola pieza?

Toda descompostura, por más pequeña que sea, haría efecto en el funcionamiento general del reloj, y no habría la posibilidad de repararlo, la salida sería construirlo nuevamente.

Proyectemos el reloj a nuestro ambiente.

Los “Sabios del mundo”, definen al ser humano como un “pequeño mundo”, compuesto de polvo de la tierra,
– la materia física – junto a la “Neshama”, alma espiritual, cuyo origen proviene de  bajo el “sillón de HaShem Itbaraj” (D-s bendito).

Así es en el “macro – mundo” es de carne y hueso, y así vemos el cuerpo del mundo, pero su raíz y  base es el
“mundo espiritual”; el cual nosotros de carne y sangre no podemos ver y concebirlo, y éste es el “Olam-Haba”, el mundo por venir.

Los malvados, con sus actos y pecados puede dañar éste “mundo material” pero el Mundo Superior, Espiritual, por causa de sus acciones, se daña mucho más.

Por esa razón, si el mundo hubiese sido creado con una sola palabra, el pecado podría traer una destrucción mayor, y por ende el castigo sería a su acorde, y no podría ser perdonado. Al ser creado el mundo con diez palabras, el pecador daña solo una parte del mundo, y puede hacer “Tikún (arreglar lo dañado) y pagar su deuda con su
castigo.

La creación del mundo con diez palabras es un acto de merced y compasión para limpiar el pecado, y así
reconstruir lo dañado.





MISHNA  2

 

(ב) עֲשָׂרָה דוֹרוֹת מֵאָדָם וְעַד נֹחַ, לְהוֹדִיעַ כַּמָּה אֶרֶךְ אַפַּיִם לְפָנָיו, שֶׁכָּל הַדּוֹרוֹת הָיוּ מַכְעִיסִין וּבָאִין עַד שֶׁהֵבִיא עֲלֵיהֶם אֶת מֵי הַמַּבּוּל. עֲשָׂרָה דוֹרוֹת מִנֹּחַ וְעַד אַבְרָהָם, לְהוֹדִיעַ כַּמָּה אֶרֶךְ אַפַּיִם לְפָנָיו, שֶׁכָּל הַדּוֹרוֹת הָיוּ מַכְעִיסִין וּבָאִין, עַד שֶׁבָּא אַבְרָהָם וְקִבֵּל (עָלָיו) שְׂכַר כֻּלָּם:

 

2. Diez generaciones (se sucedieron) de Adam a Noaj, para dar a conocer cuanto es la paciencia del Señor, pues todas (éstas) generaciones le fueron irritando hasta que descargó sobre ellas las aguas del diluvio.


Diez generaciones (vivieron) de Noaj a Abraham, para mostrar cuan paciente es el Señor, pues todas (estas)
generaciones le irritaron hasta que vino Abraham, nuestro padre, y recibió la recompensa de todas ellas.


 

Esta “Mishná” nos enseña la finalidad de los relatos bíblicos.


Diez generaciones
(se sucedieron) de Adam a Noaj.

Adam, Shet, Enosh, Keinan, Mahalalel, Iered, Janoj, Metushelaj, Lemej, Noaj.


Para dar a conocer, cuanto es la paciencia del Señor pues todas las generaciones le fueron irritando
, como está escrito: Y vio HaShem, que era grande la maldad del hombre en la tierra (Breshit 6:5), pero esperó a los malvados y no los castigó, por si se arrepienten y vuelven al buen camino (Rashi), HaShem no trajo el diluvio de
inmediato.

Leamos en el libro Bereshit: y dijo HaShem a Noaj: El fin de toda carne ha llegado delante de Mí ….

“Haz para ti un arca de madera (Idem: 13-14) y en Rashi: Si HaShem posee tantos caminos para salvar a sus criaturas ¿por qué hubo de molestar a Noaj con esta construcción?, para que la gente de su generación lo viera ocupado en ésta labor durante ciento veinte años y le preguntaran: que es lo que estás haciendo, entonces él les
respondería  “HaShem se dispone a traer un diluvio sobre el mundo”   y ellos al oír tal cosa, quizás se arrepentirán

Cuando HaShem vio que nada les ayudaba a recapacitar, ni la labor de Noaj, aún así no decidió perderlos para siempre y les dio otra oportunidad y fue la lluvia sobre la tierra (Idem, 7:12), y más adelante en el versículo 17, leemos  “Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra  ¿por qué habla primero sobre lluvia y después sobre diluvio? Al principio HaShem mandó una lluvia “liviana” para que recapaciten y hagan “Teshuvá” y cuando no lo hicieron, las lluvias se volvieron diluvio.

1656 años esperó HaShem, una y otra vez les dio oportunidad a la humanidad para que se salve de la destrucción, y como vio que le irritaron con su corrupción, finalmente les trajo el diluvio.


Hasta que descargó sobre ellos las aguas del diluvio

HaShem tiene compasión por sus criaturas, pero no por siempre. Cuando vio que no recapacitaron les trajo el
diluvio.

Así sucedió en muchos de los capítulos de nuestra historia.


Rabí Iona de Gerondi
,
que vivió en España, (siglo XII) escribe: Así debes pensar sobre nuestro exilio en los países de los romanos (se refiere a los cristianos) y no digas cuántos días y años ya pasaron de la desaparición del imperio romano y todavía estamos en el exilio.

Tanta paciencia les tiene. Haz de saber que al final les dará su merecido y nos salvará y redimirá, porque es grande en Su paciencia, pero en el final de los días recordará los pecados de esas generaciones.


Diez generaciones de Nóaj a Abraham:

Shem, Arpajshad, Eber, Peleg, Reú, Serug, Najor, Teraj y Abraham (Bereshit c.11)


Para mostrar cual paciente es el Señor, pues todas estas generaciones le irritaron

Todas esas generaciones servían a la idolatría y a pesar de eso HaShem no los destruyó como hizo con la generación del diluvio, porque si así hubiese sido, Teraj hubiese fallecido y Abraham no hubiese nacido (Rabí Iosef Iaabetz).

Dieron un ejemplo, a aquella persona que odiaba las uvas, y se propuso a destruir el árbol de la viña, pero… gustaba del buen vino y por eso no  destruyó  el viñedo.

HaShem podía destruir el mundo por causa de los malvados pero Él, que mira constantemente hasta el fin de
las generaciones sabe que los “malvados”  saldrán hombres justos.

A eso se debe Su gran paciencia y con esta reconocemos Su gran sabiduría.

En la historia judía conocemos a Tzadikim (justos) descendiente de malvados, entre ellos Nebuzaradan, que era un converso.

Los hijos de Sisra estudiaron Torá en Ierushalaim.

Los hijos de Sanjeriv enseñaron Torá.

Rut, la moavita, salió de Eglón, rey de Moav.

Onkelos era el sobrino del emperador romano, Tito el malvado.

Rabí Meir, descendiente de Nerón el emperador romano.

Rabí Akiva, descendiente de Sisra.


Hasta que vino
Abraham, nuestro padre, y recibió la recompensa de todas ellas.

La recompensa que hubiesen recibido, al hacer Teshuvá (arrepentimiento) (Rashi).

Podemos preguntar, por que recibió Abraham la recompensa de todas las generaciones ¡Qué le den su recompensa y nada más!.

Cada momento, día, y año, cada generación conlleva consigo su revelación. Cada generación tiene su propio
carácter y experiencia. La generación de Jizkiau, la de Rabí Iehuda bar Ilay y como éstas muchas otras.

Todas las revelaciones de la existencia del mundo están ya prevista de antemano, desde la creación hasta el fin de las generaciones. Como también fue fijado el lugar de cada “Neshama”, su función dentro del orden de los sucesos, como así los medios que necesitarán para cumplir su cometido.

Y cada uno de nosotros, tenemos que elegir si cumplirá, o no su misión.

Sucede que a veces ocurre un giro en el proceso de las revelaciones de una o varias generaciones, y en ese tiempo, hay posibilidad que una persona reciba una gran abundancia del “Mazal” superior que cambie su “Mazal” particular, de un lado a su extremo y eso fue lo que pasó con Abraham, el patriarca.

Abraham nació con el nombre “Abram”, porque tenía una función ser “Ab-aram”, el padre espiritual de los habitantes de Aram-Naharaim (Mesopotamia) y en éste contexto no engendraría hijos. Pero él vivió al final de las diez generaciones que irritaron al Señor, y siendo así se generó un cambio en el desarrollo de las revelaciones de todo el mundo.  Y Abraham eligió ser el primero en descubrir la fe pura en HaShem, bendito sea y enseñar el camino a los hombres de su generación, a pesar de todo lo sucedido durante las diez generaciones. Y así ameritó recibir la “recompensa de todos” Abraham descubrió lo que debían descubrir todas las generaciones anteriores. Abraham se convirtió en “Ab-hamón Goym”, el padre de muchos pueblos y de él se desprende la meta de toda la
Creación su “Mazal” cambió, Abraham tendrá hijos, que serán voceros del ideal hacia el “Tikún general”, y la venida del Meshiaj.



MISHNA  3

 

(ג) עֲשָׂרָה נִסְיוֹנוֹת נִתְנַסָּה אַבְרָהָם אָבִינוּ עָלָיו הַשָּׁלוֹם וְעָמַד בְּכֻלָּם, לְהוֹדִיעַ כַּמָּה חִבָּתוֹ שֶׁל אַבְרָהָם אָבִינוּ עָלָיו הַשָּׁלוֹם:

 

3. Diez veces puso a prueba a Abraham, nuestro padre, y resistió a todas ellas para dar a conocer, cuan (grande era) el amor de Abraham, nuestro padre.

Diez veces, puso a prueba a Abraham, nuestro padre

Rabí Moshé Ben Maimón (Rambam) enumera las pruebas:


1)  
La salida de su tierra natal.

2) El hambre de la tierra de Kenaan.

3) Sara, su esposa, fue llevada a la casa del Faraón.

4) La guerra con los cuatro reyes.

5) Tomó como esposa a Hagar, ya que no tuvo hijos de Sará, cosa que lo apenó.

6) La circuncisión a su vejez.

7) Sara fue llevada a la casa de Abimelej.

8) Su divorcio de Hagar después de que nació Ishmael.

9) El alejamiento de su hijo Ishmael.

10) El sacrificio de Itzjak.

Y ¿por qué fue probado en diez pruebas – ¿no más y no menos? – porque con “diez palabras fue creado el mundo” (Rabenu Simja) para enseñarte que el mundo existe por su mérito (Rashí).

Sabía, HaShem, que sus hijos lo probarían diez veces, en el desierto como está escrito: “Y me probaron  yadiez veces y no han escuchado mi voz” (Bamidbar 14:22) – y adelanto el remedio a la enfermedad (Pirkei Rabí Eliezer).

Hay personas que aman a su mujer más que a sus cuerpos y los hay… que prefieren sus cuerpos a su mujer, hay quien aman a sus hijos más que a todo, hay quienes eligen al dinero y a sus bienes materiales por sobre todo… y Abraham, el patriarca, pasó por todas y resistió a todas ellas (Rabí Iosef Iaabetz).

En ésta Mishná, agrega la palabra “abinu” (nuestro padre) a Abraham, en la anterior lo cita “Abraham” a secas. ¿Cuál es la razón?

Explica Rabí Jaim de Volozin en su libro “Ruaj-Jaim”

Dice el Rey Shlomo en su libro Mishle (Proverbios):

El justo anda en su integridad, sus hijos son benditos después de él (20:7)

El justo, al adquirir cualidades y realizar premisas, aunque a costo de mucho esfuerzo, hará que lo logrado por él se convierta en un comportamiento natural, para sus hijos y nuestra historia los prueba.

Muchos de nuestros hermanos judíos, que parecían simples personas, entregaron sus vidas en aras del “Kidush-HaShem” (nombre del Señor), por la observancia de los preceptos, por defender con sus vidas el ideal judío.

¿De donde recibieron el valor?

De Abraham, nuestro patriarca, que entregó su vida al ser tirado al horno de fuego en “Ur-Casdim” por su fe.

Todas las diez pruebas aplanaron el camino.

Y si una persona se levanta una mañana con el deseo de dejar la diáspora y vivir en Israel, es de la prueba que pasó con Abraham cuando dejó su tierra natal, por mandato de HaShem, para ir a Eretz-Israel, y como ésta todas las otras pruebas.


Y resistió a todas ellas:

A pesar de sus sufrimientos, no dudó de HaShem, y pasó todas las pruebas.

Dijo Rabí Akiva: Todo lo que hace el Santo bendito sea, es para bien (Berajot 61)

Todo el que quiere resistir ante las pruebas que se le presentan, debe armarse de “amor a la Torá” y las mitzvot (preceptos), todo el que tiene amor, tiene voluntad, Abraham no dudó de HaShem, porque lo amaba, y el amor a HaShem le dio fuerza. 


Para dar a conocer, cuán grande era el amor de Abraham, nuestro padre
.

Cuán grande era el amor de Abraham, nuestro padre a HaShem y cuán grande era el amor de HaShem a nuestro
padre Abraham.




MISHNA  4

 

(ד) עֲשָׂרָה נִסִּים נַעֲשׂוּ לַאֲבוֹתֵינוּ בְמִצְרַיִם וַעֲשָׂרָה עַל הַיָּם. (עֶשֶׂר מַכּוֹת הֵבִיא הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא עַל הַמִּצְרִיִּים בְּמִצְרַיִם וְעֶשֶׂר עַל הַיָּם).
עֲשָׂרָה נִסְיוֹנוֹת נִסּוּ אֲבוֹתֵינוּ אֶת הַמָּקוֹם בָּרוּךְ הוּא בַמִּדְבָּר, שֶׁנֶּאֱמַר (במדבר יד), וַיְנַסּוּ אֹתִי זֶה עֶשֶׂר פְּעָמִים וְלֹא שָׁמְעוּ בְּקוֹלִי:

 

4. Diez milagros fueron hechos para nuestros antepasados en Egipto y (otros) diez junto al mar.


Diez plagas envió el Santo bendito sea, contra los egipcios y (otras) diez, junto al mar.


Diez veces, pusieron a prueba, nuestros antepasados al Santo bendito sea, en el desierto, según está escrito y tentaron me éstas diez veces y no oyeron mi voz (Bamidbar 14:22).

 


Diez milagros fueron hechos para nuestros antepasados en Egipto

HaShem los salvó por medio de las diez plagas con las cuales fueron golpeados los egipcios Según la razón y la
lógica, las plagas debían golpear a egipcios e israelitas por igual, ya que los dos pueblos habitaban esa tierra pero el Santo bendito sea, diferenció a los dos pueblos. (Rabenu Bejaie) las diez plagas fueron: Sangre, Ranas, Piojos, Bestias, Peste, Ulceras, Granizo, Langosta, Oscuridad y Muerte de los primogénitos.


 


Y  (otros) diez, junto al mar

Así trae el Midrash: Cuando llegaron nuestros padres junto al mar, les dijo Moshé, nuestro Maestro: Levántense y crucen.

Le dijeron: no lo haremos hasta que el mar se convierta en agujeros (secos), como dice el profeta “Traspasas con sus mismas lanzas a los jefes de los guerreros” (Habakuk 3:14).

Les dijo, ¡ahora crucen!

Le dijeron: No pasaremos hasta que el mar se vuelva un valle como está escrito.

Golpeó el mar, y el mar se volvió un valle:

Partió el mar, y dejó a ellos pasar (Tehilim 78:13) y como desciende el ganado a un valle (Isheiahu 63:14).

Les dijo Moshé, ¡crucen el mar!

Le dijeron: no pasaremos  hasta que se vuelva partes como está escrito: “Al que dividió el Mar Rojo en partes” (Tehilim 136:13).

– ¡Les dijo Moshé, ahora crucen!

Les dijeron: no pasaremos hasta que las aguas se conviertan en materia.

Tomó  Moshé su bastón, golpeó el mar, y se convirtió en barro, como está escrito: “Tu marchas sobre el mar con
tus caballos (a través) del oleaje, de las grandes aguas (Habakuk 3:15).

Les dijo Moshé: ¡Ahora crucen!

Le dijeron: no pasaremos hasta que el barro no se convierta en desierto

Tomó, Moshé, su bastón y golpeó el mar, como cita el versículo, “y los hizo pasar,  por  los  abismos,
como  por  tierra  seca” (Tehilim 106:9).

Les dijo Moshé: ¡crucen el mar!

Le dijeron: no cruzaremos hasta que se convierta en hendidores.

Moshé tomó su bastón y golpeó el mar: como está  escrito: “Tu hendiste el mar, con tu potencia (Tehilim 74:13)

Les dijo Moshé: ¡ahora crucen!

Le dijeron: no cruzaremos hasta que el mar se convierta en roca.

Moshé tomó su bastón y golpeó el mar: como está escrito: Quebrantaste las cabezas de los monstruos de las aguas (Idem13)

Les dijo: ¡Ahora crucen!

No pasaremos el mar, hasta que se convierta en tierra seca.

Tomó Moshé el bastón y golpeó el mar y así leemos:

Volvió el mar en tierra seca (Idem, 66:6) y los hijos de Israel anduvieron en seco por el medio del mar (Shmot 14:29)

Les dijo Moshé: ¡ahora crucen!

No pasaremos hasta que se vean muros.

Tomó Moshé su bastón y golpeó el mar: y así leemos: Teniendo las aguas por muro a su diestra y a su siniestra
(Idem).

Les dijo Moshé:  ¡Ahora crucen el mar!

No pasaremos hasta que se vuelvan odres.

Tomó Moshé su bastón y golpeó el mar, como está escrito: “detuvierónse las corrientes como un montón – odres”
(Idem 15:8).

Y de las odres, salían aceite y miel a las bocas de los niños… Hay quienes dicen que manaba agua viva del mar y bebían… y las nubes desde arriba los cubrían para que el sol, no los dañe y de esta manera pasó el pueblo de Israel para que no sufran en la travesía del mar (Avot de Rabí Cáp. 33)


Diez veces pusieron a prueba, nuestros antepasados al Santo bendito sea, en el desierto, según está escrito y
tentaron me estas diez veces y no oyeron mi voz
(Bamidbar 14.22)

Estas  son:

1) En el Mar Rojo cuando dijeron: Y dijeron a Moshé: ¿Acaso por no haber sepulturas en Egipto, nos trajiste acá para morir en el desierto?  (Shmot 14:11)

2) En Mará: Y murmuró el pueblo contra Moshé diciendo: que beberemos (Idem 15:24)

3) En el desierto de Sin: Y les dijeron los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor, en tierra de Egipto, cuando estábamos sentados junto a la olla de carne (Idem:163).


4-5) Con el maná:
Pero aconteció en día séptimo que salieron algunos del pueblo para recogerlo y no lo hallaron Este 10 (Idem:27). Mas no escucharon a Moshé pues algunos dejaron de ello hasta la mañana, y se llenó de gusanos y hedió (Idem:20).

6) En Refidim: Y el pueblo altercó con Moshé, diciendo “Dadnos agua para que bebamos” (Idem, 17:2).

7) En el “becerro de oro”: Reuniéndose el pueblo alrededor de Aharon y le dijeron: “Levántate y haznos un D-s” (32:1).

8) En “Tab-era”  “Más sucedió que el pueblo, empezó a lamentarse (Bamidbar11:1).

9) En  ” Kibrot Hataavá “ y la chusma (que de Egipto venía en medio) del pueblo, se dejó llevar de una codicia vehemente… y dijeron: ¿quién nos dará de comer carne? (Idem 11:4)

10) Cuando el asunto de los exploradores

Y  tentaron me éstas diez veces y no oyeron mi voz (Bamidbar 14:22) (Según el comentario de Rambam).

Preguntó una persona al Rabino Aharon Iosef Baksht.

¿Por qué HaShem no nos muestra milagros como lo hizo con nuestros ancestros, al salir de Egipto?

Le contestó lo siguiente:
Cuando un niño de temprana edad, comienza a caminar, sus piernas, débiles por sí lo hacen caer y tropezar pues no está seguro de poder caminar para que no caiga, su padre deberá darle su apoyo. Después de un tiempo ya más crecido deberá esforzarse para poder caminar solo; ya el padre no lo sostendrá, lo dejará arreglarse solo. Lo mismo con respecto a los milagros. Cuando Israel salió de Egipto, eran como un pequeño bebé que no tiene fuerzas suficientes, para caminar solo, no tenían de quien aprender los caminos de la fe, había entonces necesidad de mostrarles milagros, para implantarles la fe en HaShem. Pero después de que les otorgó la Torá, tenían que aprender fe de ella y no,  de los milagros.               





MISHNA  5

 

(ה) עֲשָׂרָה נִסִּים נַעֲשׂו לַאֲבוֹתֵינוּ בְּבֵית הַמִּקְדָּשׁ. לֹא הִפִּילָה אִשָּׁה מֵרֵיחַ בְּשַׂר הַקֹּדֶשׁ, וְלֹא הִסְרִיחַ בְּשַׂר הַקֹּדֶשׁ מֵעוֹלָם, וְלֹא נִרְאָה זְבוּב בְּבֵית הַמִּטְבְּחַיִם, וְלֹא אֵרַע קֶרִי לְכֹהֵן גָּדוֹל בְּיוֹם הַכִּפּוּרִים, וְלֹא כִבּוּ גְשָׁמִים אֵשׁ שֶׁל עֲצֵי הַמַּעֲרָכָה, וְלֹא נָצְחָה הָרוּחַ אֶת עַמּוּד הֶעָשָׁן, וְלֹא נִמְצָא פְסוּל בָּעֹמֶר וּבִשְׁתֵּי הַלֶּחֶם וּבְלֶחֶם הַפָּנִים, עוֹמְדִים צְפוּפִים וּמִשְׁתַּחֲוִים רְוָחִים, וְלֹא הִזִּיק נָחָשׁ וְעַקְרָב בִּירוּשָׁלַיִם מֵעוֹלָם, וְלֹא אָמַר אָדָם לַחֲבֵרוֹ צַר לִי הַמָּקוֹם שֶׁאָלִין בִּירוּשָׁלַיִם:

 

5. Diez milagros fueron obrados en favor de nuestros antepasados en el Templo, no abortó (ninguna) mujer por el olor de la carne sagrada, ni se pudrió jamás la carne sagrada, ni (jamás) se vio una mosca en el matadero, ni estuvo sujeto a polución nocturna, el Sumo Sacerdote en el día de Kipur, no apagaron las lluvias el fuego de maderas de la hoguera; no pudo el viento con la columna de humo, no se halló vicio  en el Omer ni en los dos panes, y con el pan de la proposición, permanecieron en pie, apretados pero se prosternaban ampliamente.


No mordió serpiente ni escorpión (a nadie) en Jerusalén jamás, ni ninguna persona le dijo a su prójimo:
estrecho para mí es el lugar para que pernocte en Jerusalén.


 


Diez milagros:

Esta  “Mishná”  nos enseña sobre los milagros que se hicieron en el “Sagrado Templo” en el proceso de las ofrendas, con aquellos que se ocupaban en el culto, en el Templo y sus alrededores. (Rabí Iosef Ibn Aknin)  todo esto viene a resaltar la importancia del Sagrado Templo y de Ierushalaim.

El común denominador de estos milagros es la parte negativa.

El milagro fue que no abortó ninguna mujer por el olor de la carne….  que no se corrompió la carne…. etc.

Acá hay una gran enseñanza.
Los seres humanos estamos acostumbrados a agradecer y alabar a HaShem por toda la bondad que nos otorga, o cuando nos salvamos de una pena o desgracia que nos cayó encima pero, cuando nada malo se nos cruza en nuestro camino, no sentimos obligación alguna en agradecer y alabar al Altísimo.

Debemos agradecer y alabar a HaShem por los milagros negativos de la misma manera que lo hacemos cuando nos
agracia con un milagro en acción.

David, el rey salmista así lo hacía dirigiéndose a HaShem:“Tú eres mi escondedero, de la angustia me guardarás, con cánticos de liberación me rodearás” (Tehilim 32:7) y explica el Rabí HaAlshij: “Tú HaShem, me proteges de toda desgracia, y me guardas para que esta no me ataque, también por esto cantaré y alabaré a HaShem como si me
hubiese salvado de una misma pena”.

 

No abortó (ninguna) mujer, por el olor de la carne sagrada

En el Templo solían cocinar y asar carne, las ofrendas mismas, y la carne para los  “Cohanim”, ésta carne estaba prohibida para otras personas, sabido es que si una mujer encinta huele el olor de la comida, y desea comerla, deben darle a comer, aunque sea un día de ayuno (Tratado de Iome 82:1).

Y si no comerán los dos (la madre y el feto) y si no lo hace los dos están en peligro (Rashi) Por lo tanto le darán también de la carne sagrada.

El milagro que obró en el Templo, fue que el Santo bendito sea cuidaba que las mujeres no abortasen por aquellos olores.


Ni se pudrió jamás  la carne sagrada:

Cuando venía mucha gente a ofrendar sus sacrificios, los Cohanim no podían terminar toda la inmensa cantidad de carne.

…”Cuando no podían ofrendar todo esa misma noche… lo colocaban arriba del altar y allí se quedaba la carne dos o tres días hasta que se desocupaban (los Cohanim) para ofrendarlas… y se obraba un milagro y no se podría (Rashi) no nos olvidemos que el clima de Eretz Israel es muy cálido (especialmente en verano) (Rabí Iosef Najmías)


Ni (jamás) se vio una mosca en el matadero

No muy lejos del altar, había un lugar llamado “el matadero”, habían allá veinticuatro anillos fijos en el suelo (de tierra), y en ellos se colocaban las cabezas de los animales cuando la faena, una vez cada guardia, había veinticuatro guardias de sacerdotes.

Ocho columnas cortas y en cada una había un gancho en el cual colgaban la carne y sacaban el cuero. En ese
lugar había ocho mesas de mármol donde se lavaban las entrañas y menudencias…
y el milagro fue que no se veía ninguna mosca (Rabí Shimon Durán).


Ni estuvo  sujeto  a polución nocturna el Sumo Sacerdote en el día de Kipur

Si hubiese sucedido, estaría descalificado para el oficio de la mañana de Iom Hakipurim, y deberá  ser reemplazado, Por esa razón nombraban siempre un segundo, y sucedió con Rabí Ishmael hijo de Kimjit Cohen-Gadol (Gran Sacerdote) quien salió a hablar con un ministro y un poco de la saliva del ministro, tocó sus ropas lo impurificó y su hermano lo reemplazó (Avot de Rabí Natan 25:5)


No apagaron las lluvias, el fuego de maderas de la hoguera

El altar estaba situado en la “azara”  en el patio del Templo y era un lugar descubierto y a pesar de eso, y de llover a cántaros, sobre el fuego no lo apagaban.

HaShem podía hacer que no lloviese sobre el lugar del Templo y el altar de todas maneras no cambió las leyes de la naturaleza. Para enseñarnos que si una persona sirve a HaShem, no lo interrumpirá aunque se encuentre ante toda clase de inconvenientes; como el fuego encendido sobre el altar, no fue nunca apagado por las lluvias.

Todo el mundo fue creado para servir a la Torá y siendo así, todos los milagros de la Torá son parte de la naturaleza.

Leemos en él (Tratado de Taanit 25:1)

Era víspera de Shabat, al atardecer, Rabí Janina, hijo de Dora vio a su hija triste.

Le dijo: Hija mía, ¿por qué estás triste?

Contestó: el recipiente de vinagre, se cambió y encendí vinagre en lugar de aceite en honor a Shabat.

-¡que te importa!, aquel que dijo el aceite que enciendas, dirá al vinagre que lo haga.

– quedó encendido hasta la hora de  “Havdala”  la oración de la despedida del Shabat (Taanit 25:1)


No pudo el viento, con la columna de humo

Humo de los leños del altar se elevaba a lo alto como una columna y el viento no lo desviaba, subiendo directo al cielo (Tratado de Ioma 21:1). La “Mishná”  nos indica que si fijaremos un tiempo para el estudio, nada nos podrá impedir que estudiemos, de la misma manera que ni el viento, ni las lluvias pudieron con la columna de humo.


No se halló vicio en el “Omer” ni en los  “dos panes” ni en el “pan de proposición”

Si se hubiese encontrado en esos tres preceptos, algo que los invalide, no había forma alguna para arreglarlo, y no se podría observarlos como lo ordena la Torá; de aquí la importancia del milagro.

¿Cómo puede el “Omer” convertirse en “pasul”  contrario a Kasher?  – si un reptil lo hubiese tocado (Rashi)


“Omer”
– es una medida de 400 cm3  y viene de la  “Cábala”

Se le debe ofrendar el 16 de Nisan. Cosechaban esa cantidad para ofrendarlo; si se hubiese descalificado, tendría que cortar otra cantidad igual, cosa que no podrían hacerlo porque solo el 16 de Nisan, es el día que se debe acercar la ofrenda al Templo.


“Dos panes”
(shtei halejem) se traían del “nuevo trigo”

En la fiesta de “Shavuot” y como no se podía hornear en sábado – o día de fiesta (Iom-Tov) – se lo hacía la víspera de la festividad; el tiempo era fijo y si se lo encontraba “pasul” (descalificado), no se podía hacer ya nada.


Pan de proposición:
(lejem hapanim)

En los doce panes también existía la misma ley.  Eran horneados en la víspera del sábado y colocados en una mesa especial en el Templo, el día sábado, también aquí, si quedara “pasul” (descalificado) el precepto quedaría sin ser cumplido.


Permanecían en pie apretados, pero se prosternaban ampliamente.

En el tiempo de “Shalosh regalim” (tres festividades de peregrinaje), el Sagrado Templo estaba repleto de gente, tanta gente había que se apretujaban unos a otros, hasta que sus pies se levantaban del suelo y se paraban en el aire (Rabí Ovadia de Bartenura), y a pesar de eso, cuando se prosternaban ocurría un milagro y lo hacían ampliamente.

Entre cada uno había un espacio de 4 “amot”  (casi 2 metros), para que uno no escuchase la confesión de los pecados de su compañero (Idem) Rabí Jaím de Volozin aprende de esta Mishná que todo depende de la posición que toman los hebreos, si son arrogantes, todo les será estrecho, pero cuando se inclinaban ante HaShem, llenos de humildad, todo les será amplio (Ruaj-Jaim).


No mordió serpiente ni escorpión (a nadie) en Ierushalaim

Ierushalaim protege a sus habitantes, nadie salía dañado.


Ni mordió serpiente:

Leemos el (Tratado de Berajot 33:1) “No es la serpiente que mata, es el pecado que lo hace”.

Nadie pernoctaba en Ierushalaim siendo un pecador.

La ofrenda matinal (Tamid hashajar) expiaba los pecados de la noche, y la ofrenda de la tarde (Ben arbaim) expiaba los pecados del día (Midrash Raba 21:19).

También hoy día los dañinos (animal y a veces seres humanos), no harían daño alguno, si la gente hiciese la voluntad de HaShem (según Rabí Jaim de Volozin – “Ruaj Jaim”).

Y sobre la relación entre la serpiente y el pecado leamos en (Berajot 33:1)

En cierto lugar había una serpiente venenosa que dañaba a las criaturas. Vinieron y se lo comunicaron a Rabí Janina Ben Dosa.

Les dijo:  “Muéstrenme su cueva”.

Al llegar ahí colocó su talón sobre el hueco de la cueva y la serpiente lo picó. Como es sabido, cuando una serpiente de este tipo pica a su víctima, el que primero logra llegar a una fuente de agua es el único que sobrevive. Más a Rabí Janina Ben Dosa le fue realizado un milagro, una fuente de agua brotó bajo sus pies y la serpiente murió.

Luego colocó la serpiente sobre sus hombros y la llevó hasta la casa de estudio. Al llegar allí enseñó:”Miren, hijos, no es la serpiente lo que mata sino el pecado”.

En  aquel momento se dijo: “¡Pobre de la serpiente que se encuentra con Rabí Janina Ben Dosa!”


Ni ninguna persona le dijo a su prójimo estrecho es para mí el lugar, para que pernocte en Ierushalaim.

Todos peregrinaban a Ierushalaim.

Todos encontraban lugar para dormir.

Los habitantes de la ciudad santa recibían a los peregrinos con los brazos abiertos y amplia hospitalidad, no cobraban por el alojamiento.

Los visitantes querían atribuirles por su franca y dadivosa hospitalidad compraban ofrendas de muy buena calidad, y los cueros los dejaban como regalo (Avot de Rabí Natan).

La santidad de Ierushalaim, y el deseo de llegar a la meta, para purificar y elevarse espiritualmente, cada uno a su nivel, no dejaba lugar a sentimientos egoístas, sino a una mayor entrega al servicio de HaShem y al estudio de la Torá.

 


MISHNA  6

 

(ו) עֲשָׂרָה דְבָרִים נִבְרְאוּ בְעֶרֶב שַׁבָּת בֵּין הַשְּׁמָשׁוֹת, וְאֵלּו הֵן, פִּי הָאָרֶץ, וּפִי הַבְּאֵר, וּפִי הָאָתוֹן, וְהַקֶּשֶׁת, וְהַמָּן, וְהַמַּטֶּה, וְהַשָּׁמִיר, וְהַכְּתָב, וְהַמִּכְתָּב, וְהַלּוּחוֹת. וְיֵשׁ אוֹמְרִים, אַף הַמַּזִּיקִין, וקְבוּרָתוֹ שֶׁל משֶׁה, וְאֵילוֹ שֶׁל אַבְרָהָם אָבִינוּ. וְיֵשׁ אוֹמְרִים, אַף צְבָת בִצְבָת עֲשׂוּיָה:

 

6. Diez cosas fueron creadas en víspera de sábado entre dos luces; y son: la boca de la tierra, la boca del pozo, la boca de la burra, el arco iris, el mana, el bastón de Moshé, el shamir, la forma de las letras, la escritura y las tablas del pacto.


Hay quienes dicen: incluso los diablos y la tumba de Moshé, y el cordero de Abraham, nuestro padre, y hay quienes añaden; las tenazas hechas con tenazas.

 


Diez cosas fueron creadas:

Escribe Rabí Moshé Ben Maimón (Rambam), en sus “ocho capítulos”, capítulo ocho que según la fe judía, HaShem creó al mundo en los seis primeros días y desde entonces nada se renovó en el mundo. ”Desde la creación hasta nuestros días todo es dirigido según reglas estipuladas de antemano”. Aquello que ha sido, es y lo será; – y lo que se ha hecho, es lo que se volverá a hacer, pues no hay nada nuevo bajo el sol (Kohelet 1:9).

Esto reúne también  todos los milagros que se hicieron en el pasado, y aquellos que se harán en un futuro.

Los seres humanos, piensan que son nuevos pero no lo son. Todos fueron fijados en las hechuras del génesis.


Pregunta:

Si todos los milagros fueron programados en los seis días de la  creación, ¿Porque nuestra “Mishná” enumera solamente estos? Y no se menciona la ruptura del Mar Rojo, el paso del Yarden (Jordán) el sol que se detuvo en la
época de Ieoshua Ben Num y otros.


Respuesta:

Los otros milagros fueron ya programados de antemano, cuando fueron creadas las distintas cosas de la Creación. Por ejemplo: El segundo día, cuando Elokim separó las aguas, fue ya fijado el milagro de la ruptura del Mar Rojo, el paso del Yardén, para Ieoshua, (Cáp. 3), para  Eliahu el profeta, (Melajim 2:8) y para Elisha (ídem 14).

Al ser creado el sol y la luna en el cuarto día, fue decretado que se detengan al ordenarles Ieoshua: ¡Sol detente en giv-on  y tu oh luna en el Valle de Ayalón! Y se detuvo el sol, y la luna se paró, hasta que la nación se hubo vengado de sus enemigos…  (Ieoshua 10-12:13).

Podemos volver y preguntar: ¿que hay de especial en las diez cosas mencionadas en la Mishná?.

Rabí Menajem Hameiri escribe:

La existencia de nuestra nación, su éxito y la perfección de la fe dependen de éstas diez cosas, si no fuera por ellas, no existirían nuestra nación ni nuestra fe.

Al analizar estos milagros, notaremos, que están relacionados con momentos decisivos y cruciales de nuestra
historia; como cuando se puso en duda la misión de Moshé, nuestro maestro, (affaire Koraj y su congregación) ó cuando quisieron rebelarse a HaShem y volver a Egipto, cuando la ruptura del Mar Rojo y en los otros milagros relacionados con la entrega de la Torá y la construcción del Santuario.


La Boca de la Tierra.

Abrió su boca en los días de Koraj; la misma fue creada en el mismo lugar durante la creación, solo que estaba cubierta hasta ese momento (Rashi Koraj; Bamidbar 16:32).


La Boca del Pozo.

De Miriam (Shmot 17:6) la puerta del pozo se hundió en la roca y de allí fue donde salió agua en el desierto, y cuando Moshé golpeó la roca abrió su boca, que fue creada antes para ese fin. (Rashi)


El Pozo.

Gracias al mérito de Miriam y ¿cómo estaba hecho? La roca tenía forma de colmena y rodaba y acampaba, y el tabernáculo quedaba en su lugar, la roca llegaba al patio del “Ohel – Moed” (Tienda del plazo), y los presidentes de las tribus y decían: “Sube pozo” y subía (Midrash Raba 1:2).

Según nuestros sabios, cuando llegaron los israelitas a Eretz Israel, el pozo de Miriam se hundió en el “Kineret” (Mar de Tiberiades) Y una “forma de puerta de horno” el pozo de Miriam, hay quienes dicen que el agua del pozo  cura enfermos – (Midrash Raba).


La Boca de la Burra.

Entre día y noche en ese momento habló con Bilam! (Rabí Ovadia Bartenura).


El Arco Iris.

Como señal de pacto que no habrá más diluvio “Mi arco puse en la nube, y será para señal del pacto, entre yo y la tierra. (Breshit 9:13).


El Maná.

Que bajó a Israel durante cuarenta años.


El Bastón.

De Moshé que con el se hicieron los milagros. (Shmot 4:17).

El bastón fue creado un viernes muy tarde, el momento entre las dos luces, fue entregado a Adam, el primer hombre, en el Gan del Edén (Paraíso), Adam lo entrega a Janoj, Janoj a Shem, Shem a Abraham, Abraham a Itzjak, Itzjak a Iaakov, Iaakov lo llevó a Egipto y se lo dio a Iosef su hijo, cuando murió, todos sus bienes pasaron al palacio del Faraón. Itro era uno de los hechiceros de Egipto, vio el bastón con sus letras grabadas en él, lo tomó lo llevó a Midián y lo plantó en su jardín, nadie podía acercársele, hasta que llegó Moshé, al entrar al jardín vio el
bastón, leyó lo que estaba escrito, extendió su mano, y lo tomó.

Vio Itro y dijo: este será, en un futuro, el redentor de Israel y los sacará de Egipto.

Por esa razón, le dio su hija Tzipora como esposa. (Pirkei de Rabí Eliahu).


El Shamir
.
Es un gusano, que al pasar por medio de una roca la rompe; con él construyó el rey Shlomo, el sagrado Templo de Ierushalaim.


La Forma de las Letras.

Que estaban grabadas en las Tablas.


La Escritura.

Se leía de los cuatro lados. (Rabí Ovadia de Bartenura).


Y Las Tablas Del Pacto.

Las primeras; como está escrito:“Y las tablas eran obras de HaShem y la escritura era escritura de HaShem, grabada sobre las Tablas (Shmot 32:16). De acá aprendemos que las Tablas estaban escritas y colocadas desde los seis días de la Creación. (Avot de Rabí Natan 2) pero las segundas Tablas fueron descalificadas por Moshé.


Hay quienes dicen, incluso los diablos.
También los diablos y espíritus fueron creados en la víspera de “Shabat” entre las dos luces (bein hashmashot). ¿Para que fueron creados? ¿Para que los necesitamos?
Rabí Jaim Efraim Zaitzik, en su libro Or Jadash – Miketz: Para que por intermedio de ellos se eleve el hombre para lograr la perfección y la pureza de sus virtudes.

El Santo bendito sea, Hacedor de la Creación, todo hizo con su profunda sabiduría, y sabía que la elevación de
la creación dependerá del contraste de todas las fuerzas. Tomemos un ejemplo, el reloj, su funcionamiento se hace posible gracias a que las ruedas se mueven una en sentido contrario de la otra, así ordenó el santo bendito sea su mundo, las distintas fuerzas de la naturaleza (por medio de fuerzas opuestas la creación se desarrolla).

HaShem creó varias clases opuestas, hombre y mujer, masculino y femenino, poseedores de cualidades contrarias, pero de éstas se forma la unión y se crea la familia y así en todos los ámbitos.

Los polos opuestos son los que presionan al hombre para ascender.

Otras metas tienen los diablos y espíritus. Por su intermedio podrá el ser humano diferenciar entre el bien y el mal, la luz se reconoce dentro de la oscuridad. Cuando las personas vean la fuerza destructora de los diablos, sabrá alejarse de ellos, y de sus actos.


¿Para qué fue creados los Truenos y los Rayos?

Para apartar la obstinación de los hombres (Berajot 5-9).


Y la Tumba de Moshé.
La Tumba donde fue enterrado Moshé fue preparada de antemano (Rashi): “Así Moshé, siervo de Moshé, murió allí en la tierra de Moav, por orden del Señor…y él le enterró en un Valle en la Tierra de Moav, frente a “Bet-Peor”, y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepultura hasta el día de hoy (Dbarim 34:5-6) – Tomó el Santo
bendito sea, su alma al cielo, y el mismo lo enterró. (Midrash).


Y el cordero de Abraham, nuestro patriarca.

Guardado estaba todo el tiempo en ese lugar.

El Pirkei de Rabí Eliezer, trae que como el cordero estaba guardado en el “Gan-Eden”, más de dos mil años y cuando vino el momento, y llegó el tiempo de realizar lo que estaba preparado desde los “seis días de la creación”; y ser ofrendado en lugar de Itzjak, se descubrió el cordero ante los ojos de Abraham el patriarca.

Un momento antes, no fue visto porque no llegó a tiempo.

Todo está sincronizado desde la creación, y todo sucede a un tiempo ya fijado por HaShem.


Las Tenazas hechas con Tenazas:
¿Qué tiene de particular una tenaza? La tenaza no puede ser fabricada sino por intermedio de otra herramienta. Y ¿quién hizo la primera tenaza? HaShem, nuestro Creador Y cuando la hizo? El primer viernes entre las dos luces.


MISHNA 7

 

(ז) שִׁבְעָה דְבָרִים בַּגֹּלֶם וְשִׁבְעָה בֶּחָכָם. חָכָם אֵינוֹ מְדַבֵּר בִּפְנֵי מִי שֶׁהוּא גָדוֹל מִמֶּנּוּ בְּחָכְמָה וּבְמִנְיָן, וְאֵינוֹ נִכְנָס לְתוֹךְ דִּבְרֵי חֲבֵרוֹ, וְאֵינוֹ נִבְהָל לְהָשִׁיב, שׁוֹאֵל כָּעִנְיָן וּמֵשִׁיב כַּהֲלָכָה, וְאוֹמֵר עַל רִאשׁוֹן רִאשׁוֹן וְעַל אַחֲרוֹן אַחֲרוֹן, וְעַל מַה שֶּׁלֹּא שָׁמַע, אוֹמֵר לֹא שָׁמַעְתִּי, וּמוֹדֶה עַל הָאֱמֶת. וְחִלּוּפֵיהֶן בַּגֹּלֶם:

 

7. Siete cosas (Se dan) en el estúpido (golem) y (otras) siete en el sabio.


El sabio no habla ante quien le es superior en sabiduría o en edad; ni se entromete en medio de las palabras de su prójimo, ni es ligero al contestar


Pregunta conforme al asunto y responde de acuerdo a lo que se le pregunta.


Habla de lo primero. primero y de lo último a lo último, y acerca de lo que (nunca) oyó dice: No escuche, y
acepta la verdad. Lo contrario (de estas siete cosas, se dan) se da en el estúpido.

 

¿Qué es un golem? Es un ser incompleto; estudió y adquirió conocimientos, posee cualidades, pero. no son completas, todo lo tiene mezclado, se parece a un recipiente, que tiene ya su forma, pero le falta acabado.

Nuestra Mishná, nos enseña la diferencia entre el golem y el sabio.


Siete cosas (se dan) en el estúpido (golem), y siete en el sabio.

Después que terminó los asuntos bajo la cifra diez, pasó a siete (Rabí Shimón Durán).


El sabio no habla ante quien es superior en sabiduría o en edad

Cuando el sabio se encuentra en un lugar donde hay una persona poseedora de mayores conocimientos no habla
para demostrar lo que sabe escucha, se queda en silencio y aprende (Rabenu Iona).

Cuéntase que el “Jafetz – Jaim” acostumbra a dar unas palabras de “musar”, (pensamientos de moral e
instrucción) todas las “noches de Shabat”.

Una vez Rabí Moshé Landinsky entró al lugar, antes de que el anciano Rabí comenzase a hablar, este se dirigió
a él y le pidió que diga unas palabras, pero. Rabí Moshé se quedo callado.

El Jafetz – Jaim volvió a pedirle una y otra vez, pero él siguió callado.

Un buen amigo, que estaba sentado a su lado le dijo, si el Jafetz – Jaim, te pide tanto, ¿por qué no
hablas? – No se entra al fuego, le contestó.


Ni se entromete en medio de las palabras de su prójimo

Lo deja hablar hasta que termine, y después le contestará y es una buena costumbre el golem no hace así, habla antes de escuchar (Rabenu Iona).


Ni es ligero al contestar:

No se apure en contestar, hasta que tenga todo claro, así su respuesta será cierta y seria a la vez.


Pregunta conforme al asunto, y responde de acuerdo a lo que se le pregunta.

Si el alumno pregunta bien sobre el tema que se estudia, entonces el Rabino, con certeza, contestará correctamente, pero si la pregunta no será la acertada…. (Rabí Ovadia de Bartenura).


Habla de lo primero, primero, primero y de lo último, a lo último.

Si le formulan dos preguntas o más, conteste según el orden de las preguntas.

No siempre el orden de las respuestas, coincide con el orden de las preguntas, puede que para aclarar bien el asunto, deberá contestar a la segunda, antes de la primera. Así se comporta una persona inteligente, lo contrario hace el estúpido (golem).


Y acerca de lo que (nunca) oyó dice: No escuché.

Un sabio tiene que ser cauteloso en sus conceptos, y especialmente, cuando ha de dar un fallo halájico.

Sobre lo que no escuchó de su Rabí dirá: No escuché de mis Rabinos.

Y si dijo algo que él pensó, dirá, Así me parece, para que los oyentes sepan que esa es su opinión, y no la reciban hasta que estén seguros de su razón.

El Rashbá se expresó.

Aquel que no sabe, que él no sabe – no sabe.

En otras palabras:

Una persona que sabe que no posee bastantes conocimientos se esforzará para adquirirlos y al final logrará su propósito.

Por el contrario, aquel que no sabe que no los posee, nunca los alcanzará porque cree que los posee.


Acepta la verdad.

Si entiende que se equivocó, el sabio lo reconocerá (Rashi).

Señal de grandeza es saber reconocer nuestros propios errores.


Lo contrario de estas siete cosas se da en el “golem” (estúpido).

Los siete puntos de la “Mishná” están ordenados según la conversación.

1. Antes de hablar:
No hable ante un superior a él.

2. En medio de la conversación:
No se entrometa.

3.Cuando su compañero termine de hablar:
No se apresura a  contestar.

4. Cuando comienza a hablar:
Pregunta bien, y contesta mejor.

5. Cuando haga su respuesta:
Lo hace según el orden.

6. Cuando tiene alguna duda:
Dice: sobre esto no escuché.

7. Si sus amigos tienen razón:
No vacilé en aceptar su opinión.





MISHNA 8

 

(ח) שִׁבְעָה מִינֵי פֻרְעָנִיּוֹת בָּאִין לָעוֹלָם עַל שִׁבְעָה גוּפֵי עֲבֵרָה. מִקְצָתָן מְעַשְּׂרִין וּמִקְצָתָן אֵינָן מְעַשְּׂרִין, רָעָב שֶׁל בַּצֹּרֶת בָּאָה, מִקְצָתָן רְעֵבִים וּמִקְצָתָן שְׂבֵעִים. גָּמְרוּ שֶׁלֹּא לְעַשֵּׂר, רָעָב שֶׁל מְהוּמָה וְשֶׁל בַּצֹּרֶת בָּאָה. וְשֶׁלֹּא לִטּוֹל אֶת הַחַלָּה, רָעָב שֶׁל כְּלָיָה בָּאָה. דֶּבֶר בָּא לָעוֹלָם עַל מִיתוֹת הָאֲמוּרוֹת בַּתּוֹרָה שֶׁלֹּא נִמְסְרוּ לְבֵית דִּין, וְעַל פֵּרוֹת שְׁבִיעִית. חֶרֶב בָּאָה לָעוֹלָם עַל עִנּוּי הַדִּין, וְעַל עִוּוּת הַדִּין, וְעַל הַמּוֹרִים בַּתּוֹרָה שֶׁלֹּא כַהֲלָכָה:

 

8. Siete clases de castigos vinieron al mundo por causa de siete naturalezas de trasgresión: si algunos pagan el diezmo y otros no lo pagan, hambre de sequía vendrá; los unos estarán hambrientos; los otros hartos.


Decidieron no pagar el diezmo, hambre (consecuencia) de desordenes y (hambre) de sequía vendrán. Y (si resolvieron) no ofrecer la jala, hambre de exterminio vendrá.


La peste viene al mundo por los crímenes punibles, con la muerte y citadas en la Torá, que no se vieron ante
el Tribunal (humano) y por los frutos del año sabático.


La espada vino al mundo por negarse el juez a hacer justicia o por falsearla y por quienes enseñan la Torá
no de conformidad con la “Halaja”.

 

Esta “Mishná” trata sobre las distintas calamidades que vienen al mundo por causa de graves pecados cometidos
por la gente “de la misma medida que uno mide, así lo miden.

La intención de la Mishná es que al venir cualquier desgracia, la persona sabrá la causa y razón porque puede y le llegó por alguna mala acción realizada.


Si algunos pagan el diezmo y algunos no:

Cada agricultor debe separar parte de la cosecha para el Cohen (sacerdote), el levita, y para los pobres.

Estos diezmos se apartan cada año, y se fijan según el orden de la “Shmita” (año sabático).

Si algunos diezman y otros no, el castigo será…..”hambre de sequía” que significa poca lluvia y alza de precio de los cereales (Rabí Ovadia de Bartenura) y entonces……


Unos estarán hambrientos y otros hartos:

A algunos les alcanzará el dinero para comprar alimentos y otros se quedarán con hambre.

El castigo es de acuerdo al pecado.

Los diezmos son una valla para la riqueza (3:).

Cuando una persona da el diezmo de su cosecha, según lo ordena la Torá; HaShem bendecirá su campo y su
cosecha se multiplicará. Y los que no lo hicieron sufrirán hambre.


Decidieron no pagar el diezmo:

Si todo el país decidió no diezmar. Todo el país sufrirá el castigo.

Ya que habrá “hambre de desordenes” aparte del “hambre de sequía”. Cuando no hay comida en un país hay desorden; y luchas internas.

(Y si resolvieron) no ofrecer la jala, separar una parte de la masa (antes de hornear) al Cohen, y de esa manera anular ese precepto y el del “maaser” (diezmo).


Hambre de exterminio vendrá:

Todos morirán de hambre.


La peste viene al mundo:

Epidemia que trae la muerte súbita.


Por los crímenes punibles con la muerte y citadas en la Torá que no se vieron ante el tribunal humano.

Se refiere a castigo de muerte que no fue ejecutado por el Tribunal, a razón de que no era capacitado para juzgar a muerte, o porque a sabiendas y por presiones no lo hizo.

Según esto, la peste, viene a ultimar los pecadores que deben castigo por ley celestial por ejemplo: una persona cometió un asesinato y no fue advertido antes y sin esto, no se puede juzgar a muerte; o aquellos que deben recibir ese castigo; o aquellos que deben recibir ese castigo por “Karet” (exterminio – por medios divinos), al no haberse
circuncidado, si no a sí mismo, si sus padres no le hubiesen hecho el “brit” (circuncisión), o aquel que comió “jametz” en la festividad de Pesaj (Rabenu Simja).


Y por los frutos del año sabático:

Los frutos que crecieron durante el año sabático, que fueron comerciados, no fueron tratados con la santidad correspondiente, el dueño del campo, debería  dejarlos para que los pobres vengan y los coman, al no hacerlo los pobres sufrieron hambre y murieron.

Por esa razón la peste viene al mundo. Como uno se comporta….. así se comportarán con él.

Una mujer muy pobre vivía en la cercanía de un campo, sus hijos salieron a recoger, pero el dueño del lugar los alejó a gritos. La madre decía: ¡Cuándo vendrán mis hijos y traerán algo para comer!

Ella no tenía nada en sus manos. Ellos tampoco.

Angustiados colocaron sus cabezas entre las rodillas de su madre.

Los tres murieron el mismo día.

(Avot de Rabí Natan 38:2)


La espada viene al mundo:

Las guerras vienen por negarse el juez a hacer justicia.

Si no se hace justicia demorando los casos sin limite y sin necesidad HaShem, dejará de defender el país, y la espada del enemigo terminará con él.

Si el juez tiene claro el caso, debe dar el fallo sin demora.


O por falsearla:

Declaran al inocente, culpable y al culpable, inocente – por recibir soborno.

El juez que recibe regalos (soborno) trae fuerte ira sobre el mundo (Baba Batra 9:2).


Y por los que enseñan la Torá, no de conformidad con la halaja:

Prohíben lo permitido, y permiten lo prohibido (Rabenu Iona de Geronda).

Durante la guerra de Crimea (Rusia) dos grandes empresarios que trabajaban con el gobierno se acercaron a Rabí  Aizel Jarif de Slonim por un problema comercial.

Uno decía que una ganancia le pertenecía y el otro, opinaba lo contrario,  suspira el Rabino y dijo.

Ustedes están equivocados, gracias a mí hicieron buenos negocios, gracias a la guerra se enriquecieron, así
esta escrito:

La espada (guerra) viene al mundo por negarse el juez a hacer justicia; o por falsearla.

En todo eso tiene culpa el Rabino y no los empresarios que hacen negocios con el gobierno.








MISHNA 9

 

(ט) חַיָּה רָעָה בָּאָה לָעוֹלָם עַל שְׁבוּעַת שָׁוְא, וְעַל חִלּוּל הַשֵּׁם. גָּלוּת בָּאָה לָעוֹלָם עַל עוֹבְדֵי עֲבוֹדָה זָרָה, וְעַל גִלּוּי עֲרָיוֹת, וְעַל שְׁפִיכוּת דָּמִים, וְעַל הַשְׁמָטַת הָאָרֶץ. בְּאַרְבָּעָה פְרָקִים הַדֶּבֶר מִתְרַבֶּה. בָּרְבִיעִית, וּבַשְׁבִיעִית וּבְמוֹצָאֵי שְׁבִיעִית וּבְמוֹצָאֵי הֶחָג שֶׁבְּכָל שָׁנָה וְשָׁנָה. בָּרְבִיעִית, מִפְּנֵי מַעְשַׂר עָנִי שֶׁבַּשְּׁלִישִׁית.
בַּשְּׁבִיעִית, מִפְּנֵי מַעְשַׂר עָנִי שֶׁבַּשִּׁשִּׁית. וּבְמוֹצָאֵי שְׁבִיעִית, מִפְּנֵי פֵרוֹת שְׁבִיעִית. וּבְמוֹצָאֵי הֶחָג שֶׁבְּכָל שָׁנָה וְשָׁנָה, מִפְּנֵי גֶזֶל מַתְּנוֹת עֲנִיִּים:

 

9. Los animales salvajes vinieron al mundo a causa del juramento falso y por la profanación del nombre de
HaShem.


El destierro vino al mundo por dar culto a las estrellas, idolatría, adulterio, por derramar sangre y por (no dar) el descanso a la tierra (en el año sabático).


En cuatro épocas la peste aumenta: en el cuarto año, en el séptimo año (o sabático), al acabar el año sabático y al acabar la Fiesta (de los Tabernáculos) que (se celebra) cada año.


En el cuarto año a causa del diezmo del pobre que (debe entregarse) el tercer año. En el séptimo año a causa
del diezmo del pobre que (se da) el sexto. Al acabar el año sabático a consecuencia de los frutos del año sabático, y al acabar la Fiesta que se celebra anualmente, a causa del robo de los regalos a los pobres.


Los animales salvajes vinieron al mundo a causa del juramento falso, y por la profanación del (Nombre de HaShem)
.

 

¿Qué relación existe entre juramento falso y animales salvajes?

El hombre mismo, por intermedio del juramento falso, se convierte en un animal porque hasta ese momento, era un ser viviente con el poder del habla, y desde el momento que vino al mundo y fue llamado Adám, por el factor del habla, y ahora al pronunciar el juramento en falso, como si recién había nacido y convertido en otro genero – animal salvaje – porque perdió el atributo del habla en todos los sentidos (Bina Leitim).

Cuando el hombre reconoce la grandeza de HaShem, la creación conserva su orden. HaShem, sobre los humanos y
estos sobre los animales, pero cuando las personas comienzan a deshonrar al Altísimo y profanar su nombre, pronunciando falsos juramentos el animal dejara de temer al hombre y los acosara.

Debemos cuidarnos de jurar aunque sea por algo que verdad, por ejemplo que una columna es de mármol. Aunque
sea de mármol. (Rabí Shimon Duran).

Así está escrito en los “Diez Mandamientos” por pronunciar el nombre del Eterno, Tu HaShem, en vano (Shmot).

 


Y por la profanación del nombre de HaShem
.

Por cometer pecados en publico. (Rabí Ovadia de Bartenura). Si una persona respetable, hace cosas indebidas otros aprenderán de él y dirán: este sabe mas que nosotros de Torá; y no cumple, como él.


El destierro viene al mundo por idolatría, por cometer adulterio, por derramar sangre
.

Sobre estas tres cosas, uno debe morir y no hacerlas.

Si un gentil le obliga a comer carne de cerdo, o profanar el sábado si no, lo matara, hará lo que le digan y no morirá.

Pero si le dicen, sirve a la idolatría, y si no lo hacen morirán, el judío deberá morir.

Sobre estos tres pecados serán castigados con el destierro, vivir bajo un gobierno extraño.

Por estos tres pecados, los judíos fueron desterrados a Babilonia.


Idolatría
.

Nuestros sabios dijeron que en el día que juraban coloco dos terneros (estaban) una en Bet-El, y otro en Dan, para que Israel los sirva y no suban a Ierushalaim (Melajim 1-12-26:30), en ese mismo día fue fundado Roma, que en un futuro destruiría el Sagrado Templo y llevaría a Israel al destierro (Shabat 56:).


Y sobre adulterio

Porque esta escrito: porque todas las abominaciones cometian los hombres de aquellas tierras; los que la ocupaban antes de vosotros y  fue contaminada la tierra… no sea que la tierra os vomite a vosotros… como vomito la nacion que la ocupaba antes de vosotros (Vaikra 18-27 :28). El castigo del adulterio es destierro.


Y sobre derramamiento de sangre dice la Torá:

No mancilles, pues la Tierra en donde moriras, porque es la sangre que mancilla la Tierra y no se puede hacer
expiacion por la Tierra de la sangre que se ha derramado en ella, sino con la sangre de aquel que la derramó (Bamidbar 35: 33).

Por el pecado del asesinato, el Templo fue destrruido y la “ Shejina “ (Divina Providencia) desaparece de Israel (Shabat 33).


Y por no dar el descanso (a la Tierra) en el año sabático
.

Que siembran y aran en el año sabático, esta escrito: “Entonces completara la tierra sus sábados, todos los días de su desolacion, mientras vosotros esteis en la tierra de vuestros enemigos, la tierra descansara entonces completara sus sábados (Vaikra 26 :34).

Al cumplir con el año sabático, proclamamos que HaShem es el dueño de la Tierra, y solo gracias a Él podemos trabajarla, al no cumplir este precepto como si negaramos; y si no completamos, no tendremos mas derecho de habitar en el país, el pueblo será desterrado, y la tierra no será trabajada.

En cuatro epocas la peste aumenta, la peste, estudiamos, viene por los crímenes punibles con la muerte que no se vieron ante el tribunal humano (ver Mishná 8), pero aumenta en cuatro épocas por el pecado de robo a los pobres.


En el cuarto año: 
de los siete años “ del año sabático.

En cada uno de los años debe el agricultor separar parte de su cosecha para distintos grupos: Cohanim (sacerdotes), Leviím (levitas) y para los pobres.

Estos diezmos son dados durante seis años que elaboran la Tierra- no en el séptimo año, porque es prohibido trabajarla.

En los seis años se da “Teruma” al Cohen, (2% para diezmo al Levy. En el tercero y el sexto año se agrega “el regalo a los pobres” que se llama “maaser ani”  (diezmo del pobre).


En el séptimo año (sabático)
.
Al acabar el año sabático: al comienzo del año posterior al año sabático el primer año del nuevo cielo sabático.


Y al acabar la fiesta de (los Tabernáculos) que se celebra cada año.

Al terminar la fiesta de Sucot ¿Por que razon aumenta la peste en estas cuatros epocas?


En el cuarto año a causa del diezmo del pobre (que debe entregarse) el tercer año
.

Porque no entregaron el diezmo a los pobres, como lo ordenó la Torá.


En el séptimo año, a causa del diezmo del pobre (que da) al sexto
.

Debian haber dado el diezmo al pobre en el sexto año, por eso son castigados el séptimo y la muerte los arrastra.


Al acabar el año sabático, a consecuencia de los frutos del año sabático
.

No dejaron el campo libre en el año sabático, para que los pobres vengan y tomen los frutos al no hacerlo, son castigados.


Y al acabar la fiesta (Sucot) que se celebra anualmente, a causa del robo de los regalos a los pobres
.

Los regalos de los pobres son:


Pea
: dejar las puntas del campo a los pobres y extranjeros.


Leket
: dejar las espigas que caen durante la cosecha.


Shijejá
: dejar la gavilla olvidada por el patron o el peon.


Peret
: dejar a los pobres las uvas que caen durante la vendimia.


Olelot
: dejar los remanentes que quedan en el viñedo durante la vendimia.

Como no cumplieron con el precepto son castigados.






MISHNA 10

 

(י) אַרְבַּע מִדּוֹת בָּאָדָם. הָאוֹמֵר שֶׁלִּי שֶׁלִּי וְשֶׁלְּךָ שֶׁלָּךְ, זוֹ מִדָּה בֵינוֹנִית. וְיֵשׁ אוֹמְרִים, זוֹ מִדַּת סְדוֹם. שֶׁלִּי שֶׁלָּךְ וְשֶׁלְּךָ שֶׁלִּי, עַם הָאָרֶץ.
שֶׁלִּי שֶׁלָּךְ וְשֶׁלְּךָ שֶׁלָּךְ, חָסִיד. שֶׁלִּי שֶׁלִּי וְשֶׁלְּךָ שֶׁלִּי, רָשָׁע:


 

10. Cuatro tipos de hombres hay.
El que dice lo mío es mío y lo tuyo es tuyo; éste es el tipo corriente; aunque hay quienes dicen que es el tipo de Sedom (Sodoma).


Quien dice lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, es el ignorante.


Quien dice lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo, es el virtuoso.


Quien dice lo tuyo es mío, pero lo mío es mío, es el malvado.

 


Cuatro tipos de hombres hay:

Los seres humanos son diferentes unos de otros, y podemos catalogarlos según su comportamiento con respecto a la propiedad material de su semejante.


El que dice, lo mío es mío y lo tuyo es tuyo, este es el tipo corriente

Dice a su compañero:  No me hagas favores y yo tampoco lo haré, señala que es una persona común y corriente como da importancia a sus propios bienes, también respeta a las pertenencias de los demás.


Y hay quienes dicen que es el tipo de Sedom (Sodoma)

Aquel que no deja que otros tengan provecho o satisfacción de lo que tiene, puede que no de nada suyo a otros, cuando no tenga ninguna pérdida esto es una mera maldad y se asemeja al quehacer diario de los habitantes de Sedom.

Sedom era una tierra bendita y nada les faltaba, a pesar de eso decidieron no dejar entrar a extraños.


Quien dice lo mío es tuyo y lo tuyo es mío:

Hay varias explicaciones:

a. Se refiere a una persona que está de acuerdo que sus vecinos usen lo suyo y él lo de ellos, invita a gente a su casa, y el es invitado ésta es una cualidad que conjuga a muchas personas.


“Am-haaretz”

La mayoría del pueblo, como es un común denominador de la mejor de las personas al no comportarse así está mal visto por los sabios.


Leamos lo que trae la Guemara:

El que ordena a su mujer a hacer una promesa que no pedirá prestado ni un colador, horno (o parecidos) y no
los prestará cuando le pidan, tendrá que darle su Ketuva a la mujer, su divorcio, y él, su marido deberá pagar, la cifra escrita en la Ketuva, porque le hace mal nombre entre sus vecinos (dirán que es avara)

Tratado de Ktubot (72:1).

b. Es una clase de persona que piensa “el césped del vecino es más verde que el suyo” su prójimo tiene cosas más valiosas que él por esa razón prefiere cambiar lo que él tiene, por lo que tiene el otro.

Hay de esa clase de gente, que sufren de ésta enfermedad, sobre ellos dice la Mishná, es un “Am-haaretz” – un ignorante.


Lo mío es tuyo, y lo tuyo es tuyo, es el virtuoso:

No quiere tomar provecho de bienes ajenos, pero da de lo suyo a los otros, no le importa perder lo suyo, pero no quiere que los otros pierdan de lo suyo, ésta es una persona virtuosa.


Lo tuyo es mío, pero lo mío es mío el malvado

Quiere sacar provecho de lo que pertenece a otros y no quiere que lo tomen de él.

Codicia la pertenencia de otros, y llegará a robar para satisfacerla.

Esta persona es mala ya que quiere lo que tienen los otros y no hace bien alguno para nadie.



MISHNA 11

 

(יא) אַרְבַּע מִדּוֹת בַּדֵּעוֹת. נוֹחַ לִכְעוֹס וְנוֹחַ לִרְצוֹת, יָצָא שְׂכָרוֹ בְהֶפְסֵדוֹ, קָשֶׁה לִכְעוֹס וְקָשֶׁה לִרְצוֹת, יָצָא הֶפְסֵדוֹ בִּשְׂכָרוֹ קָשֶׁה לִכְעוֹס וְנוֹחַ לִרְצוֹת חָסִיד. נוֹחַ לִכְעוֹס וְקָשֶׁה לִרְצוֹת רָשָׁע:

 

11. Cuatro (son las) clases de temperamento:

  • El que se irrita fácilmente; pero se calma pronto: su perdida queda compensada con su ganancia.
  • El que se irrita difícilmente; pero a quien le cuesta calmarse; su provecho queda anulado con su
    pérdida.
  • El que se enfada con dificultad; pero perdona fácilmente (este es) virtuoso.
  • El pronto a irritarse y difícil de apaciguar es el malvado.

 

Podemos dividir a las personas en cuatro clases, con respecto a la forma en que sé auto-dominan.

Hay quienes se enojan por cualquier motivo en todo momento, hay otros que lo hacen en ocasiones, hay quienes se apresuran a reconciliarse y se olvidan de la cuestión, los hay que no olvidarán nunca, lo que le hicieron y guardaran el rencor, por siempre, en sus corazones.

El que se irrita fácilmente, pero se calma pronto,  su pérdida queda compensada con su ganancia.

Leamos lo que nos dice sobre el tema el autor de Mesilat Iesharim (Rabí Jaim Lutzato c.11)

A continuación hablaremos de la ira; hay entre los que se enfurecen quienes fueron comparados con los idolatras, y son aquellos que se enojan sobre toda cosa que se haga contra su voluntad llenándose de ira hasta perder la razón y consumir su lógica. Este tipo de persona destruiría el mundo entero si tuviese la posibilidad pues su mente no la controla en absoluto y pierde su raciocinio asemejándose a los animales salvajes como está dicho: “desgarra su alma en su ir, por tu causa abandonaré la tierra” (Job 18). Y él con facilidad cometerá todos los pecados existentes si su furia lo conduce a ellos, pues ya no tiene móvil sino su ira y hacia donde lo lleve se dirigirá.

El tipo de gente del cual habla esta parte de la Mishná no tarda en reconciliarse pero no es ni “Jasid” (virtuoso),  ni “Rashá” (malvado), lo que gana por reconciliarse rápido lo pierde por irritarse fácilmente.

Hubo entre los sabios que conocían su “debilidad” y al “irritarse” acostumbraban abrir el Shulján Aruj para analizar si el caso era para enfurecerse o no mientras estudiaba el caso su ira desaparecía.

Otro sabio solía enfurecerse e insultar a cualquiera que se le ponía en el camino, consultó su caso, y decidió que por cada maldición donaría una fuerte  suma para Tzedaka (caridad).


El que se irrita difícilmente, pero a quien le cuesta calmarse, su provecho queda anulado con su pérdida.

Así explica el Ramjal en sulibro “Mesilat Iesharim”:

Existe otra clase de coléricos, lejanos a los antedichos; y son aquellos que no todo lo que sucede contra su voluntad encenderá su ira, pero al enfurecerse se irrita en extremo, a él denominaron: “Difícil de irritar y difícil de conciliar” (Tratado Avot : 5).
También esto es muy nocivo, pues pueden producirse grandes tropiezos por su intermedio en sus momentos de ira y luego no podrá remediar lo que arruinó.

También éste es un hombre corriente; ni virtuoso (Jasid), ni malvado (Rashá).


El que se enfada con dificultad pero perdona fácilmente (éste es) Virtuoso (Jasid).

Los dos primeros ejemplos, señalan a la mayoría de la gente.

Así lo define Rabí Moshé Jaim Lutzato:

Hay un grado menor de enojo, es el de aquellos que no se irritan con facilidad, y aún al enojarse su ira será pequeña y no lo apartará de los dictados de la razón, pero continúa guardando su enojo. Y aún considerándolo más lejano del perjuicio que los anteriores, con seguridad todavía no alcanzó la pureza ideal, puesto que le falta la cautela necesaria y al no extirpar la ira en su totalidad de él, se seguirá considerando irascible.

Rabí Aba y Rabí Ajá en nombre de Rabí Alexsandri dijeron “Todo aquel que escucha que lo maldicen y puede protestar y reaccionar y se calla, se llama Virtuoso (Jasid) (Ialkut Tehilem)”.

La pregunta es si siempre deberemos conducirnos de esta manera; hay casos en que debemos tomar medidas serias, Ejemplos la reacción de Pinjas en el caso de Shitim.

Rabí Shlomo Ben Gabirol nos aconseja:

No seas tan dulce porque te tragarán (Mibjar Pninim).


El pronto a irritarse y difícil de apaciguar es el malvado.

Esta clase de hombre se enoja pronto y no para de hacerlo no dará perdón a su enemigo hasta que tome su
venganza y de aquí al pecado hay un solo paso.

No te irrites y no pecarás.



MISHNA 12

 

(יב) אַרְבַּע מִדּוֹת בַּתַּלְמִידִים. מַהֵר לִשְׁמוֹעַ וּמַהֵר לְאַבֵּד, יָצָא שְׂכָרוֹ בְהֶפְסֵדוֹ. קָשֶׁה לִשְׁמוֹעַ וְקָשֶׁה לְאַבֵּד, יָצָא הֶפְסֵדוֹ בִשְׂכָרוֹ. מַהֵר לִשְׁמוֹעַ וְקָשֶׁה לְאַבֵּד, חָכָם. קָשֶׁה לִשְׁמוֹעַ וּמַהֵר לְאַבֵּד, זֶה חֵלֶק רָע:

 

12. Cuatro clases de discípulos hay:

a. El que comprende pronto y pronto olvida: su provecho queda  anulado por su perjuicio.

b. El que aprende con dificultad, pero al que también le es difícil olvidar: su perjuicio queda compensado por su beneficio.

c. El que entiende rápidamente y olvida difícilmente, es inteligente.

d. El que aprende con dificultad, pero olvida fácilmente: su parte es mala.


Encontramos cuatro clases de alumnos:

a) El que comprende pronto:
Entiende con mucha facilidad lo que estudia. Y pronto olvida: La ventaja que tiene en entender, lo que el maestro le enseña, se esfuma en un cerrar de ojos, porque se olvida de la misma manera que aprendió, su provecho queda
anulado por su perjuicio.

Nuestros sabios opinan, que esforzarse en el estudio, para entender y retener hay que invertir tiempo y esfuerzo.

“La Torá se encuentra en aquél que se entrega a ella”

(Berajot 63:2)

¿Que hará el alumno para recordar el material de estudio?


Nuestros sabios aconsejan:

“Todo el que estudia Torá y no repasa, se parece a aquel que siembra pero no cosecha” (Sanhedrín 99).

 No es igual el que repasa el tema 100 veces, al que lo repasa 101. (Jagiga 9:2).


¿Quieres recordar lo que estudias?  ¡Coge lápiz y papel y escríbelo!!

b) El que aprende con dificultad pero le es difícil olvidar:
En un comienzo, le cuesta muchísimo entender el tema de estudio, pero después de mucho esfuerzo capta lo expuesto por su maestro, y lo retiene en su memoria. 
Su perjuicio queda compensado por su beneficio:
como no pierde, lo que con esfuerzo adquirió, ganó más de lo que perdió. Claro que para superar su dificultad deberá repetir y estudiar tantas veces como sea necesario.

c) El que entiende rápidamente y olvida difícilmente, es un alumno inteligente:
Como esta clase no hay muchos alumnos, la mayoría pertenecen a los dos anteriores.

d) El que aprende con dificultad y olvida fácilmente  su parte es mala:
No entiende el tema y su memoria es frágil, este alumno no verá bendición en sus estudios.

Ante estos alumnos que cita la Mishná, el maestro deberá actuar de distintas maneras, pero deberá tener muy en cuenta las palabras de los sabios:

“No el severo es el que enseñará” (Avot 2).
“Deberá enseñarle hasta que aprenda” (Erubin 54).

“Si has visto un alumno que tiene dificultades en el estudio, es por causa de su Rabí que no se esfuerza” (Taanit 7-8).

“Y hemos de recordar que Rabí Preida repetía  cuatrocientas veces lo que enseñaba” (Erubin 54).

El maestro recibe su fama, gracias a sus buenos alumnos.



MISHNA   13

 

(יג) אַרְבַּע מִדּוֹת בְּנוֹתְנֵי צְדְקָה. הָרוֹצֶה שֶׁיִּתֵּן וְלֹא יִתְּנוּ אֲחֵרִים, עֵינוֹ רָעָה בְּשֶׁל אֲחֵרִים. יִתְּנוּ אֲחֵרִים וְהוּא לֹא יִתֵּן, עֵינוֹ רָעָה בְשֶׁלּוֹ.
יִתֵּן וְיִתְּנוּ אֲחֵרִים, חָסִיד. לֹא יִתֵּן וְלֹא יִתְּנוּ אֲחֵרִים, רָשָׁע:

 

13. Cuatro clases hay de personas caritativas:


El que quiere dar, pero que no den los demás: envidia a los demás.


(Él  quiere que) den los otros pero no él: este es injusto consigo mismo.


El que da (y permite que) los demás den: es el virtuoso.


El que ni da, ni (quiere que) den los demás: es un malvado.

 

La Mishná trata sobre la actitud que toman cuatro clases de personas, con respecto a “Dar” Tzedaka (caridad).

a) El que quiere dar, pero que no den los demás 

Porque. el solo quiere ganar los méritos y no deja que los otros lo hagan, participando en esa “Mitzva” (buena acción), envidia a los demás hará saber que los demás no están a su misma altura, o podremos decir, que como él conoce muy bien a sus amigos, y sabe que no gustan de dar Tzedaka (caridad) quería ahorrarles la molestia de dar
pero su concepto de la  mitzva es erróneo, porque habría de saber que lo que uno da ese es su verdadero capital, porque lo que tenemos puede desaparecer a causa de un mal negocio.

Y como ejemplo este interesante episodio:

Un padre tenía un hijo inteligente y quería examinar sus conocimientos en aritmética, y le pregunto:

Si hay diez pájaros sobre el techo, y viene un cazador y mata a cuatro de ellos ¿cuantos quedan?


Cuatro, contesta el hijo.

-¡Te equivocaste hijo, diez menos cuatro son seis!

– Con seguridad, replico el hijo, los pájaros restantes se asustaron y volaron, solo los cuatro pájaros muertos quedaron.

¡Así sucede con la Tzedaka! (Caridad).

b) (Él quiere que) den los otros y no él este es injusto consigo mismo
No quiere dar, pero hace campaña, para que otros lo hagan porque teme que después le falte; esto demuestra su mal corazón, al decir a otros que den, estos no pensaran que es una mala persona, dirán, ¡cómo el nos dice que demos, seguro que el también coopera!
¡Pero en realidad, después que los otros dan, él no lo hace!

c) El que da y (permite que) los demás den: es el virtuoso (Tzadik)

Su corazón y su mente están atentos frente a la desgracia de los necesitados, por eso contribuye personalmente y se preocupa por que los otros también lo hagan.

d) Ni da ni (quiere que) den los demás: es un malvado


Cuando ve que alguien quiere ayudar a los necesitados dicen: ¡Tienen no necesitan! dentro de esta clase de gente están aquellos que prometen ayudar y no lo hacen / y los que dicen que fulano ayudara, y los necesitados se dirigen a aquella “dirección” una y otra vez, convirtiéndose su “ilusión en tremenda amargura”.

MISHNA  14

 

(יד) אַרְבַּע מִדּוֹת בְּהוֹלְכֵי לְבֵית הַמִּדְרָשׁ. הוֹלֵךְ וְאֵינוֹ עוֹשֶׂה, שְׂכַר הֲלִיכָה בְיָדוֹ. עוֹשֶׂה וְאֵינוֹ הוֹלֵךְ, שְׂכַר מַעֲשֶׂה בְיָדוֹ. הוֹלֵךְ וְעוֹשֶׂה, חָסִיד. לֹא הוֹלֵךְ וְלֹא עוֹשֶׂה, רָשָׁע:


 

14. Cuatro (son) las clases de asistentes al Bet-Hamidrash (casa de estudio):


El que asiste y no (estudia): recibirá la recompensa por haber ido allá.


El que (estudia) pero no asiste: la recompensa por lo que hizo (estudio) esta en sus manos.


El que asiste y hace (estudia) – es el virtuoso.


El que ni asiste ni hace – es un malvado.

 

Hay cuatro clases de personas que van al Bet-Hamidrash (casa de estudio) para estudiar Torá de boca de los sabios.


El que asiste y no estudia:
Hay quienes van a la casa de estudios, pero no se esfuerzan para estudiar y por eso no ven el éxito en lo que hacen.


Recibirá la recompensa por haber ido allá:
Ir a la casa de estudios ya es una mitzva, porque allá se encontrara ya dentro del ambiente de Torá.



El que (estudia) pero no asiste. La recompensa esta en sus manos.

La persona en cuestión, estudia en su casa (Rashi), pero no se molesta en ir al lugar donde la comunidad estudia lo que pierde es la recompensa que se recibe por caminar hacia allá.

Siempre es mejor, cuando uno estudia de boca de un maestro, en vez de hacerlo solo.

Y así lo resume Hameiri: Si hubiese ido a “un lugar de Torá” se hubiese elevado mas y más…

La enseñanza que proviene de un maestro se graba mas fuerte en el alma (Rabí Iosef Albo, “Sefer Haikarim”).


El que (estudia) y asiste – es el virtuoso:

El que posee condiciones para estudiar solo y no necesita de la “casa de estudios” pero demostrando su humildad, se acerca al lugar y estudia con todos, demuestra su alto nivel y es considerado ”Jasid” (virtuoso).

El que ni asiste, ni estudia:

Es un “Rasha” malvado.

El que no estudia, ni en su casa, ni en la casa de estudios, demuestra que desprecia a la Torá.

Preguntan los Rabinos: ¿Por qué razón aquel que “no asiste ni hace es contado entre “los que asisten al Bet-Hamidrash” (casa de estudios)?

Nos explica el Rabí de Kloizenburg-Tzanz:

La “Mishná” se refiere a aquel que asiste al “Bet-Hamidrash”, pero no estudia mucho. Con el pasar del tiempo, no ve bendición en el estudio, y pierde el interés y finalmente deja de venir a pesar de que asistía al lugar, su poco estudio le hizo salir del circulo de estudiosos, por eso a pesar de que asiste es considerado “como que no asiste,
ni hace”.

El Rabino Menajem Shaj escribe en sus “Cartas y Artículos” a uno de sus alumnos: “Lo que me escribiste con respecto al estudio, diciendo que al terminar al “zman” (semestre), han logrado estudiar solo once paginas de Guemara, te diré que es un auto- suicidio, porque esto te llevara al ocio y al no tener satisfacción del estudio al final, ¡HaShem no quiera que abandonaras totalmente el estudio!

Y en otra de sus cartas, contesta a un alumno, que dice no encontrar “gusto” en el estudio y así escribe:
“Sé que hay muchos jóvenes como tu, que piensan que no se encuentran a gusto en el estudio, porque no estudian como es debido.

He aquí el orden que deben seguir:

Estudiar Guemara con Rashi y Tosafot, consultar con algunos Rishonim (primeros Rabinos) como Rambam y Ran, y si tienen alguna pregunta más, consultar con otros no han de detenerse ante cualquier párrafo muchos días, sino que seguirán adelante y estudiaran una pagina por día mínimo y después de uno o dos capítulos, han de repasar, así en el segundo “zman” (semestre), terminara otro Tratado Talmúdico, repasándolo después varias veces mas.

No tengo duda alguna, dice el Rabino, que después que termine un Tratado sentirá una gran satisfacción y al otro año, otro Tratado, y después traerá una nueva idea, o explicación al tema de estudio, y así progresara mas y mas en el estudio.

La Mishná nos trae como tema central el “Bet-Hamidrash”.

Nuestros sabios sabían de la gran importancia de esta institución e hicieron todo lo posible para traer a todas, sabios e ignorantes a tomar cursos de Torá en el Bet-Hamidrash (casa de estudios).


Leemos en el “Shulján Aruj”: “Cada uno debe ir al Bet-Hamidrash y fijar un tiempo para estudiar” (Oraj. Jaim 155). “También aquel que no sabe estudiar”, ira al Bet-Hamidrash y tendrá su recompensa (Rama).

Hemos de recordar que “La Torá se adquiere en grupos de estudio (Berajot 63).

Todo aquel que tiene un Bet-Hamidrash en su ciudad y no va allá, no tiene parte en el mundo venidero (Avot de Rabí Natan 36:5).

La santidad del Bet-Hamidrash, es más grande que la de la Sinagoga (Iore-dea 246).

El estudio en la casa de estudios, refuerza los lazos con nuestro pueblo. 





MISHNA  15

 

(טו) אַרְבַּע מִדּוֹת בְּיוֹשְׁבִים לְפְנֵי חֲכָמִים. סְפוֹג, וּמַשְׁפֵּךְ, מְשַׁמֶּרֶת, וְנָפָה. סְפוֹג, שֶׁהוּא סוֹפֵג אֶת הַכֹּל. מַשְׁפֵּךְ, שֶׁמַּכְנִיס בָּזוֹ וּמוֹצִיא בָזוֹ. מְשַׁמֶּרֶת, שֶׁמּוֹצִיאָה אֶת הַיַּיִן וְקוֹלֶטֶת אֶת הַשְּׁמָרִים. וְנָפָה, שֶׁמּוֹצִיאָה אֶת הַקֶּמַח וְקוֹלֶטֶת אֶת הַסֹּלֶת:

 

15. Cuatro son las clases de quienes se sientan ante los sabios: esponja, embudo, colador y tamiz.


Esponja es el que absorbe todo (sin distinciones).


Embudo es el que le entra por un lado y le sale por otro.


Colador es el que deja salir el vino y retiene las heces.


Y Tamiz el que deja pasar la harina y retiene el salvado.

 


Cuatro son las clases de alumnos quienes se sientan ante los sabios

En la Mishná número 12, nos hablaron sobre alumnos poseedores de buena memoria y sobre aquellos que no
poseen ese don, en nuestra Mishná hablaremos sobre el alumno que puede diferenciar entre cosas importantes y cosas que no lo son (Rabí Ovadia de Bartenura).



Esponja: Es el que lo absorbe todo:
La esponja, por lo general, absorbe toda clase de líquidos de la misma manera hay  alumnos que recuerdan todo, pero no distinguen lo importante de lo que no lo es; esto representa al alumno no inteligente.



Embudo: Es el que le entra por un lado y le sale por otro:

Como una persona pone agua en un embudo y esta no tarda en salir, hay también alumnos que lo que escuchan
olvidan rápidamente.



Colador: Es el que deja salir el vino y retiene las heces:

Hay alumnos que tienen inteligencia pura, analizan toda la información y enseñanza, lo que es bueno lo asimila y lo que no lo pone a un lado.

Y tamiz: Es el que deja pasar la harina y retiene el salvado:

Hay alumnos que al estudiar, toman lo importante del tema y se olvidan de lo superfluo — éste es el mejor de los alumnos.

Rabí Meir, uno de los grandes sabios de la época de la Mishná, estudió Torá de la boca de Elisha Ben Abuia, después de un tiempo, su maestro, abandonó el camino de la Torá, influenciado por la cultura helenística,  cuentan que infringió las leyes de la Torá, en muchos casos, montó a caballo en el día de Kipur que cayó en sábado y otros más.
A pesar de eso Rabí Meir siguió aprendiendo de él. Dijeron los sabios: Rabí Meir encontró una granada, su contenido comió y su cáscara tiró (Jagiga 15:2).

Todo lo que habla la Mishná, se puede proyectar a los libros.

Hay libros que tienen mezcla de cosas importantes y que no son, de verdad y mentira, hay libros en los cuales
encontraremos solo información y hay otros de profundo contenido. De acuerdo a esto, así debemos tratarlos.

Hay libros que solo gustaremos, otros los tragaremos de una vez, unos pocos hemos de masticar y digerir.

En otras palabras, algunos libros leeremos en parte, en otros hemos de profundizar y unos pocos los leeremos hasta el final. 

 



MISHNA  16

 

(טז) כָּל אַהֲבָה שֶׁהִיא תְלוּיָה בְדָבָר, בָּטֵל דָּבָר, בְּטֵלָה אַהֲבָה. וְשֶׁאֵינָהּ תְּלוּיָה בְדָבָר, אֵינָהּ בְּטֵלָה לְעוֹלָם. אֵיזוֹ הִיא אַהֲבָה הַתְּלוּיָה בְדָבָר, זוֹ אַהֲבַת אַמְנוֹן וְתָמָר. וְשֶׁאֵינָהּ תְּלוּיָה בְדָבָר, זוֹ אַהֲבַת דָּוִיד וִיהוֹנָתָן:

 

16. Todo amor que depende  de algo, al cesar las cosas, cesa el amor.  Si no depende de nada, no cesará jamás.


¿Cuál es el amor que depende de algo? El amor de Amnón y Tamar, ¿y el que no depende de nada? El amor de
David y Ionatán.

Todo amor que depende de algo – al cesar las cosas, cesa el amor:

El amor no ha de continuar si esta basado en algún otro provecho que puede ganar

Si una persona quiere a su esposa, porque es hermosa o estima a su amigo por su riqueza, el amor fallecerá cuando la belleza se marchite, y la amistad terminará, cuando se acabe la riqueza.

Antes de que elijas a un amigo, pruébalo y después de probarlo, ámalo con todo tu corazón.

En la puerta de los negocios, se detienen muchos amigos y hermanos, y en la puerta de la pobreza, no hay ni
hermanos ni amigos (Shabat 32:2).

Las personas usan decir “me gusta el pescado” pero no exactamente gustan de él, porque si fuera así, lo devolverían a su lugar original, el agua, el que dijo así, en verdad, se ama a sí mismo, pero como los pescados tienen, por lo general buen gusto, nos parece que “amamos” al pescado.

Por favor, querido lector, no sonrías al leer esta alegoría, porque si la analizamos, veremos que es un ejemplo exacto de todos nuestros “amores” e inclinaciones; generalmente amamos a todo aquello que le podemos sacar provecho pero en el momento que no lo hay, también el amor, simpatía y otros parecidos desaparecen.


Si no depende de nada – no cesará jamás:

Amor que no depende de ningún factor externo, no cesará jamás.

¿Cuál es el amor que depende de algo? El amor de Amnón y Tamar.

Amnón no amaba a Tamar, con un amor verdadero sino por su gran e impresionante belleza (ver Shmuel 2 capítulo 13).

Después de realizar su amor, la odió como está escrito: “Y la odió Amnon, con un gran odio” (Shmuel 2-13:15).

¿Por qué trae la “Mishná”, como ejemplo, el amor de Amnón y Tamar?. Amor entre un hombre y una mujer.

Porque nos quiere enseñar que si en este caso, que es uno de los temas más importantes de la vida humana no hay continuidad porque hay un “provecho”, de por medio, más será en algo que tiene menor importancia y por ende no seguirá existiendo.

Una mujer enviudó, y pensó que su marido le dejaría una gran herencia, en la lápida escribió,  “grande es mi dolor, para soportarlo”.

Pero su marido no le dejo nada, fue y se caso con un hombre rico y ordenó agregar una palabra a lo ya escrito en la lápida y así se leía:

“grande es mi dolor, para soportarlo sola”.
¿Y el que no depende de nada? El amor de David y Ionatán:

El amor entre ellos, era como el que tiene un padre para con su hijo.

Ionatán era hijo de Shaul y sería natural que odiase a David, que amenazaba ocupar el trono de su padre y el mismo no podría ser el futuro rey, pero Ionatán no prestó atención y siguió unido a David con una fuerte amistad.

Un amigo verdadero ama a su amigo con toda el alma, y el alma de Ionatan, estaba atada al alma de David, y lo amó Ionatan como a sí mismo (Shmuel 1:18:1).

El amigo es un segundo yo.

¿Qué es un amigo verdadero?
Un corazón conectado en dos cuerpos (Sefer Hashaashuim).

 
MISHNA  17

 

(יז) כָּל מַחֲלוֹקֶת שֶׁהִיא לְשֵׁם שָׁמַיִם, סוֹפָהּ לְהִתְקַיֵּם. וְשֶׁאֵינָהּ לְשֵׁם שָׁמַיִם, אֵין סוֹפָהּ לְהִתְקַיֵּם. אֵיזוֹ הִיא מַחֲלוֹקֶת שֶׁהִיא לְשֵׁם שָׁמַיִם, זוֹ מַחֲלוֹקֶת הִלֵּל וְשַׁמַּאי. וְשֶׁאֵינָהּ לְשֵׁם שָׁמַיִם, זוֹ מַחֲלוֹקֶת קֹרַח וְכָל עֲדָתוֹ:

 

17. Toda discusión (motivada) por el nombre del Señor, acabará por prevalecer, mientras que la no dedicada a
nombre del Señor, no persistirá.


¿Cuál es una discusión motivada por el Señor? La (que reinaba) entre Hilel y Shamay. ¿Y cuál la que no tenía por objeto al Señor? La discusión de Koraj y todo su grupo.


Toda discusión (motivada) por el nombre del Señor acabará por prevalecer.

Si el objetivo de la discusión es buscar la verdad, entonces ella prevalecerá como dijeron los sabios, que a partir de las discusiones, se clarificará la verdad (Rabí Ovadia de Bartenura).


Mientras que la no-dedicada al nombre del Señor, no persistirá.

Si el objetivo de la discusión es la búsqueda de poder, no perdurará (Rabí Ovadia de Bartenura).


¿Cuál es la discusión motivada por el Señor? La (que reinaba) entre Hilel y Shamay.

La controversia entre Hilel y Shamay, no tenía como fin, fastidiarse uno al otro, ni demostrar que uno tenía mejores conocimientos que el otro, su intención era sacar a la luz la verdad (Midrash Shmuel). Prueba de esto, es que cuando la casa de Hilel se convencía de los argumentos de lo presentado por Shamay, se conducían como ellos (Rabí Shimon Durán).


Y ¿cuál es la que no tenía por objeto al Señor?   La discusión de Koraj y todo su grupo.

La rebelión de Koraj y su gente, contra Moshé y Aharon, no tenía como fin aclarar la verdad, o hacer un bien a todo el pueblo de Israel, su fin era interesante, buscar honores y poder.

Sabido es que la controversia entre Hilel y Shamay, se convirtió en un símbolo, por el nivel y tonos que adquirió.

El Talmud Ierushalmi (Tratado de Shabat 1:4) nos relata sobre la electrizante atmósfera que reino en la casa de Jananiá, hijo de Jizkia, hijo de Nerón, cuando representantes de Hilel y de Shamay, se encontraron para discutir, y como eran más los del grupo de Shamay, decidieron ellos sobre dieciocho puntos.

Muy difícil fue ese encuentro, el ambiente estaba a punto de estallar, la fuente citada lo compara como el “Día que hicieron el becerro de oro”.

¿Qué fue lo que sucedió?

Como los alumnos de Shamay, vieron que son más numerosos que los de Hilel, aprovecharon su supremacía para
fija la “Halaja” (ley), según su decisión.

Y ¿porque comparan a ese día como “el día que hicieron el becerro de oro”? explica el autor del libro “Korban Haeda”: “Como Hilel era Presidente y humilde y Moshé era el ejemplo de la humildad, cuando hicieron el becerro de oro – como si hubiesen pateado a Moshé, lo mismo hicieron con Hilel.

Y algo más, nos relata la Guemara, sobre el encuentro entre Hilel y Shamay:

Los alumnos de Shamay estaban abajo, y mataban a los alumnos de Hilel, no los mataron, sino que no les dejaban
subir las escaleras, ya que la reunión se realizó en el segundo piso.

Enseñaron, seis alumnos (de Hilel), subieron, y a los otros, los detuvieron con espadas y lanzas- para que ellos (los alumnos de Shamay, sean mayoría (Korban Haedá), y a pesar de eso, dice la Guemara: “A pesar de que discutieron, la casa de Shamay, y la casa de Hilel  sobre diversos temas, no dejaron de esposarse unos con otros para enseñarte, con qué cariño y amistad se trataban, para hacer cumplir lo escrito, Amen la verdad y la paz. Y dijeron en el (Tratado de Kidushim 30:2): “No abandonaron el lugar hasta que se amigaron unos con otros”.

Seguro que te preguntaras ¿Cómo pudieron estos dos bandos contrarios, encontrar un camino para hacer desaparecer el odio que los cubría?

¿Cómo pasaron de “espadas y lanzas”, hasta llegar a ser “amados unos con otros”?

No se trata de una controversia personal; Bet-Shamay y Bet-Hilel, discutieron a nivel “halájico” y conceptual, y por eso, después de discutir, pudieron hablar unos con otros y hasta tomar y comer juntos.

Lo contrario ocurrió en la discusión de Koraj, según nuestros Rabinos, también ellos se valieron de argumentos “halájicos” (legales) para basar sus posiciones.

Preguntó Koraj:

-¿Un Talit de color azul celeste, usará Tzitzit (flecos)?

-A una casa llena de libros sagrados, ¿Será necesario colocarle una “mezuzá”?

Quien sabe cuantos argumentos les trajo Moshé, nuestro maestro, para probarles la variedad de sus conceptos

¿Pero qué pasó después?

Dice el Midrash Tanjuma:

Toda clase de pruebas trajo Moshé para que Koraj acepte, mil y una palabras utilizó nuestro maestro para apaciguar a Koraj, éste que era muy inteligente en su maldad dijo, si le contesto, sé que no voy a poder refutarlo porque es un gran sabio y no voy a tener otro camino que hacer las pases con él, mejor no le contesto.

Acá está la diferencia, explica Rabí Eliezer Ben Zión Bruk, en su libro “Egionei-Musar”, Koraj no buscaba la verdad, por eso no entró en dialogo con Moshé ¿Qué hizo? “Reunió contra ellos, Koraj, a toda la congregación (Bamidbar 16:19) fue indirectamente con burla y cinismo, se burlaba de Moshé y Aarón, no buscaba aclarar las cosas, quería solamente crear controversia y malestar en el pueblo.

Y ¿cuál fue el final de Koraj y su grupo?

La tierra los tragó.



MISHNA  18

 

(יח) כָּל הַמְזַכֶּה אֶת הָרַבִּים, אֵין חֵטְא בָּא עַל יָדוֹ. וְכָל הַמַּחֲטִיא אֶת הָרַבִּים, אֵין מַסְפִּיקִין בְּיָדוֹ לַעֲשׂוֹת תְּשׁוּבָה. משֶׁה זָכָה וְזִכָּה אֶת הָרַבִּים, זְכוּת הָרַבִּים תָּלוּי בּוֹ, שֶׁנֶּאֱמַר (דברים לג), צִדְקַת ה’ עָשָׂה וּמִשְׁפָּטָיו עִם יִשְׂרָאֵל. יָרָבְעָם חָטָא וְהֶחֱטִיא אֶת הָרַבִּים, חֵטְא הָרַבִּים תָּלוּי בּוֹ, שֶׁנֶּאֱמַר (מלכים א טו), עַל חַטֹּאות יָרָבְעָם (בֶּן נְבָט) אֲשֶׁר חָטָא וַאֲשֶׁר הֶחֱטִיא אֶת יִשְׂרָאֵל:

 

18. Todo aquél que trabaja por engrandecer el mérito de los demás, no hay pecado que llegue a través de él. Y a
todo aquél que hace pecar a los demás no se le concede la oportunidad de retornar al Eterno. Moshé tuvo mérito y otorgó mérito a los demás; por tanto el mérito de los demás se le atribuye a él. Pues fue dicho: “La rectitud del Eterno hizo, y sus juicios con
Israel (Rambam 33:21).


Ierobam pecó e hizo pecar a los demás; por ello el pecado de los demás se le atribuye a él. Pues fue dicho:
Debido a los pecados de Ierobam, que pecó e hizo pecar a Israel (Melajim 1:15:30).

 


Todo aquel que trabaja, para engrandecer el mérito de los demás

El ser humano, no tiene que preocuparse solamente por si mismo, debe hacer todo lo posible, para encausar a sus semejantes por el buen camino.

Así dicta la Torá:
“Reprenderás a tu compañero (que haya pecado) para no cargar tu también, con su pecado” (Vaikrá 19:17). Y en el Talmud: “Quien puede impedir que alguien cometa una mala acción, y no lo impide, es tan culpable como el pecador mismo (Shabat 54:2).

Rabí Iejezkel Lewenshtein, supervisor espiritual de la Yeshivá de Ponivitz, ya era muy entrado en años, y débil de salud, por lo tanto, no podía ya dictar sus clases, una vez dijo a uno de sus allegados:

-“Dejé ya de dar mis charlas, y ya no puedo influir sobre mis alumnos”.

-¿Qué tengo que hacer en este mundo?

– Usted, estimado Rabí, – dijo su interlocutor, lo sigue haciendo, aunque solamente haga acto de presencia durante la oración, porque el solo estar usted, hace que la oración sea diferente, porque todos ven como un judío anciano y débil invierte todas sus fuerzas en el rezo ¿Acaso eso no es engrandecer el mérito de los demás?

– El Rabí no quedó muy convencido y dijo: Yo quiero expresarme y hacer escuchar mi mensaje.

De esto entendemos, que su acto en sí, era para él relevante le importaba solamente, enseñar Torá y buenas costumbres; para engrandecer el mérito de los demás.


No hay pecado que llegue a través de él:

La persona que guía a la comunidad, llamando la atención, por su conducta, seguro que no pecará, la razón es clara: Si ha de pecar, la gente lo señalará y se burlará de él diciendo:
Fulano nos dice que hacer, y el mismo hace lo contrario


Y todo aquél que hace pecar a los demás:

La persona que enseña a otros, a ir por malos caminos.


No se le concede la oportunidad de retornar al Eterno:

Para que no esté en el Gan-Edén y sus alumnos en el gheeinom (infierno) (Rabí Ovadia de Bartenura).

¿Qué significa hacer pecar a los demás?

Leamos como lo define Rambam (Maimonides) en sus leyes de arrepentimiento (3:10):

¿Hacer pecar a los otros a que se refiere?


Uno
que los hizo pecar en cosas grandes e importantes, como Ierobam Ben Nebat, (rey de Israel, que colocó dos ídolos, uno en Dan y otro en Beer-Sheva, para que los hebreos no peregrinasen a Ierushalaim) y Tzadok y Baitos (alumnos de Antigonos de Soja, que crearon diferentes sectas y se alejaron de la tradición) y otros, que los hace pecar, infringiendo preceptos positivos.


Moshé tuvo mérito y otorgó mérito a los demás:

Moshé tuvo tantos méritos, pues enseño Torá a todo el pueblo de Israel.


Por lo tanto el mérito de los demás, se le atribuye a él.

Moshé, nuestro Maestro, cumplió con lo ordenado por HaShem y enseñó al pueblo a hacerlo, por eso podemos decir que todo lo que el pueblo de Israel hace, es como si el mismo lo hubiese hecho; pues fue dicho: La rectitud del Eterno hizo, y sus juicios con Israel (Dbarim 33:21).


Ierobam pecó e hizo pecar a los demás:

Ya que los alejó de HaShem y su Torá, y los condujo a la idolatría, el pecado hecho por el pueblo entero, se lo atribuye a él.


Pues fue dicho:

“Debido a los pecados de Ierobam, que pecó e hizo pecar a Israel (Melajim 15:30).

 





MISHNA 19

 

(יט) כָּל מִי שֶׁיֵּשׁ בְּיָדוֹ שְׁלשָׁה דְבָרִים הַלָּלוּ, מִתַּלְמִידָיו שֶׁל אַבְרָהָם אָבִינוּ. וּשְׁלשָׁה דְבָרִים אֲחֵרִים, מִתַּלְמִידָיו שֶׁל בִּלְעָם הָרָשָׁע. עַיִן טוֹבָה, וְרוּחַ נְמוּכָה, וְנֶפֶשׁ שְׁפָלָה, מִתַּלְמִידָיו שֶׁל אַבְרָהָם אָבִינוּ. עַיִן רָעָה, וְרוּחַ גְּבוֹהָה, וְנֶפֶשׁ רְחָבָה, מִתַּלְמִידָיו שֶׁל בִּלְעָם הָרָשָׁע. מַה בֵּין תַּלְמִידָיו שֶׁל אַבְרָהָם אָבִינוּ לְתַלְמִידָיו שֶׁל בִּלְעָם הָרָשָׁע. תַּלְמִידָיו שֶׁל אַבְרָהָם אָבִינוּ, אוֹכְלִין בָּעוֹלָם הַזֶּה וְנוֹחֲלִין בָּעוֹלָם הַבָּא, שֶׁנֶּאֱמַר (משלי ח), לְהַנְחִיל אֹהֲבַי יֵשׁ, וְאֹצְרֹתֵיהֶם אֲמַלֵּא. אֲבָל תַּלְמִידָיו שֶׁל בִּלְעָם הָרָשָׁע יוֹרְשִׁין גֵּיהִנָּם וְיוֹרְדִין לִבְאֵר שַׁחַת, שֶׁנֶּאֱמַר (תהלים נה), וְאַתָּה אֱלֹהִים תּוֹרִידֵם לִבְאֵר שַׁחַת, אַנְשֵׁי דָמִים וּמִרְמָה לֹא יֶחֱצוּ יְמֵיהֶם, וַאֲנִי אֶבְטַח בָּךְ:

 

19. Todo aquel que posea tres cosas será considerado discípulo de Abraham, nuestro padre; pero si posee tres
cosas distintas, se le considerará discípulo de Bilam el malvado.


(Quien posee) buen ojo, espíritu humilde y alma sumisa es considerado discípulo de Abraham, nuestro padre; (quien está dotado de) mal ojo, espíritu altanero y alma ávida, es discípulo de Bilam el malvado.


¿Qué (diferencia hay) entre los discípulos de Abraham, nuestro padre, y los discípulos de Bilam el  malvado?
Los discípulos de Abraham, nuestro padre, comen en este mundo y tendrán su parte en el mundo futuro, según está escrito: tengo para dar herencia a quienes me aman, y sus tesoros llenaré. En cambio, los discípulos  de Bilam el malvado heredarán el infierno y bajarán a un pozo de destrucción, según está escrito:  Y Tú, D-s, les harás bajar a un pozo de destrucción; hombres sanguinarios y pérfidos, no llegarán a la mitad de sus días; más yo confiaré en tí (Tehilim 55;24).


 


Todo aquel que posea tres cosas.

Tres cualidades, será considerado discípulo de Abraham, nuestro padre: porque de él aprendió el camino del bien.


Pero si posee tres cosas distintas.

Cualidades contrarias, se le considera discípulo de Bilam el malvado.


Buen ojo:

Que está contento con lo que tiene, lo “poco” que posee para él es mucho. Y lo que pertenece a otros no le da mucha importancia.

Abraham es un ejemplo, después de la guerra contra los cuatro reyes, le dijo al rey Salem: “Ni un hilo, ni un cordón de calzado tomaré de todo lo que es tuyo” (Breshit 14:23).

El espíritu humilde:
Era muy humilde.
Cuando Abraham rogó a HaShem que perdone a Sdom, la ciudad corrupta, dijo: “Soy polvo y cenizas (Breshit 18:27).

Alma sumisa:

Se abstiene de deseos. Abraham tomó una segunda esposa (Hagar) no porque tenía deseos, sino porque Sará no tuvo hijos, Sará le ofreció “Ven a mi sierva” (Idem 16:2). Cuando Sará se enojó con Hagar, no duda Abraham en divorciarla, “Hazle lo que tu quieres” (16:2) prueba que no le deseaba, cuando le pidió echar a Ishmael de su casa,
dice la escritura: “Fue malo, ante los ojos de Abraham, por su hijo” (21:11) (Sefer Hamaor de Rambam).


Mal ojo:

Se refiere a la envidia todo lo que posee le parece poco y lo que tiene su compañero le parece que es mucho.

Bilam, el malvado, perseguía todo lo material de aquí a la envidia, el camino es corto, así está escrito: “Si me diese Balak una casa llena de plata y oro” (Bamidbar 22:18). Por dinero, estaría dispuesto a efectuar la misión.


Espíritu altanero:
Es el orgullo, sus palabras lo atestiguan: “El discurso del que escucha las palabras de D’s (ídem 24:16).

Dice el Talmud: “Todo aquel que se llena de orgullo, si es sabio; desaparece su sabiduría, si es profeta; su profecía se hace a un lado” (Psajim 66:2).


Alma ávida:

Corre tras los deseos carnales, fue Bilam que aconsejó a Balak, prostituir a todas las mujeres de Moav y si no hubiese estado inmerso en esos deseos, no le hubiera aconsejado así.

 

¿Qué diferencia hay entre los discípulos de Abraham, nuestro padre y los discípulos de Bilam, el malvado?

La Mishná no pregunta cuál es la diferencia, entre Abraham, nuestro padre, y Bilam, el malvado, sino en qué se
diferencian, los alumnos de uno, de los alumnos del otro, porque Abraham no fue comprendido por su generación no entendieron su concepción del mundo, porque estaba a un nivel superior al de sus con generacionales y como la gente estaba muy lejos de su nivel, no podían conocer sus pensamientos a fondo.

Si quiere usted conocer la esencia de una persona, observe usted a sus alumnos de la personalidad de éstos, sabrán el nivel del Rabino.

Rabí Shlomo Heiman, autor del libro “Jidushei Rabí Shlomo”, no entiende la pregunta que formula la “Mishná”,
claro está que los alumnos de Abraham, el patriarca, tenían fe en HaShem, y por su parte los alumnos de Bilam, eran politeístas y no reconocían a HaShem como el Supremo Hacedor ¿no es ésta la diferencia?

Parece ser que la “Mishná”, trata de descubrir cuál era la fuerza de los alumnos de Abraham, nuestro padre, que hizo que multitudes fuesen atraídas, convirtiéndose en creyentes.

La generación de Abraham, era completamente de idólatras oscurantistas y a pesar de ello, fueron tras su mensaje ¿Cuál fue el secreto?

Contesta el autor de la “Mishná”, que eran poseedores de buenas cualidades y costumbres y hemos de saber que
“si las cualidades no están dañadas, podrán saber la verdad”.

¡Por el contrario, los alumnos de Bilam, que vivieron en una generación de milagros realizados públicamente y donde se relevó HaShem, como pudieron convertirse en alumnos y seguidores de la filosofía Bilamica! Es contra la lógica pura.

La respuesta está, dice el Tana, en las cualidades, los alumnos de Bilam, poseían malas cualidades, sus ojos se enceguecieron y no vieron que poseen malas cualidades, en este mundo, los envidiosos, altaneros, sufrirán en este mundo, y será para ellos un infierno.


Hombres sanguinarios y pérfidos, no llegarán a la mitad de sus días (Tehilim 55:24).

Un seduceo le preguntó a Rabí Janina, que edad tenía Bilam cuando fue muerto (Ieoshua 13:23).

Rabí Janina le dijo que no se encontró algo escrito, al respecto, pero como cita el versículo “Hombres sangrientos y de engaño no pasarán la mitad de sus días, parece ser que al morir tenía treinta y cinco años; ya que la vida de un mortal, tiene como promedio setenta años (Tehilim 90:10).

Tiene razón, le contestó el seduceo, encontré en el Sefer Haiujasin escrito que Bilam tenía treinta y tres años, cuando fue muerto por el ejercito de Pinjas (Sanhedrín 106).

 





MISHNA  20

 

(כ) יְהוּדָה בֶן תֵּימָא אוֹמֵר, הֱוֵי עַז כַּנָּמֵר, וְקַל כַּנֶּשֶׁר, וְרָץ כַּצְּבִי, וְגִבּוֹר כָּאֲרִי לַעֲשׂוֹת רְצוֹן אָבִיךָ שֶׁבַּשָּׁמָיִם. הוּא הָיָה אוֹמֵר, עַז פָּנִים לְגֵיהִנָּם, ובשֶׁת פָּנִים לְגַן עֵדֶן. יְהִי רָצוֹן מִלְּפָנֶיךָ יְיָ אֱלֹהֵינוּ שֶׁתִּבְנֶה עִירְךָ בִּמְהֵרָה בְיָמֵינוּ וְתֵן חֶלְקֵנוּ
בְּתוֹרָתֶךָ:

 

20. Yehuda Ben Teima dice: seaudaz como pantera, y ligero como el águila, rápido como ciervo y fuerte como
león, para hacer la voluntad de tu Padre que está en los cielos.


(También) solía decir: el insolente (irá) al infierno y el modesto al Edén. Sea Tu voluntad, Señor, nuestro D-s y D-s de nuestros antepasados, edificar el templo, pronto en nuestros días y darnos nuestra parte en Tu Torá.


Yehuda Ben Teima dice: sé audaz como la pantera y ligero como el águila, rápido como ciervo y fuerte como
león.

Trata con toda tu fuerza de servir a Tu Creador (Rabí Menajen Hameiri)


Audaz como la pantera.

No te avergüences en preguntar a tu Rabino, lo que no es comprensible para ti ni tampoco te avergüences, por ser observante de la normativa judía; si se burlan de ti, y tu no les haces caso, serás considerado como si hubieses entregado tu alma en aras de la santificación de nombre de HaShem (Sefer Hajasidim 40).


Ligero como águila.

Para repasar el material que te han enseñado y para alejarte de las malas compañías que conducen al pecado.


Rápido como ciervo.

Para cumplir los preceptos, sabido es que si la persona se deja estar y entra en la holgazanería, al final se alejará del estudio y del cumplimiento de los preceptos, por eso debemos ser rápidos en nuestras acciones.


Y fuertes como león.

Para conquistar nuestro instinto y así apartarnos de las malas acciones.

El tanaíta, autor de la “Mishná”, tomó cuatro vocablos, los cuales nos instan a ser diferentes y ágiles en nuestros actos, con mucha razón nos instruye de esa manera, porque cuatro son las razones que impiden a los seres humanos, llegar a la perfección.



La primera:

La pobreza, que puede trastornarnos y alejarnos de HaShem.


La segunda
:
Los enemigos, de nuestro pueblo que quisieran hacernos desaparecer como pueblo.


La tercera:

El “Mazal” (destino) de cada uno.  


La cuarta:

Es el “ietzer hará” (el incitador), el más cruel de todos.

El ser humano tiene que hacer lo imposible, para contrarrestar la fuerza de estos cuatro impedimentos y ese es el consejo de Yehuda Ben Teima:


Se audaz como la pantera.

A pesar de que no posee mucha fuerza, deberá ser más fuerte de lo que puede para vencer a la pobreza, y cambiar su “Mazal” destino, será “ligero como el águila”.


Rápido como el ciervo.

Se refiere a cambiar de domicilio, si se encuentra en un lugar de malvados, que le impiden vivir una completa vida judía como lo hicieron nuestros hermanos durante toda nuestra historia.


Fuerte como un león.

Contra el “ietzer-hará” (instinto del mal) como está escrito: ¿Quién es héroe? El que conquista su instinto (Jidushei Hamaarsha, Psajim 114:1).


 Para hacer la voluntad de Tu Padre que está en los cielos.

Las cualidades enumeradas, audacia, rapidez y terquedad, en si, no son buenas, pero cuando las adoptamos para cumplir los preceptos de HaShem podremos utilizarlas (Rabí Shmuel D’ozeda).


   El insolente irá al infierno.

Los insolentes, al  final caen en el pecado (Taanit 7:).

Solo será considerado positivo, cuando utiliza la insolencia, la terquedad y parecidos, en función del “Servicio a  HaShem”.


    Y el penoso al Edén.

Si es penoso y modesto, preferirá la compañía de gente buena y honesta “Todo el que es penoso no tan rápido pecará (Nedarim 20:1).

Por lo general, si la persona no peca, es porque la pena, le impidió hacerlo, en su juventud (Sefer Hajasidim).


 Sea Tu voluntad, Señor nuestro D-s y D-s de nuestros antepasados, edificar el Templo pronto, en
nuestros días y darnos nuestra parte en la Torá.

Parece ser que con esta oración, se daba por finalizado el libro ya que al principio, Pirkei Avot, estaba compuesto  por cinco capítulos muy tarde agregaron otras “Mishnáiot” y el capítulo sexto.

 



MISHNA  21

 

(כא) הוּא הָיָה אוֹמֵר, בֶּן חָמֵשׁ שָׁנִים לַמִּקְרָא, בֶּן עֶשֶׂר לַמִּשְׁנָה, בֶּן שְׁלשׁ עֶשְׂרֵה לַמִּצְוֹת, בֶּן חֲמֵשׁ עֶשְׂרֵה לַתַּלְמוּד, בֶּן שְׁמוֹנֶה עֶשְׂרֵה לַחֻפָּה, בּן עֶשְׂרִים לִרְדּוֹף, בֶּן שְׁלשִׁים לַכֹּחַ, בֶּן אַרְבָּעִים לַבִּינָה, בֶּן חֲמִשִּׁים לָעֵצָה, בֶּן שִׁשִּׁים לַזִקְנָה, בֶּן שִׁבְעִים לַשֵּׂיבָה, בֶּן שְׁמוֹנִים לַגְּבוּרָה, בֶּן תִּשְׁעִים לָשׁוּחַ, בֶּן מֵאָה כְּאִלּוּ מֵת וְעָבַר וּבָטֵל מִן הָעוֹלָם:

 

21. (También) solía decir: a los cinco años (de empezar a estudiar) la Biblia, a los diez la Mishná, a los trece
(a cumplir) los preceptos y a los quince (estudiar) la Guemara. A los dieciocho (el hombre) debe casarse, a los veinte, perseguir, a los treinta (plenitud de) fuerza, a los cuarenta inteligencia, a los cincuenta (para el consejo), a los sesenta(llega) la vejez, a los setenta cabellos grises, a los ochenta fuerza (especial) y a los noventa se encorva, a los cien es como un muerto, que pasó y desistió del mundo.


A los cinco años:

Comenzará a estudiar Torá, el libro de oración no antes, porque el estudio, a temprana edad, lo debilita (Rashi).

El desarrollo natural del niño, fija cuando comenzara a estudiar Torá, Mishná y Guemara, y hace que exactamente a la edad de trece años, ya esta preparado para observar las mitzvot (preceptos).

Cada edad tiene su idioma y su propia sensibilidad, si se le exige al niño, mas de lo que puede no tendrá éxito, lo dañara.

¿Cuándo comienza su padre a enseñarle Torá?

Desde que comienza a hablar, ha de enseñarle los versículos del libro “Devarim”. “Moshé nos ordeno la Torá”
(33 :4) y “Shma Israel”, oye Israel (6 :4).

Después ha de enseñarle poco a poco, versículo por versículo, hasta que cumpla seis o siete años, todo según sea la salud y capacidad del ánimo, cuando ha de llevarlo a lo de un maestro de párvulos (El estudio de la Torá 1:6).


A los diez, la Mishná.
Estudias la “Mishnaoit”, que no son difíciles de entender (Rashi).

¿Y por que comenzara a estudiar Mishná a la edad de diez años? seguramente durante estos cinco años,
(de 5 a 10 años), estudió Torá y si no tuvo éxito y no captó el material, en estos cinco años, no tendrá provecho en su estudio y ya dijeron. Todo alumno, que no vio frutos de su estudio durante cinco años, no los verá jamás.

Si es así, mejor enseñarle un oficio.


A los trece, para cumplir los preceptos:
A los trece años es considerado ya un hombre, ya que forma parte del minyan, se coloca tefilín (filacterias) y puede atestiguar ante cualquier Tribunal.


A los quince, estudiar Guemara:
Estudiara Guemara y profundizara en las leyes (Rashi).

Como hay niños que comienzan a estudiar Torá antes de los cinco años, así los hay que estudian Guemara antes
de los quince.


A los dieciocho debe casarse:
Diecinueve veces, la palabra Adam, es mencionada en el capitulo que trata sobre las hechuras del génesis desde el versículo, HaShem dijo: hagamos al hombre (Breshit 1:26) hasta “Edifico el Eterno HaShem”, el costado (Idem 2 :22) de estas, una mención, es para referirse al hombre mismo y las restantes, dieciocho veces son para ser interpretadas (por eso se designan la edad en que debe casarse).

Bien hará, si estudiara tres años de Guemara, de los quince hasta los dieciocho, y aprenderá un oficio para poder casarse y mantener con honor a su esposa.


A los veinte perseguir:
Hay quienes explican que perseguir, significa procurar y lograr el sustento, y que el cielo empezara a perseguirlo y a castigarlo por sus acciones, pues el Bet-din (Tribunal celestial) no castiga a quien es menor de veinte años.

Podemos preguntar por que el tema no especifica ¿qué debemos perseguir? 

Según nuestros sabios, es el hombre quien va tras la mujer y no es la mujer quien acostumbra ir tras el hombre (Kidushin 2).

Si alguna persona, se le pierde algo, quien va tras quien el hombre va tras el objeto perdido.

Explica Rashi: lo que se perdió es una de las costillas.

Cuando llego a la edad de veinte años, debe procurar conseguir lo que no logro hacer a los dieciocho.

A los veinte años, “el zivug”  (la pareja), depende de sus actos.


A los treinta (plenitud de fuerza):
Al tener treinta años, el hombre esta en su mejor momento. Los levitas que cargaban las partes del Tabernáculo y transportaban los utensilios en sus hombros, tenían de treinta años en adelante (Rabí Ovadia de Bartenura).


A los cuarenta años – inteligencia:
A esta edad llega el hombre a la cima de su desarrollo intelectual.


A los cincuenta – para el consejo:
Pues esta escrito con respecto a los levitas: “Y a partir de los cincuenta años, regresara del servicio y no servirá mas a sus hermanos (Bamidbar 8:25-26), ¿Cómo los servirá? Brindándoles consejo (Rabí Ovadia de Bartenura).

¿Qué se necesita para dar un buen consejo? Inteligencia y experiencia en la vida.

A los cincuenta años, ya adquirió experiencia, y esta fresco y lúcido, porque todavía no comenzó a envejecer (Rabí Menajem Hameiri).


A los sesenta años – para la vejez:
La vejez en el hombre, comienza a los sesenta años ¿y en la mujer?

¿Quién es vieja? Toda mujer a la que tildan de vieja y anciana y no se enoja (Nida 9:1).

Hoy día, al cumplir los sesenta y poseer buena salud, hay todavía muchas cosas por hacer.

Nuestros sabios dicen que el que muere antes de los sesenta, puede que sea un castigo del cielo, muere a los sesenta, es muerte natural.

Pidamos a HaShem, que nos conceda mas años, para así poder “corregir “ nuestros errores.


A los setenta años, cabellos grises:
¿Quién es totalmente viejo?

Aquel que su cabellera esta totalmente blanca (Rashi). El blanco proviene de la debilidad (Rabí Shimon Duran).

El rey David murió a los setenta años y dice la escritura “Y murió en buena ancianidad” (Seiba) (Dibrei aiamim 29:27).


A los ochenta, fuerza especial:
Vivir ochenta años, es en verdad algo especial.

El sabio Rabí Z. Ferber, al llegar a la edad de ochenta años dijo: No piensen que a los ochenta desaparece el incitador (ietzer-hara) a esa edad es cuando debemos poseer una fuerza especial para no caer en sus redes.


A los noventa años, para encorvarse:
El vocablo hebreo “Iasuaj” puede interpretarse de varias maneras:

1.Marchar inclinado y encorvado.

2. Ya marcha hacia la tumba, fosa (shuja).

3. Del vocablo sija conversación, porque los ancianos gustan de contar su vida, sus historias y sus penas.


A los cien años, es como un muerto que pasó y desistió del mundo:

Todos sus instintos desaparecen no come, ni bebe bastante (Rabenu Bejaie).

Y en la Guemara leemos:

La mente de los ancianos se cambia.

Sus labios tiemblan.

Sus oídos se debilitan.

Un pequeño montón de tierra les parece una colina.

El emperador le dijo a Rabí Ieoshua Ben Yanania. ¿Por qué no vas a ver a Be Abidan? y el Rabino le contestó:
la montaña esta ya cubierta de nieve (mi cabeza es blanca, soy demasiado viejo), sus laderas están heladas (mi barba es blanca).

Ya los perros no ladran (mi voz es débil), sus muelas no pueden ya moler (mis dientes han desaparecido) (Tratado de Shabat 152:1).





MISHNA  22

 

(כב) בֶּן בַּג בַּג אוֹמֵר, הֲפָךְ בָּהּ וַהֲפָךְ בָּהּ, דְּכֹלָּא בָהּ. ובָהּ תֶּחֱזֵי, וְסִיב וּבְלֵהבַהּ, וּמִנַּהּ לָא תְזוּעַ, שֶׁאֵין לְךָ מִדָּה טוֹבָה  הֵימֶנָּה. בֶּן הֵא הֵא אוֹמֵר, לְפוּם צַעֲרָא אַגְרָא:

 

22. Ben Bag Bag dice: vuélvela por aquí o vuélvela por allá, la Torá contiene todo, contémplala, envejece inclinado sobre ella, de sus máximas no te separes. No hay para ti mejor regla que ella.
Ben He He dice: Según el sufrimiento, la recompensa.


Ben Bag Bag:

Rabí Iojanan, era su nombre, y su nombre se debe a que pertenecía a una familia de conversos, esto esta insinuado en su nombre: Ben Ger (hijo de converso), Ben Gioret  (hijo de conversa), (Midrash Shmuel).


Vuélvela por aquí, vuélvela por allá:
Invierte tu tiempo, en el estudio de la Torá; en la Mishná anterior estudiamos, que se debe invertir cinco años en el estudio de la Mikra (Biblia) y cinco años en Mishná. ¿Y que sucede con el estudio del Talmud?.

Leemos, a los quince años, para estudiar el Talmud, ¿Acaso consagrará también cinco años a su estudio?.

Viene Ben Bag Bag y nos enseña que el estudio del Talmud no tiene limite de tiempo, sino que se estudiara toda la vida.


La Torá contiene todo:
Rabí Eljanan Vaserman, trae un pensamiento del “Jafetz Jaim”, Rabí Meir Hacohen de Radin.

Hay veces en la vida de una persona, que debe tomar una decisión y no sabe hacerlo.

Se desespera, ha aquí que un amigo le susurra al oído: ¡no te desesperes, puedes pedir consejo directamente de HaShem!. ¿Cómo puedo hacerlo? pregunta angustiado el hombre en cuestión.

Es cierto, cada uno puede hacerlo. Hay en la Torá, respuestas para todas las preguntas del mundo.

La solución que encontramos en la Torá, es el consejo que HaShem nos da.

Cuéntese que una vez, el Rabino Moshé Fainstein, paz en su memoria, escribió una carta de felicitaciones a su alumno que fue bendecido por un hijo.

Entre otras le escribió que muchas bendiciones quisiera otorgarle, pero nuestros sabios ya la formularon que
amerites criarlo para la Torá, la jupa (casamiento) y buenas acciones, y si esa es la bendición de nuestros sabios, señal es que no hay otra bendición en el mundo que no este contenida en una de esas tres.

Cuando enviaron un hombre a la luna y todos los periódicos y medios de comunicación discutían sobre lo que
posiblemente se podía encontrar allí, vinieron y preguntaron al Gran Rabí sobre su opinión.

No encontraran nada, dijo sin dudar.

¿Por que esta usted tan seguro?

Porque nuestros sabios no mencionaron nada sobre el tema.

Todo esta insinuado en las enseñanzas de los Rabinos.


Contémplala, envejece sobre ella:
Tampoco la abandones en la vejez ni en la ancianidad (Rabí Ovadia de Bartenura).

Hasta sus últimos días, el Gran Rabino, Rabí Tzvi Pesaj Frank. Vivió una larga vida, quiso elevarse en Torá.
Estudiaba con vigor y entusiasmo de un joven. En sus últimos días comenzó a repasar el Tratado de Eruvin, la gente a su alrededor, miraba maravillada al anciano Rabí, estudiando una hoja de Guemara, entonando la melodía tradicional y sintiendo el mismo gusto que sintió al estudiar el tema por primera vez.


De sus máximas no te separes:
Meditarás en ella de día y de noche (Ieoshua 1:8).

No abandones el camino de la Torá, Por toda duda que tengas analiza las palabras de los sabios y encontraras respuestas.


No hay para ti mejor regla que ella:
Todo evento que sucede en el mundo.

Toda idea, teoría a nivel científico o en el plano ético y moral o socio-político, deberemos medirlo según los parámetros vertidos en la Torá.

Si están de acuerdo con lo escrito en la Torá, entonces es lo correcto (Midrash Shmuel).

El Rabí de Gur definió la diferencia entre los sabios de nuestros días y aquellos de las generaciones anteriores.

Los sabios de antaño, creían en la santidad de la Torá y trataban de encontrar en ella, pruebas para la investigación científica, y los sabios de hoy, buscan en la ciencia testimonios para la veracidad de la Torá.

Cuando la investigación científica no esta de acuerdo con lo escrito en la Torá, ya dudan de ella.

Ben He He, era converso o hijo de conversos, y fue llamado con ese nombre porque todos los conversos son
considerados hijos de Abraham, nuestro patriarca y Sará, nuestra matriarca, porque HaShem, porque HaShem agrego la letra He (quinta del abecedario, a sus nombres, Abram – Abraham, Sarai – Sará).

De ahí su nombre, hijo de He He, hijo de Abraham y Sará (Midrash Shmuel).


Ben He He dice: Según el sufrimiento, la recompensa:

De acuerdo a la intensidad del sufrimiento que sufres para tener éxito en tu estudio de la Torá, así recordaras claramente lo aprendido.

Si no inviertes tiempo y esfuerzo en la materia que estudias, no verás provecho alguno y rápidamente lo olvidaras.

Hasta hoy día, recordamos lo que estudiamos con tesón y entusiasmo, y olvidamos todo aquello que leímos y
estudiamos en forma superficial.

HaShem recompensa a los que estudian Torá, no por sus conocimientos, sino por su dedicación!

El éxito en los estudios, no depende de nosotros, sino de HaShem.

Y así escribe Rabí Eliezer Papo, en su obra “Pele – Ioetz”: “El Santo, bendito sea, no cuenta las hojas que hemos estudiado, sino las horas que hemos invertido en el estudio.

Un estudiante se acercó al Jafetz  Jaím, Rabí Meir Hacohen de Radin, autor de “Mishná Brura”, y otras famosas obras y vertió ante él su pena.

¡Ya son muchos años, los que dedicó al estudio y todavía no sé estudiar una hoja de Guemara como es debido!

Le contestó el Rabino: ¿Acaso HaShem nos ordenó que seamos sabios y genios? nos ordenó solamente que
estudiemos Torá y nos ocupemos en todo lo que le concierne.

¿Quién es el estudioso? No aquel que sabe estudiar, sino aquel que se siente y estudia Torá, ¡cómo ladrón es aquel que roba y no aquel que sabe las leyes del latrocinio y su filosofía!


Según el sufrimiento, la recompensa:
Demás está decir, que si observas la vida normativa judía, aunque te enfrentes diariamente a aquellos que te rodean, y quieren impedírtelo has de saber, que aunque sufras, ¡tu recompensa será grande!

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Capítulo 6



PIRKEI AVOT



“TRATADO DE LOS PRINCIPIOS”


Capítulo  6

Mishna 1


Mishna 2

Mishna 3

Mishna 4

Mishna 5

Mishna 6

Mishna 7

Mishna 8

Mishna 9

Mishna 10

Mishna 11

 



MISHNA  1

 

(א) רַבִּי מֵאִיר אוֹמֵר כָּל הָעוֹסֵק בַּתּוֹרָה לִשְׁמָהּ, זוֹכֶה לִדְבָרִים הַרְבֵּה, וְלֹא עוֹד אֶלָּא שֶׁכָּל הָעוֹלָם כֻּלּוֹ כְּדַאי הוּא לוֹ, נִקְרָא רֵעַ, אָהוּב, אוֹהֵב אֶת הַמָּקוֹם, אוֹהֵב אֶת הַבְּרִיּוֹת, מְשַׂמֵּחַ אֶת הַמָּקוֹם, מְשַׂמֵּחַ אֶת הַבְּרִיּוֹת, וּמַלְבַּשְׁתּוֹ עֲנָוָה וְיִרְאָה, וּמַכְשַׁרְתּוֹ לִהְיוֹת צַדִּיק חָסִיד יָשָׁר וְנֶאֱמָן, וּמְרַחַקְתּוֹ מִן הַחֵטְא, וּמְקָרַבְתּוֹ לִידֵי זְכוּת, וְנֶהֱנִין מִמֶּנּוּ עֵצָה וְתוּשִׁיָּה בִּינָה וּגְבוּרָה, שֶׁנֶּאֱמַר לִי עֵצָה וְתוּשִׁיָּה אֲנִי בִינָה לִי גְבוּרָה, וְנוֹתֶנֶת לוֹ מַלְכוּת וּמֶמְשָׁלָה וְחִקּוּר דִּין, וּמְגַלִּין לוֹ רָזֵי תוֹרָה, וְנַעֲשֶׂה כְּמַעְיָן הַמִּתְגַּבֵּר וּכְנָהָר שֶׁאֵינוֹ פּוֹסֵק, וְהוֶֹה צָנוּע וְאֶרֶךְ רוּחַ, וּמוֹחֵל עַל עֶלְבּוֹנוֹ, וּמְגַדַּלְתּוֹ וּמְרוֹמַמְתּוֹ עַל כָּל הַמַּעֲשִׂים:



1. Enseñaron los sabios en el lenguaje de la Mishná.
Bendito sea quien los eligió a ellos y a su estudio.

Diferentes son nuestros sabios, de los sabios de las naciones, éstos exigen de otros, lo que nunca cumplieron.

Vivían en un mundo separado.

Nuestros sabios no se comportaban así.

Nunca ordenaron algo a otros, sin antes examinar el tema y realizarlo ellos mismos.

Cuentan que cuando el autor de “Mishná Brura”, Rabí Israel Meir Hacohen de Radún el Jafetz Jaim, se apersonó ante Rabí Baruj Mordejai Lipshitz, Rabino de Novardok, para pedir que escribe una carta de consentimiento para uno de sus libros, el Rabí, pidió a algunos de sus alumnos que conversen con Rabí Israel Meir, personalidades rabínicas, para ver, si no entraba en el camino peligroso del chisme y de la calumnia.

Uno de ellos, Rabí David Kimji, que sirvió tiempo después como Rabino de Mijaelov, contó que conversó con Rabí Israel Meir, durante seis horas tratando por todos los medios de sonsacarle su opinión sobre Rabinos de la época.

Rabí Israel Meir, con inteligencia, desvió la conversación a otros temas y así no faltó siquiera en el polvo de la
maledicencia y de los chismes.

Estas enseñanzas no son parte de la Mishná, sino que son una  baraita texto que no forma parte de los seis Tratados Mishnáticos.


Rabí Meir dice: Todo aquel que se ocupa de la Torá por la Torá misma, se hace merecedor de muchas cosas, y no solo ello, sino que el universo entero justifica su existencia por de él. Es llamado amigo, amado, que ama al Omnipresente, ama a las criaturas, es revestida de humildad y reverencia, lo prepara para ser justo, piadoso, recto y fiel, lo aleja del pecado y es acercado al mérito, es posible recibir de él, consejo, criterio, intuición y fortaleza, pues fue dicho: “Mío es el consejo y el criterio, intuición soy, mía es la fortaleza” (Mishle 8:14), le es otorgado el reinado, el dominio y el escrutinio de la Torá, le son revelados secretos de la
Torá, se hace como un manantial que
fluye sin cesar y como río que no aminora su curso, tiene recato y paciencia, perdona las ofensas y lo engrandece y eleva por sobre todas sus hechuras.


Todo aquel que se ocupa de la Torá “lishma” por si misma.

¿Qué significa ocuparse de la Torá, por si misma lishmá?

Se puede ocupar de la Torá, por amor al estudio, y la voluntad de cumplir con el precepto que ordena estudiar la Torá o, hacerlo para obtener ganancias materiales o, ganar honores o, llegar por su intermedio a ocupar un puesto importante.

Claro está que nuestros sabios nos enseñaron “No conviertas la Torá en corona para enorgullecerte mediante ella, ni en azada para cavar con ella (Avot 4:5).

A pesar de eso, no prohibieron los sabios ocuparse del estudio de la Torá, aunque los motivos no eran tan puros y así dijeron: “Siempre se ocupará la persona de la Torá, aunque no lo haga solo por el estudio (lishmá), porque aunque no lo haga por esa razón, con solo estudiar, llegará a ese nivel (lishmá) (Baraita – Tratado de Kalá).


Rabí Jaim de Volozin

En su libro “Nefesh Hajaim”, explica que “lishmá” significa estudiar en nombre de la Torá, como el Rosh (Rabenu Asher) explica: “Haz cosas en nombre de quien las indicó y habla en su nombre.

Así escribe: Haz cosas en nombre del Santo, bendito sea, y todas las conversaciones sean de temas de Torá, en nombre de Torá, por ejemplo. saber, conocer, profundizar en las fuentes sagradas  y no objetar sin razón y con orgullo.

Hemos de saber que la concentración e intención pura, da fuerza y mayor consistencia cuando se cumplen los preceptos (Shaar 4- letras A,B,C).


Se hace merecedor de muchas cosas:

Será justo y piadoso, como se explica más adelante (Rashi).


Y no solo ello, sino que el universo entero, justifica su existencia por él

¿Quién es el hombre perfecto? el que se ocupa de la Torá el mundo fue creado para que los hombres, se ocupen de la Torá (klijenda – Avot 3: 14).

En el año 5693 (1933) falleció Rabí Israel Meir Hacohen de Radin, Rabí Shabetai Iagel, pronunció un discurso en su honor y entre otros mencionó la Mishná “Todo aquel que se ocupa  de la Torá por la Torá misma (lishmá) – se hace merecedor de muchas cosas”. Y no solo ello….de esto aprendemos, dijo el Rabino, que todo lo que se detalla a continuación no está incluido en “se hace merecedor de muchas cosas”.

Si es así, ¿A qué se refiere cuando dice “se hace merecedor de muchas cosas”?

El que estudia Torá, puede hablar mucho “Devarim” del verbo daber (hablar), lo que no puede hacer el que no estudia Torá, éste no puede hablar mucho, cerrará su boca, para no caer en “conversaciones prohibidas, chismes y similares.

Y mencionando al “Jafetz – Jaim”, dijo:

Todos sus días, habló mucho y no se mantuvo callado.


Es llamado, amigo, amado, que ama al Omnipresente, ama a las criaturas:

Un hombre que responde a lo arriba citado, es amado por HaShem y Sus criaturas, bueno para el cielo y bueno para la gente (Kidushin 40).

Las dos cosas están unidas y “hombre completo”, es el que observa los preceptos entre Hombre – HaShem y Hombre – Hombre.

Rabí Israel Baal – Shem Tov, solía decir:

Cuando amamos a un judío, es parte de la divinidad superior y al amar a un judío, amamos su interioridad y por ende amamos al Creador.

Un conductor de diligencia preguntó a Rabí Levy Itzjak de Berditchev, si hará bien en cambiar de profesión, ya que al seguir laborando en su trabajo actual, no podrá participar en el “Minyan” a diario.

¿En tus viajes llevas a gente pobre, de forma gratuita?

 Si, respondió el conductor.

Entonces, tu sirves a HaShem con fidelidad y eres considerado como si hubieses participado en los rezos, le dijo el Rabí.


Y es revestido de humildad y reverencia:

Los justos de Israel, al crecer se les agrega humildad, dijeron nuestros sabios. Los Rabinos de la escuela moralista dijeron: Si han visto, grandeza y genialidad en una persona, y quieren saber si estas cualidades provienen de un profundo sentir a HaShem o de una fuente impura, presten atención si se comporta con recato y modestia.

Si es humilde, he aquí la prueba de que sus conocimientos emanan de nuestro HaShem viviente (Or Eljanan 2:17).


Lo prepara para ser, justo, piadoso, recto, y fiel:

El estudio de la Torá; educa al hombre a comportarse de buena manera en la vida y al estudiar con todo corazón, será siempre fiel y no abandonará nunca el camino de HaShem (Rabí Shmuel de Ozeda).

Explica el justo Rabí Iaabetz (Rabí Iaakov, Tzvi Emdin):


Recto:

Es la persona que es indiferente al mal, por su naturaleza, hace lo que debe hacer.


Piadoso
:
Hace más de lo requerido por la Torá.


Justo
:
Es aquel que conquista su instinto.

¿Quién es más importante, el piadoso o el justo?

El piadoso, explica el Rabí, no siempre podrá estar en ese nivel, es imposible que en toda su vida haga más de lo requerido por la ley. El que trata de ser de los primeros diez en la sinagoga, imposible que una vez no falte.

El justo (Tzadik), reza todos los días y podrá hacerlo durante toda su vida.


Es posible de recibir de él, criterio, intuición y fortaleza:

Ya dijeron, nuestros sabios: Hay quienes llaman a la Torá, “Tushiá”  “Tushiá”
Tiene dos significados: debilita y otorga criterio, de aquí dicen que la Torá, debilita la fuerza de las personas, pero ya dijo Shlomo, el rey sabio: “Míos, son los consejos, yo  soy el criterio, yo soy la inteligencia, yo tengo potencia. (Mishle 8:14). Si es así hay alguna contradicción, si decimos que la Torá debilita a los humanos, ¿cómo es que el versículo finaliza diciendo que da fuerza?

Explicó Rabí Eliahu Lapian:

Cuando la persona no llegó al nivel de “entender Torá” y necesita de otros que lo aconsejen, entonces la Torá mengua su fuerza y vigor; pero si llegó al nivel de “inteligencia y comprensión”, entiende y profundiza en temas de Torá entonces adquiere fuerza y esto lo ayuda a sentir el gusto de la Torá (Lev – Eliahu).

Rabí Jaim de Volozin, nos enseña, que “Tushiá”, es un consejo más profundo, el sabio que estudió Torá, puede instruir a otros por medio de consejos, él sabe aconsejar a todo nivel, temas simples y complejos.


Le es otorgado el reinado, el dominio y el escrutinio de la Torá:

¿Qué significa reinado, gobierno?

Alejarse de cosas fútiles y de nimiedades. el rey gobierna sin ayuda alguna; sus ministros son sus siervos.

El pueblo de Israel, son hijos de reyes.

Así leemos en el (Tratado de Berajot 17:1)

Soy una criatura de HaShem al igual que lo es mi vecino; mi trabajo está en la ciudad, mientras que el suyo en el campo; tanto yo como él nos levantamos de mañana para atender nuestros quehaceres, ni yo puedo sobresalir en su oficio, ni él en el mío, ¿acaso diréis que yo llevo a cabo grandes obras y él solo hace cosas. sin importancia? Pues pese a todo ello, nos ha sido enseñado que poco cuenta si lo que hacemos es mucho o poco importante, lo único que importa es dirigir nuestro corazón hacia el cielo.

Este sentimiento, explica Rabí Ierujam de Mir, es importante que lo adquiera aquel que entra en los portones del estudio de la Torá. Debe distinguir claramente la diferencia que hay entre la Torá y todas las otras profesiones y materias de estudio.

¡Ellos se ocupan de una cosa y nosotros de otra!

Cada comunidad debe nombrar un Rabino, profundo conocedor de las fuentes judaicas, inteligente y piadoso, que tenga la fuerza suficiente para investigar cada caso, para juzgar con justicia si no es conocedor de nuestra literatura rabínica, podrá equivocarse en el juicio, como citan nuestros sabios: “Quien se enorgullece de sus conocimientos, es tonto, malvado y además insolvente (Avot 4 : 7).

Un Rabino de tal estatura espiritual, como el que describe la Mishná, hace que los que lo rodean se sientan inspirados.

Cuentan que Rabí Iona Martzebaj, uno de los decanos de la Yeshivá Kol – Torá, de Ierushalaim, se encontró con el Gran Rabí A.Z. Meltzer, en su camino a dar una clase en la Yeshivá “Etz- Jaím”.

Al verlo en su prestancia y esplendor, exclamó: ¡Maljut! ¡Maljut! ¡Es el reinado en persona! (Bederej Etz Jaím 500).

Rabí Akiva Eger, cuando se refería a su yerno, el Jajam Sofer, lo llamaba rey,  en una de sus cartas a su hija, le escribió que tendría que estar contenta con su marido, el sabio “quien es más grande que un rey, porque el rey gobierna solamente sobre sus súbditos; en cambio el Jajam Sofer, reina sobre todo el mundo y el que busca alguna respuesta, en cualquier lugar del mundo, se dirige a él.


Le son revelados secretos de la Torá:

El que se ocupa de la Torá “lishmá” (por si misma) merece que le sean revelados secretos de la Torá, como “maase Breshit” (las hechuras del génesis) los secretos de la creación, “Maasé Mercavá” los secretos de HaShem y de los ángeles, como está escrito “El secreto de HaShem para los que le temen” (Tehilim 25:14)


Se hace como manantial que fluye sin cesar y como río que no mengua su curso:
¿Qué diferencia hay entre un manantial y un río?

El manantial, toca solo un lugar, el río va de un lugar a otro, de la misma manera, el que estudia “Torá lishmá”, por el mismo estudio, sin ningún otro interés, amerita influir con su Torá, en su lugar, como también escribir libros que lleguen a muchos lugares.

La persona que estudia mucho Torá, puede encontrar muchos ángulos nuevos en su estudio, y muchos alumnos vendrán a estudiar con él (Rabí Jaím de Volozin).


Tiene recato y paciencia, y perdona las ofensas:

El estudio de la Torá, “lishmá” hace que la persona pula sus cualidades, lo hace recatado a pesar de que tiene “razones” para ser orgulloso en cambio será humilde y no ostentará de sus conocimientos; paciente y lento para enojarse y con seguridad perdonará a todo aquel que lo ofende, pasa por alto las reacciones de la gente, a causa de su gran humildad.


Y es engrandecido y elevado sobre toda la creación:

Al estudiar Torá, profundizará sus conocimientos, pulirá sus cualidades y será engrandecido y elevado por sobre todas las personas.

La raíz de la perfección, es el estudio de la Torá, por su intermedio será humilde y paciente, será temeroso de D-s y se acercará más a HaShem; por intermedio del cumplimiento de los preceptos entre hombre y D-s, y el hombre y su semejante, en especial por dar ayuda y consejo a todo aquel que lo requiere.

Por su comportamiento será engrandecido y elevado.


 



MISHNA
2

 

(ב) אָמַר רַבִּי יְהוֹשֻׁעַ בֶּן לֵוִי, בְּכָל יוֹם וָיוֹם בַּת קוֹל יוֹצֵאת מֵהַר חוֹרֵב וּמַכְרֶזֶת וְאוֹמֶרֶת אוֹי לָהֶם לַבְּרִיּוֹת מֵעֶלְבּוֹנָהּ שֶׁל תּוֹרָה שֶׁכָּל מִי שֶׁאֵינוֹ עוֹסֵק בַּתּוֹרָה נִקְרָא נָזוּף, שֶׁנֶּאֱמַר נֶזֶם זָהָב בְּאַף חֲזִיר אִשָּׁה יָפָה וְסָרַת טָעַם, וְאוֹמֵר וְהַלֻּחֹת מַעֲשֵׂה אֱלֹהִים הֵמָּה וְהַמִּכְתָּב מִכְתַּב אֱלֹהִים הוּא חָרוּת עַל הַלֻּחֹת, אַל תִּקְרָא חָרוּת אֶלָּא חֵרוּת, שֶׁאֵין לְךָ בֶּן חוֹרִין אֶלָּא מִי שֶׁעוֹסֵק בְּתַלְמוּד תּוֹרָה, וְכָל מִישֶׁעוֹסֵק בְּתַלְמוּד תּוֹרָה הֲרֵי זֶה מִתְעַלֶּה, שֶׁנֶּאֱמַר וּמִמַּתָּנָה נַחֲלִיאֵל וּמִנַּחֲלִיאֵל בָּמוֹת:



2. Rabí Ieoshua Ben Levy dice: Todos los días sale una voz del Monte Jórev, que se lamenta y exclama:“¡ Ay de las criaturas por la humillación de la Torá !” Pues todo aquel que no se ocupa de la Torá es llamado reprendido.


Pues fue dicho: “Argolla de oro en hocico de cerdo, la mujer bella y carente de juicio” (Mishlei 11:22). Y Asimismo se dice: “Y las tablas eran obra de D-s, y la escritura de D-s grabada sobre las tablas” (Shmot 32:16); no leas “grabada” (Jarut) sino “en libertad” (Jerut), pues no hay hombre libre sino quien se ocupa del estudio de la Torá. Y todo aquel que se ocupa siempre del estudio de la Torá es elevado. Pues fue dicho: “Y de Mataná a
Najaliel, y de Najaniel a Bamot” (Bamidbar 21:19).

 

Rabí Ieoshua Ben Levy dice:


Todos los días, sale una voz del Monte Jórev.

El Monte Jórev, es el Monte Sinaí, donde fue entregada la Torá a Moshé, nuestro maestro, fue ahí donde el pueblo judío juró fidelidad al mensaje divino. Cuando Israel no se ocupa de la Torá, el monte mismo se lamenta y exclama: “Ay de las criaturas por la humillación de la Torá”.


Ay de las criaturas por la humillación de la Torá.

Dijo el Jafetz Jaim, el grito y la exclamación son de las criaturas y no de la Torá. Si el mundo humilla a la Torá, a ella misma no le ha de faltar nada.

Si usted ve que las criaturas, hermanos nuestros, abandonan la Torá, no se desaliente nada ni nadie puede anular ni un punto escrito en la Torá (Maasai Lemelej – Itro).

Este reproche está dirigido también contra aquellos que tienen libros de estudio y no los usan. Muchos compran libros de temas judíos (Tanaj, Biblia) y otros, solo para que sirvan como adorno.

Y si preguntas ¿Por qué eligió el “Tana”, el nombre de “Jórev”, si el Monte Sinaí tiene otros cinco nombres? (Shabat 89:).

Contesta la Guemara: “Dijo Rabí Abahu: Su nombre es Monte Sinaí, ¿Y por qué se llama “Monte Jórev”? Porque cayó la destrucción sobre los idólatras, en tiempo de la “entrega de la Torá” por no querer recibirla. Si es así, mucho más será, HaShem no quiera, cuando Israel no cumplirá lo que recibió, por eso eligió el Tana, escribir “Monte Jórev” en esta Mishná.

Agrega Rabí Jaim de Volozin: He aquí, en nuestra generación, la mayoría de las personas abandonan la Torá, por razones de sustento y trabajo. En verdad, así argüían los idolatras en tiempos de la entrega de la Torá nuestro trabajo es matar, robar, etc. y la Torá nos exige lo contrario.


Pues todo aquel que no se ocupa de la Torá, es llamado reprendido.

Es decir, alejado, por no ocuparse diariamente en la Torá, será distanciado por HaShem (Rabí Shmuel Dozeda).


Pues fue dicho: Argolla de oro en hocico de cerdo, la mujer bella y carente de juicio
(Mishle 11:22).

El cerdo no protege a la argolla de oro, sino que va y hurgonea en la basura. De la misma manera, el alma será despreciada y reprendida cuando se aleje de HaShem y sus preceptos.

Se asemeja también a una mujer hermosa pero tonta, quién echa a perder su belleza. Aquel que no se comporta según las enseñanzas de la Torá echa a perder sus buenas cualidades, como argolla de oro en hocico de cerdo, que lo ensucia en la basura.


Y así mismo se dice: “Y las tablas eran obras de D-s y la escritura era escritura de D-s, grabada sobre las tablas.

La Torá fue dada del cielo, no solo la escritura sino las tablas también de acá aprendemos la importancia de la Torá.


No leas grabada (jarut) sino “jerut” (en libertad).

El que observa una vida judía completa, según lo dictado en la Torá, se siente verdaderamente libre porque significa ser libre, hacer todo lo que uno quiere, eso es libertinaje.

Ser libre significa, estar liberado de la influencia de los malos instintos y de las dudas que carcomen nuestros corazones.


Pues no hay hombre libre sino quien se ocupa del estudio de la Torá.

Uno de los Rabinos de la escuela moralista explica el versículo: “Yo soy tu siervo, hijo de tu sierva. Tu, has roto mis cadenas (116:16).

Hay dos clases de esclavos, uno que era un hombre libre y fue vendido como esclavo y otro, hijo de una sierva, que nunca fue hombre libre.

Hay una diferencia entre estos dos.

El primero probó el gusto de la libertad y obviamente quedó dentro de él una chispa que es imposible anularla, por el contrario, el que nació esclavo, no tiene ningún destello de libertad.

Sobre este concepto habló el Rey David.

“Yo soy esclavo, hijo de tu sierva”, mi servicio al Eterno, bendito sea, es como el del esclavo que nació de una sierva, y no tiene ninguna chispa de libertad propia, y si dirás, que el hombre, por su esencia y voluntad quiere ser libre y no esclavizarse a otros ¿Cómo puede soportar este yugo?, continúa David, el salmista y dice: “Has roto mis cadenas” al contrario, la esclavitud a HaShem, es la que rompe las cadenas y lazos con las cuales estoy atado y conectado a los deseos y voluntades del cuerpo, y dijeron nuestros sabios: no leas Jarut (grabado) sino Jerut (liberado), pues no hay hombre libre, sino quien se ocupa en el estudio de la Torá, según el nivel que ha llegado en
su subordinación a HaShem, tal es el nivel logrado con respecto a su liberación de los instintos, que los atan a sus inclinaciones corporales.

Por eso dice el salmista: Como soy un completo siervo de HaShem, se me han liberado todas las cadenas y soy un hombre completamente libre (Dibrei Mordejai c.65).


Y todo aquel que se ocupa siempre del estudio de la Torá, es elevado, pues fue dicho: Y de Mataná a Najliel y de Najliel a Bamot (Bamidbar 21:19).

Mataná, Najliel y Bamot, son algunos de los viajes de los hebreos en el desierto.

Nuestros Rabinos aprendieron de estos nombres, profundas moralejas.

Bamidbar, en el desierto, Israel recibió Mataná, un regalo, la Torá, con su ayuda, los hijos de Israel, la Torá se volvió para ellas Najliel Najalat, la parcela de HaShem. Como se ocuparon siempre de la Torá, se elevaron: Minajliel Bamot (del vocablo elevación).

El versículo del capítulo 21 del libro Bamidbar, finaliza diciendo: “Umibamot hagai”, aquel que se enorgullece por su estudio y sabiduría HaShem, lo hará caer, (Hagai) (Nedarim 55:).

 



MISHNA
3

 

(ג) הַלוֹמֵד מֵחֲבֵרוֹ פֶּרֶק אֶחָד אוֹ הֲלָכָה אֶחָת אוֹ פָּסוּק אֶחָד אוֹ דִבּוּר אֶחָד אוֹ אֲפִילוּ אוֹת אֶחָת, צָרִיךְ לִנְהָג בּוֹ כָּבוֹד, שֶׁכֵּן מָצִינוּ בְּדָוִד מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל, שֶׁלֹּא לָמַד מֵאֲחִיתוֹפֶל אֶלָּא שְׁנֵי דְבָרִים בִּלְבָד, קְרָאוֹ רַבּוֹ אַלּוּפוֹ וּמְיֻדָּעוֹ, שֶׁנֶּאֱמַר וְאַתָּה אֱנוֹשׁ כְּעֶרְכִּי אַלּוּפִי וּמְיֻדָּעִי, וַהֲלֹא דְבָרִים קַל וָחוֹמֶר, וּמַה דָּוִד מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל שֶׁלֹּא לָמַד מֵאֲחִיתוֹפֶל אֶלָּא שְׁנֵי דְבָרִים בִּלְבָד קְרָאוֹ רַבּוֹ אַלּוּפוֹ וּמְיֻדָּעוֹ, הַלּוֹמֵד מֵחֲבֵרוֹ פֶּרֶק אֶחָד אוֹ הֲלָכָה אֶחָת אוֹ פָּסוּק אֶחָד אוֹ דִבּוּר אֶחָד אוֹ אֲפִילוּ אוֹת אֶחָת עַל אַחַת כַּמָּה וְכַמָּה שֶׁצָּרִיךְ לִנְהָג בּוֹ כָּבוֹד, וְאֵין כָּבוֹד אֶלָּא תוֹרָה, שֶׁנֶּאֱמַר כָּבוֹד חֲכָמִים יִנְחָלוּ וּתְמִימִים יִנְחֲלוּ טוֹב, וְאֵין טוֹב אֶלָּא תוֹרָה שֶׁנֶּאֱמַר כִּי לֶקַח טוֹב נָתַתִּי לָכֶם תּוֹרָתִי אַל תַּעֲזֹבוּ:



3. Quien aprende de su compañero un capítulo, una ley, un versículo, un enunciado o incluso una letra necesita conducirse hacia él con honor. Pues tal encontramos en David, Rey de Israel, quien no aprendió de Ajitofel sino sólo dos cosas y lo llamó su maestro, su superior y su conocido.


Pues fue dicho: “Y tú eres hombre de mi rango, mi superior y conocido mío” (Tehilim 55:14). ¿Y no son acaso estas ideas susceptibles de ser inferidas? Si David, Rey de Israel, que no aprendió de Ajitofel sino sólo dos cosas lo llamó su maestro, su superior y su conocido, quien aprende de su compañero un capítulo, una ley, un versículo, una expresión o incluso una letra, con más razón necesita conducirse hacia él con honor Y no hay otro honor sino la Torá. Pues fue dicho (a los sabios): “Los sabios heredarán honor” (Mishlei 3:35); y asimismo: “Y los íntegros heredarán bien” (Mishlei 28:10). Y no hay otro bien sino la Torá misma. Pues fue dicho: Pues una buena enseñanza les di; no desprecien Mi Torá” (Mishlei 4:2).

 


Quien aprende de su compañero un capítulo, una ley, o incluso una letra debe conducirse hacia él con honor

Seguro es que se debe rendir honor al Rabino, como está escrito: “Y el temor a tu Rabino, como el temor al cielo” (Avot 4:12), pero también deberá rendírselo a su compañero, si aprendió algo de él, aunque no sea tan importante.

El Rabí Iaakov Kaminetzki, contó a Rabí David Leibobitch, nieto del hermano del Jafetz – Jaim, Rabí Meir  Hacohen de Radín, que estudió con él, el Tratado de Sucá, cuando escribió el capítulo de Sucá, en su libro “Mishná Brura”, para hacerlo analizaba concienzudamente los pormenores de la “Ley” (Halaja) en cuestión, y después redactaba el inciso correspondiente.
Sucedió, dijo el Rabino, que le llamé la atención al “Jafetz – Jaím”  sobre una sentencia que se podía entender de dos maneras – El Rabí corrigió a momento y dijo: “De HaShem, proviene la respuesta de la lengua”.

 


Ajitofel:
Era consejero del Rey David (Shmuel 2:15:12).

Cuando Abraham, hijo de David, se rebeló contra su padre, Ajitofel traicionó al rey y se reunió a los rebeldes (ídem v.31). Cuando vio que Abraham recibió el consejo de Jushi Haerki y a él no le prestó atención, se suicidó (Idem c.17). Nuestros sabios enumeran a Ajitofel como una de las siete personas que no tienen parte en el mundo venidero (Tratado de Sanhedrín104:2).


Solo dos cosas:

¿Cuáles son las dos cosas que enseño Ajitofel a David?

Una vez vio Ajitofel a David estudiando Torá, le preguntó ¿Por qué estudias Torá tu solo? ¡Has de saber que los sabios nos dijeron que debemos estudiar en comunidad!

En una ocasión, vio Ajitofel a David, que se dirigía a la casa de estudios, sin la compañía de otra persona, estas dos cosas están insinuadas en el versículo: si no tu, mi igual, mi compañero y mi íntimo amigo:
en dulce confianza, nos comunicábamos nuestros secretos, pensamientos; y andábamos con sentimiento a la casa de D-s (Tehilim 55: 14 – 15). “En dulce confianza, nos comunicábamos nuestros secretos” estudiaremos juntos los secretos de la Torá: “Y andábamos con sentimiento, a la casa de D-s”  donde se escucha el ruido de las personas que estudian o recitan sus oraciones. Estas dos cosas que enseño Ajitofel al Rey David, acentúan la importancia de la comunidad y la observancia de los preceptos en su seno.


Y no hay otro honor, sino la Torá
(Y a los sabios)

En el libro Jafetz – Jaím, su vida y su obra (223) leemos: El amor a la Torá, que poseía Rabí Tzvi Hirsh Levinson, el  yerno del “Jafetz – Jaím”, su amor y honor a los eruditos de la Torá, no tenía límites, amaba a los alumnos de la Yeshivá, más que a un padre normal, ama a sus hijos.

Una vez acompañó Rabí Tzvi Hirsh a un respetable huésped de su casa hacía las afueras de la ciudad, el huésped no estuvo de acuerdo en que el justo Rabí se moleste tanto por él. Con una sonrisa en sus labios, le dijo: Está escrito: “Los sabios heredarán honor” (Mishle 3) ¡El honor de los sabios, no es un regalo al cual  con facilidad se puede rehusar a recibirlo, es una herencia que llega a una persona, sin posibilidad alguna de devolverla!


Y no hay otro bien que la Torá misma:

Un padre pidió al “Jazón Ish”, una bendición para su hijo al comenzar sus estudios en la Yeshivá. Sonriendo dijo: Para qué necesita una bendición él entra a estudiar Torá, y ésta es la mejor bendición pero, extendió su mano y lo bendijo.


Y los íntegros, heredaran el bien (Mishle 28:10):

Las personas que observan los preceptos, con fe plena, llegarán a tener conocimiento de la Torá porque “el tonto, no teme al pecado” (Avot 2:5).

Y no hay otro bien sino la Torá misma, pues fue dicho: “Pues una buena enseñanza les di; no desprecien mi Torá” (Mishle 4:2).






MISHNA  4

 

(ד) כַּךְ הִיא דַּרְכָּהּ שֶׁל תּוֹרָה, פַּת בַּמֶּלַח תֹּאכֵל וּמַיִם בַּמְּשׂוּרָה תִּשְׁתֶּה וְעַל הָאָרֶץ תִּישָׁן וְחַיֵּי צַעַר תִּחְיֶה וּבַתּוֹרָה אַתָּה עָמֵל אִם אַתָּה עֹשֶׂה כֵּן אַשְׁרֶיךָ וְטוֹב לָךְ אַשְׁרֶיךָ בָּעוֹלָם הַזֶּה וְטוֹב לָךְ לָעוֹלָם הַבָּא:
אַל תְּבַקֵּשׁ גְּדֻלָּה לְעַצְמְךָ, וְאַל תַּחְמוֹד כָּבוֹד, יוֹתֵר מִלִּמּוּדֶךָ עֲשֵׂה, וְאַל תִּתְאַוֶּה לְשֻׁלְחָנָם שֶׁל שָׂרִים, שֶׁשֻּׁלְחָנְךָ גָּדוֹל מִשֻּׁלְחָנָם וְכִתְרְךָ גָּדוֹל מִכִּתְרָם, וְנֶאֱמָן הוּא בַּעַל מְלַאכְתְּךָ שֶׁיְּשַׁלֶּם לְךָ שְׂכַר פְּעֻלָּתֶךָ:



5. Este es el camino de la Torá, pan con sal comerás, agua con mesura beberás, sobre la tierra dormirás, vida de privación vivirás y él la Torá te esforzará. Y si así haces, “feliz eres y te irá bien” (Tehilim 128:2); feliz eres en este mundo y te irá bien en el Mundo Venidero. No busques para ti la grandeza y no codicies el honor; has más de lo que has estudiado y no desees la mesa de los reyes, pues tu mesa es más grande que la de ellos y tu corona más grande que la de ellos. Y fiel es el amo de tu obra, que te pagará recompensa por tu labor.

 


Este es el camino de la Torá, pan con sal comerás, agua con mesura beberás, sobre la tierra dormirás, vida de privación vivirás.

Incluso, si el hombre no tiene sino pan y sal, y no tiene sino una almohada y una frazada para dormir sobre la tierra, aún así debe estudiar Torá y su recompensa será grande.

La Torá no piensa que para estudiar Torá, debe obligadamente, tener una precaria situación económica, su intención es que debemos estar siempre preparados para servir a HaShem y estudiar Torá ante cualquier situación, buena o ni tan buena, La riqueza o la pobreza o cualquier otra eventualidad no será ningún impedimento para estudiar nuestro tesoro ancestral.

El sabio, Rabí Iser Zalman Meltzer, dijo a uno de sus alumnos, que los comentarios que escribió sobre “nizkei mamón” (daños financieros), en su libro “Eben Haezel”, los hizo estando en medio del bosque cercano a la ciudad de Slotzk, donde se escondía de los comunistas que querían encarcelarlo.

En su libro “Shbibei – or”, Rabí Tzvi Pesaj Frank, el Rabino de Ierushalaim, escribe que en el primero del mes de Iyar 1.948, durante el asedio de los árabes a la ciudad, no encontró mejor cosa que hacer, que hacer correcciones a unos estudios que escribió.

Estando de duelo, por su hija, escribía a un erudito de la Torá….. hoy me levanté destrozado por la gran desgracia que me ocurrió y no tengo fuerzas para contestarle ampliamente a su pregunta, pero brevemente le contesto porque usted tiene razón al respecto.


Y en la Torá te esforzarás:

HaShem pide que estudiemos Torá, según nuestra capacidad estudiar, es lo importante, no, saber según el esfuerzo la recompensa (5:23).

No solamente el esfuerzo para estudiar, ayuda a captar y entender el material de estudio, sino la molestia que tiene para llegar al lugar de estudio, ayuda a adquirir conocimientos.

Leemos en el Talmud (Menajot 7):

Abimi, el Rabino de Rab Jasda, se olvidó una explicación de uno de los temas que estudió, y fue el mismo a preguntarle a su alumno, para que le recuerde.

Pregunta la Guemara: ¿Por qué no llamó Abimi a su alumno Rab Jasda, para que se apersone ante él y aclare el tema?  ¿Acaso el alumno no tiene que allegarse a su Rabino?

Contesta la Guemara, que Abimi pensó, que de esa manera podría entender mejor la explicación de su alumno, al molestarse e ir a lo de Rab Jasda, entenderá mejor el tema.


Y si lo haces, feliz eres y te irá bien..

Si así se comportará el estudioso de la Torá, aunque sufra toda clase de contratiempos su recompensa será grande en este mundo, y en el mundo por venir.


No busques para ti la grandeza y no codicies el honor.

Porque eso te hará solamente males y té desubicarás en todo, como leímos: “La envidia, el deseo y el honor destierran al hombre del mundo (4:21).


Haz más de lo que has estudiado:

Aunque no hayas estudiado mucho, cumple todos los preceptos y así está escrito:

“Todo aquel que su temor al pecado, precede a su sabiduría, su sabiduría perdurará” (3:9).


No desees la mesa de los reyes.

No dudes de las premisas de la Torá, si ves que los malvados triunfan, recuerda que cada uno recibirá recompensa o castigo, según los actos que realiza.


Pues Tu mesa es más grande que la de ellos y Tu corona es más grande que la de ellos.

La corona de la Torá, es más grande que la del reinado y la del sacerdocio.

¿Qué relación hay entre la corona y la Torá?

Rabí Moshé Ben Maimón, Rambam, en sus (Leyes del estudio de la Torá: capítulo 3:13), dicta:

“Por eso, el que quiere ameritar la “Corona de la Torá” deberá de cuidarse en sus noches, y no perderlas en dormir, comer, beber y similares, sino ha de ocuparse en el estudio de la Torá y de la sabiduría.

Pregunta Rabí Aharon Kotler, en su libro “Mishnat Rabí Aharon” (1:31) ¿porque fue tan estricto al decir: “Y no perderlas”? Está
claro que debe invertir mucho tiempo en él estudió y sin ningún límite.

¿Y otra pregunta: Rambam entra en detalles con respecto al “bitul – Torá” (anulación del estudio), y dice: “no perderlas en dormir, comer y beber, acaso la “corona de la Torá” se verá dañada si cumpliéramos los preceptos?

Así contesta Rabí Aharon Kotler:

“La Corona de la Torá” es el honor verdadero, el honor conocido como tal, en este mundo terrenal, es falsificado, como dice la Mishná: “No hay otro honor, sino la Torá” (6:3), sabido es que la Torá está unida con la corona Celestial.

Ahora pensemos, si la corona de rey, este rota en un lugar, que es visto por todos, causará muy mala impresión, aunque esté hecha de oro y brillantes, la importancia de la corona, quedará empañada.

Y la moraleja: Si una persona, perderá una de sus noches, sin estudiar Torá, será como una corona rota en el medio, como un hueco, en una mesa de oro, la luz espiritual se verá opacada porque la Corona de la Torá, es el honor verdadero y cuando hay una falla, el valor de la Torá y su importancia viene a menos.


“Y fiel es el amo
de Tu obra, que te pagará recompensa por tu labor”
.

 


MISHNA  5

(ה) גְּדוֹלָה תּוֹרָה יוֹתֵר מִן הַכְּהוּנָּה וּמִן הַמַּלְכוּת, שֶׁהַמַּלְכוּת נִקְנֵית בִּשְׁלֹשִׁים מַעֲלוֹת, וְהַכְּהֻנָּה בְּעֶשְׂרִים וְאַרְבַּע, וְהַתּוֹרָה נִקְנֵית בְּאַרְבָּעִים וּשְׁמוֹנֶה דְבָרִים, וְאֵלוּ הֵן, בְּתַלְמוּד, בִּשְׁמִיעַת הָאֹזֶן, בַּעֲרִיכַת שְׂפָתָיִם, בְּבִינַת הַלֵּב, בְּאֵימָה, בְּיִרְאָה,בַּעֲנָוָה, בְּשִׂמְחָה, בְּטָהֳרָה, בְּשִׁמּוּשׁ חֲכָמִים, בְּדִקְדּוּק חֲבֵרִים, בְּפִלְפּוּל הַתַּלְמִידִים, בְּיִשּׁוּב, בְּמִקְרָא, בְּמִשְׁנָה,
בְּמִעוּט סְחוֹרָה, בְּמִעוּט דֶּרֶךְ אֶרֶץ, בְּמִעוּט תַּעֲנוּג, בְּמִעוּט שֵׁנָה, בְּמִעוּט שִׂיחָה, בְּמִעוּט שְׂחוֹק, בְּאֶרֶךְ אַפַּיִם, בְּלֵב טוֹב,בֶּאֱמוּנַת חֲכָמִים, בְּקַבָּלַת הַיִּסּוֹרִין.


 

5. La Torá es más grande que el sacerdocio y el reinado, pues el reinado se adquiere a través de treinta virtudes y el sacerdocio a través de veinticuatro; mas la Torá se adquiere a través de cuarenta y ocho cosas. Y éstas son: El estudio, la atención del oído, la articulación de los labios, la intuición del corazón, la reflexión del corazón, el miedo, la reverencia, la humildad, la alegría, la pureza, el servicio a los sabios,  la selección de los compañeros, la dialéctica de los discípulos, el asentamiento, la Escritura de la Mishná, la moderación en los negocios, la moderación en el arte mundano, la moderación en los placeres, la moderación en el sueño, la
moderación en la conversación, la moderación en la risa, la paciencia, el buen corazón, la fe de los sabios, la aceptación de las contrariedades.

 


La Torá es más grande que el sacerdocio y el reinado:

Hay tres coronas, la corona de la Torá, la corona del sacerdocio y la corona del reinado, (Avot 4:13) no son todas iguales, Tu corona es más grande que las suyas (6:4).


Pues el reinado se adquiere a través de treinta virtudes.

Nuestros sabios enumeran los treinta derechos y obligaciones que tiene el rey, entre ellos, puede tomar gente para su servicio en el palacio, movilizarlos para su ejercito, el pueblo debe elevarle impuestos, al morir nadie podrá esposar a su mujer, por otro lado, no puede tener muchas mujeres, muchos caballos y mucho dinero (Rabí Eliahu de Vilna).


El sacerdocio, a través de veinticuatro.

Veinticuatro son los regalos que recibe el Cohen (sacerdote), las primicias, partes del sacrificio, la redención del primogénito, etc.


La Torá  se adquiere a través de cuarenta y ocho cosas.

La Torá es más grande que el reinado y el sacerdocio, no por la diferencia en cantidad, sino porque el reinado y el sacerdocio se adquieren a través de entes externos, el rey heredó la corona de su padre y el sacerdote, pertenece a la familia de Aharon, hermano de Moshé, nuestro maestro, la Torá en cambio, se adquiere por medio de auto educación e intenso estudio.

Y más, algo que uno recibe, puede perderlo, pero las enseñanzas adquiridas por el estudioso de la Torá, no dependen de influencias externas, por esa razón “Tu corona, es más grandes que las otras” (6:4).

Hay diferencia entre saber la Torá y ser su propietario, para entender este concepto, he aquí un ejemplo:

Un hombre muy pudiente, poseía muchas propiedades, uno de sus empleados, era el encargado de todas éstas, y como tal conocía todas las casas, oficinas y otras propiedades, a veces, mucho más que el mismo propietarios, pero a pesar de eso como no le pertenecían, no eran suyas.

Lo mismo sucede, dice Rabí Eliahu Lapian, con la Torá, dijeron nuestros Rabinos en él (Tratado de Avoda Zará 19:1), sobre el versículo.
Bienaventurado el hombre que no anda en el consejo de los inicuos….. sino que en la Torá de HaShem, está su deleite, en Su ley medita de día y de noche (Tehilim 1:1-2). Al principio, la Torá es de HaShem, al final pasa a ser de Él.

Todo tiempo que no lo adquirió, es Torá de HaShem, por sólo sabe, conoce la Torá, pero después que la adquirió ya es de su propiedad Su Torá.

¿Y cómo la adquiere?

Pagando con las cuarenta y ocho cosas, que enumera la Mishná.

Y éstas son:

1.El estudio:

Estudiar y traer a su cerebro y su corazón, las enseñanzas de la Torá Oral, Mishná, Guemara y sus comentarios (Leb Eliahu; Emor).

Que aprenda de boca de un Rabino como dijeron:

“De los escribas mismos y no de los libros, porque el Rabino explicará el tema, según el nivel del alumno”.

Contó Rabí Shalom Mordejai Hacohen Shvadron:

En una de sus visitas a Estados Unidos, el Rabino de Jarkov, visitó a uno de sus colegas. En medio de la conversación, dijo el Rabino de Jarkov que estudió en la famosa Yeshivá de Volozin, su anfitrión dijo que también él estudió en ese lugar.

De inmediato, pasaron a preguntarse uno a otro y llegaron a la conclusión que también estudiaron unos años juntos, y no sólo eso, sino que estuvieron sentados en un mismo banco, pero no se conocían uno con el otro.

Así era la Yeshivá de Volozin.

Les quiero explicar, que significa estar envuelto en el estudio dijo una vez Rabí Yaakov Abramsky a Rabí Mordejai Shulzinger.

De la edad de veinte años, no aparté mi mente, ni siquiera un momento de la Torá, como y estudio Torá, bebo y estudio Torá, hablo con alguien y estudio Torá, sufro dolores y estudio Torá, respiro y estudio Torá.
¿Y por qué digo de la edad de veinte años? Porque desde entonces, estoy seguro que es así y antes dudo que fue así (Pninei Rabenu Yejezkel 1:48).

2. La atención del oído:
Tiene que estudiar en voz alta, de tal manera que sus oídos escuchen lo que estudia, de más esta decir, que tiene que escuchar las enseñanzas de su Rabí, al no hacerlo, las perderá.

Acostumbraba Rabí Tzvi Pesaj Frank, el Rabino de Ierushalaim, pronunciar en alta voz cada palabra que estudiaba dijo a un estudiante de Yeshivá, que al hacerlo, no solamente entendía mejor el material, sino que se acostumbra a los oídos a escuchar las enseñanzas de la Torá, porque….. tenemos él deber de subordinar nuestras fuerzas y sentidos a la Torá.

3. La articulación de los labios:
Todo lo que estudia debe repasarlo, siempre de manera que lo tenga ordenado y presto a ser transmitido, al no hacerlo, olvidará muy pronto lo aprendido.

Dijo una vez Rabí Najman Partzovitz: Hasta el viernes preparo el tema que quiero enseñar a mis alumnos y desde el viernes al domingo, me esfuerzo en estudiar la manera de transmitir el material a mis alumnos.

Una vez vino uno de los maestros de la Yeshivá, para pedirle que le aclare un tema, después de hacerlo, le dijo: Hasta acá hemos analizado el tema y ya lo tenemos claro, ahora te diré, como lo explicarás a tus alumnos.

4. La intuición del corazón:
Las cosas que se aprenden de memoria, no tienen ningún valor, si no se las entiende.

Un Rabino dijo una vez: Muchos se quejan que no pueden retener lo que han estudiado. La razón es, no por el olvido que los invade, sino que cuando terminan de estudiar, no tienen claro el material, si lo hubiesen resumido y ordenado, paso a paso entonces no tendrían problema en recordarlo.

5. La reflexión del corazón.

Hay que profundizar en el estudio, preguntar y encontrar respuestas, es el método que lleva al éxito.

Leamos lo que nos relata la Guemara en él (Tratado de Sanhedrín 11:1).

Una vez, mientras Rabí estaba disertando, notó olor a ajo y dijo: salga de la habitación el que come ajo. Y Rabí Jiyá se levantó y salió. Acto seguido, uno tras otro, los demás discípulos se levantaron y abandonaron la estancia. Al día siguiente, Rabí Jiyá encontró a Rabí Shimón, hijo de Rabbín quien le preguntó. ¿eres tu el que molestó a mi padre ayer? Y él respondió: cosa semejante nunca volverá a ocurrir en Israel.

(No fui yo quien comió el ajo y apenó a Rabí (Rabí Yehuda Hanasi)

A pesar de que no comió el ajo, se levantó y salió, para no ofender a la persona que comió ajo.

Nos enseñó muy buenos modales, y la Guemara pregunta: ¿Dónde aprendió Rabí Jiyá a obrar así?


El Maharsha
, pregunta: ¿Qué nos importa dónde aprendió Rabí Jiyá esta buena costumbre? ¿Y qué
tiene de malo, si el mismo pensó en comportarse de esa manera tan especial?

Rabí Jaim Shmuelevitz, dijo que la pregunta del Maharsha, no tiene lugar, y la Guemara preguntó en forma muy atinada ¿Dónde aprendió Rabí Jiyá a obrar así?

En Pirkei Avot, continúa Rabí Jaim, estudiamos:
“Moshé recibió la Torá de Sinaí y la transmitió a Yeoshua” (1:1) Rabí Ovadia de Bartenura explica: Este Tratado, trata de enseñanzas morales y de las virtudes, ya que los sabios de la tierra también escribieron libros similares, sobre los senderos de la ética y el comportamiento del hombre hacia su prójimo, los cuales fueron concebidos a partir de sus propios corazones. El Tanaíta comenzó declarando que Moshé recibió Torá de Sinaí, para decirte que las virtudes y enseñanzas morales del mismo, no concibieron los sabios de la Mishná, de sus propios corazones (e imaginación) sino que tiene su origen en Sinaí.

Torá sin saber su fuente, no es Torá. Toda, cosa, costumbre, buenos modales y virtudes, necesitan un precedente cuyo origen sea la Torá.

Finalizó el Rabino diciendo que con buena razón preguntó. La Guemara. ¡Donde aprendió Rabí Jiyá a obrar así!

6. El miedo y la reverencia:
La diferencia que hay entre el miedo y la reverencia, reside en que al ver la grandeza de su Rabí, su alma se reviste de miedo y temor hacia él, y cuando reconoce su nulidad, ante su Rabí, su alma y cuerpo lo reverencian. Por esa
razón el alumno, al sentarse ante su Rabí lo hará con miedo, al reconocer la grandeza de su Rabí y reconociendo su falta de sabiduría (Derej Jaim).


Rabí Naftaly Trop:
Director de la Yeshivá de Radin, era uno de los alumnos predilectos del Jafetz Jaim. Una vez, estando en su casa con un grupo de grandes Rabinos, entre ellos su yerno, Rabí Iosef Faibelson, hablaron sobre aquellos eruditos de la Torá, de su generación, que eran agraciados por una memoria fenomenal, entre ellos a Rabí Eljanan Vaserman, asesinado por los nazis. Dijo Rabí Naftali: no podemos nombrar a Rabí Eljanan en la lista de los poseedores de memoria privilegiada, aunque el mismo se parecía a una cisterna encalada, que no pierde gota, pero no gracias a su
memoria natural, sino por su gran temor a HaShem, miedo de olvidar algo de lo que estudió (Or Eljanan).

7.La humildad:

Sé de espíritu modesto en extremo (Avot 4:4), Ser humilde, es importante para todas las cosas.

Si se equivoca, no trate de demostrar que tiene razón diga simplemente, ¡me equivoqué!

La Guemara cuenta que Abimi, el Rabí de Rab Jasdá, se olvidó algo del material de estudio y fue el mismo a preguntarle a Rab Jasda, su alumno, para que le recordará la explicación.


Pregunta de la Guemara:

¿Por qué fue Abimi a buscar a su alumno?

La ley y la lógica dicen que el alumno debe ir a lo del maestro, Abimi, contesta la Guemara, pensaba que de esa manera entenderá mejor el tema, a lo que explica Rashi: “Por que me esforcé y encontré” (respuesta).

Aprendemos que el esfuerzo físico no es lo importante, sino el esfuerzo constante para no caer en malas virtudes y adquirir al nivel máximo la humildad, ya que ésta es lo más importante para adquirir la Torá y la sabiduría.

Sobre el versículo “Si neciamente has procurado enaltecerte o si tramaste hacer mal” (Mishlei 30:32) dice la Guemara, (Berajot 63:2:) “El que se degrada por las palabras de la Torá termina por ser exaltado, y el que se amordaza y no pregunta por vergüenza, terminará por ponerse la mano en la boca y nunca podrá contestar”

Aunque le parezca que sus preguntas son sin importancia, y puede que sus compañeros se burlen, no se apene, finalmente alcanzará altos niveles en el estudio de la Torá y si usted se rebajó, será exaltado.

Rabí Jaim Iosef David Azulay, escribe en su libro  “Shem Hagdolim”, que una persona dijo en nombre de los ancianos que vivieron en tiempo del “Ari Hakadosh” que decretaron del cielo que se tenía que redactar un libro donde se explicasen las   leyes (Shulján Aruj) en esa generación, vivían tres grandes de Israel, que podían hacerlo; del cielo acordaron que Rabí Iosef Caro, fuera esa persona, por su gran humildad, recalcando que nunca habló mal sobre otros eruditos de la Torá.

8. La alegría:
El que estudia con alegría, aunque sea una hora, logrará más que aquel que estudia varias horas, pero con tristeza en su corazón (Rabí Jaim de Volozin).

Todo aquel que expone un tema de la Torá, y los oyentes no lo sienten agradable a su oído mejor no lo hubiese hecho (Midrash Raba, Shmot 41).

Así solía decir Rabí Tzvi Pesaj Frank:

La alegría  que lleva el corazón de una persona, al escuchar las enseñanzas de la Torá, convierte nuestra vida, en eterna. Cuan grande es la diferencia para aquel que sabe explicarse a sí mismo la gran distancia que hay entre la vida temporal y la vida eterna.

Con el estudio de la Torá, la persona se eleva hacia la cima de la felicidad.

9. La pureza:
¿Cómo se logra ser puro?

Acercándose a los puros de espíritu, a los grandes de nuestra generación, como fija la Mishná: “El que se conecta con el puro, puro es (Tratado de Kelim).

10. El servicio a los sabios:
Al estar al lado de los sabios y servirlos, aprenderán sus modales y buenas cualidades, como leímos en Avot: “Empólvate en el polvo de sus pies” (1:4).

Cuando una persona se convierte en alumno de su Rabino, se conecta a la gran cadena que nos une con Moshé, nuestro maestro.

Así dicta Rambam (Rabí Moshé ben Maimón en Sanhedrín 4:1): Moshé, nuestro maestro, ordenó a Ieoshua, apoyando sobre él su mano, como está escrito: “Apoyó sus manos sobre él y  le ordenó” (Bamidbar 27:23). También a los setenta ancianos les ordenó Moshé y la presencia Divina se posó sobre ellos.

Aquellos ancianos a otros, y los otros a otros a su vez…  encontraron que uno recibió de otro, hasta el Tribunal de Ieoshua bin Nun, hasta el Tribunal de Moshé, nuestro maestro.

La importancia del servicio a los sabios, no reside en el hecho de ver la teoría en práctica en vivo, sino porque él hacerlo es testimonio de su admiración y respeto a hombres completos en alma y cuerpo.

11. La selección de los compañeros:
Debemos poner atención en los compañeros de estudio, porque existe el peligro de las malas influencias. Cuando Ishmael, hijo de Abraham, se desvió por el mal camino, dijo Sara a Abraham: “Echa a esta sierva y a su hijo. (Breshit 21:10) Y HaShem estuvo de acuerdo, explicaron nuestros sabios, que la razón de la expulsión de Ishmael
fue para que no enseñe a Itzjak las malas costumbres (Shmot Rabá).

Por otro lado, es importante tener un buen compañero de estudios, porque dos cabezas son mejores que una, y entre dos compañeros, podrán entender mejor el tema de estudio.

12. La dialéctica de los discípulos:
Preguntar al Rabino y discutir el tema entre los alumnos, hacen a la profundización del material de estudio y ayudan a aclarar los temas difíciles.

A veces Rabí Shimón Yehuda Hacohen Shkop, acostumbraba a invitar a sus alumnos más destacados, y asociarlos en la preparación del “Shiur”, la clase.  Estudiaba con ellos el tema de la Guemara y con maestría, les enseñaba los “puntos débiles” dándoles el camino para sobrepasar los escollos y así responder a los interrogantes que dificultaban la comprensión.


Después estudiaban juntos, los distintos comentarios y finalmente les exponía su explicación.

13. El asentamiento:

Para estudiar, es indispensable poseer tranquilidad mental y espiritual; si le hacen una pregunta, no se apure en contestar, hágalo después de haberlaanalizado hasta el último detalle. La respuesta a “¿Quién es el verdadero
sabio?” La encontramos en Avot “Sé prudente con tus palabras” (1:9) y “No se precipite en responder” (5:7).

¿Cómo se consigue el ishuv hadaat? (Tranquilidad mental).

Hablar cada vez sobre un solo tema, solía decir el “Jafetz  Jaim”.

Si logramos expresar un buen pensamiento no lo arruinemos, expresando otro igual!

14. La escritura (Mikra):
Estudiar los veinticuatro libros que componen el Tanaj=Tav-Torá, Nun Neviím, (Profetas) y Kaf: Ktuvim, Las Escrituras.

Para empezar debemos estudiar la Parasha semanal, con el comentario de Rashi, feliz aquel que estudió el Jumash (Los cinco libros de la Torá) con Rashi, antes de haber estudiado Guemara.

En la Yeshivá de Volozin, se acostumbraba, todos los días, después de la oración matinal, estudiar Jumash con Rashi.

El Netziv de Volozin, solía decir a sus alumnos: Hoy el Tanaj, es para vosotros extraño, pero estoy seguro que cuando sean Rabinos de comunidades, y como tales preparen sus discursos, tendrán que hurgar en el Tanaj, para encontrar versículos apropiados para vuestros sermones.

Pero Jumash, no lo sabrán nunca, si ahora no lo estudian.

15. La Mishná:
Todo el estudio está basado en el Tanaj y la Mishná ¿Y cómo podrá construir un edificio sin las bases? (Rabí Shmuel de Ozeda).

Por eso nuestros sabios, fijaron un orden: “A los cinco años – Mikrá, a los diez – Mishná, a los quince – Guemara (Avot 5:21).

Así leemos en el libro “Maabar Yabok”:

Todo “Baal-Torá”, estudioso de la Torá, hará bien en estudiar los seis Tratados de Mishná, por lo menos una vez al año.

Feliz el erudito de la Torá, que tiene este estudio entre sus manos, como leemos en el Midrash Mishle, que el
Santo, bendito sea, dice: Al Talmid-Jajam, que se presenta ante él: “Dime lo que estudiaste de Torá y lo que aprendiste en la Mishná”.

16. La moderación en el sueño:
Si mucho dormirá; Torá no estudiará (Rabí Shmuel de Ozeda).

El gaon de Vilna dormía cuatro horas, cada cuarenta y ocho.

Rabí Iojanan Vaserman, acostumbraba a dormir muy poco, “el tiempo es corto y la labor es grande”, cuando le preguntaban por qué no descansaba un poco, solía mencionar la respuesta que dio Rab Jasda a su hija:
¿Por qué no duerme un poco mi señor?, le preguntó, a lo que dijo: “Ya vendrán días largos para dormir, y muy cortos para estudiar Torá y cumplir las mitzvot (preceptos), entonces dormiremos mucho (se refiere a tiempos después de la muerte).

De todas maneras, no se puede abstener del sueño y descanso, al no hacerlo puede enloquecer, por eso nos dice el Tanaíta que seamos moderados en el sueño.

17. La moderación en la conversación:
Dice un proverbio popular: Si hablar es plata, callar es oro, y ya dijeron nuestros sabios: “Toda mi vida la pasé entre los sabios, y nada hallé mejor para el cuerpo que el silencio” (Avot 1:17).

Así dicta Rambam en sus (Leyes de Ética 2:4).

…Igualmente, también en el estudio de la Torá y de la sabiduría, conviene que las palabras sean pocas, pero de mucho significado; de ahí que los sabios hayan ordenado: “Siempre ha de enseñarse a los discípulos el camino breve. (Psajim 3:2). Si en cambio, las palabras son muchas y el significado escaso, se trata de necedad, y acerca de ella está escrito: “El sueño viene con mucho contenido y la voz del necio, con muchas palabras (Kohelet 5:2).

El Jafetz Jaim, nunca pronunció una palabra demás, así solía decir: ¡Al enviar un telegrama, se paga por cada palabra  nadie escribe demás!

18. La moderación en los negocios:
Aquel que quiere estudiar, no puede estar todo el tiempo entre la gente, Rashi aconseja: “Que no esté entre la gente en el mercado, que comparta con las personas, pero en la medida necesaria”.  

19. La moderación en los placeres:
La Torá nos permite tener provecho de este mundo, comer, beber y otros, con la condición de que no nos dediquemos sólo a ir tras los lujos.

En una de sus cartas, escribió el Jazon Ish:

Estando destrozado durante todos los días de mi vida, no tomé provecho alguno de las veleidades mundanas, y además de mis dolores corporales, la única satisfacción que tuve fue el hacer la voluntad de mi Creador

Tanto el Jazon Ish, como muchos otros grandes Rabinos, vivieron en medio de una gran pobreza, unos porque el medio ambiente era muy precario, otros ideológicamente, lo hacían porque este mundo es solo un corredor que conduce al “Olam Haba”, mundo por venir, en éste, somos solamente huéspedes y por lo tanto les bastaba lo más elemental.

Hace algunos años, escribe el Rabino Eisfeld, en su libro “Sijot Jaím” Hablando con Maran el Steipler, me dijo que tenía de mucho calor, aprovechando la ocasión, ofrecí colocarle un aire acondicionado, se río y dijo: Soy de la vieja generación, no necesito nada, en el departamento de mi hijo hay algo que se mueve y “hace viento”, uno como ese sería bueno para mí.

Cuando conté a su hijo, Rabí Jaim, me dijo que una vez vino del exterior con un aire acondicionado y lo echó fuera de su habitación, con el artefacto.

En otra oportunidad, le ofrecí que viniera a Beer-Sheva a tomar un descanso, porque las noches son frescas, se sonrió y me dijo: Mi descanso lo tomo aquí, en la mesa, junto a la Guemará.

20. La moderación en la risa:
La risa y la ligereza habitúan al hombre a la promiscuidad (Avot 3:13). No siempre la risa es algo malo, a veces el Rabino, puede utilizar un tinte de humor, para así atraer a los alumnos al estudio,  así se conducían algunos Rabinos del Talmud. Raba, antes de comenzar su clase, decía algo gracioso después, con suma seriedad comenzaba a enseñar (Shabat 30:2).

La Guemara dice que está prohibido llenar la boca de risa en este mundo (Berajot 31:1).

A lo que Rabí Iona de Gerondi, agrega:

Hay quienes explican que la razón reside, en la destrucción del Sagrado Templo de Ierushalaim, si es así,  no tendría que acentuar “en este mundo”, sino dictar “está prohibido llenar la boca de risa”, desde la destrucción del Templo.

Entonces, también en la época del Templo, no debíamos reírnos, nunca debemos hacerlo, porque la alegría hace que olvidemos de cumplir la Torá y sus preceptos.

De todas maneras, la risa sana es saludable, y hay sabios que lo hacían a medias.

Uno de los allegados a Rabí Eliahu Dashnitzer contaba:

Nunca me olvidaré como el Rabí, ponía su mano sobre su boca, al escuchar algún chiste, eso para cumplir lo que dijeron los sabios en Berajot.

En el casamiento de uno de los alumnos de la Yeshivá de Lomze, yo tenía entonces catorce años, representé un personaje y todos se rieron, a mi lado estaba sentado Rabí Eliahu, estaba por reír a boca llena, pero, colocó su mano sobre la mitad de la boca, para que su risa no fuera completa.

21. La paciencia:

La ira es la peor consejera, al enojarse siendo sabio, pierde toda la sabiduría (Psajim 66:2).

El que es presto a enojarse, trae sobre si problemas, y lógicamente no podrán enseñar a otros.

En una de sus clases, contó Rabí Jaim Shmuelevitch.

En la guerra de los seis días, estuve en el refugio de la Yeshivá, no muy lejos del frente, los cañones rugían y el ruido de los aviones ensordecía nuestros oídos; pero mis oídos captaron un susurro y llanto que provenían de una triste mujer a la que su esposo abandonó hacía ya diez años, quedándose “aguná” (anclada, ya que sin divorcio no podía volver a rehacer su vida), así, llena de amargura hablaba la sufrida mujer:

“Señor del mundo, perdono a mi marido, por todo el sufrimiento que me produjo, por la vergüenza y el dolor que me hizo sufrir durante todos estos años, que me dejó en medio de suspiros. Por favor, perdona Tu también, Señor del Mundo, a todos los que están en este lugar, por sus pecados, como yo perdono de todo corazón a mi esposo”.

Si quedamos nosotros, los que estábamos en el refugio, en vida y nos salvamos de las bombas del enemigo, fue por el mérito de aquella sufrida mujer, que perdonó de todo corazón a su esposo.

22. El buen corazón:

El iracundo y el de buen corazón, son dos entes contrarios, el paciente, tiene un buen corazón.  Su corazón está limpio de envidia y odio, siempre dispuesto a hacer el bien y a escuchar las enseñanzas de la Torá.

Un día, dijo Rabí ber Zalman Meltzer, el director de la Yeshivá Etz Hajaim, a Rabí Iser Sandomirsky, que piensa dimitir del cargo con buen corazón, no se puede dirigir una institución para que funcione en forma estricta, a veces hay que tomar posiciones radicales, de esto tengo miedo por eso pienso dimitir.

23. La fe en los sabios:Emunat – Jajamin” significa creer en todo lo que dijeron nuestros sabios, como si fue dicho en Sinaí (Shmuel D’ozeda).

Así define Rabí Eliahu Desler la fe en los sabios, en su libro Mijtav Me Eliahu (1:59).

¿Qué hará un ciego cuando necesite ir a un lugar desconocido?

Tomará un guía para que lo conduzca, o preguntará a distintas personas que encontrará en su camino, hacia donde se dirigirá.

Así, de la misma manera nos preparó, D-s bendito, con su gran merced y benevolencia, guías nuestros sabios;  los sabios de la Torá, y al prestar atención a sus palabras, nos daremos cuenta, cuan clara era su visión sobre sus fuerzas espirituales, y sobre la posibilidad de cada una de las personas.

Un buen consejo nos dio Rabí Moshé Jaim Lutzato, en su libro “La senda de los justos”, en su famoso ejemplo del jardín de la perplejidad (Cáp. 3).

¿A qué esto se compara? a los jardines laberintos, comunes entre los poderosos, cuyas plantaciones se disponen como muros y entre ellos numerosos senderos desorientados y mezclados, todos similares entre sí, siendo el objetivo en ellos llegar al pasillo central. Por cierto, algunos de estos senderos son rectos y conducen en realidad hacia el pasillo, pero otros los confunden y alejan al hombre del mismo.

Pero la realidad es que quien transita los senderos, no podrá distinguir en absoluto si se encuentra sobre la senda real o la falsa, pues todos se asemejan y no hay diferencia entre ellos ante el ojo que los observa, salvo que conozca el camino con certeza y con naturalidad óptica, pues los recorrió y llegó a la meta que es el pasillo.

Pero he aquí que quien se encuentra en el pasillo observa todos los caminos y distingue entre los verdaderos y los falsos, y él puede prevenir a los que transitan por ellos, diciendo: este es el camino transitado por él y quien quiera creerle llegará al lugar ansiado.

Y quién no quiera creer y quiera errar tras sus ojos con seguridad quedará perdido y no arribará jamás a él; así lo mismo, quientodavía no domine su instinto se encuentra entre los senderos hasta conocerlos claramente ellos pueden aconsejar a quien quiera escuchar y en ellos debemos nosotros confiar.

De lo anterior, se desprende “la fe en los sabios”.
Él quiere confiar y creer en ellos, puede apoyarse en su clara visión, de sus palabras podremos recibir una concepción del mundo y una normativa que nos ayude a vivir en este mundo, según el mandato divino.

He aquí un episodio:

Contaba Rabí Iejezkel Abrahamsky lo que escucho de boca de Rabí Aharon Kotler, cuando lo visitó en Londres: Durante los primeros años de casados no tuvimos hijos, mi suegro Rabí Iser Zalman Meltzer, estuvo en Radin y visitó al Jafetz Jaim, y le pidió una bendición, me bendijo y gracias a HaShem, nacieron un hijo y una hija. después de varios años, nuevamente viajé a Radín y pedí otra bendición, esta vez, el Jefetz Jaim, no me dio su bendición.

Al finalizar, agregó el Rabino Kotler: seguramente tenía una razón para no bendecirme con más hijos.

Vean ustedes, cuán grande era su fe en los sabios, acotó Rabí Iejezkel Abramsky, el Rab Kotler tenía tan claro como el sol, que todo depende de la bendición del Jafetz Jaim, si no hay bendición, no tendrá hijos, y al recibirla tuvo, y si lo hubiese bendecido nuevamente hubiese tenido más hijos.

24. La aceptación de las contrariedades:
Si le vienen sufrimientos, ha de recibirlos con amor, todo aquel que cumple la Torá en la pobreza, terminará por cumplirla en la riqueza (Avot 4:9).

Dijo Rabí Alexandri: No hay persona sin sufrimientos, feliz aquel, cuyos sufrimientos son por la Torá, porque está escrito: “Y de tu Torá, nos enseñarás” (Midrash Raba, 92).

Dijo Rabí Limja Zisl Ziv el “Saba” de Kalem (Jojma Umusar 1:245).

Aceptar las contrariedades y sufrimientos, significa, sufrir por causa del cumplimiento de la Torá, porque sino ¿qué significa “recibir la Torá”?.

En medio de una de sus clases, se quejó el “Jatam-Sofer” y dijo que su suegro, Rabí Akiva Eiguer sufría dolores tan intensos, los cuales le impedían estudiar y hacer sus oraciones,  se veía a luces el gran dolor y la consternación del Jatam-Sofer, que tomando con fuerza su ropa, al lado del corazón, gritó llorando fuertemente, el santo y puro Rabí, sufre terriblemente!

El doctor que trataba al Rab de Brisk, dijo a sus hijos: Como profesional, sé que vuestro padre sufre muchísimo, a causa de su enfermedad, tan grande es su sufrimiento, que si se pudiera dividirlo entre varias personas éstas perderían su calma.

Y ahora, fíjense en su cara, que paz y tranquilidad refleja su rostro, como si los sufrimientos, no fueran suyos.

 


MISHNA  6

 

 (ו) הַמַּכִּיר אֶת מְקוֹמוֹ, וְהַשָּׂמֵחַ בְּחֶלְקוֹ, וְהָעוֹשֶׂה סְיָג לִדְבָרָיו, ְאֵינוֹ מַחֲזִיק טוֹבָה לְעַצְמוֹ, אָהוּב, אוֹהֵב אֶת הַמָּקוֹם, אוֹהֵב אֶת הַבְּרִיּוֹת, אוֹהֵב אֶת הַצְּדָקוֹת, אוֹהֵב אֶת הַמֵּישָׁרִים, אוֹהֵב אֶת הַתּוֹכָחוֹת, וּמִתְרַחֵק מִן הַכָּבוֹד, וְלֹא מֵגִיס לִבּוֹ בְּתַלְמוּדוֹ, וְאֵינוֹ שָׂמֵחַ בְּהוֹרָאָה, נוֹשֵׂא בְעֹל עִם חֲבֵרוֹ, וּמַכְרִיעוֹ לְכַף זְכוּת, וּמַעֲמִידוֹ עַל הָאֱמֶת, וּמַעֲמִידוֹ עַל הַשָּׁלוֹם, וּמִתְיַשֵּׁב לִבּוֹ בְּתַלְמוּדוֹ, שׁוֹאֵל וּמֵשִׁיב שׁוֹמֵעַ וּמוֹסִיף, הַלּוֹמֵד עַל מְנָת לְלַמֵּד וְהַלּוֹמֵד עַל מְנָת לַעֲשׂוֹת, הַמַּחְכִּים אֶת רַבּוֹ, וְהַמְכַוֵּן אֶת שְׁמוּעָתוֹ, וְהָאוֹמֵר דָּבָר בְּשֵׁם אוֹמְרוֹ, הָא לָמַדְתָּ כָּל הָאוֹמֵר דָּבָר בְּשֵׁם אוֹמְרוֹ מֵבִיא גְאֻלָּה לָעוֹלָם, שֶׁנֶּאֱמַר וַתֹּאמֶר אֶסְתֵּר לַמֶּלֶךְ בְּשֵׁם מָרְדְּכָי:



6. Quien conoce su lugar, quien se alegra en su porción, quien hace valla que salvaguarde sus palabras, quien no se atribuye sus logros a sí mismo, quien es amado, quien ama al Omnipresente, quien ama a las criaturas, quien ama las caridades, quien ama las reprimendas, quien ama las cosas rectas, quien se aleja del honor, quien no ensoberbece su corazón por su estudio, quien no se complace en emitir dictámenes, quien porta el yugo, de su compañero, y quien se esfuerza en hallarle mérito, lo sostiene en la verdad y lo sostiene en la paz, quien sosiega su corazón con su estudio, quien pregunta y responde, quien escucha y añade, quien estudia en aras de enseñar, quien estudia en aras de hacer, quien hace más sabio a su Rav, quien enseña sin tergiversación
la enseñanza que escuchó, quien profiere una enseñanza en nombre de quien la enunció. Así, pues, aprendes que todo aquel que profiere una enseñanza en nombre de quien la enunció trae redención al mundo. Pues fue dicho: “Y dijo Ester al rey en nombre de Mordejai” (Ester 2:22).

 


Quien conoce su lugar

No opinará, cuando está en medio de sabios y eruditos. Un sabio no habla en presencia de quién es más grande que él en sabiduría (Avot 5:7).

Cuando preguntaba al Maran Steipler, sobre alguna “halaja” (ley), me contestaba eso no me pertenece, ve y pregunta a los “grandes de la generación” (Pninei Raban “Kehilot Yaakov”).

¿Que significa “Teshuvá” ( contrición)?

Teshuvá significa, volver a su lugar, explicaba el “Saba de Kalem”, al nivel elevado en el cual estaba antes. Debemos entender esto es factible cuando, antes estaba en un nivel espiritual superior, pero aquel que nunca estuvo en un nivel diferente, al cual se encuentra.

¿A donde volverá?, ¿Cómo hará entonces Teshuvá?

Cada uno, por naturaleza, tiene un lugar más alto, más honorable, a pesar que no lo visualiza de todas maneras todo hijo de Israel tiene parte en la Torá y en el Olam Haba (mundo venidero).

Debe solamente, trabajar y encontrar su lugar y cuidar de no perderlo.


¿Quién se alegra en su porción?

No piensa todo el tiempo en enriquecerse, esta satisfecho con lo que tiene (Rabí Jaim de Volozin) quien es rico, el que está contento con lo que tiene. (Avot 4:1).

Y con respecto al estudio, diríamos que cada uno debe conocer su verdadera parte en la Torá, hasta donde puede llegar a entender, no debemos mirar, en que nivel están los otros, sino estudiar y, profundizar, y utilizar “nuestras propias fuerzas intelectuales, para adquirir nuestro nivel de Torá.

Dicen los Sabios: “Mayor placer produce una medida ganada con nuestro propio esfuerzo ….. (Baba Metziá 32b).

El sabio Rabí Uri Shraga Halevy Klarman, explicaba la oración y darnos nuestra parte, en la Torá, y de dos formas:

a) Que el Santo, bendito sea, nos dé nuestra parte en la Torá.

b) Que toda nuestra parte este solamente en la Torá, y no en ninguna otra parte en el mundo.


Quién hace vallas, que salvaguarde sus palabras

Cuando enseña,  lo hace en términos claros y concretos, para que sus alumnos no se compliquen.

Cuentan que Rabí Shmuel Rozovsky, Director de la Yeshivá de Poniewicz, invertía largas horas en la preparación de su clase. Tres cosas pongo en mente al prepararme dijo a uno de sus alumnos que decir, como decir, y lo más importante que no decir.

El Jafetz-Jaim, en medio de una conversación, recordó una frase expresada por Rabí Rafael de Hamburgo.

No todo lo que se piensa hoy expresarlo, no todo lo que pronuncian los sabios hay que escribirlo, y no todo lo que se escribe hay que imprimirlo.


Quien no se atribuye sus logros a sí mismo

No se vanagloria con sus conocimientos ni deja de transmitirlos a los que los necesitan.

En la ceremonia de colocación de la piedra fundamental de la Yeshivá Kojav Meiakov, de Ierushalaim, dijo su Director: Rabí Berish Veinfeld: “Todo Talmid-Jajam (estudioso de la Torá) o estudiante de Yeshivá debe dar de su sabiduría, a otros, a judíos que no tuvieron la suerte de educarse en la casa de HaShem,  les  será  prohibido  guardar  sus conocimientos   adquiridos para sí mismo” También otros  deben tener Provecho de ellos. Debe   acercarlos, hablarles al corazón, influir sobre sus almas. Ya que así dijeron nuestros Sabios. Si estudiaste mucho Torá, no te vanaglories, pues para ello fuiste creado (Avot 2:8) Sé benévolo y dadivoso, comparte tus conocimientos con tu prójimo.


Quien es amado, quién ama al Omnipotente

Todos lo aman, porque él ama a HaShem.

Una vez, cuando vino Rabí Eliahu Lapian a su casa, vio que la ayudante de servicio, terminaba en ese momento de lavar el piso. Rabí Eliahu limpió una y otra vez las suelas de sus zapatos, volvió a revisarlos para ver si estaban limpios Sólo después de repetir y revisarlos varias veces entró a su casa.

La señora en cuestión, quedó muy impresionada, al ver como cumplía hasta el extremo los preceptos entre “hombre y su semejante”, entendió que el Rabino no quería apenarla, si ensuciaba los pisos, que recién terminaba de limpiar con tanto esfuerzo.

Amar al Omnipresente, es una cualidad importante y vital, para adquirir la Torá, si esta alejado de HaShem, no podrá recibir la Torá.


Ama a las Criaturas

Ama a la gente, como está escrito. El Jazón Ish solía decir “Soy rico en amor al prójimo; Tengo mucha satisfacción, cuando alegro los corazones de la gente, me cuido y no hago pasar malos momentos a las personas,
ni siquiera en ningún momento”.(Kobetz Igrot 1:33).

Por eso al ir por la calle usaba lentes, puede decía el Rabino, que alguien me saludó, y al no verlo, y no saludarlo, lo haría sentir mal (Peer Hador 3:52).

Solía decir el “Jazon Ish”: Lo que dicen los Sabios “ama a las criaturas y las acerca a la Torá”, no son dos cosas separadas, una de la otra, una está conectada con la otra. ¿Quién puede acercar a la gente a la Torá? ¡El que los ama!


Quien ama a las Caridades

Su corazón sentirá dolor cuando verá que  los hombres hacen mal, unos a otros (Tiferet Israel).


Quien ama las reprimendas

Cuando su Rabino lo reprenda no reaccione, actuando violentamente,  como aquel niño, que se escapa del colegio (Rabí Shmuel Dozeda).
También el Rabino deberá reprenderlo de una forma no ofensiva.

Ya estudiamos: “Que el honor de tu discípulo, sea tan preciado a ti, como el tuyo propio (Avot 4:12).

Preguntó Rabí Jaim Efraím Zaitzik, porque dice “quien ama las reprimendas en plural” Contestaba el Rabino: “No se trata de reprender a su alumno, por haber pecado e infringido las leyes, sino de empujarlo a que avance en sus estudios, que no deje de esforzarse hasta llegar a altos niveles espirituales, y que rece a HaShem para que pueda lograrlo.

Sucedió y Rabí Abraham Mordejai Alter, el Admor de Gur, autor de “Imre Emet”, tardó unos minutos en llegar a la clase tuvo un problema y no pudo hacerlo a tiempo. Su padre el “Sfat Emet”, lo reprendió severamente.

Su madre escuchó, se acercó al estudio del Rabí, y le dijo: Que tienes que exigirle, si estudió toda la noche. Sorprendido el padre de Rabí Abraham preguntó:

¿Por qué no me lo dijo? Rabí Abraham, no quiso justificarse, así explicó después de muchos años a sus allegados, porque no quería perder las “palabras de reproche de su padre para así aprender”, cuan grave, es el pecado de “bitul-Torá”, de perder un tiempo sin estudiar Torá.


Quien ama las cosas rectas

Elegirá la explicación clara y concisa, que traen la Torá y los sabios, así lo ha de estudiar, y de la misma manera enseñará a sus alumnos.

Rabí Rafael Shapira, alumno del Maran de Brisk, recordando a su Rabí dijo: Nunca encontré en sus escritos de Torá, las palabras “esto es cercano a la verdad” o otros modismos del idioma, que indican alguna explicación no muy cierta, como parece ser que nuestros Sabios pensaron. Porque continúa Rabí Rafael, una de dos, si su explicación, es acorde a la intención de la escritura entonces, esto es Torá y por lo tanto es cierto y veraz y si no son charlatanería, que hay que anularla de una vez.


Quien se aleja del Honor

No ha de estudiar, para que lo llamen Rabí, y le den honores, sino por amar a HaShem (Midrash Shmuel).

Rabí Eljanan, escapaba del honor, como el que lo hace del fuego, también cuando debía presentarse en diferentes sinagogas, para hacer campaña, pro ayuda a su Yeshivá (casa de estudios), en vez de  dirigirse al lado del “Aron Hakodesh” (el área de la Torá), lo hacía en dirección opuesta, al final de la sinagoga, ahí era donde se sentía bien.

Los Rabinos de la sinagoga no se sentían bien, porque ellos estaban en el  mizraj, (al lado de los rollos de la Torá), y el Rabino al fondo (maarav, oeste).

Uno de los Rabinos le preguntó:

¡La gente puede llegar a pensar que su humildad es artificial!

A lo que contestó Rabí Iojanan:

Pregunté a nuestro Rabí el “Jafetz-Jam” : ¿Cuál es el sendero recto que debe elegir una persona como yo?  puede ser que al estar yo al fondo de la sinagoga me alabe diciendo, no hay modesto y humilde como yo.

Y así me contestó: Mejor es que te sientes en la última fila, que sentarte en el “mizraj”, al frente de todos y amargues tu corazón pensando que no eres la persona adecuada para ocupar ese prominente lugar (Or Eljanan).


Quien no se ensoberbece su corazón, por el estudio.

No piense que ya estudió demasiado, y no tiene que hacerlo, más todo el que dice “no sé”, ya expresó la mitad de su sabiduría (Rabí Iosef  Ibn Zebara).

Ya dijeron nuestros sabios en el Talmud: (Psajim 67:)
Todo el que es orgulloso, su sabiduría desaparece, esto lo aprendieron de Hilel, que era el modesto por excelencia, y a pesar de eso, una vez falló y fue castigado (Ruaj Jaím).

Cuentan que cuando casó Rabí Akiva Eiguer, a su hijo en la ciudad de Lomze, y estando sentado junto a grandes Rabinos y  eruditos de la Torá, alrededor de la mesa de “Sheva Berajot” (las bendiciones que se pronuncian, durante los siete días después de la boda), antes de recitar “Birkat Hamazón”, (oración de gracias), golpeó en la mesa, y dijo, que comenzaría a hablar sobre Torá.

Como era su costumbre, hizo un agudo análisis, y presentó el tema en una forma muy clara.

 Uno de los Rabinos presentes, proveniente de una pequeña comunidad  llamada Viazna, pidió permiso, y dijo que hay una fuente Mishnática, que expresa lo contrario a su moción.

 Después de la bendición y de la comida, Rabí Akiva Eiguer tomó nuevamente la palabra; pero ahora dijo:

“Sepan ustedes, que a pesar de que tengo respuesta, a la acotación del Rabino de Viazna, fui castigado, y me olvidé de esa “Mishná”, porque me levanté sin que ustedes me lo pidan, y esto era por haber querido enseñorearme sobre ustedes”.


Quien no se complace en emitir dictámenes

No emitirá un fallo halájico, sino, cuando no se encuentre otro Rabino, que le pueda hacer, y ya leímos “quien se guarda de emitir veredictos, se desembaraza de enemistad, robo y juramentos mas quien en soberbia de corazón emite dictámenes sobre la Ley, es insensato, malvado y de espíritu arrogante (Avot 4:7).


Quien porta el yugo de su compañero

Cómo una persona se contenta con las alegrías de su amigo, así debe sentir su dolor, y más, cuando escuchamos que un enfermo se siente mejor, dejamos de apenarnos de él, pero no es lo correcto!. Si todavía, no está totalmente repuesto de su enfermedad debemos estar con él en todo sentido, porque él, el enfermo, seguro está triste y deprimido.

“Cuando Rabí Jaim Shmuelevitz escuchaba sobre algún enfermo, lloraba, caminaba de un lado a otro, inquieto y preocupado, cuando su salud empeoró, le ocultaban el periódico, para que no vea los avisos de duelo, y se preocupase, lo que agravaría su estado de salud”.

Cuentan, que el Rabino Shmuel Rozovsky, al examinar a sus alumnos, se preocupaba de ayudar, hasta al más débil de ellos, para que no se sienta mal, y, con sabiduría arreglaba todo, para que no quede avergonzado, y cuando escuchó un concepto de boca de un alumno, decía: ¿Escuchó. lo que dijo fulano?, ¡que bien se expreso!


Quien se esfuerza en hallarle mérito

Aunque suceda que su amigo lo ofenda, trate de pensar que tuvo una buena intención, y no se enoje con él (Rabí Shmuel D´ozeda).

Si ve que su amigo se equivocó, en una explicación, no se contente en su fracaso, trate de explicar sus palabras, para encontrar en ellas, la verdadera explicación (Lejem Shamaim).


Lo sostiene en la verdad

Cuando estudie con sus compañeros, no discuta para sobresalir, sino para alcanzar la verdad. Toda controversia que es en nombre del cielo (Avot 5:17), no traerá discusiones, ni peleas, sino paz; como sucedió con Hilel y Shamay.

Si viene un alumno ante su maestro, y le presenta una objeción a un tema. Si el Rabino no le encontrará una base de verdad a su pregunta y no le dice la verdad, que su pregunta no tiene base alguna, le hace mal, porque el alumno aprenderá a no pensar bien. También, si el alumno hizo una muy buena pregunta, y el Rabino no le da su debida importancia, o le da más importancia de lo que merece objeción, no hace sino alejarlo del intelecto sano y de la verdad (Or Eljanan).


Lo sostiene en la paz.

Si tiene claro, que tiene razón en la discusión y no su amigo, no se llene de orgullo, solo hágale ver el punto en cuestión.

Si piensa que su amigo se enojará, cuando lo escuche, no se lo diga, y trate de hacer las paces con él.


Quien sosiega su corazón en su estudio.

Estudiar no es leer un libro, o dedicar un corto tiempo a uno u otro texto.

Estudiar, es hacerlo todos los días. “Haz tu Torá constante”(Avot 1:15).

Aquel que entiende a la perfección, el tema que estudia, podrá explicarlo a otros.

Si no sabe es porque no lo entendió.


Quien pregunta y quien responde

Cuando estudie, no se avergüence en preguntar, cuando enseñe conteste a todas las preguntas que le formulan, aunque el que le pregunte, sea un pequeño alumno, recuerda: el penoso no aprende, el impaciente, no enseña (Avot 2:5).


Quien escuche y añade

Cuando dentro de un grupo de estudiosos de la Torá, hay un sabio, cuyos conocimientos son superiores a los demás, bien hará en dejar expresarse a sus compañeros, porque  al  hacerlo  primero  no  dejará  lugar  a otros, por eso,  el sabio, pedirá  su  palabra  por  último,  y  agregará sus conceptos que sin duda pondrán en claro el tema tratado. De ésta manera todos los participantes harán, para ofrecer su solución al tema, contestará a preguntas de sus compañeros, y serán parte activa de la actividad colegial.

Un alumno se quejó ante Rabí Tzvi Pesaj Frank, el Rabino de Ierushalaim diciendo que no siente que sube en los niveles de Torá, cuando repasa los Tratados, ya estudiados. Mejor sería comenzar nuevos temas.

Yo pienso; dijo el Rabí, que la constancia en el estudio hace que se encuentren “nuevos conceptos” en los textos, y aumenta el interés por el estudio.


Quien estudia en aras de enseñar

Cuando estudia y enseña, siempre tendrá presente el material de estudio.

Un joven estudiante, conocido por el Jazon Ish, gustaba ayudar a la gente, lo hacía con frecuencia, a cuenta del estudio.

El Rabí se le acercó y le dijo:

Nuestros Sabios cuentan que Raban Iojanan Ben Zakai, estudió cuarenta años, después enseñó, una misma cantidad de años. ¿Acaso durante los cuarenta años que pasó estudiando, no podía haber enseñado?. Parece ser que éste es el orden y ésta es la fórmula del éxito. También el Jafetz Jaim invirtió muchos años en el estudio, y después revolucionó al mundo, en un tiempo muy corto.


Quien estudia en aras de hacer

Cuando estudia, para observar los preceptos, recordará mejor lo que estudió, siempre hemos de recordar que: “No es el estudio lo esencial, sino las obras” (Avot 1:17).

Rabí Arie Leib Cohen, el hijo del Jafetz Jaim, en unos de sus escritos sobre su padre, dejó claro, que el Rabino no se ocupó en ejercicios intelectuales, porque decía, que el tiempo es corto y muy preciso.
Para él lo importante era saber como cumplir con el precepto. Y todos saben, que su obra fundamental “Mishná Brura” es todo “halaja” (leyes), y así fue como el pueblo todo la recibió. Si hubiese mezclado, “pilpulim”, aunque claros y entendibles, su suerte hubiese sido como la de muchos autores, que vieron sus obras solamente en manos de muy pocos.


Quién hace más sabio a su Rabino.

Cuando el alumno pregunta a su Rabí, éste deberá profundizar sus conocimientos, para darle una buena respuesta, y al recibirla se beneficiará.


Quien enseña sin tergiversación la enseñanza que escuchó.

Cuando da un fallo halájico, se ha de basar la enseñanza exacta de su Rabino, y no dirá “Así me dijo mi Rabí, sino que fue así como le transmitió la enseñanza”, como estudiamos en (Avot 5:7) “sobre lo que jamás escucho dice: “No escuché sobre ello”.

En una oportunidad durante la “seuda” (banquete), del brit-milá (circuncisión) de uno de los nietos, del Rabí de Brisk, dijo un Rabino, está escrito que por ser un Kanay (celote), Pinjas, hijo de Eleazar y nieto de Aharon, no fue nombrado dirigente del pueblo hebreo.

El escuchar de sus palabras, preguntó el Rabí: “Donde está escrito”.

Pensó el Rabino, una y otra vez, y no recordó la fuente de la cuál sacó esa máxima; volvió a su casa, y siguió en su búsqueda finalmente, encontró un libro en el cuál su autor trajo su opinión personal.


Quien profiere una enseñanza en nombre de quién las enunció

Al citar un pensamiento, un concepto o enseñanza, debe mencionar el nombre de quién lo dijo.

Cuentan que todo concepto o idea que Rabí Jaim Shmuelevitz leía, estudiaba en los libros, los adoptaba para sí. Al final de sus días, no recordaba con exactitud la fuente de aquellos, pero siempre decía, que los pensamientos no eran suyos. (Moaj Valev).


Así pues aprendes que todo aquel que profiere una enseñanza en nombre de quien la enunció trae redención al mundo, pues fue dicho “Y dijo Ester al rey en nombre de Mordejai (Ester 2:22).

Todo escritor, al escribir su obra, debe recibir ayuda, de otras fuentes, lo lógico y honesto es mencionar los escritos y autores que tomó como base, al no hacerlo comete una falta ética y moral.

Un joven listo y astuto se allegó a Rabí Meir Shapira de Lublin y pidió conversar con el sobre Torá.

Entre otros, le preguntó sobre una explicación del “Maharsha” difícil de entender, el Rabino revisó mentalmente todos los temas, que el Maharsha trató en su libro, y no recordó aquel que el joven le presentó.

¡Sabes que! dijo el Rabino, tomemos el texto y revisemos hoja por hoja, pasó ante sus ojos, y el tema en cuestión, no se encontró.

El Rabino reprochó suavemente al joven por su forma no tan recta para estudiar, y con una sonrisa le dice: Ahora hiciste, que el Maharsha, se quede con la boca abierta, y el Meshiaj se pare en un solo pie.

Al escuchar, el joven se asustó.

El Rabí explicó:

La Guemara dice: “Cuando mencionan un pensamiento expresado por un Rabino sus labios balbucean en la Tumba, y también se expresa diciendo: “Todo aquel que profiere una enseñanza, trae redención al mundo”.

Cuando tu, estimado joven, dijiste El Maharsha dijo, abrió el Rabí su boca, y el Meshiaj que escuchó que tu mencionas una enseñanza, en nombre de otro, levantó su pie, para ir y traer la redención. Pero, cuando se supo que el “Maharsha nunca dijo lo que tu mencionaste, se quedó con la boca abierta, y el Meshiaj se quedó parado en un solo pie.

(Nitzotzot Meir).





MISHNA 7


 

(ז) גְּדוֹלָה תוֹרָה שֶׁהִיא נוֹתֶנֶת חַיִּים לְעֹשֶׂיהָ בָּעוֹלָם הַזֶּה וּבָעוֹלָם הַבָּא, שֶׁנֶּאֱמַר כִּי חַיִּים הֵם לְמוֹצְאֵיהֶם וּלְכָל בְּשָׂרוֹ מַרְפֵּא, וְאוֹמֵר, רִפְאוּת תְּהִי לְשָׁרֶךָ וְשִׁקּוּי לְעַצְמוֹתֶיךָ, וְאוֹמֵר, עֵץ חַיִּים הִיא לַמַּחֲזִיקִים בָּהּ וְתוֹמְכֶיהָ מְאֻשָּׁר, וְאוֹמֵר, כִּי לִוְיַת חֵן הֵם לְרֹאשֶׁךָ וַעֲנָקִים לְגַרְגְּרֹתֶיךָ, וְאוֹמֵר, תִּתֵּן לְרֹאשְׁךָ לִוְיַת חֵן עֲטֶרֶת תִּפְאֶרֶת תְּמַגְּנֶךָּ, וְאוֹמֵר, כִּי בִי יִרְבּוּ יָמֶיךָ וְיוֹסִיפוּ לְךָ שְׁנוֹת חַיִּים, וְאוֹמֵר, אֹרֶךְ יָמִים בִּימִינָהּ בִּשְׂמֹאוֹלָהּ עֹשֶׁר וְכָבוֹד, וְאוֹמֵר כִּי אֹרֶךְ יָמִים וּשְׁנוֹת חַיִּים וְשָׁלוֹם יוֹסִיפוּ לָךְ וְאוֹמֵר, דְּרָכֶיהָ דַּרְכֵי נוֹעַם וְכָל נְתִבוֹתֶיהָ שָׁלוֹם:

 

7. Grande es la Torá que da vida a quienes la hacen en este mundo y en el mundo venidero: pues fue dicho: “Pues vida es para quienes las encuentran, y para toda su carne sin cura” (Mishle 4:22). Y asimismo se dice: “Curación es: para tu ombligo y remedio para tus huesos” (Mishlei 3:8). Y asimismo se dice: “Arbol de vida es para quienes se aferran a ella, y quienes lo sostienen son felices” (Mishlei 3:18). Y asimismo se dice: “Porque aureola son para tu cabeza, y collares para tu garganta” (Mishlei 1:9). Y asimismo se dice:
“Dará a tu cabeza una aureola de gracia: una corona de esplendor te escudara” (Mishlei 4 :9). Y asimismo se dice: “Pues en mi se incrementaran tus días, y te serán aumentados años de vida” (Mishlei 9 :11). Y asimismo se dice: “Largueza de días a su diestra, y a su siniestra riqueza y honor”. Y asimismo se dice: “Pues largueza de días y años de vida y paz te serán aumentados” (Mishlei 3 :2).


 


Grande es la Torá que da vida a quienes la hacen en este mundo y en el mundo venidero

Leemos en la Guemara: Quien va de viaje y carece de acompañante, debe ocuparse de la Torá, pues está escrito: porque son adorno de gracia. Si tiene dolor de cabeza, debe leer la Torá, ya que está escrito: (adorno de gracia) para tu cabeza. Si tiene dolor de garganta, hará lo mismo, pues está escrito: y collares para tu cuello. Quien padece de los intestinos, debe dedicarse a la Torá, ya que está escrito: medicina será para tu ombligo, y si le duelen los huesos, hará lo mismo, porque es refrigerio para tus huesos. Si tiene todo el cuerpo dolorido, debe ocuparse de la Torá, ya que está escrito: medicina para toda tu carne.

(Eruvin 54a)

Rabí Itzjak Aizik Javer en su libro Or Torá escribe:
“La guemará quiere hacernos entender, que a aquellos que piensan que según los parámetros médicos, al estudiar mucho, debilitará su cuerpo, mucho más si está realmente enfermo están totalmente equivocados.

La Torá es la bendición de HaShem “El no añade tristeza en ella” (Mishlei 10:22), la Torá no hace ningún daño, al contrario, el mérito de su estudio le traerá cura a sus males porque la curación y la vida de un hebreo apegado a la Torá de HaShem no dependen de la medicina natural sino de la mano de HaShem que, cura a todo y a todos; como está escrito: Yo hiero y yo curo (Devarim 32:39).

Cuéntese que una señora se acercó al Taz, autor del comentario Turei Zahav del Shulján Aruj, y llorando exclamó:

¡Oh Señor, mi hijo se está muriendo!

¿Acaso estoy yo en lugar de HaShem? replicó el Rabí.

Clamo a la Torá de mi Señor.

Esto haré por ti, dijo el Rabí a la sufrida mujer.

El estudio que hago ahora con mis alumnos lo regalo al niño, puede que son su mérito, sanará.

En ese momento el niño presento mejoría en su estado de enfermo.


Árbol de vida es para quienes se aferren a ella, y quienes la sostienen son felices (Mishlei 3:18)

La riqueza material no es segura y a veces hasta es peligrosa como cita lo escrito: la riqueza que guarda su dueño en su perjuicio (Kohelet 5:12), pero la Torá es un árbol de la vida para los que se aferran a ella y feliz quienes se aferran fuertemente a ella. (Shebet mi Iehuda).

Es un árbol de la vida para los que se aferran a ella, dicen los sabios del Midrash, que se refiere a la Tribu de Isajar y feliz es quien se aferra fuertemente a ella, a la tribu de Zebulun; Zebulun trabaja en el comercio e Isajar estudiaba Torá, Zebulun se ocupaba de las necesidades de Isajar y el mérito del estudio era de los dos (Bamidbar Rabá). “Tomjea meashar”, feliz quienes se aferran a ella.

¿Preguntan los sabios porque feliz en singular? y contestan: aunque dos personas o más apoyan a un estudioso de la Torá, cada uno recibe recompensa completa. (Tratado de Taanit 7.1).


Largueza de días a su diestra y su siniestra riqueza y honor (Mishlei 3:16)

La largueza de días está en su diestra y en su mano izquierda, hay riquezas y honores, diestra, este mundo en el cual conseguirá abundancia de días, y en su izquierda, el mundo venidero tendrá riqueza y honores (Orjot Tzadikim, Shaar Haanavá).


La largueza de los días está en su diestra y en su mano izquierda riqueza y honores.

Los sabios del Midrash explican: La largueza de los días está en su diestra, en el “Olam Haba”, el mundo venidero, y en su mano izquierda riqueza y honores, en este mundo (Breshit Raba 59). Y la razón por la cual citó primero al mundo venidero antes que este mundo es que las veleidades mundanas tienen fin pero las bonanzas prometidas en el mundo venidero, no tienen fin y por eso dice: la abundancia de los días está en su diestra y llamo a este mundo “mano izquierda” porque el “ietzer hará” (instinto del mal), se llama Tzefuni (norteño) y el norte y la izquierda son iguales (Rabí Iosef Najmias).


MISHNA 8

 

(ח) רַבִּי שִׁמְעוֹן בֶּן יְהוּדָה מִשּׁוּם רַבִּי שִׁמְעוֹן בֶּן יוֹחָאִי אוֹמֵר, הַנּוֹי וְהַכֹּחַ וְהָעוֹשֶׁר וְהַכָּבוֹד וְהַחָכְמָה וְהַזִּקְנָה וְהַשֵּׂיבָה וְהַבָּנִים נָאֶה לַצַּדִּיקִים וְנָאֶה לָעוֹלָם, שֶׁנֶּאֱמַר עֲטֶרֶת תִּפְאֶרֶת שֵׂיבָה בְּדֶרֶךְ צְדָקָה תִּמָּצֵא, וְאוֹמֵר, עֲטֶרֶת זְקֵנִים בְּנֵי בָּנִים וְתִפְאֶרֶת בָּנִים אֲבוֹתָם, וְאוֹמֵר תִּפְאֶרֶת בַּחוּרִים כּוֹחָם וַהֲדַר זְקֵנִים שֵׂיבָה, וְאוֹמֵר, וְחָפְרָה הַלְּבָנָה וּבוֹשָׁה הַחַמָּה כִּי מָלַךְ יְהֹוָה צְבָאוֹת בְּהַר צִיּוֹן וּבִירוּשָׁלַיִם וְנֶגֶד זְקֵנָיו כָּבוֹד:

רַבִּי שִׁמְעוֹן בֶּן מְנַסְיָא אוֹמֵר, אֵלּוּ שֶׁבַע מִדּוֹת שֶׁמָּנוּ חֲכָמִים לַצַּדִּיקִים, כֻּלָּם נִתְקַיְּמוּ בְּרַבִּי וּבְבָנָיו:



8. Rabí Shimón Ben Menasia, en nombre de Rabí Shimón Bar Yojai, dice: La belleza, la fuerza, la riqueza, el honor, la sabiduría, la vejez, la ancianidad y los hijos son idóneas para los justos e idóneos para el mundo. Pues fue dicho: “Corona de esplendor es la ancianidad; a través de la caridad la encontraras” (Mishlei 16:31). Y asimismo se dice: “La corona de los viejos son los nietos, y el esplendor de los hijos sus padres” (Mishlei 17:6). Y asimismo se dice: “El esplendor de los jóvenes es su fuerza, y el lustre de los viejos es la ancianidad” (Mishlei 20:29). Y asimismo se dice: “Palidecerá  la luna y se avergonzará el sol, porque reinó el Eterno de las Huestes en el monte de Tzion y en Ierushalaim, y en presencia de Sus ancianos hay honor” (Yeshayahu 24 :23).


Rabí Shimón Ben Menasia dice: Estas son las siete virtudes que enumeraron los Sabios para los justos, y todas se realizaron en Rebi y en sus hijos.

Nuestra Mishná trae siete atributos que son buenos para los justos y para el mundo podemos ser con la ayuda de ellos, hombres justos o son su intermedio, dejarnos llevar por las verdades mundanas (Rabí Shmael D’ozeda).


Rabí Shimón Menasia en nombre de su maestro Rabí Shimón Bar Yojai dice:


La belleza:
puede ayudar a un hombre justo, porque la mayoría de las personas ven el aspecto exterior y según él evalúan a la gente.

El justo, de fea apariencia, es despreciado por la gente, y si es apuesto, es alabado (Rabí Iosef Yabetz).

La belleza puede también llevar al hombre al pecado.
Un ejemplo: Abshalom el hijo de David, sobre él dice el versículo: “Y en todo Israel no había otro como Abshalom hombre hermoso y muy de alabar” (Shmuel 14:25).

Usó su belleza para atraer el corazón de Israel y hacer que se rebelen contra el rey, su belleza le trajo un amargo final “Abshalom se enorgulleció por su hermosa melena por eso de ella fue colgada” (Sota 9:2).

Y Iosef el justo también él tuvo problemas a causa de su apuesta figura. Leamos lo que nos cuenta el Midrash:

Sus amigas vinieron a visitarla. ¿Por qué estás tan triste y enferma? le preguntaron, ¿acaso té falta algo?. Les hizo traer cidras para comer y a cada una de ellas le dio un cuchillo de plata para pelar el fruto. Luego llamó a Iosef para que vieran su prestancia y belleza; al verlo, las amigas de Zelija quedaron estupefactas y sin aliento y tan confundidas que se cortaron las manos con los cuchillos. Dijo Zelija a sus amigas: “Ustedes han visto a Iosef por un momento y se quedaron sin habla. ¡Qué diré yo y que haré cuando lo veo pasar ante mi todos los días. Estoy enferma y postrada en cama porque él no me habla ni me presta atención!”.

Por su belleza la esposa de Potifar le quiso seducir, pero él no le respondió.


La fuerza:
También tiene dos caras.

La fuerza es buena para los justos por ello la Torá debilita al hombre se debe poseer mucha fuerza física para invertir en el estudio. También es necesaria para el cumplimiento de los preceptos ordenados por HaShem, para ayudar a los oprimidos y a los débiles.

Pero hay quienes la usan para robar y oprimir al prójimo.


La riqueza:
Con ayuda de la riqueza el justo podrá repartir ayuda a los necesitados y hacer el bien. También podrá usarla para vivir en el lujo y el ocio, y al vivir así, se alejara de la caridad y del estudio de la Torá.


El honor:
El que es honrado por la sociedad será tomado en cuenta, y sus opiniones serán escuchadas, y su buena influencia ayudará a vivir en un ambiente honrado y positivo.

Pero hay quienes lo utilizan para señorearse sobre otros tomar toda clase de ventajas.


La sabiduría:
No se trata del conocimiento de Torá, porque no se puede ser justo y temeroso de HaShem, sin saber y conocerla a fondo. El punto es como se utiliza ese conocimiento, hay quienes la utilizan en bien de la comunidad y hay quienes para su propio interés y para el mal de los otros.


La vejez y la ancianidad:
Las dos son buenas para los Tzadikim, justos porque su estudio florece en la vejez, pero pueden ser usados como instrumento para elevarse y hacerse destacar sobre otro.


Y los hijos son idóneos para los justos e idóneos para el mundo:

Cuando pueden enorgullecerse de sus actos, cuando tuvieron éxito en su educación, y ven como esos hijos, estudiosos de la Torá y observantes educan por su parte a sus nietos también por el camino de la tradición ancestral. Pero, puede suceder que los hijos salgan por el mal camino, si los padres, no le prestan la debida atención.

En la fiesta de Bar-Mitzva del nieto del sabio Rabí Reuben Vinkler, el Rabino de Opola dijo: Rabí Meir Shapira de Lubli: a quien se refirió el rey Shlomo, cuando dijo: “la corona de los viejos son los nietos” ¿y porque no dijo los hijos?. Se refirió a nuestra generación. Las generaciones cambian. Pero entre padre e hijo, no hay una gran distancia.

El hijo se aleja solo un poco del padre, y el nieto por su parte, se aleja un poco mas del judaísmo. Y si una persona tiene la suerte de que su nieto esté cerca de él y se le parece entonces, la corona de los viejos, son efectivamente los nietos.


Rabí Shimón Ben Menasia dice: estas son las siete virtudes que enumeraron los sabios para los justos y todas se realizaron en Rebi y en sus hijos.

Rabí Iehuda Hanasí el recopilador de la Mishná, tuvo el mérito de tener todas estas virtudes. Fue como uno de los grandes sabios de todas las generaciones, recibió honores y sus hijos y nietos continuaron su camino.

 

 





MISHNA 9



(ט) אָמַר רַבִּי יוֹסֵי בֶּן קִסְמָא, פַּעַם אַחַת הָיִיתִי מְהַלֵּךְ בַּדֶּרֶךְ וּפָּגַע בִּי אָדָם אֶחָד, וְנָתַן לִי שָׁלוֹם, וְהֶחֱזַרְתִּי לוֹ שָׁלוֹם, אָמַר לִי, רַבִּי מֵאֵיזֶה מָקוֹם אָתָּה, אָמַרְתִּי לוֹ, מֵעִיר גְּדוֹלָה שֶׁל חֲכָמִים וְשֶׁל סוֹפְרִים אָנִי, אָמַר לִי, רַבִּי רְצוֹנְךָ שֶׁתָּדוּר עִמָּנוּ בִּמְקוֹמֵנוּ וַאֲנִי אֶתֵּן לְךָ אֶלֶף אֲלָפִים דִּנְרֵי זָהָב וַאֲבָנִים טוֹבוֹת וּמַרְגָּלִיּוֹת, אָמַרְתִּי לוֹ אִם אַתָּה נוֹתֵן לִי כָּל כֶּסֶף וְזָהָב וַאֲבָנִים טוֹבוֹת וּמַרְגָּלִיּוֹת שֶׁבָּעוֹלָם, אֵינִי דָר אֶלָּא בִּמְקוֹם תּוֹרָה, וְכֵן כָּתוּב בְּסֵפֶר תְּהִלִּים עַל יְדֵי דָוִד מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל, טוֹב לִי תּוֹרַת פִּיךָ מֵאַלְפֵי זָהָב וָכָסֶף, וְלֹא עוֹד, אֶלָּא שֶׁבִּשְׁעַת פְּטִירָתוֹ שֶׁלאָדָם אֵין מְלַוִין לוֹ לְאָדָם לֹא כֶסֶף וְלֹא זָהָב וְלֹא אֲבָנִים טוֹבוֹת וּמַרְגָּלִיּוֹת, אֶלָּא תּוֹרָה וּמַעֲשִׂים טוֹבִים בִּלְבָד, שֶׁנֶּאֱמַר, בְּהִתְהַלֶּכְךָ תַּנְחֶה אוֹתָךְ בְּשָׁכְבְּךָ תִּשְׁמוֹר עָלֶיךָ וַהֲקִיצוֹתָ הִיא תְשִׂיחֶךָ, בְּהִתְהַלֶּכְךָ תַּנְחֶה אֹתָךְ, בָּעוֹלָם הַזֶּה, בְּשָׁכְבְּךָ תִּשְׁמוֹר עָלֶיךָ, בַּקָּבֶר, וַהֲקִיצוֹתָ הִיא תְשִׂיחֶךָ, לָעוֹלָם הַבָּא, וְאוֹמֵר, לִי הַכֶּסֶף וְלִי הַזָּהָב נְאֻם יְהֹוָה צְבָאוֹת:

9.

Dijo Rabí Iosi Ben Kisma: cierta vez marchaba yo por el camino y se encontró conmigo un hombre, y me dio la paz, y le regresé la paz.
Me dijo: “Rabí, ¿de dónde eres?” Le dijo: “De una ciudad grande en sabios y escribas soy”. Me dijo: “Rabí, que sea tu voluntad que more con nosotros en nuestro lugar, y yo te daré mil millares de dinares de oro, piedras preciosas y perlas”. Le dije: “Aun si me dieses toda la plata y el oro, las piedras preciosas y las perlas del mundo, no moraría sino en un lugar de Torá”. Pues así hallamos en el libro de Tehilim de David, rey de Israel: “Mejor es para mí la Torá de Tu boca que miles en oro y plata” (Tehilim 119:72). Y no solo ello, sino que a la hora del licenciamiento del hombre del mundo no lo acompaña ni la plata, ni el oro, ni las piedras preciosas, ni las perlas, sino la Torá y las buenas obras. Pues fue dicho: “En tu caminar te guiará, en tu yacer te guardará y en tu despertar ella conversara contigo” (Mishlei 6:22). “En tu caminar” te guiará; en este mundo. “En tu yacer” te guardará; en la tumba. “Y en tu despertar ella conversara contigo”, para el Mundo Venidero. Y asimismo se dice “Mía es la plata y Mío el oro, enunció el Eterno de las Huestes” (Jagai 2:8).

Y se encontró conmigo un hombre

De costumbre la persona que va por el camino, se encuentra con otra, y lo saluda como leímos: “Puede en el saludo a todo hombre” (Avot 4:15), pero Rabí Iosi Kisma estaba enfrascado en su estudio cosa normal ya que así acostumbraban nuestros sabios hacerlo y al estar ocupado en Torá, percibió de la presencia de la persona que venia hacia él (Rabí Shmael D’Ozeda).

El hombre en cuestión se dio cuenta que Rabí Iosi Ben Kisma, es un hombre sabio y le ofreció una suma extraordinaria para que acepte ocupar el puesto de Rabino.


Aún si me dieses toda la plata y el oro, las piedras preciosas y las perlas del mundo, no moraría, sino en un lugar de Torá.

Rabí Iosi temía residir en un lugar sin Torá, a pesar de que tenia las fuerzas necesarias para influir sobre sus habitantes y elevar al nivel judío necesario, pero vio que él podía ser influenciado por ellos y así
perdería su propio nivel espiritual, por eso se negó.

Escribió Rabí Jaim de Volozin, en nombre de los santos libros que “el hombre que se encontró en el camino era Eliahu Hanabi (el profeta), para Rabí Iosi, era una prueba irá tras él, sometiéndose así a un severo examen por haber “marchado por el camino desviándose del estudio de la Torá”. El Rabí no fue tras él, vio claramente que no podría hacerlo porque el que trata de acercar a aquellos que están lejos del judaísmo viviendo entre ellos, se pone en peligro de ser influenciado por sus pensamientos y acciones como aquel que limpia las cloacas, pero ensucia sus ropas, y todo su cuerpo se impregna de malos olores.

Queremos dejar claro, que en todas las épocas hubo y los hay eruditos de la Torá que viajaban lugares alejados de los centros de Torá para enseñar al pueblo Torá y tradición.

Rabí Meir Hacohen de Radin, el Jafetz Jaim explicó que aquella persona que se encontró con Rabí Yosi Ben Kisma, se asombro al ver su honorable aspecto, seguro pensó, que ocupa el puesto de Rabino y dirigente espiritual de una importante comunidad seguro se asombró dijo Rabí Meir al ver que marchaba a pie por el camino. Como no le honraron, poniéndole a su disposición un carruaje para que lo conducirlo de un lugar a otro.

Seguro sus feligreses son gente sin educación y no saben como comportarse con una responsabilidad como ésta pensó.

Al contrario dijo Rabí Iosi “De una ciudad grande en sabios y escribas soy; a comparación de ellos no soy nadie si es así, continuó el hombre, ven a nuestra ciudad y te nombraremos Rabí y te daremos los honores que mereces. No moraré sino en un lugar de Torá, contestó Rabí Iosi.

De esto aprendemos, dijo el Jafetz Jaim, que hemos de tratar de conectarnos a los Tzadikim justos, estar cerca de ellos y no olvidar que al que está al lado de los puros, puro será.


Y no solo ello, sino que a la hora del licenciamiento del hombre del mundo, no lo acompaña, ni la plata, ni el oro, ni las piedras preciosas, ni las perlas, solo la Torá y las buenas obras

Seguro es que al fallecer, el hombre no lleva nada material consigo cuando lo acompañan a su ultima morada muchos pronuncian sus sentimientos, nadie dice que es rico, porque el morir ya no lo es  

La riqueza no acompaña al hombre en su ultimo tramo, ¿quien su verdadero acompañante?,  sus buenas cualidades y su apego a la Torá y a las buenas costumbres y acciones.

Cuando Rabí Reuben Katz se despidió del Jafetz Jaim en víspera de su viaje a Estados Unidos, para comenzar la campaña pro-fondos de la Yeshivá de Radin, éste él contó que en invierno anterior se le acercó un señor vestido con ropas muy humildes, muy triste y angustiado y le dijo: ¿No me reconoce Rabí?, dijo entre llanto y lagrimas, yo soy aquel rico y adinerado Rosemboim de Moscú, al cual usted pidió una contribución anual de 200 rublos, a lo cual rehusé aceptando donar la cifra de 200, entonces no fue agraciado con inteligencia, mientras que ahora, lo adquirí pero no puedo dar nada porque los bolchevitas me robaron todo lo que tenia.

Y así finalizó el Jafetz Jaim dirigiéndose al Rabino Katz “Diles a los judíos de América, que en la juventud cuando hay fuerzas falta inteligencia y comprensión para estudiar y ayudar a la Torá, y a la vejez cuando se tiene mas de estas dos, no hay fuerzas para hacerlo” (ocurrió antes de la crisis económica de 1928).


Pues
fue dicho: “En tu caminar te guiará, en tu yacer te guardará, y en tu despertar ella conversará contigo (Mishlei 6:22)

Los preceptos y buenas acciones cuidan al hombre en este mundo y en el venidero y en leemos en Avot “Grande es la Torá que da vida a quienes lo hacen en este mundo y en el mundo venidero (Avot 6 :7).

En su elegía al Rabí el sabio de Brisk Rabí Iejezkel Abramsky así se expresó: “Todo lo que se allegaba al Rabí de Brisk, no podía definir su carácter como se suele hacer con otras personas compasivo o cruel, avaro o espléndido, paciente o lleno de ira y la razón era simple. El Rabí de Brisk sé regia en todo, según la Torá a cada momento y ante cualquier evento se conducía como la Torá le ordenaba actuar.


Mejor es para mí la Torá, de tu boca que miles en oro y plata (Tehilim 114:72)


Un “Talmid Jajam” (erudito de la Torá) viajaba en un barco y junto a él unos cuantos comerciantes. Estos le preguntaban una y otra vez, ¿dónde está tu mercancía y les decía: mi mercancía es más importante que la vuestra, revisaron todo el barco, y no encontraron nada, todos se rieron a carcajadas.

En medio de la travesía, fueron atacados por piratas los cuales se llevaron todo lo que tenían. Llegaron a puerto y entraron a la ciudad hambrientos y sin vestimentas: ¿Qué hizo el erudito de la Torá?.

Entró a la casa de estudios y comenzó a dictar una clase de Torá. Cuando los feligreses vieron que su presencia y conducta demostraban su justa personalidad le hicieron honores otorgándole todas sus necesidades.

Los comerciantes sorprendidos vinieron a él, pidiéndole perdón y ayuda para que los alimenten y no se mueran de hambre.

Les dijo: les advertí que mi mercancía es más grande que la vuestra; ¡la vuestra, se perdió, la mía está conmigo!!

(Tanjuma Truma)






MISHNA 10

 

(י) חֲמִשָׁה קִנְיָנִים קָנָה לוֹ הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא בָּעוֹלָמוֹ, וְאֵלּוּ הֵן, תּוֹרָה קִנְיָן אֶחָד, שָׁמַיִם וָאָרֶץ קִנְיָן אֶחָד, אַבְרָהָם קִנְיָן אֶחָד, יִשְׂרָאֵל קִנְיָן אֶחָד, בֵּית הַמִּקְדָּשׁ קִנְיָן אֶחָד. תּוֹרָה מִנַּיִן, דִּכְתִיב, יְהֹוָה קָנָנִי רֵאשִׁית דַּרְכּוֹ קֶדֶם מִפְעָלָיו מֵאָז, שָׁמַיִם וָאָרֶץ מִנַּיִן דִּכְתִיב כֹּה אָמַר יְהֹוָה הַשָּׁמַיִם כִּסְאִי וְהָאָרֶץ הֲדֹם רַגְלָי אֵי זֶה בַיִת אֲשֶׁר תִּבְנוּ לִי וְאֵי זֶה מָקוֹם מְנוּחָתִי, וְאוֹמֵר, מָה רַבּוּ מַעֲשֶׂיךָ יְהֹוָה כֻּלָּם בְּחָכְמָה עָשִׂיתָ מָלְאָה הָאָרֶץ קִנְיָנֶךָ. אַבְרָהָם מִנַּיִן, דִּכְתִיב וַיְבָרְכֵהוּ וַיֹּאמַר בָּרוּךְ אַבְרָם לְאֵל עֶלְיוֹן קוֹנֶה שָׁמַיִם וָאָרֶץ. יִשְׂרָאֵל מִנַּיִן, דִּכְתִיב, עַד יַעֲבֹר עַמְּךָ יְהֹוָה עַד יַעֲבוֹר עַם זוּ קָנִיתָ, וְאוֹמֵר לִקְדוֹשִׁים אֲשֶׁר בָּאָרֶץ הֵמָּה וְאַדִּירֵי כָּל חֶפְצִי בָם, בֵּית הַמִּקְדָּשׁ מִנַּיִן, דִּכְתִיב, מָכוֹן לְשִׁבְתְּךָ פָּעַלְתָּ יְהֹוָה מִקְּדָשׁ אֲדֹנָי כּוֹנְנוּ יָדֶיךָ, וְאוֹמֵר וַיְבִיאֵם אֶל גְּבוּל קָדְשׁוֹ הַר זֶה קָנְתָה יְמִינוֹ:


 

10. Cinco posesiones adquirieron el santo bendito sea en su mundo. Y ellas son: La Torá es una posesión, los Cielos y la tierra son una posesión, Abraham es una posesión, Israel es una posesión, el Templo es una posesión. ¿De dónde se deriva, de la Torá? que está escrito: “El Eterno me poseyó como principio de Su camino, anterior a Sus obras desde entonces” (Mishlei 8:22). ¿De dónde se deriva sobre los Cielos y la tierra? De que está escrito:
“Así habló el Eterno: los Cielos son Mi trono y la tierra el estrado de Mis pies; ¿qué casa me construirían y que lugar seria Mi reposo?” (Yeshayahu 66:1).
Y asimismo se dice: “¡Cuán abundantes son Tus obras, oh Eterno! todas con sabiduría las hiciste. Llena está la tierra de Tus posesiones” (Tehilim 104:24).
¿De dónde se deriva que Abraham es una posesión? De que está escrito: “Y lo bendijo y dijo: Bendito sea Abram del D-s Altísimo, poseedor de los Cielos y la Tierra” (Breshit 14:19). ¿De dónde se deriva sobre Israel? De que está escrito:
“Hasta que Tu pueblo pase, oh Eterno, hasta que pase este pueblo que adquiriste” (Shemot 15:16). Y asimismo se dice: “Hacia Eterno, que establecieron Tus manos” (Shemot 15:17). Y asimismo se dice: “Y los condujo al lindero de Su santidad; esta montaña adquirió Su diestra (Yeshayahu 43:7).

 


Cinco posesiones adquirió el santo bendito sea en su mundo

HaShem creó el mundo, pero las cinco posesiones mencionadas en la Mishná, la Torá, los cielos y la tierra, Abraham, Israel y el templo, son importantes en especial, por eso las denomina posesiones (Rabí Shmael D’Ozeda).

La relación entre la Torá y la tierra de Israel, es como la del alma la Torá al cuerpo, que es la tierra de Israel.

El alma sola no puede existir, necesita del cuerpo.
El cuerpo es solamente un montonero de tierra necesita el alma.

El alma de Israel es la santa Torá, su cuerpo es Eretz  Israel.

El alma puede existir sin el cuerpo, y todo precepto que depende de la misma tierra no se puede cumplir sino en Eretz Israel. Pero Eretz Israel sin Torá, es solamente un pedazo de tierra.  (Jafetz – Jaim – Bo).


Los cielos y la tierra son una posesión, Abraham es una posesión

El cielo y la tierra y todo lo que contienen, toda la creación, equivale ante HaShem; a Abraham nuestro patriarca, el hombre especial por su excelencia. De acá aprendemos que un hombre puede ser tan importante como toda la creación.

Fue Abraham quien llamó a HaShem con el nombre de Adán Señor (Tratado de Berajot 7:2), toda la creación y las generaciones anteriores a él, entre ellos Adán, el primer hombre y Noaj no llegaron a concebir ese atributo llamado “adnut” (señorío) hasta que apareció Abraham solo por su intermedio percibió el mundo, a la divina providencia (Hashhgaja) por el parámetro de “adnut” (señorío y propiedad). He aquí que HaShem nos reveló, su interés personal por el mundo gracias a Abraham, lo que no hizo durante todas generaciones desde la creación.


¡Qué abundantes son tus obras oh Eterno! todas con sabiduría las hiciste. Llena está la tierra de tus posesiones (Tehilim 104:24)

Rabí Itzjak Arama, en su libro “Akedat Itzjak” trae un interesante aforismo que atestigua la creación del mundo por HaShem.

¿A que se parece?

A un hombre que entró en un gran salón y en él vio una larga mesa que ocupaba todo su ancho. La mesa estaba cubierta por papel, y sobre él estaban escritas muchas palabras. Al acercarse notó que éstas expresaban profundos pensamientos, ninguna letra estaba de más.

¿Quién es el gran sabio que las escribió? preguntó.

Un niño pequeño le contestó:

Nadie las escribió, sobre la mesa había un tintero, se movió, el tintero se volcó, la tinta se vertió… y las letras fueron escritas.

Quien no se reirá a carcajadas al escuchar esta respuesta. Está claro que este glosario de ideas fueron concebidas por alguien muy culto.

A esto se refirió el Rey David, cuando exclamó:
“Todas con sabiduría las hiciste. Llena está la tierra de tus posesiones”.
HaShem quiere que su pueblo observe sus leyes. La base es la Torá, por medio de ella, revela su voluntad. Los cielos y la tierra seguirán existiendo, si las personas cumplirán lo que él les ha ordenado.

Con Abraham el patriarca, comenzó la realización del proyecto celestial, fue el primero que hizo conocer la idea divina. La base fundamental para propagar la Torá, es el pueblo de Israel desde que recibió la Torá en el monte Sinay. El sagrado Templo de Ierushalaim, será el centro de donde saldrá el mensaje para todos los pueblos del mundo, como está escrito: “Porque Mi casa, será llamada casa de oración para todos los pueblos (Ieshayahu
56:7).





MISHNA 11

 

(יא) כָּל מַה שֶּׁבָּרָא הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא בָּעוֹלָמוֹ, לֹא בְרָאוֹ אֶלָּא לִכְבוֹדוֹ, שֶׁנֶּאֱמַר, כֹּל הַנִּקְרָא בִשְׁמִי וְלִכְבוֹדִי בְּרָאתִיו יְצַרְתִּיו אַף עֲשִׂיתִיו, וְאוֹמֵר יְהֹוָה יִמְלֹךְ לְעֹלָם וָעֶד: רַבִּי חֲנַנְיָא בֶּן עֲקַשְׁיָא אוֹמֵר, רָצָה הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא לְזַכּוֹת אֶת יִשְׂרָאֵל, לְפִיכָךְ הִרְבָּה לָהֶם תּוֹרָה וּמִצְוֹת, שֶׁנֶּאֱמַר יְהֹוָה חָפֵץ לְמַעַן צִדְקוֹ יַגְדִּיל תּוֹרָה וְיַאְדִּיר:

Pues todo lo que creó el Santo, Bendito sea, en Su mundo, no lo creó sino en aras de Su honor, Pues fue dicho:“Todo ha sido convocado en Mi nombre, y por Mi honor lo creé, lo formé y asimismo lo hice” (Ieshayahu
43:7). Y asimismo se dice: “El terno reinará eternamente, por siempre”  (Shemot 15:18).                                


No solamente las cinco cosas citadas en la Mishná anterior son importantes, todo lo que creó el Santo bendito sea en el mundo tiene su valor y propia importancia y fue creado para cumplir una misión.

 

Toda la creación viene a atestiguar la grandeza de HaShem y al unísono proclama: “HaShem reinará eternamente!”.

Toda nueva revelación a nivel técnico-científico, viene a servir y hacer la voluntad del Creador, como dice el versículo: “Todo ha sido convocado en Mi nombre y por Mi honor lo creé, lo formé y asimismo lo hice”.

Rabí Jananiá Ben Akashia dice: El Santo, bendito sea, quiso ennoblecer a Israel; en consecuencia incrementó para ellos la Torá y los mandamientos.

Pues fue dicho: “El Eterno deseó, en aras de su rectitud, engrandecer la Torá y fortalecerla” (Yeshayahu 42:21).
(Macot, capítulo 3, Mishná 16).

Parece ser, dijo Rabí Abraham, el hermano de Rabí Eliaha de Vilna, que las palabras de Rabí Jananiá no estén muy claras, ¿qué mérito tiene Israel, al tener tantos preceptos por cumplir? puede que si tendría menos responsabilidades Israel todo, podría observarles más méritos tendría el pueblo hebreo si se les hubiese ordenado menos preceptos.

Otra pregunta, ¿qué significa, Torá y los mandamientos? Así nos explica el Rabino: La Guemara fija: seiscientos preceptos fueron ordenados Israel ya que está escrito: “Torá nos ordenó Moshé (Tratado de Macot 23:2).

*Rabí Moshé Ben Maimón (Rambam), Rabí Moshé Ben Najman (Rambam) y el autor de Samag (Gran libro de los preceptos) vertieron diferentes opiniones sobre el compacto de las mitzvot (preceptos).

Los Rabinos que aceptan la opinión de Rambam, no escatiman críticas sobre sus fallos, como por ejemplo en el tema de las ofrendas, al hablar sobre el sacrificio de “Ola”, lo toma como un solo precepto cuando hay muchos mas, como el faenamiento del animal, él recito de la sangre y otro, como muchos mas que no los tomó en cuenta.

Escribe Rabí Abraham: “escuché de mi hermano el sabio, que no podemos decir que los preceptos de HaShem, son 613 y no más, porque desde Bereshit hasta Bo. Cuentan solamente tres preceptos y así hay muchas Parashiot que no tienen ningún precepto, lo que no parece lógico pero en verdad, toda palabra y concepto que salió de HaShem, es un precepto por sí mismo.

Y es cierto que los preceptos se incrementaron sin limite hasta que todo individuo pensante, y que puede conducirse hasta el último detalle grande o pequeño podría hacerlo, y de esa manera, no habría un segundo libro de preceptos ordenados por HaShem como dijo el salmista: “A toda perfección humana he visto fin; pero Tu mandamiento, es sobremanera ancho (Tehilim 119:96).

Los 613 preceptos mencionados son las raíces, de las cuales se desprenden muchas ramas. Y nosotros no sabemos cuales son raíces y cuales son las ramas, y no tenemos necesidad de saber porque en cada palabra de la Torá están contenida toda la Torá hasta el mas intimo detalle.

Resulta entonces que grande es el mérito de Israel, por haberles incrementado el Todopoderoso preceptos y mandamientos y así incrementar la recompensa.

Las palabras de Rabí Jananiá Ben Akashia no fueron dichas con respecto al Tratado de Avot, sino que están contenidas en el Tratado de Macot, en el capitulo “Elu Hen haLokin”. Pero puesto que presenta una conclusión hermosa, todo el pueblo acostumbró recitarlo al final de cada capítulo (de ésta Mishná), ya que no se puede recitar el Kadish por el estudio de la Mishná, sino por el Hagadá, como dijo un sabio: “¿Sobre qué se mantiene el mundo? Sobre la Kedushá de Sidrá y sobre el “Yehé Shmé Rabá” (Kadish de la Hagadá Sotá 49a).

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