shavuotIntroduccioón a Shavuot
Por el Rab Dr. Mordejai Maarabi

SHAVUOT: La Fiesta de las Semanas

Arribamos al final de un tiempo que ha sido “tenido en cuenta”, de acuerdo a la tradición bíblica: el tiempo de la “Cuenta del Omer”, periodo de
siete semanas o 49 días contabilizados a partir de la segunda noche de Pesaj.

Es decir, hemos tendido un puente en el tiempo propiamente dicho, un puente compuesto con uno de los materiales mas conocido por nosotros, a saber: un día, una semana, hasta arribar al tiempo total antes establecido.

Sabemos, como personas, la dimensión de un día. Entendemos, como seres humanos, el correr de los mismos, haciéndose semanas. Y hasta allí nos pide llegar la tradición judía: no avanzar hacia meses, ni siquiera hacia los años, porque ellos presentan una realidad a veces distante, otras, distinta.

Así es que llegamos a esta nueva celebración contando -como dijimos- noche tras noche, los días y semanas del “Omer”. Tiempo que nos acerca a un lugar, nos eleva hacia una montaña, nos
invita a prestar oídos y poner nuestro corazón al servicio de un instante único, irrepetible y, por sobre todo, trascendente. Shavuot, la fiesta de este tiempo transcurrido de días/semanas, nos regala un presente de manos del Creador: Su Tora, por medio de Su Palabra, traducida como los Diez Mandamientos.

Así es que llega el 6 de Sivan, en el calendario hebreo. Cincuenta días no mas desde aquella noche egipcia que puso fin a siglos de oscuridad en la existencia del pueblo judio. El camino por el desierto tenia un propósito, por cierto. No seria el errar ni la perdición , el proyecto Divino. No. Eso dejémoslo a los historiadores que no pueden avanzar mas que sus propias geografías y confunden -cual extraviado en las arenas del mediodía- el designio de lo Divino frente al especular humano.

La salida del Egipto faraónico tenia una meta: “Envía a Mi pueblo” era el “grito de batalla” elevado por Moshe. Pero allí no concluía el clamor: el versículo posee otro final: “Veiaabduni”, o sea “Para que Me sirvan a Mi”, hablaba el Todopoderoso por boca de su enviado.

“Servir a D-s” significaba abandonar por siempre la esclavitud egipcia para ingresar a otra suerte de servicio: a D-s, el D-s de Abraham, Itsjak e Iaacov… Tal como afirmaba el poeta y sabio judeoespañol, Rabi Iehuda haLevi: “El esclavo de esclavos, es esclavo por la eternidad; solo el que sirve a D-s es el hombre verdaderamente libre”.

La cima del Monte Siani seria el punto de partida. La mas pequeña de las montañas, al decir de los sabios. El Todopoderoso no requiere de grandes alturas para presentarse ante el hombre.

“Y esta te será a ti por señal”, había advertido entonces D-s a un incrédulo Moshe en los prolegomenos de su misión. “Al salir este pueblo de Egipto, Me servirán a Mi en esta montaña”. Moshe, entonces, permanecía impávido ante lo inexplicable. No comprendía. Seguía absorto en su visión. Escuchaba mas no entendía. Todo lo veía, pero aun debería entender. Por entonces su gran pregunta era: “¿Por que la zarza -que ardia en fuego- no se terminaba de consumir?”

Estaba frente a ese arbusto pequeño, ardiendo en el fuego. Era el comienzo de su noble mandato. Liberar a Israel. Conducirlo hasta los pies de esa montaña. Abrevar a esa multitud de Palabras. Palabras de vida, orden moral, sentido ético. Palabras de la Tora. Cincuenta días después de salir de Egipto, se acercaba el tiempo de Matan Tora.

Así es como Shavuot, la Fiesta de las Semanas, privilegia con este su primer nombre, el sentido mismo del Tiempo, sentido primero y excluyente para el esclavo liberado. Sin tiempo propio, sin el dominio de mi propio tiempo, toda imagen de liberación es solo una realidad virtual.

Salir de Egipto debe ser parte de la realidad. En cada generación, en cada época, a cada instante, el hombre debe verse a si mismo como si el mismo estuviera saliendo de Mitsraim. Ejercicio físico, por un lado; dinámica espiritual, por el otro.
Solo teniendo en cuenta al tiempo -dominio terrenal del hombre- es que se puede arribar a Shavuot = Tora, en nuestra ecuación.

“Y debes saber que no es verdaderamente libre sino aquel que se dedica al estudio de la Tora”, aseveraban los maestros de la Tradición Oral, en el Tratado de Avot.

Así es que llega Shavuot. No privilegiando el paso del tiempo sino mi paso por el tiempo, que es sensiblemente diferente…

La tradición litúrgica, en el Ritual de Oraciones, nos sugiere un nombre mas para la festividad: “Zeman Matan Toratenu”, es decir “Tiempo de Entrega de Nuestra Tora”. Vuelve aquí también nuestro vinculo inclaudicable con el Tiempo.
Pero ya no solo con el nuestro: al tiempo terrenal, humano, se “le suma” otro, el Celestial, Divino

Ciertamente no serán coincidentes. Al decir del rey David en sus Salmos:”

…Mil años son ante Ti como un día que ha pasado”. ¡Vaya si son diferentes de acuerdo a esta percepción! ¡Un día de D-s equivale a mil nuestros, en el pensar del monarca! Y ese Tiempo Celestial se asocia a una Entrega: la Tora, Celestial también ella.
La tradición judía ancestral acuño una frase: “Tora min haShamaim”, que significa “la Tora proveniente de los Cielos”, adjudicándole a la misma la autoría del Creador. Así lo revela el texto bíblico, al referirse a las Primeras Tablas de la Ley: “Y las Tablas, de Piedra eran, y la Escritura, Escritura Divina, grabada sobre las piedras”. Material y Escritura Divinas.

Sin embargo, el nombre en la plegaria hace saber el destino: Matan = Entrega; Toratenu = de Nuestra Tora… Una vez descendida de los Cielos -darían a entender los sabios- perteneceria al reino de lo terrenal, habitaría entre los hombres para no regresar mas a su recinto de Santidad.

Shavuot es tiempo de Entrega de la Tora. En el mes de Sivan, tercero del calendario. A cincuenta días de la liberación de Egipto. Servir a D-s significaría para esa nación de esclavos, escuchar -todos y cada uno de acuerdo a su potencia- lo primero, lo esencial, lo sublime: “Yo soy HaShem, Tu D-s, que te he liberado de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud”.

Ante todo debo saber quien soy, de donde provengo. Y la Tora lo deja bien claro desde un principio. El segundo paso es saber donde me dirijo. La elocuencia del Sinai, allí en medio de la Entrega de la Tora, no tarda en pronunciarse: “No tendrás otros dioses delante de Mi…”

Haber dejado atrás la esclavitud, presupone el ejercicio de mi libertad física y, por sobre todo, espiritual, por eso es que mis pasos deben dirigirse hacia lo sublime, lo eterno. No hay posibilidad para la idolatría en el hombre libre, pareciera insinuar nuestra Tora. Y si hay lugar para la idolatría, entonces pensemos a que tipo de libertad hemos llegado y alcanzado.

Shavuot, la Fiesta de las Semanas, propone un saber: de donde vengo, y un conocer: hacia donde voy…

Es por ello que me habla de Matan = Entrega de la Tora. No se menciona la recepción. No escuchamos en las fuentes aquello de un “Tiempo de Recibir Nuestra Tora”. ¿Por que? nos preguntamos. Nuestros maestros -de bendita memoria-lo respondieron: la Sagrada Tora fue entregada una sola vez, no mas. Recibirla se la puede y se la debe recibir todos los días, todos los tiempos…

Esta idea, un principio de la cosmovisión rabínica referente a la Tora, su estudio y su asunción como cosa individual y colectiva, responde en parte a la pregunta de Moshe, en el mismísimo Monte Sinaí, que aun permanece formulada: “¿Por que es que no se consume el arbusto?” El fuego que arde sin consumirse es como el alma de cada hombre. Cuando ese hombre intenta alcanzar la dignidad, la gloria, la majestuosidad que le fue conferida desde que fue creado por el Creador, entonces se aviva el fuego, perdura mas allá de los limites establecidos, y es entonces, cuando libre, se aproxima a escuchar la Palabra del Creador. Es entonces, cuando libre, que transita por los caminos de la Creación.

Caminos que el rey Salomón en sus Proverbios definía, cuando de Tora hablaba: “Sus caminos, son caminos agradables; y todas sus sendas conducen a la paz…”

Shavuot, Semanas, Matan Tora es la parada en el camino de lo moral y de la vida. Para saber “de donde provienes y hacia donde te diriges”. Ni mas ni menos.

Rosh Jodesh Sivan 5758 – ¡Jag Sameaj u-Moadim le-Simja!

SHAVUOT 2

Jag HaShavuot

Nuestra Tora, en el libro de Shemot (Éxodo) cap. 23, acentua fundamentalmente el caracter agricola de Sheloshet Haregalim: Pesaj, Shavuot y Sucot. (Siendo estas las tres únicas festividades en las cuales el pueblo se dirigía en peregrinación al Santuario de Jerusalem).

Asi, a la festividad de Pesaj la denomina Jag HaAviv (Fiesta de la Primavera), queriendo indicar con ello el tiempo en que la cosecha se halla en maduración y florecimiento.

A Sucot la llama Jag HaKatsir, donde el campesino comienza a obtener los primeros frutos del año. Es en este momento cuando le es ordenado traer los Bikurim (Primicias de la raiz hebrea
“bejor” = “primogénito”) de esa primera cosecha, que serán ofrendados a D-s como señal de agradecimiento por la productividad de sus campos.

Así, en este contexto meramente ligado a la naturaleza, tienen su origen estas festividades de nuestro calendario. Empero, la tradición de Israel, en su afán de persistir o mas bien de trascender en el tiempo y leyes de la naturaleza, fue agregando con el correr de los siglos, un nuevo sentido a lo natural, que si bien suele ser imperecedero, podría transformarse hasta el punto de convertirse en una rutina (!).
Digamos -para afirmar este pensamiento-, que el “mas sabio entre los hombres” (atributo dado al rey Salomón, hijo de David), un agudo observante del accionar del hombre y de la naturaleza, nos transmite en el libro de Kohelet (Eclesiastés) lo siguiente:

“El sol también se levanta y el sol se pone, apresurándose a volver al lugar de donde se levanta” (Cap. 1:5).

“Todos los ríos van al mar, y el mar no se llena; al lugar adonde van los ríos, allí mismo vuelven a correr” (Cap. 1:7).

“Aquello que ha sido es lo que será; y lo que se ha hecho es lo que se volverá a hacer, pues nada hay nuevo debajo del sol” (Cap. 1:9).

Vemos entonces en sus palabras que todo lleva a un cansancio, a una continuidad rutinaria que lleva al autor a afirmar, en su visión sobre la vida, aquel mensaje famoso de “No hay nada nuevo bajo el sol”.

Valiéndonos desde esta perspectiva nos queda un poco mas claro la identificación de nuestras festividades, en un contexto mas amplio: el de la historia.
Entonces Pesaj llevara impreso el sello de Jag HaJerut (la fiesta de la libertad) rememorando la histórica liberación del pueblo de Israel de Egipto. Así también Sucot se habrá de “transformar” en la festividad que recuerda el andar de cuarenta años por el desierto, hablándonos de las Sucot, esas frágiles construcciones (cabañas) en las cuales habitaron.

Por ultimo, y siendo el tema que no ocupa, Shavuot marca también un tiempo: el tiempo de la entrega de nuestra Tora (Zeman Matan Toratenu).

Y ahí radica la grandeza de nuestras tradiciones: hacer contemporáneo en forma casi permanente el sentido, los valores, los orígenes mismos que dieron vida a un pueblo, a una nación. No somos ni fuimos adoradores de la naturaleza, sino mas bien, ver en ella la majestad Divina (Creadora de los Cielos y la tierra) y que nos recuerda que todo aquello que de ella emana, nos impone una entrega, un esfuerzo, un “sacrificio” (korban) por así decirlo, a nuestro accionar. Pero no todo termina en ella. Hay momentos que en la vida de un pueblo hacen imposible el continuar sus
tradiciones y ¿Quién como el pueblo judio se vio a la largo del tiempo obligado a abandonarlas, o mas bien a renunciar a ellas so pena de muerte?

Y es quizás por estas penosas circunstancias que se vio en la tremenda necesidad de revitalizar sus contenidos, que si bien primariamente revestían un carácter único (quiere decir agrícola), un pueblo que agradece a su D-s por las bondades de la tierra en un sentido mucho mas amplio, trascendente… Algo así como un intento de querer salir de la rutina natural, para embeberse en el Zeman (Tiempo) cambiante, renovador, adecuado al instante preciso en el que se desarrolla su vida.

De ahí inferimos también las sabias palabras del rey Salomón cuando decía:

“Para todo hay un tiempo oportuno; y hay un tiempo determinado para todo asunto debajo del cielo” (Cap. 3:1).

Cada acción, cada etapa, tiene su tiempo exacto y no otro. Y lo importante para nosotros es saber dimensionar ese tiempo que esta a nuestro alcance, para hacer de el a veces una rememoración, a veces una eternidad; pero convencidos en nuestro fuero más íntimo que nuestra tradición nos quiere “imponer” estos momentos de festejos, y alguna vez los otros momentos, para que sepamos apreciar que en nuestra vida, en la vida de todos los hombres, en la vida de todo un pueblo, tal vez, haya un tiempo de liberación, un tiempo de construcción (Sucot) y, por sobre todo, un tiempo de Tora: entrega, recepción y transmisión, generacionalmente, desde Sinaí hasta nuestros días.

Por todo esto, la milenaria tradición de Israel no se ha estancado en su concepción acerca de la naturaleza; es mas, toda ella se ha puesto al servicio del Hombre, para su provecho, no para adorarla, sino para que el Hombre pueda observar la obra de D-s y agradecer por todo lo que tiene y sabe disfrutar, pues en un acto de imitación bien podría el ser humano ser un fiel reflejo de esa misma naturaleza, sobre la cual el autor de los Salmos nos relata:

“Los cielos proclaman la gloria de D-s,

El firmamento anuncia Su creación.

Los días transmiten Su palabra,

Las noches testifican Su esencia…”

(Tehillim, Cap. 19)

Sepamos apreciar estos tiempos naturales e historicos, y tratemos de que lo nuestro, costumbres, tradiciones, vivencias, jamás caigan en la rutina, pues nuestra fe es para “Elokim Jaim” (un D-s viviente), y nuestra Tora un Ets Jaim (un árbol de vida), y nosotros un Am Israel Jai, un pueblo con vida, con tradiciones vivas, que pueden recrearse solo a partir de nosotros mismos…

¡Jag Sameaj! ¡Moadim LeSimja!

Rabino Dr. Moderjai Maarabi

La fiesta de Shavout
El nombre “Shavout” proviene de la Torá : “Siete semanas has de contar, ha partir del tiempo del comienzo de la cosecha del trigo y observará s la festividad de las semanas ante el Eterno tu
D’s” (Deuteronomio 15:9-10). Hay quienes explican que la fiesta de Shavuot es el juramento que hizo el pueblo de Israel al recibir la Torá “haremos y escucharemos”, y el juramento que hizo D’s a su pueblo que no lo va a cambiar por otro.
Fiesta de la primicias

2) La fiesta de las primicias:
fuimos ordenados a traer las primicias de nuestra tierra de las siete especies – trigo, cebada, vid, higo, granada, oliva y dátiles – expresando el agradecimiento al Santo Bendito Sea que nos otorgó la tierra de Israel y nos brindó lo mejor de ella. “Que tomarás las primicias de todo fruto del suelo… Las pondrás en un cesto y con él irás al lugar que el eterno escoja para establecer así su nombre… Y te presentará s al sumo sacerdote… Y el sacerdote tomará el cesto de tu mano y lo colocará ante el Altar del Eterno tu D’s… Entones tu dirá s ante el Eterno tu D’s… Por eso dirá s ahora he aquí que te brindo los primeros frutos de la tierra que tu, oh Señor me has dado”. (Deuteronomio 26:2-10). El pueblo de Israel traía las primicias cada año desde Shavuot hasta Sucot con gran
alegría. Ellos levantaban las primicias ante el altar y leían “la lectura de las primicias” (Deuteronomio 26:5-10) que relata en resumen el pasar de Israel desde la época de los patriarcas hasta llegar a la tierra que D’s les prometió . Aquí se conectan la fiesta de la cosecha, la alegría de las primicias, con el recibimiento de la Torá.

Fiesta de la cosecha
“Tres veces al año celebrarás fiestas… También la fiesta de la siega de las primicias de tu labor, de lo que hubieres sembrado en el campo” (Exodo 23:14-15). La fiesta recae en época de la cosecha del trigo, es el fin de la primavera y comienzo del verano en la cual el agricultor se alegra de su cosecha. En la fiesta de Shavuot se traí a un sacrificio especial en la época del Templo – el sacrificio “de los dos panes”, eran dos panes hechos de harina que estaba molida del trigo nuevo .
Atzeret

 4) Atzeret – conclusión: nos demuestra que la fiesta cierra un ciclo que comenzó en Pesaj, luego de siete semanas, así como le fue asegurado a Moshe Rabenu en la revelación de D’s
en Jorev, “Al sacar al pueblo de Egipto, servirán a D’s sobre este monte – Monte de Sinai. También en la fiesta de Sucot encontramos una conclusión – Iom Shmini Hatzeret, que cierra un ciclo de siete días de fiesta.

Fiesta de la entrega de la Tora

5) La fiesta de la entrega de la Torá : la época de la entrega de nuestra ley. ¿Porqué se enfatiza en decir la época de entrega de la Torá y no la de el recibimiento de la Torá ? La Torá se entregó el seis de Sivan, más el recibimiento de la Torá continua durante todos los días del año: “todos los días serán vistas las palabras de la Torá como nuevas – como si hubieran recibido la Torá hoy”.

Las leyes y costumbres de la fiesta

Tikun leil Shavuot: los días que van de Pesaj a Shavuot son días de preparación para el recibimiento de la Torá.

Al principio del mes de Sivan se dijo al pueblo de Israel la fecha cuando recibirá n la Torá , y a pesar de esto, nuestros sabios explican, que el pueblo de Israel estaba dormido la noche del seis de Sivan y Moshe Rabenu tuvo que despertarlos, sacarlos del campamento para poder recibir la Torá . Para “letaken – arreglar” el comportamiento de nuestros antepasados acostumbramos a dedicar la noche de Shavuot al estudio de la Torá leyendo el libro “Tikum leil shvuot” que es una compilación de pasajes de la Biblia, Mishna y Talmud.

 

Las oraciones del día:
son oraciones de festividad. Se lee en la Torá capítulos que describen la preparación a la Revelación del Sinai, y el capítulo que relata los Diez Mandamientos (Éxodo 19,20). La Haftará
es el primer capítulo del libro de Ezequiel. En este capítulo Ezequiel describe la revelación de D’s, parecido al pueblo de Israel que tuvo el mérito de ver el honor de D’s en la Revelación del Monte Sinai.

Luego que el Cohen sube a la Torá se pronuncia el poema “Akdamut milin”. El autor del poema es Rabí Meir Ben Rabí Itzhak, que vivió en la época de Rashi en Wormes, en Alemania. Es un poema de alabanza al Creador y loa al Pueblo de Israel que guarda fidelidad al Santo Bendito Sea a pesar de todas las dificultades de la díáspora y que anhela la redención.

Antes de la lectura de la Torá se lee el libro de Ruth.

Ruth ha Shavuot

Los motivos por el cual se lee el libro de Ruth:

1) Ruth, la moabita, es un personaje ideal de una conversa. Ruth, que estaba casada con Majlón Ben Elimelej de Belen, se dirigió hacia un futuro desconocido con su suegra Naomi, al volver a
Belen (en Judea). Ruth sabía que sería recibida con indiferencia, ya que ella pertenecí a a la familia de Elimelej, dirigente de la generación que abandonó Belen en épocas de hambre, pasó a vivir a Moav y no ayudó a su pueblo en momentos de desgracia. Las palabras de Ruth se convirtieron en una profunda expresión de un converso: “tu pueblo es mi pueblo y tu Dios es mi Dios”.

Todo el pueblo de Israel se considera converso en la fiesta del recibimiento de la Torá , y la fiesta de Shavuot es la fiesta de la conversión nacional.

 

2) La fiesta de Shavuot es el día de cumpleaños del Rey David y el día de su muerte. Ruth la moabita se casó con Boaz de la tribu de Juda y fue la madre del reinado. Del matrimonio con Boaz nació Oved, el padre de Ishai, el padre de David y de él saldrá en un futuro el Mesías.

 

3) La fiesta de Shavuot es la fiesta de la cosecha del trigo. El relato de Ruth acontece en la época de la cosecha de trigo y el encuentro entre Ruth y Boaz ocurrió en la hora que Ruth se dirigía al campo para recibir el regalo de los pobres – leket shijeja – recolección y atado de gavillas (Leví tico 23, 22) en los campos de Boaz en la estación de la cosecha.

 

4) Otro argumento para la lectura del libro de Ruth en la fiesta de Shavuot, en el día del recibimiento de la Torá , nuestra Torá es benevolencia, y se lee la lectura de Ruth pues es una historia de benevolencia. Muchos de los personajes del libro realizan favores hacia el prójimo.

– Ruth y Orpa no abandonan a Naomi luego de haber perdido a sus maridos, y solo cuando Naomi quiere volver a Belen, Orpa la abandona, luego de las insistencias de Naomi. Naomi atestigua: “El Eterno será bondadoso con vosotras como lo habéis sido con los muertos y conmigo”.(1,8)

– Ruth se comporta de una manera benévola con Naomi y no la abandona: “Solo la muerte nos separará ” (1, 17).

– Boaz es benévolo con Ruth al venir a su campo a recoger las espigas que le pertenecen a los pobres y le dice: “No vayas a espigar en otra era, ni te pases de aquí . Quédate en estrecha compañía de mis criadas” (2, 8).

– Boaz es benévolo con Ruth y Majlón, el difunto marido, y se casa con ella para establecer el nombre del muerto sobre su parcela. Ruth es benévola con Naomi y con su difunto esposa y se casa con Boaz mayor que ella por mucho para establecer el nombre de su difunto marido y para otorgar un nieto a Naomi. Boaz le dice a Ruth: “Bendita seas tu del eterno, hija mía. Tu proceder
ahora ha sido todavía más virtuoso que el anterior, desde que no fuiste tras los jóvenes ya fueren pobres o ricos” (Ruth 3:10).

Costumbres

Las costumbres de la fiesta

Comidas lácteas:
una antigua costumbre es la de comer comidas lácteas. Hasta haber recibido la Torá no nos habían sido ordenadas las leyes de kashrut – prohibiciones de comer cadáver y despedazado y las leyes de carne y leche. El seis de Sivan, cuando nos fueron ordenados estos preceptos debieron comer comida láctea, frutas y verduras, hasta que organizaron sus cocinas como corresponde.

Otra explicación por la cual se comen comidas lácteas es que la Torá fue comparada en el Cantar de los Cantares a la miel y la leche, como está escrito “Miel y leche bajo tu lengua”.

 

Adornos en las sinagogas y en las casas: en la fiesta de Shavuot se acostumbra a adornar las sinagogas y las casa con plantas. Los motivos de esta costumbre son:

 

a- En recuerdo al Monte Sinai que estaba cubierto de vegetación en el momento que se recibió la Torá , como está escrito: “También el ganado y el vacuno no pastorearan frente a este Monte”.

 

b- La Torá es comparada con un árbol: “el árbol viviente la Tora para aquellos que la mantienen”, y en el día de recibimiento de la Tora se adornan las casas y las sinagogas con ramas y plantas.

 

c- En Shavuot se juzga a los árboles frutales, y es por eso que se adorna con plantas.

 

d- Las plantan nos recuerdan las primicias que se traían a partir de la fiesta de Shavuot.

 

e- De acuerdo con la tradición Iojebed colocó a Moises en un cesto, en esta fecha, entre las cañas que crecían a orillas del río. El adornar con plantas nos recuerdan este evento.

Fuentes de nuestros sabios sobre Shavuot
Dijo R. Akiva: ¿Por cuál motivo ordenó la Torá la ofrenda de los dos panes en Shavuot? Debido a que Shavuot es la época de la fruta de los árboles, dijo el Todopoderoso: “Ofreced Me
los dos panes en Shavuot para que las frutas que crecen sobre los árboles sean bendecidas”. (Rosh Hashaná 16a)
Dijo R. Yehoshúa ben Levy: hubiera correspondido que la fiesta de fin de Sucot (Shemini Atzeret) esté alejada de Sucot cincuenta días, tal como Shavuot está alejada de Pesaj cincuenta
Nisan-Iyar 5718)
Dijo R. Elazar: Todos reconocen que Shavuot sea una fiesta “dedicada a vosotros” (con alegría de comida y bebida, par: demostrar cuán contento está) por ser la fecha de recepción de
la Torá, (Pesajim 68b)
Cuéntase que falleció Alex en Lud, y vinieron todos los israelitas a lamentado y no les permitió R. Tarfón pues era el día del festejo del sacrificio de Shavuot. (Jaguigá 18a)
Los antiguos píos no dormían esa noche, dedicándose al estudio de la Torá, diciendo: Aceptamos esta herencia sagrada para nosotros y para nuestros hijos en los dos mundos. (Zohar, Emor, 95,l)
¿Cuál es la relación del Libro de Rut con Shavuot, la época de la entrega de la Torá, oportunidad que es leído?
Para enseñarte que la Torá fue entregada sólo por medio del sufrimiento y pobreza. (Yalkut Shimoni Rut 596)
Siendo que el Rey David falleció en la fiesta de Shavuot (en opinión del Yerushalmí Jaguigá 2,3) y siendo que el Todopoderoso completa los días y los años de los justos coincidiendo el
fallecimiento con el cumpleaños (Kidushim 35a) resulta que también nació en Shavuot, por este motivo se lee en público el Libro de Rut en la fiesta de Shavuot, donde se relata la ascendencia del
Rey. (Bejor Shor sobre Bavá Batrá 13b)
En el capítulo de las fiestas, Emor, leemos: “Y cuando saquéis la cosecha de vuestra tierra”… “al pobre, y al extranjero habrás de ayudar”, lo cual figura inmediatamente después del capítulo del mandamiento de la ofrenda de los dos panes que se ofrecen en Shavuot, todo lo cual cumplió Boaz cuando dijo: “Y tambiénsacaréis parte de las gavillas de propósito para ella”.
Y Rut era pobre y extranjera a la vez, motivo por el cual se lee en público el Libro de Rut ese día. (Levush 494)
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